Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
FORO 

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La crueldad, Nietzsche, tragedia, Tristán....
De: Stephen D.
Fecha: 25/02/2003 10:12:26
Asunto: La crueldad, Nietzsche, tragedia, Tristán....
"Lo que constituye la voluptosidad dolorosa de la tragedia es crueldad; lo que produce un efecto agradable en la llamada compasión trágica y, en el fondo, incluso en todo lo sublime, hasta llegar a los más altos y delicados estremecimientos de la metafísica, eso recibe su dulzura únicamente del ingrediente de crueldad que lleva mezclado. Lo que disfrutaba el romano en el circo, el cristiano en los éxtasis de la cruz, el español ante las hogueras o en las corridas de toros, el japonés de hoy que se aglomera para ver la tragedia, el obrero del suburbio de París que tiene nostalgia de revoluciones sangrientas, la wagneriana que "aguanta", con la voluntad en vilo, "Tristán e Isolda",- lo que todos éstos disfrutan y aspiran a beber con un ardor misterioso son los brebajes aromáticos de la gran Circe "crueldad". En esto, desde luego, tenemos que auyentar aquí a la psicología cretina de otro tiempo, la cual únicamente sabía enseñar, acerca de la crueldad, que ésta surge ante el espectáculo del sufrimiento ajeno: también en el sufrimiento propio, en el hacerse-sufrir-a-sí-mismo se da un goce amplio, amplísimo..."

Pues aquí queda este párrafo de Más allá del Bien y del Mal (traducción, para Alianza, de Andrés Sánchez Pascual). Creo que cosas similares ya se habían dicho en más de una ocasión (incluso luego se habla de la crueldad de los ascetas, tal como, creo, dijo en su día Novalis y seguro que alguno otro). Pero este párrafo me parece especialmente revelador. Además habla del drama preferido por la mayoría de los miembros del foro si las encuestas no fallan.

¿Qué opinan sobre todo esto?¿Han sentido algo parecido?

De: Erda
Fecha: 25/02/2003 13:25:35
Asunto: RE: La crueldad, Nietzsche, tragedia, Tristán.... como siempre, desde mi subjetividad...
"también en el sufrimiento propio, en el hacerse-sufrir-a-sí-mismo se da un goce amplio, amplísimo..." ... tan amplio, tan intenso, que algunos, inconscientemente lo buscamos, lo anhelamos, andamos tras él en muchas facetas de nuestras vidas. ¿Una aberración del instinto de supervivencia? ¿una aberración del instinto de la búsqueda del placer?. Yo digo no.
Hay un instante supremo, mágico, pleno, arrebatado, de goce glorioso que algunos buscamos de la misma forma que andamos, de la misma forma que respiramos, pero ese momento nunca está exento de dolor: dolor en el camino, dolor porque nuestros cuerpos imperfectos y nuestras mentes incomprendidas y nuestras almas inacabadas no pueden asumir un momento sublme, Absoluto.
Y nos fustigamos en la búsqueda, en nuestros trabajos, en nuestras relaciones, dolor y más dolor buscando ese momento perfecto.
Es parte de esa sensación de sentirse vivo, de que tu corazón palpita, de que eres tu propio protagonista, de que no estás pasando por la vida como el que lee una novela ya escrita por otros... la necesidad de introducir elementos discordantes... ese acorde no resuelto que te obliga a tener algo por lo que luchar, una meta más.
Es eso crueldad? Es posible: puedes fustigarte cuanto quieras envolviéndote y zambulléndote en el sentimiento trágico, volar como una polilla alrededor de una luz a la que no puedes ni quieres renunciar, exigirte a ti mismo ese grado de perfección que no puedes alcanzar; pero siempre hay alguien más sabio que uno mismo, y a veces es el propio cuerpo el que sienta la barrera del sentido común y advierte de hasta dónde puede llegar el deseo de autodestrucción por el "placer"... Es la Madre Tierra la que te avisa en esos momentos, a través de tus neurotrasnmisores desequilibradros, de tus hormonas revolucionadas, de tus sistemas colpasados.
Y hoy en día, desgraciadamente, la mayoría de nosotros ni siquiera la escuchamos.
Así que la madre tierra tiene que gritar y gritar para que sus hijos se den cuenta... pero es tan fuerte esa otra llamada... es tan fuerte ese cerrar los ojos y zambullirse plenamente, abandonado, entregarse al momento mágico, sólo poder sentirlo, y que luego si ha de ser necesario venga la oscuridad...
Y la madre tierra sique gritando, gritando y mandándonos sus señales...

De: Stephen D.
Fecha: 26/02/2003 22:52:03
Asunto: RE: La crueldad, Nietzsche, tragedia, Tristán.... como siempre, desde mi subjetividad...
¿Pero qué otro verdadero placer nos quedaría, a los que somos incapaces de vivir sólo de las cosas más sencillas y las comodidades más llanas, que el superar obstáculos?¿Acaso no es una necesidad ese hacerse-sufrir-así-mismo para realizar cualquier meta que se distinga de nuestras perezas y necesidades más vulgares? Y no me refiero necesariamente a la llamada "inmortalidad", ya que acudir al reconocimiento y admiración ajenos debería ser sólo el último recurso, y es quizás el menos sano. Para andar en consonancia diré que algunos no pueden vivir eternamente en el Venusberg, necesitan sufrir por algo. Sabemos que es imposible retroceder y desandar lo andado. Sabemos que nunca estaremos satisfechos, pero nunca dejaremos de querer, de sentir que somos "nuestros propios protagonistas", pues sólo así somos capaces de no sentir un vacío, de sentir que uno participa en el juego de la vida.

De: Erda
Fecha: 27/02/2003 11:51:44
Asunto: Tristan, y Heinrich... y nosotros, los hiperbóreos...
Ahí está, el camino que quieres recorrer -sientes la necesidad de recorrer- precisamente por estar plagado de chinchetas que se te van clavando en el alma. Y qué sentido tiene una vida aletargada... sí, buscar chinchetas que te vayan despertando la sensibilidad dormida de unos pies encallecidos por un camino burgués...

Pero, ah, hoy en día, disfrazados todos con nuestros ropajes de cotidianeidad, encomendadas nuestras vidas a San Sentido Común, a Santa Razonabilidad, a Santa Nómina Bendita y a Sociabilidad Mártir, andamos la mayoría cantando nuestros cantos hipócritas en el concurso del Watburg, es ahí donde están nuestras perezas, nuestros conformismos y nuestras necesidades más vulgares: hoy por hoy, precisamente hace falta tener la valentía de un Heinrich para irse a vivir al Venusberg "cuanto más nos dejamos llevar,menos permitirán los demás que nos dejemos llevar", aun a sabiendas, sí, de que no se puede volver uno atrás y de que es ese el camino que nos hará sufrir, pero también el que puede darte ese momento eterno. En cierto sentido es más trágico el "Weeeeh... mir verloren" de una Venus derrotada que el momento sublime de la muerte de una Isolda.

Raras veces nos rompemos una pierna cuando escalamos penosamente en la vida, sino cuando empezamos a tomarle gusto y a elegir los caminos más fáciles: sea nuestro amor a la vida amor a nuestra esperanza más alta, y sea nuestra esperanza más alta nuestro amor a la vida!!

La inmortalidad es sólo ese instante.

Y una perla: "Merced a la música, las pasiones gozan de sí mismas"... no es acaso una tragedia abyecta sumergirnos en esas pasiones enlatadas y autosuficientes en sí mismas, mientras nos quedamos cómodamente en el sofá sintiendo cómo nos envuelven y nos arrastran... cómodamente en el sofá, a salvo de nosotros mismos, a salvo de nuestros "ah, si yo me streviera a hacerme-sufrir-a-mí mismo para alcanzar..."

No habrá una vara florida de redención para los que se quedaron en el Watburg, porque Heinrich tuvo que morir para conseguir la suya, y Venus sigue llorando desconsolada en un rincón de su cueva... Tristan e Isolda tuvieron que morir después de su noche eterna, y Wotan ya no contempla el mundo desde su Wallhala porque este ardió según su deseo -voluntad de no-ser pero voluntad al cabo, y la voluntad es dolor- y la rueda sigue girando, y quizá algún día veamos ese otro orden nuevo de cosas, pero de momento, salvo pequeños instantes de hierba verde y fresca, o de mañanas trasnparentes, o de luna naciente, o un ocaso terrible, o la llamada de un amigo, o el despertar de una Wala, o una novena de Bruckner... el absoluto nos está vedado y sólo podemos saborearlo por caminos de dolor.

De: Stephen D.
Fecha: 27/02/2003 21:12:15
Asunto: RE: Tristan, y Heinrich... y nosotros, los hiperbóreos...
La música que yo quiero, el arte que yo busco, quizás nunca existan o quizás hayan existido o quizás dependan del sujeto que contempla, deberían hincharnos el pecho con ganas de vivir, nunca a través de falsedades (aunque para esto todos tenemos buen olfato y huímos de las falsedades)... pero nos proporcionan ganas de volver al teatro, al sofá,... Un bello descanso, una gran riqueza,... pero quizás también pueda ser una enfermedad. Nunca se resaltará lo suficiente la importancia del sujeto, nada es si no es con respecto a un sujeto (y no será que no se ha dicho veces). ¿Ha existido este arte?¿Es Wagner uno de estos?¿Los trágicos?¿El fallo está en nosotros?Eso es:"cómodamente en el sofá, a salvo de nosotros mismos, a salvo de nuestros "ah, si yo me atreviera a hacerme-sufrir-a-mí-mismo para alcanzar..."". No se puede decir más alto. ¿Y el artista?¿Es para él algo enlatado?¿Es él el único que realmente vive con su obra y lucha con ella?

¿Nos quedaremos en el Watburg escuchando los cantos por siempre?¿Merece la pena?¿Y esa deliciosa chispa de locura?¿Dónde está la sabiduría de la propia vida sin ella, dónde nuestra riqueza y nuestra existencia?...¿Pero es esto posible?¿A quién se dirigen estas pasiones a nosotros mismo, a los demás, a los ojos de los demás, o a nuestros ojos?¿Dónde está Santa Razonabilidad para seguirme?¿Es tan inaccesible lo intenso, lo puro, como uno mismo se lo proponga?¿No volveré a sentarme en el sofá en busca de nuevas vivencias, de nuevas aventuras, de nuevos héroes?¿Y si tenemos que contentarnos con decir todas estas cosas y nunca dar el verdadero paso?¿Seremos tan injustos con nosotros mismos?

A veces nos faltan las fuerzas...

Acabo con una pequeña vela encendida:
"Es verdad: nosotros amamos la vida no porque estemos habituados a vivir, sino porque estamos habituados a amar. Siempre hay algo de demencia en el amor. Pero siempre hay también algo de razón en la demencia."