Inocente, inocente.
Vaya, vaya... ¡Cuántas noticias wagnerianas nos depara este 28 de diciembre, día de los inocentes! Entre la quinta entrega del Anillo, la boina falsa de Wagner y el ojo de Wotan estamos apañaos, aunque pensándolo bien quizá tengan razón.
Si tenemos tres trilogías como la del Señor de los Anillos, Indiana Jones y El Padrino, ¿por qué iba a conformarse Wagner con una ?Tetalogía? ?dos que valen por cuatro- ???? Como me indicaron mis coforeros catedráticos, el término ?tetalogía? viene de ?teta?, que en antiguo ario indoeuropeo significa ?montaña? y de ?logía?, práctica sexual grupal o a mogollón que ya se practicaba en la más remota antigüedad al abrigo de las espesas brumas que cubrían el sagrado bosque germánico bajo el fresno del mundo ?véase Nietzsche en ?Así fornicó Tacachufa?, versión en francés del capítulo 69-.
En cuanto al debate de la boina o preservativo, mi opinión es irrelevante, ya que me mantengo puro y casto contemplando la hermosa fuente de Elisabeth sin contaminarla mi tan siquiera con el pensamiento. (Menos mal que tengo a mi colegi Wolfram von Eschenbach para que me toque el... arpa).
Finalmente, la incógnita del ojo de Wotan la tengo bien clara, aunque sea un tema negro. Prefiero no comentarla por respeto a los niños y las señoras. Ahora bien, una cosa sí que puedo mencionar: no era ni el derecho ni el izquierdo, si no el del .... ¡Hui, casi se me escapa!
Un saludo muy inocente.
Rex.
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