Atención al nuevo disco de Naxos con obras dirigidas por Willem Mengelberg: trae cuatro extractos orquestales wagnerianos como cuatro soles. Se trata de la obertura de Tannhäuser, el preludio al Acto I de Lohengrin, el preludio al Acto I de Die Meistersinger y los murmullos del bosque de Siegfried. De todos, en teoría el que menos brilla el del preludio de Lohengrin, por sus continuos portamenti; pero si somos capaces de ignorarlos o abstraernos de ellos (que conste que no es fácil) podremos disfrutar de la versión más sensible, matizada y evocadora que se ha grabado. La obertura de Tannhäuser es sorprendente por el robusto tratamiento que se da a la cuerda acompañante en el coro de peregrinos, tanto al comienzo como en el ritornello, así como por el colorido abigarrado de la sección central. En Die Meistersinger encontramos mucho brío -como en todo el cedé, en realidad-, planificación perfecta y diferenciadora de las distintas secciones y acentuaciones muy personales (el trío es soberbio), aunque el maestro se concede quizá menos libertades que en otras obras. Y en los murmullos del bosque nos percatamos de la sensibilidad e imaginación de Mengelberg para los momentos más intimistas, incluso impresionistas, de la música de Wagner.
En este mismo disco podemos encontrar también un Don Juan de referencia (que yo ya tenía en Teldec, serie Telefunken Legacy, donde creo que suena algo mejor), la obertura de Hänsel y Gretel y el adagietto de la Sinfonía nº 5 de Mahler.
No nos cansaremos de repetir nuestro agradecimiento a esta casa discográfica por acercarnos muy económicamente el arte de maestros que, como Mengelberg, habían caído en cierto olvido por la antigüedad de sus grabaciones y por otros asuntos. Ojalá siga a este ritmo en las reediciones, porque nos damos con sorpresas agradabilísimas prácticamente todas las semanas.
Saludos.
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