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Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023|
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FORO
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| DER FLIEGENDE HOLLANDER |
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Esta noche, a las ocho, tengo una cita con el holandés errante en el Teatro Real de Madrid. Parece prometer este montaje de Baremboin y Kuffer. Esperemos que no que de en agua de borrajas como la también prometedora Walkiria de esta temporada. Un saludo, os comentaré mi impresión en cuanto lo haya visto. |
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espero ansioso tus impresiones ya que mi cita con el holandes es el día 15(si es muy mala, no me digas nada...con la pasta que he pagado por la entrada...) saludos, |
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La batuta de baremboin ha estado a la altura de una orquestación tan fenomenal como la de esta ópera, como por otro lado cabría esperar. Ciertamente, quizás con demasiado protagonismo(la orquestación), sobre todo en momentos corales, algo que en este caso no creo que sea un defecto. Mientras que Wolfgang Brendel, el holandés, ha estado correcto, más bién discretito, una sorpresa de última hora,sustituyendo a Peter Seiffert, un Erik maravilloso, Stephan Rügamer. Senta, Susan Anthony, ha tenido sus momentos, aunque la balada se le ha ido de las manos, pero desde luego estaba entregada, y ha brillado con su parlamento de abnegación del III acto. Interpretativamente estaba algo floja. Un buen Dalan, y un no apropiado Timonel, aunque con un timbre bello. El coro, o el doblete de coro, mejor dicho, es quizá lo más destacable en este montaje. El delicioso y melodiquísimo moment de las ruecas, funcionaba, el coro de los marineros estupendo. En cuanto a la puesta en escena, no está a la atura de las circustancias. La escenografía, que tiene momentos muy inspirados de composición, sobre todo los referidos al puerto, a veces parece más dirigida a otro contexto espectacular, un musical de Broadway. La luz, igualmente peca de lo mismo, aunque tiene momentos acertados, como la elección de unos ambientes Gélidos para el puerto y el fantasmal barco de el Holandés, así como determinadas gelatinas, que nos acercan a ese universo de Kuffer tan característico y que nos puede recordar al anillo, aunque se queda muy atrás. Los interiores son espantosos, así como la utilización de unas puertas que se abren con motores para apollar la tormenta, y más bien parecen de la casa del terror del Parque de Atracciones. Igualmente, el uso del iluminador de las lámparas de sodio, cegadores y los flashes, son tan obvios y resultan tan descompasados con la música de Wagner que realmente molestan. Existen por otro lado graves problemas de afore, y suciedad en general, con multitud de señales por un suelo brillante negro, que funciona estupendamente junto a unos icebergs motorizados muy valorables. Por lo demás ya digo, un poco de El Fantasma de la ópera. El vestuario es correcto tirando a ramplón. Inspirado en la última década del siglo XIX. A la pobre senta le castiga, Buki Schift, con un amorfo vestido blanco, que pretende ser del XIX, pero que no parece estar muy bien cortado, así como Senta, igualmente no lleva su interpretación por ahí. Kuffer esta especialmente poco inspirado y cursi en el preludio, absolutamente absurdo de acciones vacias que distraen la bellísima música. Por otro lado está brillantísimo en el coro de la fiesta, con un espectacular movimiento de mesas y personas tratadas en blanco. Espero que os sirva mi opinión. Un saludo. |
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Gracias andujarescenografo por tus comentarios, ayudan mucho a hacernos una idea. La verdad es que es una verdadera pena que no haya actuado Seiffert (Àsabes si ha sido un cambio puntual o va a ser as? para el resto de las representaciones?). R?gamer es bien conocido por el p?blico madrile?o del festival de Verano, pues si no resuedo mal ya cant? el Pastor de Tristan en 2000, el Jaquino en Fidelio y David en Die Meistersinger en 2001 y fue el a?o pasado Walther von der Vogelweide en Tannh?user y el joven sirviente en Elektra. Un saludo. |
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excelente crónica andujar...después de leer tus comentarios, espero con más ansia si cabe el día 15. saludos, |