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Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023|
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FORO
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| Inmortalidad |
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Para aquellos al que interesa el pensamiento de Schopenhauer, algunas líneas sobre la materia... "Por su persistencia absoluta, la materia nos asegura una indestructibilidad, en virtud de la cual quien fuere incapaz de concebir otra idea podría consolarse con la de cierta inmortalidad. "¡Qué! - se dirá -, la persistencia de un puro polvo, de una materia bruta, ¿puede ser la continuidad de nuestro ser?" ¿Pero conocéis ese polvo, sabéis lo que es y lo que puede? Antes de menospreciarlo aprended a conocerlo. Esta materia, que no es más que polvo y ceniza, disuelta muy pronto en el agua, se va a covertir en un cristal, a brillar con el brillo de los metales, a producir chispas eléctricas, a manifestar su poder magnético..., a modelarse en plantas y animales, a desarrollar, en fin, en su sno misterioso esa vida cuya pérdida atormenta tanto a vuestro limitado espíritu. ¿No es nada, pues, el perdurar bajo la forma de esta materia?" Este libro, El amor, la muerte y las mujeres, en el que Schopenhauer expone, entre otras cosas, su metafísica del amor, lo podéis encontrar en la biblioteca de e-books de la página: http://www.elaleph.com/biblioteca.cfm? Saludos. Javier |
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De que nos sirve que nos transformemos en arbol o en planta, que nos reencarnemos en otro o que pasemos a un mundo sobrenatural, si al ateo o agnóstico nada le consta. Simple juego intelectual! Con Nietzsche, nada de transmundos que nos justifiquen, solo amor fati. A lo más el testimonio de una obra que nos dé un simulacro de eternidad o inmortalidad, como la que gozan los que aparecen en las Historias o en las enciclopedias.[...al menos en los diarios o en la televisión.] Lo dijo Héctor, antes de sentir la lanza de Aquileo traspasándole la yugular: "Ya los dioses me llaman a la muerte. Creía que el héroe Deífobo se hallaba conmigo, pero está dentro del muro, y fue Atenea quién me engañó. Cercana tengo la perniciosa muerte, que ni tardará ni puedo evitarla. Así les habrá placido que sea, desde hace tiempo, a Zeus y a su hijo, el que hiere de lejos; los cuales, benévolos conmigo, me salvaban de los peligros. Ya la Parca me ha cogido. Pero no quisiera morir cobardemente y sin gloria, sino realizando algo grande que llegara a conocimiento de los venideros." Saludos, Ricardo |
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¡Hola Ricardo! No se trata de buscar vanas esperanzas, ni de inmortalizarnos a través de plantas o animales. Esa no dejaría de ser una visión homocéntrica. Se trata más bien de reconocer nuestra auténtica esencia, no como humanos, sino como polvo de estrellas. Un rechazo a la individuación y al mundo visto desde la perspectiva del individuo, para contemplar su sentido al nivel del átomo. La visión de Schopenahuer nos explica el mundo como fuerza vital, y al ser humano como su expresión más elaborada. Saludos. Javier |
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Estimado Ossian: Como has mencionado a Schopenhauer, y no teniendo mucha idea de él, busqué aquí y allá (no pude entrar a la página web recomendada) y encontré algo interesante: "En Schopenhauer una ambición apasionada e insatisfecha choca con su lucha incansable e irónica contra los valores del honor y de la fama; el intento de demostrar la falta de sentido y de valor de la vida contrasta con su preocupación angustiosa por la propia existencia; el deseo de su reconocimiento como literato, con el desprecio de los hombres, de lo que hace alarde. El pesimismo que caracteriza su filosofía tiene algo de acto espiritual, de venganza de un hombre a quién la vida no le permite satisfacer sus deseos apasionados, pero que al mismo tiempo tiene demasiada penetración y poca reserva en su busqueda de la verdad para darse por satisfecho con las mentiras y aparentes satisfacciones de la vida. La inarmonía de su propia naturaleza le aguza la mirada para descubrir lo demasiado humano que hay en el hombre; es un psicólogo práctico cuyo conocimiento del hombre es de un naturalismo incisivo; por otra parte, alienta en él una última y oculta esperanza de creer reconocer esta inarmonía, esta lucha inútil y sin sentido en su propio corazón, como un destino inevitable". (Ernst von Aster. Historia de la filosofía Ed Zig-Zag 1949) Salta a la vista, que al igual que Nietzsche, la filosofía de S nace de la necesidad de dar respuestas a inquietudes personalísimas; existe una ligazón estrecha entre biografía y pensamiento. También, lo mismo que N, sus reflexiones están empapadas por la constatación de contradicciones.[En el caso de N, su separación de Wagner devino en sentimientos de amor-odio; también, su postulado de la muerte de dios como condición de la grandeza del hombre, versus, el impacto a nivel personal de su doctrina]. Y esto entronca con una digresión propia: el hombre y la vida solo pueden entenderse, a partir de la tensión originada por la coexistencia de tendencias opuestas que no tienen una solución satisfactoria: De un lado, la afirmación del hombre de sí mismo, su perseverancia en el dominio sobre la naturaleza y los demás individuos; por otro, la conciencia de su fragilidad que se hace patente con la emfermedad, la vejez y la muerte. Para suerte de uno (casualidad o destino?), estos filósofos tuvieron una relación fuerte con nuestro admirado W, pero pareciera que no hubo coincidencias en el ámbito de la problemática personal. El pesimismo de W fue, al parecer, netamente intelectual. He citado en otro lugar, la mención en el diario de la "señora Cósima" acerca de la preocupación de W por la influencia de S en los jovenes, que ningún horizonte podía ofrecerles. Asimismo, la evolución del pensamiento de N, desde una concepción del arte como centro de la vida a un optimismo basado en la muerte de Dios, únicamente podía provocar rechazo en el círculo del de Bayreuth.[Fuera de que el "profesor" ya no estaba a su "servicio", Cósima atestigua la impresión negativa causada por su idea tan radical, más o menos, que el antiguo amigo se habría vuelto loco]. Bueno , me queda mucho por saber de Schopenhauer... y de los demás. Lo expuesto debe tomarse -a diferencia del rigor y objetividad que, por lo general, hacen gala los asiduos de wagnermanía-, como simple comentario de un diletante por lo que las inexactitudes o francos errores de que adolece, deben ser enjuiciados con benignidad. Cordialmente, Ricardo |
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Pues es una pena que la pg web no esté accesible (prueba www.elaleph.com y trata de acceder a la biblioteca). De todas formas su obra El amor, las mujeres y la muerte no es la más representativa de su obra, aunque, desde mi punto de vista, sí la más revolucionaria, y con la que más se encontraría vinculado el pensamiento de Nietzsche. El caso es que el libro es pequeño, ameno, de fácil lectura y está editado por EDAF. Por cierto, un anuncio esperanzador para todos los interesados en el pensamiento de Schopenhauer es que la editorial AKAL tiene prevista la edición en castellano de la obra El mundo como voluntad y representación completa, para el entrante 2003. Espero que sea así... En cuanto a la descripción delcarácter de Schopenhauer que citas, creo que se ajusta bastante al del filósofo. Parece que todo aquello que pueda ser dañino a una vida plácida y que no tenga un fundamento palpable, como podría ser el honor y la fama, no era del agrado del filósofo. Por ejemplo, recuerdo sus críticas viscerales a los duelos, o tb esta otra contra las barreras del amor: "nunca he comprendido cómo dos seres que se aman, y creen hallar en ese amor la felicidad suprema, no prefieren romper con todas las convenciones sociales y sufrir todo género de vergüenzas antes de abandonar la vida, renunciando a la aventura más allá de la cual no imaginan que existan otras". Afirmación que desdice comentarios como los de Kupfer, que ignorando por completo su filosofía se permite hacer juicios públicos sobre ella. Pero, lo que tampoco sería correcto en absoluto, es querer ver cierto optimismo en el pensamiento del filósofo, pues si hacemos hincapié en las palabras "renunciando a la aventura más allá de la cual no imaginan que existan otras", el pesimismo de su filosofía niega que tal aventura vaya a ser, en general, venturosa. Y así, enlazando su metafísica del amor con el resto de su metafísica, afirma que el amor tiene su único fundamento en el interés de la especie por perpetuarse, por eso trastorna a los individuos para tratar de conseguir su fin: la reproducción (hay cierto parecido entre el planteamiento del filósofo y el que en la actualidad defiende la teoría del gen egoísta). Por eso afirma "Y he aquí que, en plena confusión de la lucha, vemos dos amantes cuyas miradas se cruzan llenas de deseos. Pero ¿porqué tanto misterio? [...] Porque esos amantes son unos traidores que trabajan en secreto para perpetuar toda la miseria y todos los tormentos, que sin ellos tendrían un fin próximo,...". Aunque, siempre cubriéndose, Schopenhauer tampoco niega la posibilidad de un amor para toda la vida. En fin, me he pasado, en otro momento comentamos que Schopenhauer no ofrezca horizontes para la juventud, aunque, si te fijas en el Anillo de Wagner, es precisamente lo que hace Wotan cuando como única solución encuentra la de deterner la rueda que rueda. Saludos. Javier |