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Siegfrieg en Radio Clásica y los nostlagicos, ultraconservadores y violentos. |
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Estimados amigos: El pasado viernes escuché en Radio Clásica la retransmisión de Siegfried desde el Liceu. Antes que nada quiero dejar claro que ésta es la jornada que menos me atrae de toda la Tetralogía (mi favorita globalmente). Pues bien, me lo pasé ?pipa? aunque a riesgo de romper mi matrimonio, ya que mi sufrida consorte estaba hasta el gorro ( ella sólo soporta algún Tannhäuser de vez en cuando). La orquesta me impresionó por su buen hacer. Yo diría que sonaba como las mejores. Se nota que tanto los músicos como del Sr. De Billy se esmeraron. El acto III llegó a emocionarme. Si ya me gustó la retransmisión del Ocaso, la de Siegfrieg aún más. Estoy deseando que llegue el 26 y el 7 para disfrutar del espectáculo en directo. Todos los cantantes me gustaron con la excepción de Treleaven, que a pesar de su empeño y esfuerzo no llegó a convencerme e incluso se me hacía molesto de oír en ocasiones. Pienso que el papel de Siegfried es el peor servido en la actualidad. ¿Dónde están los tenores heroicos wagnerianos que nos hagan dejar de anhelar a un Melchior o a un Windgassen? La Polaski me convenció más, aunque tampoco es una perfecta Brünnhide. El resto me gustó mucho. El Viandante de Falk Struckmann fue de lo mejorcito, me encantó la belleza de su voz, parecía un dios y no te hacía añorar a un Hotter, como sí que me pasaba con el tenor anterior. Estuvo deliciosa Cristina Obregón como Pájaro del Bosque y muy acertados los intérpretes (ahora no recuerdo sus nombres) de Erda y Fafner. Aunque la palma se la llevó el genial Mime de Graham Clark, excelente cantante y actor. Total: cinco horas que se pasaron en un suspiro. Hubo una cosa que me molestó y que querría comentaros para saber vuestra opinión. En los intermedios se habló de la escenografía y de Kupfer (kIufer, según el anlosajonizante locutor), también se entrevistó al coautor de un libro sobre Wagner y el Liceu. Pues bien, se hizo referencia a los ?ultraconservadores? seguidores de Wagner que no consienten e incluso ?reaccionan violentamente? cuando se hace una puesta en escena ?moderna?. Se dedicaron comentarios peyorativos a ?cierto sector ultraconservador y nostálgico que repartía octavillas protestando por la puesta en escena de Lohengin de manera violenta? (Se referían al nefasto y repulsivo montaje vomitivo de Ko-cha-no-sé qué-ni-me-importa en el que los cantantes aparecían vestidos con pantalón corto como niños de escuela). Se afirmó que se trataba de una minoría nostálgica, que Wagner fue un innovador en su tiempo y que por lo tanto no tenían sentido montajes ?pasados de moda?, que ?hay que presentar montajes que puedan comprender los espectadores de hoy? y otras cosas por el estilo. La verdad es que me sentí bastante ofendido. Yo soy partidario de los montajes ?tradicionales? y no me considero ni ?nostálgico?, ni ?ultraconservador?, ni mucho menos ?violento?. Esto no significa que no me pueda abrir a ?interpretaciones? personales de directores de escena, siempre que respeten la idea del autor y no se dediquen a provocar por provocar con afán de notoriedad destrozando una obra e insultando a la inteligencia de los espectadores. Esto me parece deleznable. Señores como Bieito que destrozan Don Giovanni con sus payasadas me producen una sensación que no quiero describir para no parecer intransigente o maleducado. No hay derecho. Ahora bien, en el caso de Kupfer he de decir que aunque no siempre comparto su punto de vista, está bien claro que conoce ? y yo diría también, que ama ? la obra de Wagner. Su montaje de la Tetralogía me ha gustado. Hay que decir que no se corresponde con el primero que hizo con Barenboim. Creo que es la tercera modificación que ha hecho. Pienso que el alemán ha evolucionado hacía una especie de síntesis ?tradicional-moderna? que respeta la idea del autor o, al menos la idea que él tiene de la misma. No hace mucho leí una entrevista en la que criticaba a ciertos directores de escena que no conocen la obra y que con sus montajes pretenden provocar para llamar la atención. El trabajo de Kupfer me merece respeto, el de Bieito o el de Kochanosequé, no. Para acabar, y perdón por la extensión, quisiera que alguien me informara sobre el libro antes citado ?Wagner i el Liceu? ?creo que se titula así ? Uno de los coautores es Alfonsina Janés i Nadal. Tengo un libro suyo ?L?obra de R. Wagner a Barcelona?, publicado con motivo del centenario de la muerte del compositor. ¿Sabéis si la parte de esta autora es ?de nueva redacción? o si se trata de un ?refrito? de este trabajo? Por cierto que el libro de Alfonsina Janés es plenamente recomendable. Un saludo a todos. Amunt Wagner! Rex. |
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Hola a todos! El pasado viernes 18 tuve la ocasión de asistir al Siegfried de Liceu. Comentar sólo que lo que rexvalrex reflexiona se ajusta bastante con lo que yo experimenté. Por un lado Graham Clark y Falk Struckmann estuvieron soberbios. No osbtante, y a pesar de la buena voluntad que le ponía, John Treleaven no estuvo en absoluto a la altura de las circunstancias; -en la forja de Nothung parecía que hacía unas copias de llaves en el Servicio Estación- ;). La voz no era clara, y la dicción un poco flojilla. Y me atrevería a decir que desafinaba un montón. No obstante y por sorpresa mía, las obaciones finales fueron destacables. Por lo demás, el tema voces estuvo correcto. Por lo que refiere a Kupfer y a De Billy, pffffff... En el caso del primero considero que su propuesta no está muy equilibrada: la espectacularidad del primer acto es atractiva, no obstante el segundo pierde en riqueza visual (vaya petardo de Fafner!, sólo faltaba He-Man y Skeletor!), y el tercero es lamentable. Es sorprendente que con la tecnología con la que contamos hoy en día surjan unas producciones tan mediocres. Antes de dedicarle dos lineas a De Billy, apuntar que Hans Schavernoch (Escenografía), siguió la misma progresión descendente que Kupfer: el tercer acto fue una cosa insostenible! (toma Forum 2004...) Llegaba al punto del ridículo; como el Sirtaki que los dioses se clavaron al final del Oro. Por lo que refiere a De Billy... suerte que es su última temporada. A pesar de que obtuvo un resultado suficiente, (no como en otras ocasiones), creo que los momentos de máximo dramatismo no se conseguían transmitir al público. Ya hubo asistentes del 4 y 5 piso que se encargaron de recordárselo. Bueno... a esperar al Ocaso. Por cierto... estoy interesado en vender el Parsifal de Kna del 51 y un Lohengrin del Met del 40 (Leinsdorf). Fins aviat i Endavant! |
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Yo también estuve el viernes pasado en el Liceu: En líneas generales estoy de acuerdo con lo que habeis comentado. Treleaven corto de voz aunque lo intentaba y pésimo como actor (gran comparación la de Soc Català) aunque en el tercer acto mejoró un poco. A la Polaski la encontré con la voz más gastada que el año pasado, más vibrato y menos control, pero se nota que conoce el papel y cantó con la suficiente inteligencia para que estos defectos no le impidieran hacer una digna interpretación. Struckmann un chorro de voz quizá le falte matizar más pero es un placer escucharle. Y excelentes Clark y von Kanen, su duo en el el segundo acto de lo mejor de la noche, gracias también a la complicidad de Billy. Los otros cumplieron muy bien. Discrepo con el señor Soc Català con respecto a de Billy. Su dirección, independientemente de gustos, me pareció muy profesional por lo menos. Se atrevió hasta con el lujo de aportar cosas nuevas (por lo menos yo no las había oido a nadie) como el preludio del segundo acto con una lentitud superior a lo normal pero creando y manteniendo una tensión total para la llegada de Alberich. El preludio del tercer ácto cojió "con un par de huevos", con tanta decisión que apenas dejo tiempo para una sola tos cuando se subió a la tarima. El primer acto fue el más flojo, aunque se notaba que él lo intentaba pero era la orquesta la que iba a remolque. En conclusión, y según mi modesto parecer, un director muy profesional que pone enorme empeño y, esa noche por lo menos, se ganó la cena que se debió de zampar después. Tened en cuenta que esta cualidad es muy dificil de encontrar en la muchos músicos profesionales. La orquesta como el año pasado en la representación que asistí de Die Walküre, tienen una cara que se la pisan. Durante el primer acto con una falta de tensión increible y pasando de todo como de la mierda, supongo que esto provocó que fueran a remolque de de Billy, que por lo menos se esforzaba. Y en el segundo acto... Sorpresa!!! nos han cambiado la orquesta: un nivelazo, como las mejores (rex dixit). Entoncés me acordé del año pasado en el que la excelente Fricka, Lioba Braun, cuando finalizó el segundo acto y salió a recbir los aplausos del público comenzó a dirigirse al foso y a aplaudir a la orquesta haciendo gestos con la cabeza como si les dijera "ahora sí, ahora sí". No comprendo como puede haber unas variaciones de nivel musical tan exageradas en una orquesta. Ah, por cierto, excelente tuba, hace diecisite años que toco y estudio este instrumento y sé lo difícil que es tocar como tocó. Espero que en el Gotterdämmerung se mantenga el nivel del tercer acto de este muy buen Siegfied que tuve la suerte de presenciar. Espero vuestros comentarios. Un saludo de uno que toca la tuba. |
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Saludos, Tuve el privilegio de asistir el 18 en el Siegfried, y debo confesar que hasta hoy no supe que lo retransmitian en directo, algo que me ayuda ahora mismo a comprender algunos matices que el publico añadio a la opera. Asi pues, ahora comprendo los vitores que me sorprendieron realmente, pues nunca antes habia oido en Wagner a un publico tan fogoso,como esos ¡Buh! que antes tampoco habia oido. Por cierto, el concierto tuberculoso por parte del publico fue excepcional, emularon perfectmente el martillear de Mime y tenian la especial delicadeza de llenar los silencios con las mejores y desagradables toses, asi como con algunos maravillosos sonidos de telefonia movil que añadieron un bonito leitmotiv a la obra wagneriana. ¡Que casualidad que se retransmitiera ese dia! En caunto a la opinio del resto de Wagnerianos, nada que decir, y os ruego que permitais esta critica libre sobre el publico, que estuvo mas ruidoso, entusiasmado y mas tuberculoso que nunca. Saludos. |
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A no ser que lo que están viendo sea un Verdi o un Puccini, y de los conocidos, el público del Liceu se comporta con una extrema mala educación. Con decir que la gente se ponía a hablar en los interludios marinos del Peter Grimes... |
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De vergüenza fueron los comentarios de los tendenciosos locutores sobre el público "ultraconservador" y "nostálgico". Si hay nostalgia, por algo será...digo yo! Como no pude ver la escenografía, no puedo opinar, aunque por lo que voy oyendo no creo que me entusiasmase...Desde luego que no compraré el DVD...al precio que están hay que seleccionar muy mucho y, desde luego, no creo que esta producción entre en los anales de la discogrtafía wagneriana, ni por lo escénico, ni por lo musical... En general estoy de acuerdo con vuestras apreciaciones sobre la función del día 18. Pero no puedo evitar hacerme algunas preguntas: 1.- ¿Por qué ponen al mismo tenor a cantar Sigfrido en todas (o casi todas) las funciones? Eso no hay quien lo aguante, y menos un señor de unos 60 años con la voz tan trillada en este repertorio. 2.- ¿Por qué tanto interés en vendernos una moto de alta calidad en la producción cuando lo objetivo parece indicar que no ha pasado de un Bien- 6? Y en algunos casos suspenso. No es de recibo lo que el pobre Treleaven padeció, especialmente en el dúo con Brunilda. Yo sufrí lo indecible temiendo que en cualquier momento se le quebrase del todo su ajada y titubeante voz. Incapaz de colocar un agudo, tendiendo al desgarre y el desafine, con un fuelle insuficiente...en fin, un suplicio para él y para el oyente. Alguien dice que fue mal actor...como no lo vi, no sé, pero desde luego con la voz fue incapaz de dar la talla...¿No existirá en algún lugar recóndito de este planeta algún heldentenor que pueda acabar dignamente una función de esta obra? La Polaski estuvo bien, mejor que en el Ocaso. Claro, el papel es mucho más corto, tenía la voz fresca...Aun así no es una Brunilda de referencia, cumple, a veces hasta convence por su timbre bonito y un color homogéneo...aunque en ocasiones lánguido y pálido. Estoy de acuerdo que el Viandante y Mime, especialmente este último, fueron lo mejor de la velada. No me gustó nada el pájaro ...no sé cómo decís que estuvo muy bien...una voz fea, con excesivo vibrato, del montón...no transmitió nada de la magia del personaje. En cuanto a la orquesta...hubo de todo, momentos buenos , reagulares , malos y pésimos. El solista que toca el momento de Sigfrido en el bosque, cumplió, a pesar del ligero desafine. Le faltó seguridad, con la consiguiente pérdida de expresividad y naturalidad...tan necesarias en esta intervención tan bucólica. Aun así, el segundo acto fue el mejor en lo musical, desde luego, porque el tercero me resultó aburrido y ayuno de emoción...rutinario. De Billy, como ya dije en mi anterior comentario sobre el Crepúsculo, se le vio inspirado y voluntarioso, amante de esta música., pero con mucho camino que recorrer todavía. También depende la calidad de los instrumentistas de la orquesta, de su entrega, de su complicidad...en fin, mejor que Schneider en el Real, desde luego. Me queda la nostalgia "ultraconservadora" de pensar cuándo volveremos a ver una Tetralogía en Madrid ( y Barcelona)...pero sobre todo mejor que la actual. |
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Sr. Legolas, le respondo a sus dos preguntas: 1. De memoria, 4 de las funciones de Siegfried y 3 de Götterdämmerung las canta Alan Woodrow. Por tanto Treleaven NO canta todas las funciones. 2. En mi opinión, y para los estándares ACTUALES, la producción ha sido excelente. Como siempre, si alguien conoce cantantes mejores que lo diga, y estoy seguro que el Liceu los contratará. ¿Algun Siegfried que pueda cantar todas las funciones en condiciones? ¿Un Wotan mejor que Struckmann (y no me digan a los "evidentes" Titus y Morris)? ¿Una sustituta que deje en ridículo a la Polaski? ¿Un de provincias donde hay un bajo que supera a Youn, Salminen y Halfvarson? ¡Den nombres! Y sobre la escenografía que Kupfer, mejor no opinen si no la han visto. Habrán oído: ¡hay una estructura metálica en el primer acto de Siegfried! ¡Una cuadrícula de luces de neón al fondo del escenario en toda la Tetralogía! ¡Wotan aparece en el Ocaso! Pero decir esto es quedarse en la anécdota. Para evaluar una puesta en escena, mejor preguntarse otras cosas: - ¿Ha habido un concepto claro en toda la Tetralogía? - ¿Se han trabajado en profundidad los personajes? - ¿Se han aprovechado los recursos escénicos? - ¿Se ha respetado la voluntad del autor? La respuesta a las cuatro preguntas es un clarísimo SÍ. Como prometí, cuando acaben las funciones ya haré una valoración más en profundidad. |
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He dejado bien claro que no puedo opinar sobre la escenografía...pero tengo la sensación de que no será de mi plena satisfacción. A pesar de las 7 funciones que canta el pésimo tenor Alan Woodrow, sigo pensando que para un hombre de 60 años es demasiado cantar tantas funciones y encima en ambas jornadas...a las pruebas me remito: todos los que le oímos el día 18 comprobamos lo que el hombre sufrió. Yo no he dicho que hoy día haya alguien mejor que Polaski para su papel. Lo desconozco, todas las que he oído se quedan cortas...estoy de acuerdo en que quizá ésta sea la más "decente". Desde luego si la comparamos con Luana DeVol,´la Polaski es la mismísima Nilsson o la Mödl resucitadas... Pero insisto, entre las más jóvenes, ¿no habrá ninguna que sea una espléndida y conmovedora Brunilda en las tres jornadas? Struckmann mucho mejor que Alan Titus...por cierto canta en Bayreuth este verano...No me meto con el Liceo, si puede o no contratar a los mejores, sino con el hecho en sí de que no hay "mejores". Claro que no hay mejor Hagen que el de Salminen o Halfvarson, de esos no digo nada...aunque se hace necesario en pensar en los Hagen de la próxima década. Además de esas preguntas sobre la puesta en escena, que son correctas, cabe otra más: ¿resulta globalmente satisfactoria, bella, emocionante, inolvidable...´la olvidaremos pronto? Queremos más Wagner en España, y de primera calidad, por supuesto. |
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Hola de nuevo a todos. Comentaros sólo unas cosillas. 1.- Es lamentable el respeto que algunos liceístas tienen hacia los artistas y hacia el mismo público. El Liceo pronto se convertirá en centro de peregrinación de tísicos y tuberculosos. Recuerdo que en el recital de Deborah Voigt fue la misma cantante que paró unos segundos para reprochar a la concurrencia los tosidos que le dedicaban. A parte de esto no olvidemos los móviles! Puesto que el Liceu no toma medidas al respecto (existen aparatos que anulan las frecuencias de los móviles en espacios determinados), sería de menester pedirles a los ’movilistas’ que se pongan unas melodías operísticas oportunas para la ocasión. 2.- Lamentable es también la influencia del márqueting en los melómanos. El no va más fue con la Georghiu. Hizo un recital, sin errores, pero al alcance de cualquier voz que haya pasado los mínimos requisitos para ser aceptada en una escuela de música. Recuerdo un "petardo" que le dijo que era un ángel; me quedé con la duda si era un ángel Nieto o Cristo! Una persona que cobra lo que cobra lo tendría que dar todo en el escenario y la gente tendría que ser exigente al máximo. 3.- En referencia a las puestas en escena (no sólo con Wagner)apuntar que me parece que algunas veces nos toman el pelo. Sin nombrar al ídolo de cualquier estafador , Bieito, los ejemplos son múltiples y variopintos. Recordáis un Don Carlo en el que sólo habían tres columnas y todo eran juegos de sombras? Y recordando el Siegfried del viernes... creéis que tenemos que aguantar un Fafner tan penoso? El hombre va la luna, tiramos bombas atómicas, el Dioni se fuga con una furgoneta y el Liceo no puede hacer un dragon mínimamente presentable. Me atrevería a decir que yo con el precio de 5 entradas de platea les hago un dragon que ni Godzilla...!=) No obstante, decir también que las cosas no son tan negras como muchas veces parecen y que sí hay mentes clarividentes que de vez en cuando nos alegran con algún trabajo digno y, valga la redundancia, trabajado; soberbia Boheme de ’del Monaco’ -hijo-. - Por cierto, el genial Bieito debería ser sujeto de estudio en cualquier escuela de negocios. El tío se nos mea encima, dice que llueve y además nos gusta! Éste sí que sabe!- Bueno, pues lo dicho, saludos de nuevo. Con la esperanza que las cosas vayan mejorando... Endavant! |
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Saludos, Muy de acuerdo con el wagneriano soc catala. Es una verguenza lo que esta ocurriendo, pero cabe que nos preguntemos, debido a que a los espectadores se nos imponen ciertos puntos de vista nuevos en las escenografias que se supone debemos aceptar o aplaudir, hemos llegado a un punto en que como "publico" nos aliviamos ante esas actuales puestas en escena de que no alteren el sentido original de la opera, en lugar de lanzar toda nuestra indignacion hacia lo que estamos viendo, digamos, que nos conformamos a sabiendas de que somos conocedores de lo que ocurre en los escenarios. Veamos, yo no soy ni de los que usan "bravos" ni "buhs" al fin de las operas ni en los conciertos, eso si, aplaudo pero no muy fervientemente, o si, si se da el caso. Creo que deberia empezar por cambiar mi postura, yo, y la inmensa mayoria de espectadores que se sienten o bien indignados, o engañados, ¿se nos haria caso? Posiblemente no, pero no hariamos escuchar, y es posible que si eso sirviera para algo, me refiero a un poco de "revolucion" en el teatro, pues pagamos nuestra entrada, y no a un precio asequible que digamos, asi que como parte importante e interesada, es necesario no solo hacernos escuchar, si no que por ello nos escuchen y tomen medidas en consecuencia. ¿Que se puede hacer? Muchas cosas desde luego, empezando por interrumpir una opera, eso si, un gran numero de personas... a partir de ahi, imaginen la de cosas que podemos hacer en nombre de nuestro buen gusto y por el respeto que se merecen los compositores que crearon una autentica obra de arte en su dia para hacerla perdurar para siempre. ¿Eso es lo que se hace ahora? No. Saludos a todos. Übermesch. |
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"pero cabe que nos preguntemos, debido a que a los espectadores se nos imponen ciertos puntos de vista nuevos en las escenografias que se supone debemos aceptar o aplaudir" Para empezar, a nadie se le impone nada. A mí no me gustó la puesta de escena del Gotter de Madrid, por poner un ejemplo, pero si fui a ver ese Gotter fue porque a mí me dio la gana: no me pusieron una pistola en el pecho, y yo sabía a lo que me exponía. Por otra parte, lo que sería grave y preocupante es que NO hubiera puntos de vista nuevos: arte muerto conservado en formol. "hemos llegado a un punto en que como "publico" nos aliviamos ante esas actuales puestas en escena de que no alteren el sentido original de la opera, en lugar de lanzar toda nuestra indignacion hacia lo que estamos viendo, digamos, que nos conformamos a sabiendas de que somos conocedores de lo que ocurre en los escenarios" No entrecomille público. Si usted asiste a una ópera y no es parte del equipo que se encagra de la representación es usted público. Si se refiere a Kupfer, hable por usted, no en general. Yo no he estado en el ciclo barcelonés, pero conozco su Anillo de Bayreuth de los 90 (en el que se basa éste), y no sólo me conformo con su trabajo, sino que ME GUSTA, en líneas generales. Y creo que no soy el único en pensar así. "me refiero a un poco de "revolucion" en el teatro, pues pagamos nuestra entrada, y no a un precio asequible que digamos, asi que como parte importante e interesada, es necesario no solo hacernos escuchar, si no que por ello nos escuchen y tomen medidas en consecuencia. ¿Que se puede hacer? Muchas cosas desde luego, empezando por interrumpir una opera, eso si, un gran numero de personas..." Está muy bien que los que piensan como usted se hagan escuchar, hay muchas maneras: recuaudar firmas, asistir sólo a funciones "aceptables" según sus criterios, o, llegado el caso, por qué no, funden una sociedad filarmónica y financien sus propias representaciones, de acuerdo con los criterios (¿algo así pasa en el MET, no?). En cuanto a lo que propone, además de una gamberrada, me parece una falta de respeto a: a) el público que quiere asistir a esa ópera con normalidad, comparta sus puntos de vista o no. b) el público que no comparte sus puntos de vista. c) a todos aquellos que trabajan, poniendo su esfuerzo y empeño, en la representación de esa ópera. Y en líneas generales me parece un atentado a la libertad de expresión de los artistas. Y ya me curo en salud: a ustedes nadie les priva de la libertad de expresión, véanse los párrafos precedentes. "a partir de ahi, imaginen la de cosas que podemos hacer en nombre de nuestro buen gusto y por el respeto que se merecen los compositores que crearon una autentica obra de arte en su dia para hacerla perdurar para siempre." Comprenderá usted que su buen gusto puede ser diferente de mi buen gusto. Por otra parte, la interpretación (tanto escénica como musical) es arte, para el que no piense así... no entiendo qué sentido puede tener ir a un teatro, o escuchar dos versiones diferentes de la misma cosa, pero allá cada uno. Hablando de interpretación musical, no está de mas recordar que Wagner hacía interpretaciones de la música de otros tan "alejadas" del original como las de Kupfer en lo escénico puedan estar de las primeras puestas en escena de Wagner. |
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"Comprenderá usted que su buen gusto puede ser diferente de mi buen gusto. Por otra parte, la interpretación (tanto escénica como musical) es arte, para el que no piense así... no entiendo qué sentido puede tener ir a un teatro, o escuchar dos versiones diferentes de la misma cosa, pero allá cada uno." Sobre eso y de ver en mi proposicion a una revolucion en los teatros una simple "gamberrada" que en mi opinion solo pretende luchar por el respeto de la obra perpetrada y por el insulto que la misma provoca en ciertos espectadores le dire a usted y a muchos que ensalzan ese "arte" al que usted se refiere, sobre los escenarios, que no es mas que escena, transgresion y que solo se busca con ello engendrar polemica sin respetar el veradero arte de la musica, del compositor de esta y del libretista, que en el caso de Wagner, es para el mismo. ¿Nos resulta realmente necesario ver una opera que debe estar ambientada en la edad media - a proposito de Tannhäuser- verla desde una vision no- historica, digamos atemporal? Eso, wagneriano Sigfrido si es una gamberrada. No necesito ver Mad Max en los escenarios de opera, y si lo quisiera me iria a una performance. Todo el mundo puede ser escenografo y eso es indiscutible, deme usted un par de cubos de basura, un par de sillas y cinco o seis puertas y le pongo sobre el escenario el Parsifal de su vida; los habra que veran un sentido psicologico adecuado y se revolcaran regocijantes en mi estercolero, en cambio otros, los mas inteligentes, me abuchearan, me insultaran, pero yo habre cobrado mi dinero y podre mandarle a usted y a mi publico y sobretodo a Wagner a tomar... y asi seguire... Saludos |
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Desde luego, cualquier interpretación ha de hacerse desde el respeto a la obra. Condición que Kupfer, al menos en lo que al Anillo se refiere, cumple SOBRADAMENTE. Todo lo que usted dice sobre la transgresión y demás podrá ser aplicado a otros directores de escena, pero en este caso estamos hablando de Kupfer, y no es su caso. En cuanto a lo que usted propone: pues sí, me parece una gamberrada y una falta de respeto, hacia los intérpretes (sin los cuales la ópera simplemente sólo sería un trozo muerto de papel) y hacia el público. El hecho de que usted entrecomille la palabra arte cuando habla de los intérpretes no hace más que darme la razón en lo que dije en mi mensaje anterior: si no considera a los intérpretes artistas, no entiendo qué sentido puede tener para usted asistir a una ópera en vivo o tener dos versiones diferentes de la misma, pero como le dije, allá cada cual. ¿Nos resulta necesario ver una ópera bajo un prisma atemporal?: no, pero lo que sí es necesario es que el director de escena nos aporte, como poco, una visión interesante de la misma, y si nos descubre nuevos aspectos de la obra, tanto mejor. Verla desde un punto de vista atemporal es una posibilidad muy válida, aunque esto no es imprescindible. Si usted logra conseguir una visión convincente de Parsifal con dos cubos de basura, seré el primero en aplaudirle, pues la cosa, además de resultar barata, tendría su mérito. No hombre, no, el hecho de que uno esté abierto a las puestas de escena modernas no quiere decir que sea idiota (como usted parece insinuar), ni que trague con todo. Ahora bien, el que insinúe tal cosa, paradójicamente, refleja cierta incapacidad para saber discriminar dentro de ellas. Su silencio sobre el tema de que Wagner hiciese interpretaciones muy libres de la música de Beethoven me parece muy significativo. Según su posición, Wagner, en su faceta de director de orquesta, era un gamberro. Salud! |
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Estimados amigos, telegráficamente: 1. Ayer dia 26 estuve en el Liceu viendo mi décimo Siegfried en directo. 2. En todos los sentidos (vocal, escénico, musical, originalidad) el que más me ha satisfecho (incluyendo MET 2000 -por cierto, Clark estuvo maravilloso-, Bayreuth 96, París,...) . Felicidades al Liceu. 3. Prácticamente no oí toser a nadie. Me alegro: la salud de nuestros colegas va mejorando. 4. Señoras engalanadas hasta arriba, hablaban con naturalidad de lo original de la escenografía; otras torcían el gesto y se atragantaban con los entremeses. También oí críticas en treintañeros engominados hasta las cejas. No reconocí ninguna disidencia en platea en los entreactos. 5. Ya sabía que Clark iba a estar genial (así fue). El mejor Mime de los últimos años??? sí 6. Por vuestros comentarios suponía que Struckmann iba a estar bien (estuvo muy bien; fantástica escena de las preguntas). 7. La Polaski MUY BIEN. Con gran fuerza escénica y una voz muy correcta (pequeño gallo al despertar). Se le aplaudió a rabiar; yo también. 8. La gran sorpresa: Treleaven. Lo había visto en Zurich en el 2001 (creo) haciendo Siegfried en el Gotter. No tiene la presencia escénica de la Polaski, pero cumplió sorprendetemente bien. 9. La orquesta: los metales estridentes en algunos momentos, bien las cuerdas y algún pequeño desajuste, sobre todo en los recitativos encadenados de Mime y Siegfried en el primer acto. Por lo demás, correcta. Buen tercer acto. 10. De Billy: ha trabajado muchísimo. Al final no oí ningún "Buh", y se le aplaudió repetidamente (yo, le aplaudí). 11. Escenografía: Kupfer FANTASTICO. El mejor Siegfried que he visto en directo o en vídeo. Y me consideraba "conservador" en las puestas en escena; con Schenk con su famoso anillo en el MET como máximo exponente. Sin embargo, las sensaciones que me transmitió este Siegfried me dejaron un gran sabor de boca. Resumiendo: felicidades al Liceu por este anillo. La gran pregunta ¿CUANTOS LUSTROS ESPERAREMOS PARA EL SIGUIENTE? Nota: no estoy en nómina del Liceu. Mis comentarios no tienen más intención que la de haceros partícipes de mis sensaciones. |
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El pasado Sábado asistí a la Representación de Siegfried en el Liceo. Nada más puedo decir que estuvo absolutamente sublime. Todos sabemos de la extrema dificultad de esta obra y la tremenda exigencia que conlleva tanto a cantantes, orquesta y dirección. Hacerla perfecta es sencillamente imposible, pero lo que sonó el Sábado pasado estuvo a altísimo nivel debido al enorme esfuerzo que todos hicieron. Empezando por la dirección de de Billy, el cual llevó a la orquesta en palmito, con una idea unitaria de las sonoridades, las dinámicas y sobre todo...la intención en la música, que es lo más importante. Los cantantes dieron de sí más de lo exigible físicamente, sobre todo el sr Treleaven, que se dejó el alma por llegar al final, sin que por mi parte notara que en los primeros momentos se estuviera reservando (como hacen algunos) para el final. el Mime de Clark es de antología en lo vocal y sobre todo en lo actoral. Struckmann estuvo a la altura de su fama, y Pollasky fue una walkiria expresiva, cálida y entregada. Lo más reseñable fue la labor de equipo y la homogeneidad entre cantantes, orquesta y puesta en escena, algo no muy fácil de encontrar hoy dia en la ópera y menos en la Wagneriana. En fin, me pregunto cuando volveré a ver algo similar.... |
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Hola Rex, ¿No te parece extraño que esos montajes modernos para ser entendidos por la gente de hoy necesiten después "ser explicados" para que la gente tenga la sensació de que no le han tomado el pelo? ¿Existe algo más patético que el arte que necesita de "instrucciones" para ser entendido? En mi "molesta" opinión el hecho de que se realicen ese tipo de representaciones es ya una violencia contra la obra, el autor y contra el espectador que realmente quiere disfrutar de esa obra y no ver de que forma la disfrazan. Ahí es donde se encuentra la primera actitud de violencia. |
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"¿No te parece extraño que esos montajes modernos para ser entendidos por la gente de hoy necesiten después "ser explicados" para que la gente tenga la sensació de que no le han tomado el pelo?" "¿Existe algo más patético que el arte que necesita de "instrucciones" para ser entendido?" Eso es lo que podían opinar de Richard Wagner sus contemporáneos. Wagner no neceista instrucciones, pero él opinaba que éstas no venían mal. ¡Cuan wagneriano es Kupfer!. |
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Apreciado Ossián: Yo soy partidario de las representaciones ?tradicionales?. Pienso que, de la misma manera que a nadie se le ocurriría hoy día alterar o ?arreglar? la partitura (cosa que sí que sucedía en el pasado), también hay que respetar la escenografía y la dramaturgia indicadas por el autor. Y en el caso de Wagner y su propósito de obra de arte total (las artes plásticas y escénicas formando un todo indisoluble con la poesía, el drama y la música), aún más. Nuestro Richard era muy minucioso en sus indicaciones escénicas. Esto hay que respetarlo. Cuando veo imágenes de la película de F. Lang ?Los Nibelungos? siempre pienso: ¡Ojalá vea alguna vez una representación wagneriana representada así! A mí me gustan las walkirias vestidas de walkirias y Wotan sin la omnipresente gabardina, con su lanza y casco alado. Más de un director artístico tendría que ver los cómics de Craig para inspirarse. Es una pena que en estos tiempos de autenticidad musical, con instrumentos de época y respeto a la idea del autor, en Wagner especialmente no se dé este respeto. Precisamente ahora y gracias a los avances técnicos de que disponemos es cuando más se podría ser fiel a las indicaciones escénicas del Maestro. Ya Mayo comentó en su tiempo que muchas veces no es posible seguirlas en un teatro y proponía el cine como medio en el que sí que sería factible. Con esto no quiero yo decir que haya que ?fosilizarse? y repetirse como clones. Un buen director escénico debería ser capaz de imponer su impronta sin traicionar al autor en el terreno teatral, lo mismo que un buen director musical imprime su carácter a su versión sin desvirtuar la partitura. Los directores musicales y escénicos han de estar al servicio del autor, y no utilizarlo para su propio lucimiento o para llamar desvergonzadamente la atención. Podemos citar un ejemplo de director escénico que cumple estos requisitos: Otto Schenk. Su trabajo en el Anillo y en Parsifal con Levine me parece digo de elogio. Y esto por no citar su Caballero de la Rosa con Kleiber, toda una joya para el oído y para la vista. Se puede innovar desde el respeto al autor. Dicho esto, tampoco me cierro en banda ante las ?moderneces? siempre que sean respetuosas al menos con el espíritu del autor. Ya que se ha mencionado a Kupfer debo decir que no me gustó su trabajo en el Tannhäuser de Barenboim (cuando aparecieron los peregrinos con maletas cual emigrantes casi se me escapó una carcajada y no digamos cuando se revolcaban en el piano), me pareció más aceptable en El Holandés (aunque se permitió alguna licencia freudiana que no comparto) y sí que me ha gustado en la Tetralogía del Liceu (mil veces mejor que la de Decker en Madrid con su sillas omnipresentes). Pienso que es un buen conocedor de la obra de Wagner y no cabe duda de su dilatada experiencia escenográfica con este compositor. La verdad es que se han hecho muchas barbaridades con Wagner, como la que perpretó Konwitschny en el Lohengrin barcelonés (escolares en pantalones cortos) o Schlomer en el repulsivo Anillo de Stuttgart. A mí me causan repugnancia, aunque la verdad es que tengo un amigo wagneriano al que le encanta este irrespetuoso pseudoanillo. Para gustos .... Un cordial saludo wagneriano. Rex. |
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Hola Rex. a)¿Tiene sentido exigir "autenticidad" musical en la interpretación de la música de alguien (Richard Wagner) que fue uno de los fundadores (por no decir el fundador) de la escuela de dirección de orquesta más subjetivista?. Aunque por otra parte, a mí no me importaría que los historicistas hicieran sus pinitos en Wagner, seguro que nos llevábamos sorpresas. Eso sí, siendo conscientes de hasta qué punto el historicismo pinta algo (poco) aquí. b)De acuerdo en que no hay que alterar la dramaturgia ni la escenografía indicadas, pero sí hay que interpretarlas, y eso abre muchos caminos. c)¿Es tan bueno Otto Schenk?. Esto ya va en los gustos de cada uno, pero a mí Otto Schenk como director de escena no me aporta nada, no me dice nada nuevo. Incluso diría que su dirección de actores no es demasiado buena. Sí es verdad que su escenógrafo, Schneider-Siemssen, es un fenómeno, sobre todo en los juegos de luces. A mí el Anillo del MET, en lo que a puesta en escena se refiere, me parece decorativo, pero como interpretación teatral, una nulidad. d)En las puestas en escena modernas sí, hay de todo, buenas y malas: como en puestas en escena conservadoras, por otra parte. Aunque creo que no descubro nada yo tampoco diciendo esto. Saludos. |
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Vale, por lo que veo coincido ampliamente con tu parecer. Tal vez lo que me ocurre es que echo demasiado en falta las versiones clásicas. Aún no he conseguido llegar a ver una sola (a no ser en vídeo, claro). |
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"¡Cuan wagneriano es Kupfer!" Bueno, Sigfrido como exclamación apasionada está bien, pero como hipótesis necesita ser refrendada por algún otro argumento, ya que si el hecho de ser un incomprendido le convierte a uno en wagneriano, el mundo estaría lleno de wagnerianos que ni siquiera conocieron a Wagner, ni tuvieron ningún interés en él. Yo tb coincido con Rex (y probablemente contigo) en el conocimiento que Kupfer tiene de la obra de Wagner, detectando aspectos de su obra que otros no alcanzan a percibir, y que sus puestas en escena están influidas por lo que a él le sugiere la música. O debería decir que (al menos creo yo) su trabjo deja ver cierta complicidad entre música y escena. Pero para mí esto no basta, pq es preciso profundizar más. Por ejemplo, la puesta en escena del Oro de Barcelona, con ser incomparablemente mejor que la del de Madrid, ya comienza con un error: poner el gesto de Wotan (cuando arranca la rama) como punto de arranque de la tragedia. Kupfer otorga a Wotan en el devenir del mundo una importancia que no le corresponde en absoluto, cosa que el libreto se encarga en poner de manifiesto en varias ocasiones. Simplemente por este motivo Kupfer debería ser considerado un poco menos wagneriano. Por no decir nada del lobo Siegmund, un proscrito que Kupfer nos presenta poco menos que como una florecilla cuyos pétalos temblasen con la brisa de la primavera. ¡Señores, que estamos hablando de poco menos que una fiera! Tal vez hay algo de extraño en la obra de Wagner, incluso para sus contemporáneos, pero escondiendo la obra auténtica, del modo que lo hacen las puestas en escena modernas, seguramente permanecerá extraño a todas las generaciones. Saludos |
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Apreciados Sigfrido y Ossian: Está claro que cada uno tiene sus ideas al respecto y que todas son respetables. Los tres coincidimos en que hay que respetar la intención del autor, aunque diferimos en otros aspectos. Parece ser que Sigfrido y yo tenemos mejor concepto de Kupfer que Ossian y que éste y yo somos más partidarios de las representaciones ?tradicionales? (no me gusta el término ?conservadoras?) que aquél. Esto me parece enriquecedor. Wagner da para mucho. La verdad es que mi ?hambre? wagneriana es tal que acudo a cuantas representaciones puedo (que desgraciadamente no son tantas como yo desearía). Ahora bien, me pasa como a Ossian: ya tengo ganas de ver en directo alguna representación tradicional, aunque me parece que como no me vaya al MET ... Muchas gracias por vuestra atención y un cordial saludo wagneriano a tod@s. Ya comentaremos, espero, nuestros pareceres sobre las retransmisiones de Bayreuth. Feliz escucha. Rex. |
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¿Por qué es Kupfer wagneriano? Pues está claro, por qué lo dije, sólo hay que leer mi mensaje con un poco de atención. Wagner era un tipo que escribía "instrucciones" para que la gente entendiese su trabajo, a pesar de que este no lo necesita, pero Wagner pensaba que podían ayudar. Tu acusabas a Kupfer de hacer eso mismo. De la puesta en escena de Barcelona todavía no puedo discutir contigo (me haré con ella cuando salga en DVD), mis afirmaciones sobre Kupfer se basan en lo que sí conozco, que es su puesta en escena de Bayreuth. Con todo ¿Es un error poner como punto de inicio de la tragedia el que Wotan arranque la rama?: es algo que habitualmente no se ve en escena, pero sabemos que pasa. Es más, el libreto te pone de manifiesto que Wotan y Alberich son dos reversos de la misma moneda, ambos parten de posiciones parecidas (ambición de poder, y lo que podríamos llamar atentado contra la naturaleza). Luego toman caminos divergentes, pero al principio están prácticamente en el mismo punto: de esa manera Kupfer lo que hace es subrayar explícitamente este hecho. A mí personalmente no me parece nada mal. "Kupfer otorga a Wotan en el devenir del mundo una importancia que no le corresponde en absoluto" Si te refieres a cosas como que Wotan maneje el pájaro de Siegfried, en eso estamos de acuerdo. Es el único punto negro que, entre sus muchos aciertos, tiene la puesta en escena de Kupfer. En cuanto a Siegmund, al menos en la puesta en escena de Bayreuth (no se Barcelona) aparece como un guerrillero, lo cual encaja a la perfección con el carácter del personaje. ¿Algo extraño en la obra de Wagner?. Yo creo que la obra de Wagner no tiene nada de "extraño". Wagner tiene el gran mérito de haber plasmado muy bien las pasiones humanas en sus dramas y de haber unido esto a una música genial. Es decir, fue un gran artista: ni mas ni menos. Tal vez las cosas se vuelven extrañas cuando se saca esto de quicio, pretendiendo ver en ello una especie de religión, o de código de comportamiento y desvaríos similares (no te acuso a tí de ello, no me malinterpretes). Saludos. |
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Hola Rex. En líneas generales tu "resumen" conversación me parece acertado. Lo único que quiero aclarar es que yo no tengo absolutamente nada contra las representaciones tradicionales, otra cosa es que esté en desacuerdo con quienes piensan que son las únicas válidas. Mis críticas sobre el Anillo del MET vienen también al caso porque al ser la única representación "tradicional" en el mercado, los partidarios de este tipo de puestas en escena tienden a idealizarla, y, para ser justos, tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas, y hasta cutres (el dragón, por ejemplo, es ridículo). Feliz escucha también. |
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Bueno, sólo aclaro dos pequeños detalles. Uno, que no acuso exclusivamente a Kupfer, sino a toda la peña que hace modern-heces similares. Dos, que sus interpretaciones sobre la obra de Wagner precisan de instrucciones para saber qué es lo que está pasando sobre el escenario, cosa que no ocurre con la obra original. En cuanto a la importancia que Kupfer concede a Wotan me refería tanto a lo del pajarillo como a que la obra arranque con Wotan arrancando la rama. Wotan no es anterior al mundo y se supone que lo que describe el preludio es la creación, la ruptura de la calma vibrante que arropa la calma del no-ser y que da origen a la creciente turbación, al torbellino de causas que tienen como consecuencia el mundo. Una magia que la idea de Kupfer echa por los suelos. Y en cuanto a señalar un mismo trasfondo en el gesto en arrancar la rama y de robar el oro me parece un mal análisis. Las ambiciones de Wotan y de Alberich son incomparables y tienen más de diferente que de común. ¿O acaso gobernar de acuerdo con las leyes te parece comparable a tiranizar? Además, como ya comenté en otra ocasión, antes de arrancar la rama, Wotan bebe del manantial que susurraba sabiduría donde debe de dejar un ojo. De acuerdo con la puesta en escena de Kupfer, esto sobra ¿no? ¿Pq Kupfer omite esto? Pues simplemente pq manipula la obra de Wagner. Y en cuanto a lo extraño de la obra de Wagner, lo mejor es expresarlo con un ejemplo de un aparente contrasentido. ¿Pq Wotan, que representa el poder, representa tb la chispa que enciende la revolución? (Aspecto que muchos analistas parecen tener interés por olvidar). Y en cuanto a lo del Siegmund guerrillero, pues qué decir, que tenía una imagen más viril de los guerrilleros. Por otro lado, que un lobo proscrito tenga similitudes con un guerrillero no implica que puedas sustituir a uno por el otro. Lo que querría ver en el escenario es la imagen arcaica del hombre primitivo, trasladarme a otra época donde ideas, tal vez similares, se revestían de otros ropajes.Cosa de la que me priva el criminal de turno que destroza la escena. Saludos |
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Sólo quería aclarar que aunque me pase en algunos de mis comentarios sobre el trabajo de los directores de escena, al menos valoro el trabajo, que me parece que lo hay, de gente como Kupfer o Chereau, ya que, una cosa es que no me guste o crea que no responde al pensamiento del autor, y otra cosa que no haya trabajo serio de por medio. Sin embargo, en otros trabajos modernos, como tb en algunos clásicos, sí que me parece que no hay la misma seriedad. |
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Yo sigo hablando de la puesta en escena de Bayreuth, no puedo hacerlo de la de Barcelona porque no la he visto. -En cuanto a atentado a la naturaleza sí es comparable el robo del oro con el arrancar la rama, no así beber del manantial, además las dos primeras cosas se realizan con el objetivo de obtener poder y la otra con el de obtener sabiduría, así que Kupfer no manipula nada. -Wotan no es mejor que Alberich, al menos no en "El Oro del Rhin", por algo quiere conseguir el anillo. Otra cosa es que luego Wotan evolucione y Alberich no. Fíjate en la alocución final de Loge, lo que dice sobre los dioses. Creo que tienes una visión un tanto maniquea de la Tetralogía: esto no es una historia de buenos y malos. -La "revolución" parte de Wotan, pero no forma parte de sus intenciones iniciales, todo lo contrario. De hecho el engendra a los welsungos con la intención de que recuperen el anillo para él. Luego el plan se le va de las manos, pero esto es otra historia. -Siegmund es muy viril en la puesta en escena de Bayreuth, pero de todas maneras no me parece descabellado sacar a la luz su lado más sensible e incluso tierno, que también lo tiene. Creo que tienes una visión un tanto parcial y plana del personaje. Por otra parte un tipo que vive salvaje haciendo la guerra por su cuenta en nombre de sus ideales es exactamente un guerrillero. |
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Y por cierto... sigo pensando que la puesta en escena de Kupfer del Anillo no precisa instrucciones, otra cosa es que éste las de como complemento, igual que hacía el propio Wagner. |
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El Anillo de Kupfer del Liceu empieza efectivamente con Wotan arrancando la rama del árbol del mundo. Pero en mi opinión lo importante del gesto no es que con él Wotan consigue la sabiduría y el poder, sino que al hacerlo hiere al árbol (lo que se vio con una luz roja a modo de sangre). Por tanto la Tetralogía está montada en base a uno de los muchos conceptos del Anillo: la degradación de la naturaleza. Cuando Wotan hiere al árbol para obtener el poder, empieza su degradación. Por tanto a lo largo de las obras veremos cada vez más ramas caídas, cortadas, más elementos tecnológicos... y a Erda desorientada, claro. Ah, y no creo que el final requiera algún texto para entenderse: a Alberich se le disuelve el Anillo en la mano, mientras unos niños plantan un nuevo árbol. |
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Estoy de acuerdo con lo de la degradación de la naturaleza, de hecho una de las propuestas que me gustaría ver en una puesta en escena es la de un "Anillo ecologista". |
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Kupfer si manipula al incluir el "atentado" en la escena y ubicarlo temporalmente antes del inicio de la obra. Además la obra real pone en evidencia algo que distingue la actitud de ambos personajes: la historia de Wotan parte de la búsqueda de sabiduría mientras que en Alberich de la insatisfacción de un deseo. Equiparalos sí que es un análisis plano. Por otro lado no has justificado que se suprima el gesto en que Wotan bebe de la linfa. Según tus palabras parece que Kupfer hace bien en no incluirla pq no es comparable al gesto de Alberich. Pues dime tú si eso que defiendes no es una manipulación. Además dices que Wotan no es mejor que Alberich. Mira, estas son las intenciones de Alberich: "Con mis manos de oro os atraparé a vosotros los dioses. Como yo juré rechazar el amor, todas las cosas vivientes también lo tendrán que repudiar. Seducidos por el oro, tan sólo este ansiareis." Y un poco más abajo: "Porque cuando vosotros los hombres estéis al servicio de mi poder, el enano obligará a vuestras hermosas mujeres, que ahora rechazan que las corteje, a aceptar mis deseos, aunque el amor no le sonría..." Bueno, si te parecen comparables, pues nada. Fricka le dice a Wotan que Siegmund no es más que una copia de él. Si Siegmund tiene algo de revolucionario es pq así le ha educado Wotan. Pues en la puesta de Bcn era una florecilla. Alguien que sea sensible y tierno no tiene pq tener actitudes amaneradas. En cuanto a los guerrilleros, por regla general no tienen ideales propios, sino que luchan por los del grupo al que pertenecen. Para mí la comparación no es válida. |
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Josep, Wotan no obtiene la sabiduría al arrancar la rama, sino al beber de un riachuelo que nacía a la sombra del fresno. Wotan tiene que dejar uno de sus ojos como pago para poder beber. Lo de la rama ocurre después. En cuanto a las instrucciones que precisan las puestas en escena de Kupfer, me refería más a otras como las de Tristán e Isolda o Los Maestros. En las del Liceo, por ejemplo en la Valquiria, no sé a qué tiene que caerse, cual péndulo, uno de los árboles del decorado en medio de la escena, ni sé a cuento de qué tienen que aparecer Alberich al final cogiendo el Anillo, cuando son las ondinas las que se lo quitan a Hagen y Alberich ahí no pinta nada, ni tampoco pq tienen que plantar un árbol unos niños que no sólo no tiene nada que ver con la obra, sino que la corrompe por completo. |
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Estimados foreros: Coincido con lo expresado por Ossian en sus últimas intervenciones. Aunque en líneas generales me gustó el trabajo de Kupfer, la verdad es que se permitió ciertas ?licencias?que no respetan lo que Wagner pedía en el ámbito escenográfico y que incluso lo contradicen. A mí esto no me parece correcto. Como es sabido, el genial maestro indicó tanto en sus libretos como en otros escritos ?explicatorios? lo que pretendía, las acciones de los personajes, vestuario, escenografía, etc. No seguirlos es traicionar su obra. Si prestamos atención a los libretos, veremos cuán meticuloso era en explicaciones y acotaciones escénicas, lo que no sucede en otros autores. Naturalmente, pretendía que se siguieran y no que cualquiera utilizara su obra para tergiversarla en el sentido que quisiera. Un buen director artístico wagneriano ha de respetar estas indicaciones. Cósima puso mucho empeño en que había que ceñirse a las instrucciones dejadas por su marido. ?Aquí no hay nada que inventar; sólo resta reproducir con fidelidad y cada vez mejores medios técnicos?(Carta a Hermann von Keyserling del 11 de abril de 1903). Quizá Cosima fuese demasiado ?literalista?. Tengo entendido que en cierta ocasión, Mahler, que no sólo fue un excelente compositor, sino también afamado director, pretendió que en el Prólogo del Ocaso en lugar de que apareciera una cuerda real, las Nornas hiciesen el gesto de pasársela. Cósima puso el grito en el cielo y no lo permitió: la cuerda tenía que aparecer. La actitud de Cósima me parece un tanto excesiva, pero su ceño en respetar la obra de Wagner es algo que comparto plenamente. Si leemos la acotación escénica final del Ocaso, no aparecen ni Alberich con el anillo-oro que se le desintegra en la mano, ni una parejita de niños plantando un árbol. Esto puede ser muy poético, que lo es (e incluso me emocionó), pero NO ES Wagner, ES KUPFER manipulando una obra que él no ha creado. Un cordial saludo. Rex. |
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"Wotan no obtiene la sabiduría al arrancar la rama, sino al beber de un riachuelo que nacía a la sombra del fresno" Eso es lo que dije yo, si te fijas. Lo que obtiene al arrancar la rama es poder, como Alberich al robar el oro. En cuanto a las instruccines: yo sólo hablo de las puestas en escena que he visto, eso es lo que he querido dejar claro desde el principio. En el caso de Kupfer me refiero a su Anillo y su Holandés, ambos de Bayreuth, aunque la puesrta en escena que realmente defiendo es la del Anillo, su Holandés me gusta menos (aunque tiene detalles interesantes). En el Anillo de Bayreuth no pasa nada de esto que cuentas( bueno, lo de los niños sí, pero de otra manera). Lo de los niños y el árbol sí tiene sentido: al fin y al cabo al final del Anillo el mundo que nos presenta Wagner es destruido, pero queda una puerta abierta a la esperanza (escucha los últimos leitmotiv)... no hacen falta muchas instrucciones para ver que los niños (vida joven y nueva) plantando un árbol (más vida nueva) representan eso. |
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Kupfer pone el "atentado" antes del inicio de la obra... la verdad, en una era como la nuestra en que se ha desarrollado la técnica de los flashback en el lenguaje cinematográfico (con el que todos estamso relacionados) me parece ocioso hablar de un antes y un después en este caso. En cuanto a suprimir lo del beber: hombre, no digo que haga ni bien ni mal, pero puestos a suprimir algo... es mucho más significativo lo de la rama, eso está claro. Y las intenciones, pues sí, me parecen comparables. Wotan quiere también el poder a toda costa, y también está dispuesto a renunciar al amor (Fricka) por el Anillo. Siegmund: más que una copia, creo recordar que le dice que es su esclavo. En cualquier caso Siegmund no es un revolucionario contra Wotan porque no puede serlo. Siegmund sólo actúa como Wotan quiere que actúe. Otra cosa es Siegfried, que como tal, no entraba en el plan inicial. los guerrilleros: los hay gregarios y líderes, como en toda actividad humana. |
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Por cierto que el texto de Cósima que he citado lo he tomado del excelente artículo que Miguel Ángel González Barrio, a quien felicito, ha publicado en el último número de Diverdi a propósito de una prometedora caja de 12 CDs titulada ?100 años del festival de Bayreuth: los años de Cósima (Gebhardt). Un saludo. Rex. |
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Cosima y Mahler: No seré yo el que reste méritos a Cosima Wagner, que los tuvo y muchos, pero si algo se le reprocha es que fue una persona exceso conservadora y exceso anclada en el pasado. Inscluso su hijo Siegfried (a quien no creo que nadie considere un perverso director de escena ni nada así) se vio en un contínuo tira y afloja con ella a la hora de introducir innovaciones en Bayreuth. Y, desde mi modesta opinión, si Cosima hubiera muerto 20 años antes, la modernidad hubiera entrado mucho antes en Bayreuth y, aunque esto es secundario, en la propia obra de Siegfried Wagner. Respecto a tu último párrafo, un ejemplo concreto: no se si has escuchado la cabalgata de las walkirias de Knappertsbusch (56). Rara como ella sola y muy personal ¿verdad?. ¿Qué es esto?¿Wagner?¿Knappertsbusch manipulando la obra que él no ha creado?¿por qué lo que hace Kna es legítimo y lo que hace Kupfer no?. ¿No será que donde tu dices "manipulación" hay que decir "INTERPRETACIÓN"?. Por supuesto una interpretación puede gustar más o menos, en eso no entro. ¿A que ahora las cosas empiezan a cuadrar?. Saludos. |
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Estimados amigos wagnerianos: Creo que ha habido intervenciones muy acertadas sobre el tema: "Todo el mundo puede ser escenografo y eso es indiscutible, deme usted un par de cubos de basura, un par de sillas y cinco o seis puertas y le pongo sobre el escenario el Parsifal de su vida; los habra que veran un sentido psicologico adecuado y se revolcaran regocijantes en mi estercolero, en cambio otros, los mas inteligentes, me abuchearan, me insultaran, pero yo habre cobrado mi dinero y podre mandarle a usted y a mi publico y sobretodo a Wagner a tomar... y asi seguire..." übermesch Nadie puede negar que es así; es ridículo pero cierto, y algunos se empeñan en reflexionar solemnemente sobre una escenografía llena de basura. "¿No te parece extraño que esos montajes modernos para ser entendidos por la gente de hoy necesiten después "ser explicados" para que la gente tenga la sensació de que no le han tomado el pelo?" Ossian Claro que es extraño! Se ha dicho que Kupfer es muy "wagneriano" por explicar también "su" obra... La diferencia es que uno hablaba de SU PROPIA OBRA ARTÍSTICA, y explicaba SU FONDO y sus ideas filosóficas al respecto, y otro te mete SUS PEDANTES IDEAS FREUDIANAS en UNA OBRA QUE NO ES SUYA y encima te tiene que explicar la FORMA, que es algo que se muestra por sí mismo y no necesita de explicación, pero Kupfer tiene que "explicar" porque nadie puede entender qué demonios pinta un asqueroso prostíbulo en el primer acto de Tannhauser, estructúras de hierro y lúgubres fábricas del siglo XIX (?!) en El Anillo, cosa incoherente y antiestética, y así habría un largo etcétera. Todo ello cargado de miserable politiqueo, provocación por falta de ideas realmente originales y grosería. Una cosa es interpretar y otra cambiar el sentido de una gran obra de arte para reducirla a vulgaridades y excentricidades absurdas, además de que interpretar a Wagner requiere INTENTAR PLASMAR LO MEJOR POSIBLE LA IDEA DE WAGNER, NO INTENTAR BUSCAR TUS IDEAS PERSONALES SOBRE WAGNER. Esto es tan obvio que a algunos se les escapa, parece que los árboles no les dejan ver el bosque. "A mí me gustan las walkirias vestidas de walkirias y Wotan sin la omnipresente gabardina, con su lanza y casco alado. Más de un director artístico tendría que ver los cómics de Craig para inspirarse." rexvalrex Verdad más simple y rotunda que ésta, no la hay. A mi también me gustan las walkyrias y Wotan así rex, porque sino son así habría que ver si son realmente walkyrias o si ese es Wotan... Por último, sobre la "gamberrada" de interrumpir ese tipo de "interpretaciones" insultantes, que son ellas mismas la gamberrada, no diré yo nada al respecto. "Perdone usted que hasta hoy no haya contestado a su legítimo grito de indignación por la destrucción de "Lohengrin". (...) Parece que ahora esto se ha convertido en una costumbre ya que en Darmstadt vimos también algo parecido, una puesta de escena tan desacertada que nos marchamos rabiosos después del primer acto y mi marido estuvo cuatro semanas ronco del disgusto. No hay nada que hacer. El público acepta estas cosas...en lugar de lanzar huevos podridos, romperlo todo y boicotear el teatro. Si se hiciera esto los señores directores no permitirían estas caricaturas" (Carta de WINIFRED WAGNER de noviembre de 1929, reproducida en el libro "Winifred Wagner. Ein Leben für Bayreuth" del Dr. Walter Schertz-Parey, Graz 1999) Wagneriana maig 2004 - num.20 Añadir por último que todas estas excentricidades sí son una imposición, pues nadie tendría por qué ir leyendo la letra pequeña cuando va a ver Wagner, por miedo a encontrarse con la escenografía de un listo que opina que sin sus retoques maestros no merece la pena ver una obra wagneriana. En los años 30 en Alemania algunos miembros del partido nacionalsocialista quisieron poner swástikas en Los Maestros, pero gracias a Winifred y a su amistad con Hitler lo prohibieron totalmente, ya que Wagner no puso swástika ninguna, pero actualmente, que no hay ninguna imposición, según dicen algunos, y que vivimos en democracia, cambian todo y manipulan todo sin que nadie pueda quejarse, pues "nadie le obliga a ir si no quiere"... La dictadura en los teatros actuales está visto que supera con muchísimo cualquier dictadura del pasado, pero ahora nos hacen creer libres y progresistas. Que dejen libertad y facilidades para elegir, a ver quién vuelve a tragarse los bodrios actuales. Saludos cordiales. |
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Para Sigfrido: Perdona que no te haya contestado antes, pero es que me pasó tu mensaje desapercibido. Estoy de acuerdo contigo en que Cósima era excesivamente conservadora y no sólo en cuanto a la fidelidad literal a Wagner. La verdad es que la considero bastante reaccionaria en muchos aspectos, pero este no es el tema que nos ocupa. Pienso que tuvo sus aciertos. No cabe duda de que la obra wagneriana no sería lo que es sin su presencia, ya sea apoyando a su marido, animándole, compartiendo sus inquietudes... y, tras su muerte, defendiendo la continuidad de Bayreuth y el respeto a la obra del maestro, erigiéndose en guardiana celosa de su legado y sentando las bases de su consolidación en el futuro. También pienso que tuvo sus defectos. En su afán conservador fue demasiado estricta. Ya he comentado lo del hilo de las Nornas y Mahler. Su acción fue ?encorsetadora? ya que no dejaba el menor resquicio de libertad a los intérpretes tanto musicales como escenográficos. En cierto modo, creo que lo que hizo fue imponer SU PROPIA IDEA de Wagner, aunque no cabe duda de que quien más conocía las intenciones del maestro era ella, evidentemente. Tengo entendido que, en lo musical, impuso una manera de ?cantar? excesivamente declamatoria y poco cantabile, con lo que los pasajes líricos perdían belleza sonora. No creo que fuera ésta la idea de Wagner. Ahora bien, lo que menos me gusta de Cósima es que MANIPULÓ, retocando a su conveniencia, ocultando o falseando determinados escritos de Wagner para que dieran la imagen que ella quería que diesen. Pienso que lo hizo sin mala intención, para ?defender? a su marido. Martín Gregor-Dellin nos lo recuerda en su famoso libro sobre Wagner. Sí que he oído la Cabalgata de Kna-56 y está claro que tiene su impronta personal. Esto no es ninguna ?traición? a W. Ya lo dijo Mayo, ?Kna nunca se repite?. Por eso no es baladí tener sus tres versiones del Anillo o sus diferentes registros de Parsifal. Evidentemente son, como tú dices INTERPRETACIONES diferentes de una misma partitura. Esto es legítimo porque no se?desvirtúa? al autor. Todas las Cabalgatas suenan a eso, a Cabalgatas. ¡Tendría gracia que todas las versiones del mundo mundial de la Cabalgata fueran idénticas! Menudo aburrimiento para los wagnerianos. Otra cosa muy diferente es lo que sucede con la inmensa mayoría de las escenificaciones actuales. Aquí no se trata de ?interpretaciones?, sino de algo muy diferente. Quede claro que yo no digo que exista una única manera de representar dramática y escenográficamente a Wagner. El intérprete ?artístico? tiene el mismo derecho que el ?musical? a imprimir su ?sello? a su INTERPRETACIÓN. Sería muy penoso asistir como autómatas a representaciones ?clónicas?. Esto es una cosa diferente a lo que sucede cuando se utiliza a Wagner para DESVIRTUARLO, provocando la hilaridad o la repulsión. Casi me da un ataque de risa cuando en el Ocaso ?de Kupfer? (es decir, del que Kupfer se ha apropiado) aparece Gutrune vestida con su traje de novia blanco estilo ?Pronovias?. Y no digamos cuando Hagen se puso la lanza entre las piernas cual extenso pene (la lanza como símbolo fálico del poder, que diría alguien, intentando dar una explicación freudiana a lo que no es más que una payasada ridícula) o cuando el susodicho hacía movimientos pélvicos obscenos como si fuera una marioneta de José Luis Moreno, sólo faltaba que dijera: ?Toma Wagner, toma espectador, cómo os tomo el pelo...?. Esto por sólo por citar un par de ejemplos. Wagner no escribió ni remotamente nada que diera pie a tales sandeces. Lo que se hace no es interpretar, es MANIPULAR Y PERVERTIR el espíritu y la letra del maestro. Hemos llegado a un momento en el que nos ?conformamos? con que la dirección artística, el vestuario o la escenografía no nos hagan soltar una carcajada o nos provoquen unas ganas irresistibles de invocar a Loge para que se produzca el ?ocaso de las escenografías insoportables?. Quien sabe. A lo mejor este fuego purificador las limpiaría de la maldición del mal gusto, falta de respeto y mediocridad y surgirían por fin otras que no provocarían que Wagner se revolviera en su tumba. Esta es mi opinión y así la expreso. Naturalmente, comprendo y respeto que otros tengan la suya y que no coincida con la mía. Un cordial saludo wagneriano. Rex. |
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Sr. Rex, no puedo dejar de encontrar algunas incoherencias en su argumentación. Para empezar, con los movimientos pélvicos de Hagen en el segundo acto del Ocaso. Porque para quien defiende un Anillo estrictamente mitológico / medievalista, no hay gesto más coherente que éste. Hagen lo hace cuando canta que sacrifiquen los animales "¡En honor a todos los dioses / para que bendigan el matrimonio!". Evidentemente, para la mentalidad medieval los reyes deben casarse para tener descendencia, y así asegurar la continuidad del linaje. Y por eso Hagen hace este gesto obsceno, para indicar a unas tropas (de nuevo, según el criterio medieval, intelectualmente bastante rudimentarias), que por fin la dinastía Gibichunga está salvada. Y ellos estallan en vítores. Además el gesto es muy coherente si recordamos que el estricto puritanismo sexual no empezó hasta el s. XIX, y que en los textos mitológicos medievales (empezando por las Eddas, la fuente principal de Wagner), las referencias sexuales son crudas y constantes. Por tanto, el gesto de Hagen debería molestar quizás a los que gusten de un Anillo "moderno", pero para nada a los tradicionalistas que defienden los Anillos en su contexto histórico original. Además, creo que Wagner hubiera aprobado perfectamente este gesto, o incluso lo hubiera incluído - si no fuera que él vivió en el puritano s. XIX, claro. |
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Hola Rex. Asunto Cosima: en líneas generales de acuerdo. Yo añadiría entre sus defectos el mantener alejados de Bayreuth a músicos como Mahler, y entre sus virtudes la valentía al incluir en el repertorio del Festival el resto de obras que hoy forman parte de él, junto con Parsifal y el Anillo. También me cuestionaría si realmente ella conocía las intenciones de Wagner tan bien como creía conocerlas. Asunto interpretación: De acuerdo con lo de Kna. Kna da su visión personal, y la de Krauss, y la da Furtwängler, y la da Boulez. La Walkiria de Kna no suena como la de Boulez, pero ambas son la Walkiria. La Walkiria de Chéreau no tiene el mismo aspecto que la de Schenck, pero ambas son La Walkiria. No veo la diferencia entre una cosa y otra. Ahora bien: eso de que se use a Wagner para desvirtuarlo es llanamente mentira, el director de escena da también su interpretación. Se habla de el Siegfried de Kupfer como se puede hablar del Siegfried de Barenboim: ¿por qué no? es exactamente lo mismo. 1)El que una escenografía te provoque hilaridad o repulsión a tí no implica que se la provoque a otros (como a mí). También la dirección musical de Boulez puede causar a uno estupor y a otro gustarle mucho. ¿O tenemos que pensar todos igual?. 2)Donde tú ves una payasada ridícula otro puede, en efecto, ver una interesante explicación freudiana. ¿No podría ver yo una payasada en el juego de texturas que hace Kna en la susodicha cabalgata, o tal vez debería ver una alternativa que trata de sacar a la luz las voces interiores de dicho fragmento que suelen pasar desapercibidas? 3)¿Wagner no escribió nada que diera pie a todo esto? Pues por ponerte un ejemplo, el polémico Anillo de Cheréau lo que ocasionó fue, entre otras cosas, que la gente volviese al texto... y muchas de las cosas que proponía Chéreau estaban allí de una manera más o menos explícita, igual sí que Wagner da pie (si echamos un ojo a las múltiples interpretaciones de su obra a lo largo de la historia, a eso y a mucho mas). Claro, es lógico que cuando uno ve las cosas "a la Cosima", es decir, "Wagner es como yo digo y punto" en lugar de buscar diferente perspectivas, vea perversión y manipulación por todas partes. 4)Hemos llegado a un punto en que no nos conformamos que el equipo de dirección de escena nos muestre un espectáculo "bonito" y aséptico: queremos que "se mojen" y nos muestren ideas y diferentes puntos de vista. Eso es lo que hace que valga la pena ver las obras de Wagner en diferentes versiones. Se puede decir lo mismo de la parte musical. Por supuesto que yo también respeto tu opinión, pero no la comparto. Saludos. |
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1)Cubos de basura: te remito a mi mensaje, que ignoras deliberadamente, hazme un Parsifal convincente con cubos de basura y seré el primero en aplaudirte. Sería cosa harto difícil claro. En las puestas en escena "modernas" como en las "ortodoxas" hay grados de calidad, cosa que pareces ignorar ¿deliberadamente?. 2) "La diferencia es que uno hablaba de SU PROPIA OBRA ARTÍSTICA, y explicaba SU FONDO y sus ideas filosóficas al respecto, y otro te mete SUS PEDANTES IDEAS FREUDIANAS en UNA OBRA QUE NO ES SUYA y encima te tiene que explicar la FORMA, que es algo que se muestra por sí mismo y no necesita de explicación" Sí Wagner habla de su propia obra artíscica COMO CREADOR y Kupfer habla de su propia obra artística COMO INTÉRPRETE. ¿O los intérpretes ahora resultan no ser artistas?... sólo el manifestar esto demuestra una ignorancia suma del funcionamiento implícito de la música y el teatro: artes que necesitan ser representadas una y otra vez. En cuanto a tus juicios estéticos, valen sólo para tí, no necesariamente para los demás, a mí la ambientación del Anillo de Kupfer en Bayreuth me parece muy evocadora, por ejemplo. La belleza no es un valor absoluto (como no lo es prácticamente nada). 3)Walkirias y Wotan con gabardina: Claro que son las Walkirias y claro que es Wotan ¿oiste hablar de la abstracción?. La abstracción es algo que requiere cierta implicación intelectual, claro, pero abre muchas posibilidades, te la recomiendo. 4)Sobre la "gamberrada" de esas "interpretaciones insultantes"... volvemos a lo mismo ¿te refieres a las que hacía Wagner de la música de Beethoven?. Sigo esperando respuestas a este punto, y creo que puedo seguir esperando sentado. 5)Carta de Winifred Wagner. Vale, ¿Credenciales de esta señora como artista?: CERO. Creo que de toda la familia Wagner es la que menos pinta en este tema. En cualquier caso observo (aquí sí) manipulación: esa puesta en escena, por simple cronología, es imposible que tuviese nada que ver con las actuales en ningún sentido (si Siegfried Wagner vivía, ésta fue antes de 1930, la revolución llevada a cabo por sus hijos y que se considera el comienzo de las tendencias actuales, comenzó en 1951). Es decir, estamos hablando de cosas diferentes. "Añadir por último que todas estas excentricidades sí son una imposición, pues nadie tendría por qué ir leyendo la letra pequeña cuando va a ver Wagner" Claro... eso implica pensar. Pensar es peligroso ¿verdad?. Yo creí que Wagner creaba obras para que éstas que llevasen a la gente a la reflexión, no que sirviesen como música de fondo a la hora de tomar el té. "En los años 30 en Alemania algunos miembros del partido nacionalsocialista quisieron poner swástikas en Los Maestros, pero gracias a Winifred y a su amistad con Hitler lo prohibieron totalmente, ya que Wagner no puso swástika ninguna" Eso ahora no viene al caso, pero es que me da igual: ¿qué importa si pusieron o no simbolos nazis en los Maestros si convirtieron la obra de Wagner en uno de los símbolos de su régimen?. No puede haber mayor manipulación que esa. Por otra parte yo por ahora no he visto logotipos del PP o del PSOE en "La Walkiria". Además entonces sí había imposiciones: Schönberg tuvo que marcharse de su pais por su origen étnico (nada más triste que esto) y sus ideas estéticas, y Hanns Eisler por sus ideas estéticas y políticas, y Erich Kleiber, y tantos otros. En Alemania en esa época cualquier intento de innovación artística se cortaba de raíz. Y los que se quedaron tuvieron que dar marcha atrás a muchos proyectos, como por ejemplo Richard Strauss, del que fue prohibida más de una ópera y al que pusieron todas las trabas del mundo cuando quiso trabajar con Stefan Zweig. Tu último párrafo es simple demagogia. Y yo en efecto, puedo elegir, y me gusta más la puesta en escena de Kupfer o Chéreau que la del Met. Y no soy el único. |
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Yo no he dado MIS juicios estéticos, he defendido los de Wagner y sus sucesores, pues sí son alguien para opinar, más que todos nosotros, pero la vanidad de algunas personas no tiene límite. Estética debo saber muy poca, pero el sentido común y la lógica básica no la he perdido, y si Wagner confió en Cosima (tan atacada aquí...) y era la persona que mejor le entendía probablemente y desde luego la que mejor le conocería, algo sabría Cosima de todo esto; y lo mismo Siegfried y Winifred. Me parece muy bien que uno discrepe con Wagner y no comparta todas sus ideas, pero que cada uno se quiera hacer un Wagner a su medida y venderlo a los demás, eso ya no. Pero claro, aquí, el sr. Kupfer, que reconoce dar una interpretación izquierdista y freudiana de Wagner, que reconoce ser un provocador, parece ser que conoce y es más fiel a Wagner que su propia esposa, que Siegfried o que Winifred, por lo que sobran más palabras. Respecto a la simpática comparación de la dirección orquestal de Kna o cualquiera, o la de Wagner con Beethoven, será así porque usted lo quiera ver así, para mí esas interpretaciones son interpretaciones que no cambian el contenido, pero si recortan un trozo de la música, cambian melodías, etc, continuamente, entonces serán Kupfers de la dirección, cosa que esas personas no han hecho, por lo que no me parece un símil acertado. Sobre la abstracción también debo estar mal informado, me gustaría que usted me explicase lo que es, ya que parece que está muy puesto en la materia, porque después de haber estudiado a Platón, Aristóteles, Boecio o el problema medieval entre los realistas y dialécticos, no logro entender que tiene que ver la abstracción con cambiarle de traje a Wotan. Me gustaría que me explicase su idea de abstracción, pues sinceramente, tengo ganas de entenderla de una vez. La familia Wagner no pinta nada en este tema, es cierto, teniendo a Kupfer y al señor "sigfrido" nos sobrá lo demás (ya he comentado antes a este respecto). No se muy bien a que viene tanta obsesión con el pensamiento, la abstracción y la reflexión, pero aunque yo no soy tan intelectual, creo que no necesito cambiar de ropa a las walkyrias para reflexionar con la obra wagneriana (como tampoco necesito de insultos para dar mis argumentos como la gente violenta e intolerante). Del PP y el PSOE no he visto logotipos nunca, pero algún Anillo en el que Hagen y compañía iban de nazis si que ha habido; más manipulación que esa, pocas, pero a usted le hubiese gustado seguramente. Igualmente un Tannhauser de Kupfer en el que pretende decirnos que Tannhauser es un anarquista rebelde que perece frente a la intolerancia de la sociedad burguesa, también se ha visto. Para los que saben pensar y hacer abstracciones, esto no es manipulación política, pues no les han puesto un logotipo gigante del PP o del PSOE para darse cuenta. Yo no he hablado de la política del III Reich, he hablado de arte, y si los judíos eran prisioneros de guerra y eran tratados como tal (lamentablemente si se quiere, eso es otro tema), pues todos eran eso, y no tiene nada que ver con el arte. Aun así, nunca he visto que se hable de los que ni se exiliaron, ni se les persiguió, ni nada por el estilo; más bien lo contrario. Hans Pfitzner, compositor wagneriano que está claro que admiro, se ha olvidado intencionadamente por siempre y se le dejó morir en la más absoluta miseria en una residencia de ancianos, sólo porque cobró fama en el III Reich, y no porque haya matado a nadie, haya odiado a nadie, ni nada que remotamente se parezca. Y a los que no han podido hundir se les ha ocultado sus ideas, por lo que no diré nada de Richard Strauss por ejemplo, que calificó a Hitler de protector de todos los artístas alemanes y fue el director de la orquesta nacional del Reich, por lo que sobrán comentarios. Podríamos hacer una lista de artistas exiliados, forzadamente o libremente, y otra de los artístas "aceptados"; sería interesante. En el III Reich "censuraban" a algunos artístas, pero podremos ver todos los que se censuran ahora, de forma totalmente abierta en Israel o en Rumania al propio Wagner, según la noticia que alguien mencionó hace poco en este foro. Nada más por ahora, saludos cordiales. |
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Bueno, pues seguimos: Usted ha defendido sus juicios estéticos, y no otra cosa, eso es evidente. Además intenta mezclar churras con merinas y eso sigue siendo manipulación: Usted se basa, para criticar el llamado "teatro de dirección" en la opinión que a Siegfried y Winifred Wagner les mereció una puesta escena de Lohengrin de antes de 1930, cuando en esa fecha NO EXISTÍA el llamado "teatro de dirección". Creo que la distorsión es evidente. Respecto a la familia Wagner: Yo no ataco a Cosima, simplemente trato de valorar de la manera más objetiva posible sus méritos (que los tiene) y lo que estimo sus errores (que también los tuvo). Por otra parte, el hecho de haber sido la esposa de Wagner durante muchos años no creo que la convirtiese en su representante en la tierra con bula para sancionar ex-catedra. En cuanto a Winifred Wagner, qué quiere que le diga, sus credenciales artísticos son cero. Otra cosa es Siegfried, que realmente fue un hombre muy preparado y competente, pero de quien no podemos olvidar que nació en 1869 y que las ideas de su época no necesariamente son válidas para hoy. Luego está lo de que Siegfried Wagner, en su faceta de director del Festival, demostró no compartir muchas ideas de su madre, pero eso ya es aparte. Lo de "hacer un Wagner a su medida" me resulta cómico. Ahora resulta que Wagner no es para reflexionar sobre su obra y sacar cada uno sus conclusiones. Es decir, que usted tiene la llave y la certeza absoluta de lo que representan las obras de Wagner y todo el que vea en ellas aspectos diferentes a lo que usted proclama debe ser tachado de "hereje" y "anatema". De risa. Hay otra conversación abierta, muy cómica también, sobre "Wagner como religión" o algo así, le recomiendo que la visite si no lo ha hecho ya: va a estar usted como pez en el agua. En cuanto a Kupfer, creo que era Chéreau y no él el que daba la visión izquierdista de Wagner. En cualquier caso, lo que es evidente es que Kupfer y Chéreau, libreto en mano, tienen muchos aciertos e ideas muy interesantes. Si estas se corresponden o no con las ideas de Cosima: no creo que quiera decir nada, como dije, ni ella (ni nadie) tiene la verdad absoluta en este tema. Ahí está la riqueza, en las diferentes perspectivas. En cuanto a la comparación de Kna con Kupfer: pues no es así porque yo lo diga, es que es así. Las puestas en escena de Kupfer no cambian una palabra del libreto, se dice exactamente lo mismo que escribió Wagner. Knappertsbusch no cambia ni una nota, se tocan exactamente las mismas que escribió Wagner. Eso no impide que Knappertsbusch se tome libertades haciendo dinámicas que no escribió Wagner, ritardandos o accelerandos que no están exactamente así en la partitura... igual que Kupfer puede alterar acotaciones escénicas. Así ambos dan su interpretación personal. Es exactamente lo mismo. En cuanto a la abstracción la cosa está clara: las formas son el medio pare representar el concepto, no un fin en sí mismo. De su incapacidad para comprender esto deduzco que a usted la pintura del Siglo XX tampoco le llama mucho. Y dale con la familia Wagner. ¿Apellidarse Wagner le da a uno instantáneamente la razón en este o en algún otro tema?. Además, ni que todos los Wagner pensaran igual... ya observo como no cita usted a Wieland o a Wolfgang. "No se muy bien a que viene tanta obsesión con el pensamiento, la abstracción y la reflexión". Esto se comenta solo. Por favor, no se haga la víctima, que yo no le he insultado. Yo no tengo constancia de ningún Anillo en que Hagen y Cía. fuesen de nazis, pero si usted lo dice me lo creo. Desde luego esa me parece una interpretación muy forzada, pero como le digo, en las puestas en escena modernas, como en las antiguas, hay diferentes grados de calidad. Y siempre está el juicio crítico del espectador para valorar lo que ve. En cuanto al Tannhäuser "outsider" y contrario a la sociedad... es que realmente es lo que es Tannhäuser. Esto encaja muy bien con un anarquista que está en contra de la sociedad. Es como lo del "Siegmund guerrillero", encaja. Simple cuestión de perspectiva. "Yo no he hablado de la política del III Reich, he hablado de arte" Yo le he hablado de cómo era la situación para los artistas que les tocó vivir en esa época y que tenían líneas de pensamiento diferentes a las de al cúpula nazi. No voy a entrar en el tema de los judíos, en el que de entrada ya no estamos de acuerdo, y en el que su comentario me parece un insulto a la inteligencia. Claro que hubo compositores que ni se exiliaron ni se les persiguió: si tus ideas estéticas cuadraban con el régimen y te callabas tus ideas políticas (caso de que no cuadrasen, sinó sin problema), pues vivías bien. Eso ni es libertad creativa ni es nada, no me fastidie. Hans Pfitzner: si ha sido prácticamente olvidado es porque no aportó nada a la evolución del lenguaje musical en un siglo en el que hubo, desde le principio, gente que sí lo hizo y muy bien. Es decir, pura selección natural. La historia de la música está llena de casos así y no sólo en el siglo XX: Salieri, Spöhr, Hummel... todos ellos eran compositores competentes, como Pfitzner. Nada de conspiraciones ocultas, eso son bobadas. ¿Ocultación de ideas de Richard Strauss?: varias óperas suyas fueron prohibidas por Hitler (Salome, sin ir más lejos), tuvo problemas por querer trabajar con Zweig (hasta llegaron a interceptarle la correspondencia), tuvo problemas porque su nuera y nietos eran judíos, etc. Es cierto que fue director de la Cámara de Música del Reich (no la orquesta) pero pronto perdió el entusiasmo con el régimen: dejó el cargo en 1935, sólo dos años después, harto. Agenda de Richard Strauss, 3 de julio de 1935: "...De todos modos, son tristes estos tiempos en los que un artista de mi categoría tiene que solicitar permiso a un imberbe de ministro para componer o representar una obra...". Como se ve, todo un alegato en favor de la "libertad" artística existente en el III Reich. En cuanto a la censura de artistas. Sólo ha habido un caso tan lamentable como el de la Alemania nazi, y ha sido el de los regímenes comunistas totalitarios, tipo Stalin. Israel me parece precisamente un ejemplo en cuanto a libertades, cierto, pero eso no disculpa los casos anteriores. Me gustaría saber que artistas están censurados hoy por hoy en España. Yo creo que ninguno. |
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Donde dice "Israel me parece precisamente un ejemplo en cuanto a libertades" debe decir "Israel NO me parece precisamente un ejemplo en cuanto a libertades". Lo que cambia una frase por una sola palabra. Disculpas. |
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Senyor Josep: No sabía yo que José Luis Moreno (el de los muñecos) fuera un medievalista destacado. Es cierto que no son extrañas las alusiones sexuales en la literatura medieval. Esto no justifica que Kupfer nos muestre a Hagen haciendo tales movimientos, que resultan risibles y grotescos. Si Wagner hubiera tenido el mal gusto de incluirlos en su genial obra, no me cabe la menor duda de que lo hubiera hecho. Nuestro genio, que fue un revolucionario tanto en lo estético, como en lo político. No iba a amilanarse ante ninguna cortapisa de carácter mojigato, como no lo hizo en el Tristán ?auténtico orgasmo musical con un sobrino poniendo los cuernos a su tío-, en la bacanal orgiástica del Venusberg en Tannhäuser o en las relaciones adúlteras e incestuosas de la pareja de amantes-gemelos welsungos en la Walkiria. No señor, Wagner era un espíritu libre que manifestaba su opinión sobre cualquier tema sin temer sus consecuencias. Ahí tenemos su panfleto ?La Revolución? y su participación en el levantamiento popular de Dresden, que le valió el exilio. Por cierto, comete Ud. un error garrafal de carácter histórico cuando dice que ?el estricto puritanismo sexual no empezó hasta el s. XIX?. Esto no es así. Las normas de obligado cumplimiento (Inquisición) para los artistas dictadas por el Concilio de Trento (mediados del s. XVI) hacían referencia a lo que ellos denominaban ?decoro?, imponiendo una moral mojigata que ha durado hasta nuestros días. Y no digamos como estaba la cuestión en la zona protestante, donde triunfó la Reforma con su control de la ?moral?. Bástenos con mirar los negros atuendos de los calvinistas o PURITANOS, que en este sentido aún eran más mojigatos que los católicos. Un saludo. Rex. |
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Sigfrido: Finalizas diciendo que respetas mi opinión pero que no la compartes. Esto me parece de lo más correcto aunque no encaja con tus palabras anteriores: ?Eso de que se use a Wagner para desvirtuarlo es llanamente MENTIRA, el director de escena da también su interpretación. Se habla de el Siegfried de Kupfer como se puede hablar del Siegfried de Barenboim: ¿por qué no? es exactamente lo mismo.? Primero me insultas, llamándome mentiroso (los que dicen mentiras son mentirosos) y luego dices que ?respetas mi opinión?. Una cosa no encaja con la otra. Espero que sea un lapsus y que te disculpes. Yo no tengo por qué mentir. Sencillamente doy mi opinión y procuro respetar sinceramente a todo el mundo, comparta o no sus ideas. Al forero Hans Pfitzner le dices que ?Hay otra conversación abierta, muy CÓMICA también, sobre "Wagner como religión" o algo así, le recomiendo que la visite si no lo ha hecho ya: va a estar usted como pez en el agua.? Cuando tildas de cómica (es decir, que produce risa) a esta conversación, nos faltas a todos los que hemos participado en ella ?que hemos sido unos cuantos ? lo que me parece muy mal de tu parte. Se puede discrepar, incluso manifestar ideas diametralmente opuestas sin que por ello tenga nadie derecho a MOFARSE, como tú haces, de los contertulios. En otra ocasión afirmé que creo que Kupfer no sólo conoce, sino que ama la obra de Wagner. Pocos registas como él tendrán tanta experiencia en este sentido. Disfruté con la Tetralogía del Liceu, como antes hice lo propio con el Tannhäuser y el Holandés que realizó con Barenboim para el Real. Esto no quiere decir que no haya ciertas cosas que no me gustaron y que pienso que no respetan la obra. No niego ?léeme con más cuidado ? que el director artístico tenga el mismo derecho que el musical a dar su propia interpretación de la obra. Lo que niego es que nadie lo tenga a desvirtuarla (es mi opinión). ¿Qué demonios pinta un piano en Tannhäuser? ¿Por qué tienen que revolcarse en él los intérpretes? ¿Por qué los peregrinos son emigrantes con maleta incluida? Esto NO ES WAGNER. El libreto con sus indicaciones escénicas está para algo, exactamente igual que la partitura. Kupfer ? al que respeto y valoro globalmente ? descalifica a ciertos directores artísticos que sin conocer la obra la desvirtúan para llamar la atención (no lo digo yo, sino él). Por ello, me parece legítimo llamar la atención sobre determinados aspectos de sus puestas en escena que, a mi modo de ver, hacen lo mismo que él critica en otros. Por cierto y hablando de registas ?modernos?. ¿Qué opinas de Calixto Bieito? ¿Te parece digno de alabanza que en el Don Giovanni del Liceu el personaje principal SE MEARA DETRÁS DE UN SOFÁ. ¿Es esto Mozart o una tomadura de pelo? ¿Sabías que en ?su? Ballo aparecen unos señores con traje y corbata CAGANDO, CON LOS CALZONCILLOS AL AIRE Y LEYENDO EL PERIÓDICO? ¡Menuda puesta en escena más sugerente! ¿Será esto una de las ABSTRACCIONES a las que haces referencia? No estamos hablando de libertad intelectual, sino simple y llanamente de tomadura de pelo, manipulación y afán de notoriedad sea como sea. Vivimos en un mundo donde la mierda (nunca mejor dicho) atrae a las moscas que acuden a ella. ¡Qué pena! Pensar que hay personajillos como éste que se lucran a costa del erario público que todos pagamos con nuestros impuestos CAGÁNDOSE Y MEÁNDOSE en el arte y en el público. Te recomiendo que leas en Ópera Actual (julio-agosto) un artículo de opinión titulado ?Responsables: los directores de los teatros? (pág.6). Se refiere a las puestas de escena ?modernas? y no tiene desperdicio. Saludos. Rex. |
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Estimados contertulios: Ya que se ha hablado de Hans Pfitzner y Richard Strauss con relación a los negros años del nazismo, quisiera aportar mi opinión respecto a otro insigne wagneriano: Thomas Mann, premio Nobel de Literatura y uno de los mejores escritores alemanes de la historia. El 10 de febrero de 1933, el 50º aniversario de la muerte de Wagner, T. Mann dio en Munich una conferencia titulada ?Sufrimiento y grandeza de R. Wagner?. Fue su último acto público en Alemania ya que se vio obligado a exiliarse, dada su oposición al a Hitler. Según, Klaus Schröter, autor de una excelente biografía de Mann, esta conferencia constituye una obra maestra de arte ensayístico sobre las condiciones personales, artísticas, espirituales e históricas de la obra del genial músico que no ha sido superada posteriormente. Dos meses más tarde, en el diario ?Múncher Neuste Nachrichten? se publicó una ?protesta?contra esta conferencia sobre Wagner y se orquestó un linchamiento moral desde la prensa y la radio contra Mann que, afortunadamente para él y para sus lectores actuales ?incluyendo los wagnerianos ? se encontraba en el extranjero dando conferencias. En este ínterin de dos meses la situación en Alemania había cambiado: decretos de emergencia de Hindenburg, victoria electoral del NSDAP en las elecciones para el Reichtag, ?ley de autorización? hitleriana ... La ?protesta? estaba reforzada por la crema del nuevo Reichtag y firmada por RICHARD STRAUSS, HANS PFITZNER y HANS KNAPPERRTSBUSCH (nuestro admirado Kna) entre otros. Como puede verse, entre los firmantes había admirables wagnerianos que, ya sea por ideología, por no hacerse de notar o por miedo ante el terror creciente que iba imponiéndose entre los alemanes, participaron en esta caza de brujas. Hecho que les colma de vergüenza y oprobio. Desconozco si Furtwängler (otro wagneriano mítico) firmó la ?espontánea? protesta. De todos modos también se cubrió de oprobio cuando dirigió en 1943 y 44 Los Maestros en Bayreuth ante centenares de soldados en una masiva expresión de racismo hitleriano. Por otra parte, es justo reconocer que Winifred Wagner, amiga personal de Hitler, se opuso a ello y que probablemente nuestro Furt se viera obligado por las terribles circunstancias, de hecho estuvo a punto de ser sustituido como director de la Filarmónica de Berlín por un joven oportunista adicto al nuevo régimen: Herbert von Karajan. Dada la politización que durante el nazismo sufrieron los Festivales. Thomas Mann abogó por su supresión. Afortunadamente, los Festivales fueron restablecidos en 1951. El Nuevo Bayreuth contó con el buen hacer de figuras míticas que han hecho y siguen haciendo las delicias de los wagnerianos, como fueron Kna y Karajan (que militó en el partido nazi) una vez ?desnazificados? (curiosa expresión). Esta situación de intrusión de la política en el arte no ha sido desgraciadamente la única en la historia. Situaciones similares se han dado también en otras dictaduras e incluso en las tan cacareadas democracias. Baste citar la URSS con Stalin (pobre Shostakovich, censurado y teniendo que aguantar a mediocres burócratas que aprobaran su obra, como le pasó a Strauss), USA y su ?Caza de Brujas? macarthiana y la España ?imperial? de Franco, con tanto exilio interior y exterior de intelectuales y artistas. Un saludo y Wagner para todos. |
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Hola Rex. Bueno, veo que para empezar la tomas más conmigo y mis actitudes que con mis argumentos. Luego afortunadamente cambias, hacia la actitud del mensaje. Sin acritud, voy a tratar de defenderme. El que yo respete la opinión de alguien aunque no la comparta (por ejemplo, que las puestas en escena actuales no son legítimas) no implica que yo no señale las falacias e inexactitudes de sus argumentos, o las falsedades de los hechos que presenta. El que uno diga una mentira no tiene por qué convertirle en mentiroso, puede estar sólo mal informado. E incluso (caso hipotético) de que se mintiese deliberadamente, solo podría ser uno considerado mentiroso si toma eso por costumbre, no por hacerlo una vez (¿quien no miente alguna vez?). No seas tan susceptible. Sí, la conversación de "Wagner como Religión" me parece muy cómica. Si tu crees que con eso estoy llamando payasos a todos los que participaron en ella, tal vez te sirva de consuelo saber que YO MISMO colgué allí algunos mensajes. En ese caso yo sería el más payaso de todos, ¿no?. Tal vez sea así... hay que saber reirse de uno mismo. Y sí, decir que el objetivo de las puestas en escena actuales es el resultado de un complot oculto para desvirtuar a Wagner me parece una de estas dos cosas: o una mentira malintencionada o una cosa dicha sin reflexionar demasiado, tal vez influido por la propaganda de ciertos sectores. Me alegro que digas lo de Kupfer. En cuanto a la interpretación puedo ponerte más ejemplos en el campo musical ¿qué pintan las libertades dinámicas y agógicas e incluso retoques de Wagner (y de todos los directores herederos de su tradición) en la Eroica de Beethoven?¿es esto Beethoven?¿por qué se acepta que los directores de orquesta, empezando por el mismo Wagner, se tomen libertades con la partitura y no se puede aceptar lo mismo de los directores de escena con las acotaciones?. Sigo esperando un argumento CONVINCENTE que me contradiga. En cuanto a lo que dices que dice Kupfer. Me parece muy bien, yo no digo que haya casos concretos en que esto no pase, pero creo que es un disparate meter a todos los directores de escena en el mismo saco y decir que todos son malísimos. Los hay sin duda buenos y malos, como entre los "antiguos". ¿Que el grado de libertad que se toman crea el riesgo de ver disparates en escena?: sí, pero también se crea la opción de ver cosas muy interesantes, como muchas de Kupfer, que de otra manera no serían posibles. Yo creo que merece la pena el riesgo. Bieito: no le conozco más que de oídas y creo que para valorar una puesta en escena hay que verla (por eso entre otras cosas me refiero al Kupfer de Bayreuth y no al de Barcelona). Eso sí, no te voy a negar que lo que he oído de él no me gusta nada, pero como vengo diciendo, yo no pretendo defender aquí que todos los directores de escena actuales son buenísimos, lo que pretendo defender es que tampoco son todos malísimos y en que la estética del "teatro de dirección" no es en sí "perversa" y que puede aportar, y aporta, cosas interesantes que de otra manera no tendrían lugar. Bueno, agradezco tu recomendación. Yo te recomiendo "Tradición y Renovación" de Wieland Wagner, lo puedes encontrar en: http://www.archivowagner.info/1955fw01.html Saludos. |
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Sólo una cosa que comentar: Yo no he dicho que Strauss en los primeros años del nazismo (hacia 1933) no tomase una postura de cierto apoyo hacia el régimen. Lo que dije es que pronto éste le desilusionó (en cosa de dos años tan solo) y que tuvo dificultades para crear con libertad. Saludos. |
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Hola, Sigfrido: Me da la impresión de que nuestras posturas no son antagónicas. Yo diría que hay diferencias de matiz. Quizá en lo que más discrepemos sea en el hecho de que a mí no me parece correcto que la escenografía, el vestuario, o la acción dramática no respeten las indicaciones del autor o, al menos, su ?espíritu?. También pienso que las partituras hay que respetarlas (me gustan las interpretaciones historicistas con instrumentos de época, que ya van llegando a Wagner, lo que no significa que rechace las que no lo sean). En el Liceu no me gustó que Wotan llevara gafas de sol, que al final del Oro los dioses bailaran al ?corro chirimbolo? ?eliminando la solemnidad que tendría que tener la entrada en el Walhala de acuerdo con el libreto ? o que al final del Ocaso apareciera Alberich y los niños plantando el arbolito (me parece que me estoy repitiendo). Por otra parte, hubieron momentos que estéticamente me gustaron mucho, como la escena de las Nornas o la aparición de Erda. Aquí, Kupfer demostró conocimiento y respeto a la obra imprimiendo su sello personal de una manera admirable. Esto es algo que yo aplaudo, lo que no me impide afirmar que en los casos anteriores su interpretación la desvirtúa a mi modo de ver. Esta ha sido mi primera Tetralogía completa y guardo muy buen recuerdo de ella. De hecho pienso comprármela cuando salga en DVD. No pienso que exista ningún ?complot? para desvirtuar la obra de Wagner, aunque sí que me da la impresión de que determinados directores de escena pretenden llamar la atención a cualquier precio. Se habla de la ?tiranía? de los directores de escena, que poco a poco van dejando en un segundo plano a los musicales (como si éstos no fueran los que deben llevar la ?batuta?). Estoy de acuerdo con que las escenografías pueden ser buenas o malas con independencia de su grado de ?modernidad?, si bien las ?tradicionales? ?en principio ? se ajustan más al original, que es lo que yo reclamo. Gracias por tu recomendación sobre Wieland. Ya conocía este texto y algún otro suyo a través de este archivo que, por cierto, es una fuente de información impagable para los wagnerianos. Ya lo decía Mayo: Wieland era un iconoclasta que revolucionó la puesta en escena operística ? y no sólo la wagneriana ? pero que siempre fue fiel a la obra de su abuelo. Para el desaparecido Ángel, el tándem Kna (?guardián del Grial?, vieja guardia) ? Wieland (Nuevo Bayreuth, renovación) rozaba la perfección. Me daría con un canto en los dientes si todos los escenógrafos modernos fueran como Wieland: creativos, pero respetuosos. No pienses en absoluto que comparto el punto de vista dogmático de Hans Pfitzner al que Wieland se refería en su escrito ?¿Wagner monumento protegido??: ? El Bayreuth postwagneriano y ante todo Hans Pfitzner y su airado séquito de prosélitos son quienes han declarado componentes sacrosantos de la obra a las prescripciones escénicas de Wagner. La irritada llamada de Pfitzner a una "Ley del Reich en Defensa de las Obras Artísticas frente a la desfiguración arbitraria"-¡ así pues una mordaza para directores de orquesta y directores de escena!- es la sospechosa consecuencia del dogma de la auténtica fidelidad a las obras que Pfitzner enuncia en su obra capital Obra e Interpretación. A pesar de que las exigencias de Pfitzner sólo serían realizables por medio de una reglamentación policial del Arte, forman hoy el armamento espiritual de todos los bizarros partidarios de la llamada fidelidad de la obra.? Mi punto de vista está más cercano al de Ángel Mayo, quien ?por cierto ? tenía un concepto pésimo (ya sabes cuál es el mío) sobre Kupfer. Puedes leerlo en el archivo citado en el artículo ?Recuperar a Wagner?: ?El Wagner de Kupfer me parece falso, según lo expuesto, y aburrido por su dogmatismo y carencia de belleza.? En cuanto a R. Strauss, coincidimos plenamente. Un cordial saludo.Rex |
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Hola Rex. Hombre, mi postura al respecto de lo que comentas es que en efecto, el director de escena debe dar su interpretación sobre la obra, pero sin cambiar el "espíritu" (por usar el mismo término que tú) de la misma. Por ejemplo: ¿Wotan va con gabardina o gafas?, en principio eso no es problema para mí, siempre que pueda hacerse encajar con el carácter del personaje. Otra cosa es que Wotan apareciese vestido como Uma Thurman en "Kill Bill" (vol.1) y se liase a katanazos con todos los personajes. No se si me explico. Centrándonos en Kupfer, esta es la razón de que en líneas generales me guste su Anillo de Bayreuth y no su Holandés. Del Holandés me gusta alguna idea concreta, pero el enfoque general no, porque realmente transforma la obra de Wagner en una cosa muy diferente de lo que él quería decir. Con el Anillo esto no pasa, el mensaje de Wagner se respeta (salvo el error, que a mi juicio se comete sometiendo al pajarillo al manejo de Wotan), aunque luego Kupfer le de su propio enfoque. En cuanto a las interpretaciones historicistas... yo estoy a favor de ellas, siempre que se ofrezcan como otra opción, no excluyente de lo demás, y no se vendan como "el Wagner auténtico" ni nada así, porque eso sería engañar a la gente: no existe un "Wagner auténtico" ni un "Wagner falso". De todas maneras me parece que confundes historicismo con fidelidad a la partitura. En la época de Wagner los intérpretes (empezando por el mismo Wagner) se tomaban muchas mas libertades con las partituras que las que se toman los de hoy en día, y en el tiempo inmediatamente posterior a Wagner también: Mahler decía que lo fundamental era lo que NO estaba en la partitura, y si escuchas alguna grabación (ya sea de música orquestal o de piano, o canto) de principios de siglo, te darás cuenta por qué. Me alegro de que no veas ningún "complot" para desvirtuar a Wagner. Aunque parezca mentira, hay gente que sí piensa así (!). ¿Tiranía del director de escena?... puede ser que ahora está más generalizada esta situación pero eso va por rachas. Mi opinión es que el director de escena y el de orquesta deberían trabajar siempre en equipo, sin que uno esté por encima del otro. Finalmente, solo decir que me alegro de que no compartas la postura cerril de Hans Pfitzner (me refiero al compositor, ahora no al forero, aunque yo no comparto la opinión de ninguno de los dos). La opinión de Mayo sobre Kupfer me parece respetable, pero ya sabes que tampoco la comparto. A mí el Anillo de Kupfer no me parece dogmático, ni su estética decadentista me parece carente de belleza... me resulta muy atractiva a la vista. Saludos. |
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Estimados amigos wagnerianos: Como aquí van saliendo muchos temas y no tengo demasiado tiempo para hablar de todo extensamente, resumiré algunas ideas personales en respuesta a lo que se a dicho, especialmente a la conversación que teníamos antes, "Sigfrido". Sobre el tema de la abstracción, y esto abarca mucho de todo el tema de la discusión, le diré que es totalmente absurdo justificar una puesta en escena en la que el mayor acto de creación y "modernidad" consiste en poner ropas actuales a personajes mitológicos o cambiar montañas y bosques por hierros y basura, diciendo que hay que entender esto como abstracción y que es perfectamente compatible con la obra de Wagner. Me da igual que Wagner tuviese una forma de dirigir la orquesta muy personal, pero es que es tan personal y diferente una escenografía de Mestres Cabanes y otra de Schneider Siemsen, que son totalmente diferentes, pero donde Wagner dice que debe de haber un árbol y una espada, hay un árbol y una espada, no una farola y un revolver o cualquier excentricidad de algún reaccionario sin imaginación. Schneider Siemsen es un escenógrafo moderno, que ha innovado con una nueva concepción de la escena como "espacio cósmico", donde juegan un papel relevante los efectos de luz, y ha hecho cosas marivillosas con la obra de Wagner, pero uno que dibuja en una sábana un edificio moderno con ordenadores, no es moderno por poner ordenadores que antes no existían!!! (hacer falta decir esta estupidez??? se ve que si, pues es tan obvio que la gente no lo entiende) Evidentemente esto es un ejemplo que no lo refiero a Kupfer ni nada por el estilo, pues no creo que usen esta técnica de la sábana, pero lo demás es aplicable al 100%... Pero es que es tan estúpido decir que un Anillo es "moderno" porque aparezcan fábricas en vez de cuevas, que no tiene el menor sentido, pues si Wagner hubiese querido hacerlo así lo hubiese hecho, que en su época no iban con taparrabos como Siegfried; había algo más de tecnología y recursos... Se tiende a hablar de "lo moderno" y "lo historicista o tradicional", cuando no se trata de una línea temporal, sino de diferentes líneas estéticas: ¿dentro de la escenografía "a lo Kupfer", que algunos le ponen orgullosos el sello de "lo moderno", estarían también los "modernos" Schneider Siemsen y Thomas Lynch? Y también, ¿son igual de "tradicionales" o "antiguos" los dos citados ahora mismo que, por ejemplo, Emil Preetorius? Se puede seguir objetando: pero es que Kupfer es muy listo (aparte de por sacar dinero haciendo las escenografías que hace...), porque cambia el Venusberg por un club de prostitutas (oh, que ingenioso y sagaz), y eso es un grado tal de abstracción, que nadie podría imaginarselo; Platón al lado de Kupfer es un pobre aprendiz. Que me perdonen las ironías, bromas al margen, esto es lo CONTRARIO a la ABSTRACCIÓN. Como podemos darnos cuenta, Wagner elegía siempre lo mitológico y legendario para sus obras, precisamente por su carácter universal y riqueza de significados. Pues bien, la abstracción consiste (de hecho, esto es lo que significa la palabra) en concebir de forma separada, mediante la inteligencia, cosas que están unidas en la realidad. Es decir, gracias a la riqueza y "elasticidad" del mito, uno puede ver en Siegfried al héroe arquetípico, de donde abstrayéndo puedo ver al héroe griego, al medieval, al moderno. Viendo al Siegfried mitológico, veo al héroe que quiero, de la época que quiero, veo muchísima riqueza; incluso nadie me impide ponerle nombre concreto y situarlo en la historia. Pero si en la escena quiero presentar a Siegfried como un revolucionario anarquista de mediados del siglo XIX, adios abstracción, adios arquetipo, adios héroe y adios a toda la riqueza del mito wagneriano. Solamente añadir, que no cometer anacronismos respecto de las indicaciones de Wagner, y respetar el traje medieval que sea, el paisaje o el castillo, no implica hacer siempre las escenografías iguales, aunque sí que implica mayor esfuerzo creativo; basten como ejemplos los escenografos ya citados (Preetorius, Mestres Cabanes, Schneider Siemsen, Thomas Lynch). En caso de que esto parezca "antiguo" y "tradicional" -palabra que no significa nada malvado, como aquí se cree, proviene del latín "traditio" y es la "acción de entregar", o "lo que se entrega", por ejemplo: la obra de Wagner nos viene de la tradición, de lo que se nos ha entregado-, en caso de que así parezca, decía, carece totalmente de importancia, pues sólo un necio podría considerar como el valor estético más importante (ni si quiera es ningún valor estético) la "modernidad" o lo nuevo. Si alguien tiene tantas ansias de degustar las "bellezas" de la postmodernidad, que escuche música dodecafónica o directamente que vea la MTV, no hace falta escuchar a Wagner. No necesito que las catedrales góticas sean "modernas" para admirar su belleza, pues ya sería triste que un wagneriano creyese que el arte se pasa de moda con el tiempo. Comentar con respecto al forero "sigfrido", que los que no compartimos sus ideas no tenemos por qué ser estúpidos; yo ya me he enterado de lo que pretende explicar Kupfer y usted sobre ciertas escenografías, pero aunque le parezca de ignorantes, dogmáticos, cerriles, conservadores, y el tópico que quiera usted poner, yo y mucha gente más no compartimos ese punto de vista. No por ello necesita usted hablar de que nos cuesta trabajo pensar, que nos vendría bien conocer lo que significa la palabra "abstracción", etc... Ahora sí, una última frase: "Casi siempre el público prefiere lo nuevo a lo bueno". Arthur Schopenhauer. |
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Por cierto, usted ("sigfrido") que me acusaba de que no pensaba con la obra de Wagner, y me trataba de sacar de mi ceguera intelectual recordándome que la música de éste no era para escucharla mientras se tomaba el té, dice que la conversación sobre la religiosidad wagneriana es cómica: ¿qué sentido tiene eso? De todas formas le recuerdo que la conversación no es "Wagner como religión", sino "la religión wagneriana", que hace referencia al tipo de religiosidad que profesaba Wagner y sus seguidores, no otra cosa. No sé si "como pez en el agua", pero ya participé en ella, pueda usted ver mi comentario. A este respecto me alegra que rex le recordase que no es preciso insultar a los que no opinan como usted, lo mismo que yo le dije y calificó de victimismo: si alguien más coincide conmigo será por algo. De todas formas tampoco me ofende, no importa. Yo suelo ser irónico, pero espero que me disculpen si tengo alguna subida de tono. También me parece muy bueno el análisis de rex sobre esas bellas abstracciones que nos contaba, además tiene bastante sentido del humor. Otra cosa más: yo tampoco creo que haya un complot o conspiración contra Wagner, pues dudo que los responsables de la actual situación sean tan idealistas como para emprender una lucha ideológica de forma altruista; supongo que serán intereses más bajos y simples los causantes de lo que se haya podido hacer de malo con Wagner, unidos siempre a la falta de capacidad y creatividad. Pero por suerte Wagner sigue vivo, y eso gracias también a mucha y muy buena gente, con creatividad y voluntad. Saludos. |
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La modernidad de una puesta en escena no se justifica porque se utilicen unas ropas u otras para los personajes o cosas así, desde luego, se justifica porque esa puesta en escena aporte ideas nuevas. Una cosa es moderna porque aporta ideas nuevas, si no fuese así, sería tradicional, clásica o como quiera llamarse. En su día, en efecto, representar a Wotan como un alto burgués fue una idea muy moderna, y para esto se le puso ropa similar a las clases adineradas del siglo XIX. Hoy día eso ya no es algo tan moderno, en efecto. Las cosas nacen modernas y se terminan convirtiendo en clásicas, lo que hoy es vanguardia, mañana será escuela, y habrá una nueva vanguardia. Wagner en su día estuvo en la cresta de la vanguardia musical, y años después los músicos cercanos a su estética eran escuela, desde luego cualquier cosa menos vanguarida. Y así van evolucionando las artes. Y a todo esto ¿que es lo que pretende decirme usted?. Hombre, no le niego la calidad de Schneider-Siemssen, pero ¿es tan moderno?. Lo de "pintar con luz" ya lo había hecho Wieland Wagner. En cualquier caso, sí, hay muchas formas de ser moderno ¿y qué?. "Viendo al Siegfried mitológico, veo al héroe que quiero, de la época que quiero, veo muchísima riqueza; incluso nadie me impide ponerle nombre concreto y situarlo en la historia. Pero si en la escena quiero presentar a Siegfried como un revolucionario anarquista de mediados del siglo XIX, adios abstracción, adios arquetipo, adios héroe y adios a toda la riqueza del mito wagneriano" La verdad, este párrafo suyo puede ser uno de los más contradictorios de la historia de los foros de internet. Nos dice que la abstracción de lo mitológico nos impide situar a Siegfried en múltiples épocas de la historia y luego dice que si lo representamos en el siglo XIX nos cargamos el mito. Es decir, en la segunda frase nos dice lo contrario de lo que nos dice en la primera: aclárese, hombre. Mire, la gracia del "teatro de dirección" está en que explota esta misma versatilidad del mito, y en una puesta en escena Siegfried puede ser un anarquista del siglo XIX, en otra un semidios griego, en otra el hombre que crece entre los despojos de una catástrofe nuclear y así. ¿Eliminar los "anacronismos" exige mayor esfuerzo creativo?. Hombre, hay puestas y puestas de escena, pero yo no lo veo necesariamente así: puede limitarse uno a seguir las acotaciones como una receta de cocina y listo. Como le digo, y por poner el ejemplo del Anillo del MET, yo no veo creatividad ninguna en el trabajo de Otto Shenck, más bien veo falta de imaginación (por Dios, sólo hay que ver cómo hace las transiciones... cortinilla de humo y listo) y una nula exploración de la psicología de los personajes (y en esto último Kupfer, en contraste, es realmente bueno). Otra cosa puede ser el trabajo que hace Siemssen con la luz, pero lo hace en momentos muy puntuales. En efecto, la tradición no es algo malvado, todo lo contrario, es el punto de referencia que le permite a uno evolucionar. No se puede evolucionar si no se conoce lo que te legan las generaciones anteriores. No evolucionar es una falta de respeto a la tradición, si no evolucionamos... ¿qué entregaremos a los que nos sigan? ¿lo mismo que nos dieron a nosotros sin añadir nada nuestro?... qué empobrecedor. Si nuestros antepasados hubieran hecho eso estaríamos aún en las cavernas. Como decía antes la obra de Wagner nos viene de la tradición, pero no hay que olvidar que en su día fue vanguardia, y de la línea dura, además. En cuanto a lo nuevo: como tal no es un valor estético, puede ser. Pero está claro que si un individuo, una sociedad, no tienen ideas nuevas y propias, están condenados a repetirse eternamente, lo cual es la muerte artística: el final de la creación original. Crear es concebir y realizar algo que antes no existía, y eso lleva implícito "lo nuevo": lo contrario NO ES CREAR, es COPIAR. El arte no se pasa de moda con el tiempo, pero cambia, igual que nosotros. En cuanto a la música dodecafónica (y otras tendencias del siglo XX)... sí la escucho, pero no EN LUGAR DE Wagner, sino ADEMÁS de Wagner. En cualquier caso me parece una muestra de ignorancia compararla con la MTV. La música que aparece en la MTV es lo más conservador del mundo: la música pop se basa estructuras formales medievales, armonía tonal, canciones y cantantes que son "clones" unos de otros... eso sí, todo edulcorado con "efectos especiales". A mí no me llama, pero a tenor de lo dicho por usted, casi me sorprende que no le guste. Es más, no se ofenda, pero creo que la única razón de que no le gusta es por la "pose moderna" y dirigida a los adolescentes que adopta la cadena, mientras que usted "se viste" una pose reaccionaria y "culta". Yo no digo que usted sea estúpido, eso es algo que ha interpretado usted. Evidentemente conservador sí que es, pero me extraña que le ofenda tal denominación. Yo creí que usted lo tenía a honra. En cuanto a que el público prefiere lo nuevo a lo bueno... depende. Para empezar habría que definir qué es "bueno", lo cual nos podría llevar una conversación de muchos mensajes. En cuanto a lo nuevo, si esto nuevo implica un esfuerzo, al público le cuesta aceptarlo, al menos de entrada. |
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Por cierto, se me olvidó ponerlo en el mensaje de antes: sigo sin una argumentación sólida que rebata la mía de por qué se admiten las interpretaciones "libres" en los músicos y no en los directores de escena. Ahora, al tema: Me da igual que la conversación se llame "Wagner como religión" o "La Religión Wagneriana", para el caso es lo mismo. La conversación, para ser exactos, hace referencia a la idea de convertir la obra de Wagner en una religión, no a otra cosa. Y me parece muy cómica, qué quiere que le diga. Por supuesto no pretendía insultar a nadie con esta afirmación: en cuanto a lo que me dijo Rex, le recomiendo que lea lo que le respondí, con lo que él pareció darse por satisfecho. Le vuelvo a decir que yo no he insultado a nadie, menos victimismo. En cuanto a las abstracciones... no quiero repetirme mas, lea mis mensajes anteriores. Incluida mi respuesta a Rex. Me alegro de que usted tampoco piense en un "complot" contra Wagner, lo que me llama la atención es que considere un hipotético boicot hacia alguien como algo "idealista" y "altruista" (!). Wagner sigue vivo, sí, gracias a sus propios méritos y a los de sus intérpretes. |
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Apreciado sigfrido: No sé si mis argumentos sobre la comparación de la dirección orquestal con la escénica son sólidos o convincentes, pero ya le he dado mi opinión; a mí tampoco me parece sólida ni convincente dicha comparación. A mí tampoco es que me parezca cómico lo de Wagner como religión, aunque sí exagerado, pero mí forma de ver el tema de "La religión wagneriana" era en el sentido de hablar sobre la espiritualidad y el tipo de ideas religiosas de Wagner, no de erigir a Wagner como un nuevo Dios. Usted puede leer mi comentario a este respecto. Lo del "altruismo e idealismo" era una ironía, pero en parte realidad, pues el que emprende una lucha puramente ideológica, aunque sea contra algo, está llevando a cabo un acto idealista, pero actualmente dudo que un antiwagneriano se dedique a esto desinteresadamente; el mundo, como se suele decir, se mueve por algo más palpable: la pela. Dudo que nunca haya sido innovador representar a Wotan como un "alto burgués", pues mientras Wagner escribía el Anillo ya estaba a años luz de semejantes interpretaciones simplistas, politizadas y materialistas, al igual que ahora no tiene nada de nuevo las interpretaciones freudianas -sí lo tendrían las junguianas sin embargo-; las interpretaciones izquierdistas o comunistas, que se basan en una ideología de hace dos siglos, y así un largo etcétera de interpretaciones pretendidamente "progresistas". Pero es que, volviendo a la abstracción, no necesito ponerle smoking a Wotan para ver a un "alto burgués" por ejemplo, si es que mi mente no da mucho más de sí que para ver eso. Y no me contradigo en absoluto en este sentido, así pues le aclararé a usted, que yo ya lo tengo claro. Evidentemente, puedo "ver" en Siegfried al héroe arquetípico, con lo que incluye a cualquier héroe de cualquier época, pero esto lo veo ABSTRAYÉNDO, es decir, considerándolo EN MI MENTE de forma separada: he ahí la grandeza de todo personaje. Pero si le pongo un traje de "alto burgués" del siglo XIX a un Wotan, ya no hay abstracción, hay una reducción simplista de un personaje mitológico de gran profundidad a un vulgar personaje concreto, perdiendo toda su riqueza. En el personaje wagneriano se perciben caractéres universales, por eso en ellos se pueden ver caractéres particulares; pero mostrando uno de los particulares se pierde la riqueza del universal. Me da igual que a las excentricidades se las justifique con que es "teatro de dirección" o teatro "x" (lo que sea), el caso es que "explota" el mito...y de qué manera!: lo vuela por los aires. Los anacronismos son incoherencias en las que se mezclan cosas de distintas épocas de forma imposible: por ejemplo, que en Tannhauser el texto hable de un castillo donde se hacen torneos trovadorescos, y la escena "hable" de un macarra del siglo XX en un prostíbulo, o que los peregrinos que van a Roma sean inmigrantes con maletas como se comentó antes me parece. Esto supuestamente "encaja perfectamente" con la obra wagneriana, según algunos... Evidentemente, es más difícil ser creador y original respetando la ambientación que WAGNER QUISO PARA CADA UNA DE SUS OBRAS, que ser "original" haciendo decorados según me parece a mí sin que vengan a cuento, por mucho que quieran explicarse con intelectualismos cutres. Yo también sé hacer escenografías totalmente diferentes y nuevas de esa forma: ¿qué os parece un Rienzi vestido con traje, y en una sala de mítines políticos actual? Es muy innvador, y tiene una explicación muy intelectual: Rienzi es un "político" pero en su época, se puede hacer que sea como un político actual también (qué gran capacidad he tenido, eso sí, me he inspirado en Kupfer) Al más puro estilo Kupfer explicaría: Rienzi es un político muy progresista, incomprendido por el mundo burgués, que está destinado al ostracismo y a ser expulsado del juego democrático electoral (qué sutil!). Claro que hay que innovar, pero le repito que Wagner no se queda "antiguo", ni necesita de listillos que nos actualicen al pobrecillo Wagner, que no tiene suficiente altura para nuestro tiempo maravilloso de genios artísticos y nivel cultural gigantesco. Es mucho más innovador Schneider Siemsen que Kupfer, que nos quiere hacer tragar ideologías trasnochadas y estética primitiva, carente de toda belleza formal. Igual que la música dodecafónica, que si no fuese por los instrumentos parece música tribal. Sí que me ofende un poco que diga que a mí me pegaría escuchar la música de la MTV: conservadora no creo que sea, degenerada en todo caso, pues si fuese por lo menos conservadora, hubiera "conservado" lo bueno de toda la música anterior, y está claro que si hubiese conservado por lo menos algo de Mozart, Beethoven o Wagner no sería así. A este respecto le diré, que no me molesta lo de "conservador" pero tampoco me parece apropiado; yo procuro ser conservador de lo bueno y revolucionario de lo malo...así de sencillo. Además, yo soy poco más que un adolescente y me parece más propio de un espíritu jóven cualquier música romántica, ya sea Wagner, Liszt, Chopin o Bruckner, que la asquerosa música comercial del tipo MTV. Y no por ello "visto" una pose "reaccionaria y culta", simplemente es cuestión de sensibilidad, no de intelectualidad. Sobre lo si el público prefiere lo nuevo a lo bueno, no lo discuta conmigo, sino con Schopenhauer que fue quien lo dijo. Pero no veo que a ningún jóven de mi edad le cueste ningún "esfuerzo" aceptar la música de operación triunfo o lo que les vayan poniendo de "nuevo" en la televisión, sin embargo, hay menos a los que les guste la música romántica... Supongo que ese es un poco el sentido de la frase de Schopenhauer. Saludos. |
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Ya veo que mi comparación director de escena - director de orquesta no le parece sólida ni válida, lo que no veo claro es por qué. Yo ya le he dado argumentos... si no son sólidos ¿por qué nadie logra rebatirlos?. Lo que tuvo de nuevo el presentar a Wotan como un alto burgués no fue una cuestión de ideologías, sino el hecho de hacer encajar a Wotan en ese rol. Esto en su momento fue algo novedoso, ahora no es. ¿Esa interpretación le parece simplista o politizada?: cuestión de gustos. Ahí no voy a entrar, pero en cualquier caso es válida. No estoy de acuerdo con esod e que poniendo a Wotan de alto burgués se pierda la abstracción. Simplemente se aplica una de sus múltiples posibilidades, en una producción. En otra producción diferente se aplicará otra, y así. No se "explota" el mito, se explotan (en el mejor de los sentidos) sus posibilidades. ¿Los "anacronismos" encajan en la obra Wagneriana?. Parafraseando a Wolfgang Wagner, cuestión de perspectiva. En el fondo Tannhäuser es un macarra medieval y los peregrinos son personas errantes en busca de paz y reposo, como los emigrantes. El "Rienzi político actual" no me parece nada innovador. Eso ya lo hizo Chéreau (no Kupfer) con Wotan... muy mal señor "hans pfitzner", esto es como el huevo de Colón, cuando otro ya lo ha hecho es muy fácil copiarle. ¿Ve? no es tan fácil ser innovador. Otra cosa que usted no acaba de comprender es que precisamente Kupfer y cía. lo que defienden con sus interpretaciones es que Wagner SÍ tiene altura para nuestro tiempo. El que usted vea que "nos quieren hacer tragar" con "ideologías trasnochadas" es una apreciación suya: yo en Kupfer (a quien usted confunde de continuo con Chéreau) no veo ideologías políticas específicas, y en cualquier caso, un director de escena da su visión de la obra, luego, como dije, el espectador valora hasta qué punto está de acuerdo con ella. En cuanto a Schneider-Siemssen, le repito que no veo dónde está su originalidad, lo que él hace ya lo hizo mucho antes Wieland Wagner. De acuerdo en que es un profesional competente, pero yo no veo en él un creador ni nada similar. ¿Belleza formal?... ¿esas son todas sus razones?: ese concepto es tan etéreo como el del sexo de los ángeles. No es algo absoluto, cambia para cada persona. ¿La música dodecafónica música tribal?. ¡Pero si no tienen ningún elemento común!. Evidentemente usted no tiene ni idea de lo que es la música dodecafónica ¿verdad?. Otras tendencias sí incorporan influencias tribales africanas, pero no se limitan a COPIAR esa música, sinó que incorporan elementos propios de ella, que no habían sido usados antes en occidente, para, junto con algunos elementos occidentales, hacer cosas NUEVAS y DIFERENTES, tanto de la música tribal como de la occidental. Que me diga que el minimalismo tiene que ver con la música tribal todavía, pero el dodecafonismo... ¡qué atrevida es la ignorancia!. Su párrafo sobre la MTV, al margen de que reitero que mi intención no es ofenderle con mi afirmación, sólo logra reafirmarme en lo dicho. En efecto, la música de la MTV es profundamente conservadora, ya le he explicado por qué. No creo que el adjetivo "degenerada" sea adecuado, pues básicamente sigue los parámetros de los villancicos medievales, "degenerado" es algo que ha ido a peor, "sin cambios sustanciales desde hace 700 años" sería aquí más apropiado. ¿Por qué su actitud me parece una simple pose, sin auténtica profundidad?: pues porque, usted dice que los clásicos son "lo bueno" y la MTV es una bazofia, pero (igual me equivoco) intuyo que es incapaz de darme una auténtica razón objetiva de por qué Mozart y cía. deben situarse en un estrato diferente al de la MTV. Me curo en salud diciendo que a mí también me gusta la obra de esos compositores que cita y no la MTV. Pero yo sí se por qué, ahora me queda saber si lo sabe usted. Sobre la frase de Schopenhauer, con él no puedo discutir porque está muerto, así que tendré que discutir con usted que es quien le cita. Si uno cita a alguien tendrá que saber por qué lo hace, y si ese alguien tenía visos de tener razón en lo que decía, y por qué lo decía. En cuanto a la música de operación triunfo, al igual que la de la MTV no requiere esfuerzo alguno porque es, sencillota, e igual de conservadora, de nueva no tiene nada... es más, es que básicamente es igual que la de la MTV. En efecto, hay menos jóvenes a los que les guste la música romántica que tampoco es ya precisamente nueva, pero aun así lo es bastante mas que los contraejemplos que usted cita. Un saludo. |
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Estimados Sigfrido y Hans P.: Estoy siguiendo vuestro ?duelo? dialéctico con sumo interés y atención. Quisiera añadir algunos comentarios: Sigfrido, no es sólo P.Chéreau quien da una interpretación marxista al Anillo, tanto este como Kupfer lo hacen. Al menos esto es lo que dice Mayo en su artículo ?Recuperar a Wagner? (ver Archivo R. Wagner): ?Asimismo es pernicioso ver en todo marxista a un "enemigo". Ciertamente los Patrice Chéreau, Götz Friedrich y Harry Kupfer han escenificado, o escenifican, a Wagner con esta postulación y con el aplauso, por ejemplo, de Hans Meyer.? Yo no critico esta interpretación, sino que pienso que es una de sus posibles lecturas. Ya lo dijo el socialista Shaw: ?La Tetralogía de Wagner es el Manifiesto Comunista de la Música?. No se trata, pues, de ninguna novedad. Por tanto, pienso que el forero Hans P. tiene razón al establecer cierto paralelismo entre ambos. Es más, yo diría que la concepción de Kupfer es consecuencia de la de Chéreau. Sin la del francés, no tendríamos la del alemán. En ambos casos estamos ante interpretaciones que no son sino el reflejo del pensamiento ideológico de izquierda propio del momento. Me explico. Chéreau refleja el concepto de lucha de clases que aún sostenía la izquierda en los años setenta. Kupfer pasa del rojo al verde y da su pincelada ecologista propia del izquierdismo actual. Por otra parte, Sigfrido, reiteras: ?Ya veo que mi comparación director de escena - director de orquesta no le parece sólida ni válida, lo que no veo claro es por qué. Yo ya le he dado argumentos... si no son sólidos ¿por qué nadie logra rebatirlos??. Tanto Hans como yo y otros hemos dado nuestra opinión al respecto. Tu pregunta final tiene un cierto grado de prepotencia. Te eriges en juez y parte. ¿Quién dice que nadie haya logrado rebatirlos sino tú mismo? De todos modos, yo no pretendo rebatir nada. Cada uno tiene su punto de vista. Personalmente coincido contigo en algunos aspectos (valoración positiva de Kupfer, aunque con matices) y con Hans P. en otros (importancia de respetar las indicaciones escenográficas del autor, aunque sin dogmatismo). En otros, disiento. Pienso que hay que respetar tanto la partitura como las indicaciones escenográficas, y en Wagner, aún más. En ambos casos hay un margen de creatividad que hacen que una interpretación -musical o escénica- sea diferente de otra. Esto no significa que -a mi modo de ver- sea lícito desvirtuar una u otra. Podrán haber cientos o miles de lecturas de la Cabalgata, que para mí serán admisibles siempre que ?suenen? a Wagner. Si vamos más allá y alteramos la música, lo que hacemos son ?adaptaciones? o ?arreglos?, como hacía Waldo de los Ríos o Cobos (me refiero al ?guaperas?que salía por la tele, no al excelente director clásico). No hace mucho se han hecho ?mixturas? Wagner pasado por música cubana (en la portada aparecía el Maestro con la boina del Che). Esto no es Wagner, sino algo diferente. Para unos es una manera de acercar a W. a nuevos públicos, y para otros, una aberración. En lo escenográfico, pienso que pasa lo mismo. Hay un límite en el que la interpretación y la innovación están reñidos con la fidelidad al artista y a su obra. Este fenómeno no sólo pasa en ópera, sino también en teatro. Posiblemente, Shakespeare (tan admirado por Wagner) sea tan manipulado y víctima de las ?moderneces? como el músico. Cada vez es más difícil ver una escenografía o puesta en escena, tanto en teatro como en cine, respetuosa con el genial inglés. No hace mucho pasaron por la tele un ?Romeo y Julieta? protagonizado por Leonardo Di Carpio ambientado en el medio oeste americano actual. ¡Qué ridículo quedaba escuchar diálogos de los tiempos de Cervantes entre sombreros tejanos y coches! Tanto como gibichungos vestidos con traje chaqueta, gafas de sol y lanza. Sinceramente, no creo que esto sea lo mismo que ejecutar una partitura con unos tempi más o menos rápidos. Si ir más lejos, el Pársifal interpretado por Boulez este año en Bayreuth ha tenido en lo musical el sello de su director: transparencia y rapidez, muy diferente al de Kna, pero ambos válidos y respetuosos con Wagner. Ahora bien, ¿qué ha pasado con la escenografía? Sencillamente que Christoph Schlingensief le ha quitado cualquier atisbo de trascendencia a la obra, que es lo que pretendía Wagner. Por las fotos que hemos podido ver y las informaciones que no han llegado ha sido una auténtica porquería, una ofensa para los amantes de la obra de Wagner. El público no es idiota ni ignorante, y el que acude a Bayreuth en peregrinación quasi religiosa, menos. Nadie negará que ?algo entiende? de W. quien acude al Festival. Boulez fue aplaudido y vitoreado. El destructor de la obra en su aspecto plástico, el ?moderno? Christoph Schlingensief, fue silbado, pitado y abucheado como se merecía. Lo de este señor no es libertad artística, ni abstracción, ni concepto personal, ni nada parecido. Es provocar para llamar la atención, para hacerse ?famoso?al precio que sea, incluso con el rechazo total y frontal del público. Ya veréis como alguna institución pública con dinero de los contribuyentes lo llama para hacer otra marranada semejante. Esto le da carta de intelectual ?progre? y ?moderno? al mandamás que lo contrate, como se viene haciendo con el también impresentable Bieito (el de las meadas y cagadas). ¡Qué pena! Cuando se habla de ?originalidad? o de ?innovación? en arte hay que recordar que estamos en un momento de crisis a todos los niveles. Se ha producido un divorcio entre el artista y el público. Tanto la música como las artes plásticas contemporáneas no interesan al público al que presuntamente van destinados. Pienso que este afán de innovar por innovar, de ser original a ultranza, es en grado sumo responsables de la situación. Ya hace años que las vanguardias están sin rumbo y no saben como salir de su atolladero. Por cierto, que una escenografía o una puesta en escena pueden ser originales, ágiles y modernas respetando al autor. Ejemplo: ?El perro del hortelano?, película de Pilar Miró, con respeto literal al texto de Lope de Vega y ambientación y vestuario correspondiente a la época. Una película excelente. No quiero ni pensar lo que haría Schlingensief con la obra de Lope. Un cordial saludo wagneriano a ambos. Rex. |
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Parto ahora mismo (en 5 minutos) de viaje, pero le he leído y te emplazo a continuar el debate a mi vuelta, brevemente adelanto algunas cosas: -Me habeis dado opiniones sobre mi ejemplo, pero, hasta ahora, sólo eso, opiniones, no argumentos (al menos a mi entender). -La interpretación tiene unos límites, desde luego, pero yo creo que no es tan sencillo situarlos. El parámetro "fidelidad a la partitura" vale más para unos compositores que para otros, por ejemplo. Con los románticos vale bastante menos que con los contemporáneos, concretamente. También habría que ver que se entiende por "fidelidad a la partitura". -Admito lo de Kupfer y Chéreau. La interpretación de Kupfer es menos propiamente "marxista", pero desde el punto de vista que das, puede considerarse "de izquierdas". -Schlingensief: no puedo valorar una producción sin haberla visto, pero las fotos tampoco me gustan. Lo dicho, a la vuelta mas. |
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Estimado Sigfrido: Que tengas buen viaje y te lo pases muy bien. Hasta la vuelta. rex. |
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Estimados amigos: Sobre el genial símil de la dirección orquestal y las escenografías, le responderé con una sencilla fórmula: "no se pueden sumar peras con manzanas" (ley matemática popular). Es decir, no hay nada que rebatir porque no hay nada que le haga creer a nadie que es equivalente la dirección musical de Kna o Wagner con las escenografías de Kupfer o Chereau. La abstracción no se pierde poniéndole nada a Wotan, la abstracción es una capacidad de la mente humana, y vistiendo a Wotan como a un rico del siglo XIX no se explota nada, se hace una estupidez simplemente. No necesita ser explotado en nada, pues cualquiera de esas ideas ya está implícita en la obra (en caso de tener algo de correcta, pues encima hay que aguantar interpretaciones forzadas y estúpidas), y la abstracción consiste en tener la capacidad para considerar separadamente aspectos de la realidad, sin necesidad que te lo muestren directamente, y encima en una interpretación vulgar y carente de creatividad. Un anacronismo no "encaja" en ningún sitio, el anacronismo es un fallo, una incoherencia, igual que si un cantante se olvida del texto y canta con la letra que le dé la gana. Busque la palabra en el diccionario. Lo de "Tannhauser es un macarra medieval" etc... es una visión personal suya y de quién sea, pero nadie tiene por qué tragársela cuando Wagner no habló jamás de que Tannhauser fuese un "macarra medieval" y los peregrinos emigrantes; puede estar bien para que lo piense usted o quien quiera, pero personalmente. Es lo que tiene Wagner, que dá que pensar, aunque no piensa por nosotros, como está visto, pues tiene narices que la reflexión más "profunda" de alguien sobre Tannhauser sea que es un "macarra medieval". Si usted admira tanto a Chereau y él ya hizo el Rienzi "político actual", puede admirarme a mí también a partir de ahora, pues sin tener noticias de eso he tenido su misma idea. Sí que he sido bastante "innovador" y "creativo", así que una de dos: o soy un "genio" como Chereau, o el personaje este es bastante previsible, además de vulgar. Como no tengo tanta autoestima como usted, yo creo que es más bien lo segundo... Supongo que usted se refiere a que Kupfer quiere hacernos ver que Wagner sí es válido para nuestro tiempo, pero gracias a sus "maravillosos" retoques, ¿no? Lo mismo debe de pensar usted, pero yo juraría que Wagner, siendo el mayor genio artístico de la historia, dudo que necesite ni lo más mínimo de Kupfer o de cualquier listillo de turno; de hecho Wagner será siempre recordado y Kupfer es un marginado infantiloide, que tiene que hacer excentricidades para llamar la atención. En Wagner, ya que usted sabe muy bien por qué le gusta y yo no, lo importante es el drama, y mientras que una interpretación muy personal de un director de orquesta no cambiará el contenido y la esencia de la obra, una manipulación (no tiene otro nombre) de un escenógrafo, sí la cambia, pues usted mismo ha reconocido que tal o cual director da una "visión marxista", es decir, un cambio ideológico estúpido y además innecesario, pues Wagner está a años luz de esas teorías materialistas y trasnochadas. Sin entrar en las descalificaciones, que solo demuestran impotencia, le diré que parece que usted es aquí el que viste un "ropaje culto" sin entender lo que Wagner significa. No sé si sabrá que una ética siempre implica un estética, será por eso que a usted le falla la cosa de raíz, pues no es capaz de profundizar en el gran idealismo del Maestro. Le citaré una frase que viene bien para este nuevo tipo de snobs de los teatros, del propio Wagner, para que no haya dudas: "La gente que más me gusta es la que ni si quiera sabe que escribimos música en pentagrama". Esto le decía Wagner en una carta al músico Hermann Ritter, y esta era su profunda convicción, de ahí que soñase con un teatro lleno de gente humilde, trabajadores y personas normales del pueblo, siendo elevadas por la grandiosidad y profundidad de su arte, cosa que sólo se ha logrado en los años 40. Y es que Wagner, a pesar de los "intelectuales" de turno, hacía un arte popular, un arte que es capaz de llegar a todo el mundo pero sin rebajarse para ello, como la música actual, sino que eleva al que lo SIENTE. Y de nuevo habría que citar aquí lo del "ropaje culto" que dice usted, pues si sabe o entiende lo más mínimo de lo que es el Romanticismo, sabrá que en contraposición a la concepción ilustrada del arte, la naturaleza etc, el romanticismo exaltaba la vía del sentimiento por encima de la razón, cosa que usted no entenderá, con lo que está bastante alejado de cualquier tipo de arte romántico radicalmente. Evidentemente, mis conocimientos musicales no son muy allá, porque no me dedico a estudiar eso, pero sin embargo creo que entiendo bastante bien lo que significa el DRAMA WAGNERIANO o la OBRA DE ARTE TOTAL, cosa suficiente para tener una opinión valiosa a cerca de ciertas escenografías estúpidas, que es de lo que hablamos aquí. De hecho creo que su visión de la obra de Wagner es bastante reduccionista, a parte de pseudointelectualista. Los intentos por justificar estúpidas representaciones, que contradicen lo que dice el autor, y con este argumento ya tiene que bastar, están fuera de lugar, pero a los prepotentes escenógrafos no les basta ese argumento, pues con eso se les acaba el negocio. Estoy totalmente de acuerdo con Rex, y tienes mucha razón sobre Shakespeare, pues hacen lo mismo que con Wagner, ya que he intentado asistir a 2 o 3 representaciones hace poco tiempo, y en todas me he encontrado cosas incoherentes y de gente desquiciada. Ya que no pueden hundir del todo a los grandes artístas, los degradan al nivel moral y estético actual, falto de creatividad totalmente. Yo no me opongo a escenografías "modernas", pero es que este concepto es usado arbitrariamente por gente incapacitada y excéntrica, y que al no tener argumentos para defender sus memeces tienen que abogar a la sacrosanta "modernidad" (en realidad es postmodernidad, pero es es lo de menos) para rápidamente acusar de "reaccionarios", "ultraconservadores", etc, a todos los que se le opongan, y erigiéndose asi como "progres" y por encima de todo lo "antiguo". Rex lo ha dicho bastante bien también. Por ahora nada más. Saludos. |
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Estimado Hans P.: Ambos estamos de acuerdo en que la mejor escenografía wagneriana es la que el Maestro ideó, lo que por otra parte concuerda con el principio de obra de arte total por él formulado. Con los avances técnicos actuales es precisamente ahora cuando mejor se podrían llevar a la práctica los montajes que de la lectura de las acotaciones de los libretos y otras indicaciones escenográficas del autor se deducen. En la época de Wagner esto era más bien imposible en numerosos casos debido a las dificultades técnicas que entrañaba. Por ello pienso que una escenografía puede ser moderna y al mismo tiempo respetuosa con las indicaciones de W. No se trata de clonar escenografías arcaicas, sino de modernizarlas ajustándose a la voluntad del autor. Esto concuerda con las palabras de Cósima: ?Aquí no hay nada que inventar; sólo resta reproducir con fidelidad y cada vez mejores medios técnicos?. Esta frase pienso que es muy acertada, ya que por una parte defiende la necesidad de respeto a la obra y, por otra, abre la puerta a la modernidad escénica siempre que sea fiel a las indicaciones de Wagner. Por ello, yo soy tan crítico como tú acerca de los excesos escenográficos ?modernos?, puesto que pervierten la obra. Aunque en el caso de Kupfer no estoy tan de acuerdo contigo. Es cierto que muy a menudo desvirtúa, pero en otros no. Repito los ejemplos positivos de la escena de las Nornas o del diálogo de Wotan con Erda, que me parecen muy estéticos y ajustados al drama. El hecho de utilizar neones o escenarios móviles encaja con lo dicho por Cósima (?cada vez mejores medios técnicos?). En estos casos pienso que Kupfer sí que ?reproduce con fidelidad?, ya que no ?inventa? nada. (En otros muchos sí que lo censuro, cuando se saca cosas de la manga ?el vestido blanco de novia de Gutrune ? por ejemplo o cuando sustituye el bello bosque germánico por una especie de chatarrería industrial. En cuanto a cuestiones no escenográficas quisiera hacerte algunas observaciones. Defiendo un Wagner para todos, con independencia de credos o ideologías. Las lecturas e interpretaciones de Wagner son múltiples ?como las de todos los grandes artistas? Shakespeare, Cervantes, Tolstoi , Beethoven... Por ello, el Maestro ha sido admirado por personas de cualquier religión o pensamiento político. Ateos, católicos, protestantes, judios, nazis, liberales, marxistas, etc. Wagner no pertenece a ningún grupo en concreto, ni siquiera a los alemanes en exclusiva, es patrimonio de la Humanidad, como la Mezquita de Córdoba o el Partenón. Con esto no quiero decir que esté justificado representar su obra deformándola según el prisma que le interese a cada cual. Cuando dices: ?de ahí que soñase con un teatro lleno de gente humilde, trabajadores y personas normales del pueblo, siendo elevadas por la grandiosidad y profundidad de su arte, cosa que sólo se ha logrado en los años 40?, comparto contigo el principio de la frase, pero el final ?que habrías de matizar ? es otro cantar. ?SÓLO SE HA LOGRADO EN LOS AÑOS 40?. ¿Dónde? Espero que no te refieras a la Alemania nazi, ya que si por una parte criticas las interpretaciones marxistas (?cambio ideológico estúpido y además innecesario, pues Wagner está a años luz de esas teorías materialistas y trasnochadas?) también deberías hacer lo propio con las manipulaciones que de Wagner y su obra hizo el nacionalsocialismo, que es el peor sambenito que le ha caído al pobre Richard y que ha causado su rechazo a mucha gente mal informada. Por cierto, los Festivales de Bayreuth se convirtieron en esta época en actos de exaltación fanática nazi donde acudían los jerarcas responsables de uno de los más graves, si no el mayor, genocidio de ha conocido la historia de la Humanidad. No sé cúantos ?trabajadores y gente humilde? acudirían a estos actos de manipulación del espíritu wagneriano (el exterminio de inocentes no tiene nada que ver con la compasión parsifaliana), lo que sí que me consta es que acudían a tropel soldados de un ejército que no se caracterizó por compartir los ideales wagnerianos de fraternidad, justicia, redención, piedad y amor). Precisamente en los años 40, y en los 30, se hizo mucho mal a Wagner y su obra, identificándola con una doctrina que avergüenza a la tradición cultural y filosófica alemana. Si los norteamericanos bombardearon Bayreuth fue porque había sido convertido en un símbolo del nazismo. Afortunadamente, no quiso Wotan que el templo sagrado de los wagnerianos fuera destruido, aunque sufrió daños. Un saludo wagneriano. Rex. Wagner para todos. |
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Hola Rex, ya de vuelta, el viaje estuvo bien. Bueno, al tema: El tema de la comparación director de orquesta / director de escena. No habeis logrado rebatirmelos, es mas, en tu caso yo creo que ni siquiera tratas de rebatirlos propiamente, es evidente que estás de acuerdo conmigo en este punto, ya que a los directores de escena les reconoces como intérpretes, cosa que evidentemente también son los de orquesta. En lo que evidentemente no coincidimos es en dónde están los márgenes de interpretación. Al igual que yo considero que en lo musical (al menos en lo que a la época de Wagner respecta) yo lo pondría en respetar formal, armónico y en la mayor parte de los casos de proporciones rítmicas (siendo más variable, dentro de unos márgenes, el tema dinámico, agógico y de fraseos) en lo escénico estaría el respetar el sentido general de la historia, pudiendo ser alterables las acotaciones, y dando un márgen más amplio al desarrollo de ciertos elementos simbólicos, temporales y de enfoque de esta historia. Puedo entender que donde para mí está el límite puede no ser donde está para otro, es una cuestión debatible. También entiendo que para eso está el juicio personal de cada uno a la hora de asistir a una producción, así que no veo por qué limitar a priori la libertad del artista. Ellos trabajan, pero para eso tu no estás obligado a que te guste lo que hacen. Así habrá directores de orquesta y escena que te gusten mas y otros que menos. Del disco de "Parsifal goes La Habana" yo mencionaría que a mí me parece una cosa positiva. No es Wagner, de acuerdo, pero es que no lo pretende. Es música cubana hecha con temas de Wagner, y desde ese punto de vista el resultado es (al menos para mí) satisfactorio. La película de "Romeo y Julieta" no la he visto, las críticas que he leído no la ponen muy bien, pero no entiendo por qué una cosa así bien hecha no va a ser válida, el hecho de que te resulte ridículo el escuchar versos de Shakespeare en personajes con indumentaria actual no deja de ser una opinión personal, no necesariamente extensiva a todo. Respecto a Schigenslief y Bayreuth: ni tu (creo) ni yo hemos visto la producción, por eso me parece aventurado juzgarla. Admito que las fotos no me gustan. El veredicto del público de Bayreuth, por más que digas, no me parece un parámetro definitivo. Por poner el caso, también hubo escándalo con Chéreau, y antes con Wieland Wagner (su primer Parsifal, sus primeros Maestros), y el tiempo ha demostrado que realmente no había razón para tal escándalo. En la valoración que haces de las vanguardias, tampoco estoy de acuerdo. Si vamos a valorar el arte por lo mayoritario que sea su público, entonces el mismo Wagner no saldría muy bien parado (además eso de que la música contemporánea no tiene público no lo tengo yo tan claro, pásate por Foroclásico y verás como tiene más seguidores de lo que crees). Lo del afán de "innovar por innovar"... el propio Boulez habla de las soluciones sintácticas que buscó (en su época más vanguardistas) para su lenguaje musical como producto de una necesidad estética y no al revés. Tampoco creo que las vanguardias estén sin rumbo, lo que pasa es que hay más caminos abiertos y más diversidad que nunca en la música culta. Hoy te puedes encontrar desde compositores que componen a lo Bruckner hasta compositores que te hacen auténticas "marcianadas" (por entendernos), pasando por los que incorporan elementos de otras culturas, etc. y todo tiene sus valores. Es cuestión de explorarlo. Un saludo. |
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¿Genial símil?... Hombre, no es para tanto... va a hacer que me ruborice. Realmente es una cosa muy evidente (director de escena/director de orquesta, el acto de la interpretación que se genera ante la evidente necesidad de recrear la obra tanto en el plano escénico como musical en cada representación... las identidades son muchas). Otra cosa es que usted no quiera verlo, porque se le caen todas "sus" "teorías" y le resulte más fácil escurrir el bulto diciendo que es sumar peras con manzanas y bla, bla, bla. Una vez más sigo esperando que me lo rebata argumentadamente: en vano. Usted descalifica el vestir a Wotan del siglo XIX llamándolo "estupidez". Después es incapaz de demostrar por qué es una estupidez. La abstracción igual que permite considerar aspectos de la realidad de manera separada, permite asociar aquellos que aparentemente diferentes, pueden adquirir una identidad común en un cierto contexto. Esto abre múltiples posibilidades, tantas como representaciones haya. Que usted lo considera "vulgar" y "carente de creatividad"... es su juicio estético que no comparto, pero nada mas. Eso (el que a usted no le gusten) no quita legitimidad a tales asociaciones. No estoy de acuerdo en que un anacronismo sea un fallo, eso sigue siendo su visión, en mi opinión muy estrecha y limitada. Depende del contexto y de como se lleve a cabo. Un anacronismo puede ser un recurso expresivo para resaltar un aspecto de un drama, o para llamar la atención del espectador sobre algo. Lo de que Tannhäuser puede ser considerado un "macarra medieval" claro que es una visión personal mía. Si algún día yo monto Tannhäuser y a usted no le gusta esa visión no tiene por qué tragársela: vaya a ver otra función, se tragará otra visión personal que le guste mas y en paz. Yo desde luego sí estoy interesado en que los intérpretes nos muestren su visión de la obra en lugar de callársela, eso aporta diferentes perspectivas e ideas, lo cual enriquece al espectador (entre muchas ideas personales diferentes puestas al descubierto hay mas probabilidades de encontrar alguna interesante que si nos quedamos con una). En efecto, Wagner hace pensar y no piensa por nosotros, esa es una de las tres cosas sensatas que usted ha dicho en su mensaje, ya le descubriré las otras dos. El poner a un personaje wagneriano como político actual fue una cosa en su día (1976) innovadora, hoy ya no, eso no quiere decir que no se pueda hacer, pero no tiene ya el mérito de la originalidad. Es como lo del huevo de Colón, una vez que alguien lo ha hecho, cualquiera puede imitarlo, mas o menos bien, hasta usted si se pone, la cosa es que a uno se le ocurrió por primera vez. Evidentemente usted sigue sin saber por qué Wagner es superior a David Bisbal (por eso elude mi pregunta, cuando yo le reto a que me lo diga, de forma explícita). Esto me reafirma en que usted se viste con un "ropaje culto" que se queda en eso, en ropaje (parece que con esta frase metí el dedo en la llaga). Veo que tampoco tiene muy claro (bueno, sí lo tiene claro, pero yerra) que es y que no es importante en Wagner. Dice que sus conocimientos musicales no son muy allá, segunda cosa sensata, a juzgar por el papel que otorga a los músicos: si usted ha escuchado mas de dos versiones del Anillo debería saber que el sentido de la obra sí depende, y mucho de la interpretación musical. Después salta con que lo importante en Wagner es el drama y apela a la obra de arte total. ¿En qué quedamos?: si lo importante en Wagner es la obra de arte total, lo importante es el todo, teatro + música, ambos a la misma altura. El hecho de que usted desprecie la parte musical me parece bastante significativo, y jocoso, viendo que me acusa de reduccionista cuando es usted quien lo es. Luego dice que las descalificaciones sólo demuestran importencia, de acuerdo, tercera y última cosa sensata: "pues encima hay que aguantar interpretaciones forzadas y estúpidas" "cosa suficiente para tener una opinión valiosa a cerca de ciertas escenografías estúpidas" "Yo no me opongo a escenografías "modernas", pero es que este concepto es usado arbitrariamente por gente incapacitada y excéntrica" Descalificaciones, que sirven como ejemplo de su impotencia, sin haber querido meter las que suelta contra mí. Siguiendo con el tema: Evidentemente el Anillo de Chéreau parte de una concepción marxista, pero uno puede verlo sin ser marxista, es mas, sin saber lo que es el marxismo, y la cosa funciona igual, porque las actitudes de los personajes, la caracterización de los coherentes, etc, es coherente. Yo personalmente (aunque esto no sea relevante para nuestro debate) no simpatizo demasiado con el marxismo, pero sí con la interpretación que Chéreau hace del Anillo. La frase de Wagner: supongo que con eso Wagner quería decir que para apreciar su arte no hace falta ser entendido en música, sólo tener buena voluntad hacia dicho arte. Hay que situarla en su contexto histórico porque probablemente viniese motivada por las reacciones a veces adversas que la música de Wagner despertó en ciertos sectores del mundillo musical de su tiempo (cosa inevitable para ún creador tan genial, que a nadie deja indiferente). Con todo no creo que haya que darla la vuelta y decir que los músicos no pueden entender a Wagner (ya solo en su tiempo quedarían fuera Bruckner y Liszt, por no hablar de los del siglo XX que mostraron un interés por Wagner casi unánime), o que para entender a Wagner hay que ser un cateto integral, que es lo que viene usted a decir. Veo que usted sigue estando muy seguro de tener la clave única de la "ética e idealismo del Maestro", lo cual si fuese película no se si sería una de risa o una de terror. Citando a otro gran creador, en cierta medida wagneriano, aunque eso no venga al caso: "me gustan aquellos que buscan la verdad, pero no soporto a los que creen haberla encontrado". Aparte de eso, la Alemania de los años 40 me parece cualquier cosa menos un ejemplo ético y estético a seguir. En cuanto a lo de que la música (supongo que popular) actual "rebaja" y Wagner "eleva" eso es nuevamente su visión subjetiva, no un argumento de por qué Wagner es superior a ésta. Nuevo fallo. Si quiere, le doy oportunidad de que vuelva a intentarlo. El Romanticismo, lo que fue, creo que lo entiendo de sobra. El Romanticismo fue un movimiento cultural decimonónico muy importante, como otros que ha habido antes y despues. Lo importante del Romanticismo, como de cualquier otro movimiento, no es tanto lo que pretendía en su tiempo, es lo que nos ha legado. En cuanto a las puestas en escena que contradicen el sentido global de la obra, a mi tampoco me convencen, pero no es ni mucho menos el caso de la mayor parte del panorama actual. A dormir. |
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"No estoy de acuerdo en que un anacronismo sea un fallo, eso sigue siendo su visión, en mi opinión muy estrecha y limitada. Depende del contexto y de como se lleve a cabo. Un anacronismo puede ser un recurso expresivo para resaltar un aspecto de un drama, o para llamar la atención del espectador sobre algo." Disculpe la incursión, pero no es únicamente la visión de este señor,tb la del Diccionario de la Real Academia Española debe de ser muy estrecha y limitada, desgraciadamente es la normativa: anacronismo. (Del gr. ἀναχρονισμός). 1. m. Error que consiste en suponer acaecido un hecho antes o después del tiempo en que sucedió, y, por ext., incongruencia que resulta de presentar algo como propio de una época a la que no corresponde. 2. m. Persona o cosa anacrónicas Saludos |
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No se trata de escurrir ningún bulto, se trata de algo también bastante evidente: hay una dirección musical y otra escénica, muy bien, las dos llevan la palabra "dirección", pero es usted el que tiene que demostrar su teoría de que la escenografía de Kupfer es equivalente a la dirección de orquesta de Kna o cualquier otro. Rex se lo ha dicho ya claramente, usted se erige en juez y parte, así que nada más que discutir. Eso sí, el bulto lo escurre bien usted en muchos otros temas: por ejemplo, Fátima le ha recordado una cosilla interesante, que le agradezco, pues además yo también lo miré antes en el diccionario para asegurarme totalmente del significado concreto de la palabra. Yo siempre doy "opiniones subjetivas" y usted dicta dogmas, eso está visto, pero lo que dije de los anacronismos, ¿era una visión subjetiva mía? Lo mismo le diría de mi visión "subjetiva" sobre la abstracción: ¿ha probado a leer en algún libro de filosofía lo que significa la abstracción? Con decir que lo que le contradiga es "subjetivo" lo arregla todo. Igualmente, yo apenas sé nada de música, pero tengo un mínimo de humildad para decir que no sé de algo, cosa que usted no, ya que habla de cualquier cosa aunque sea para decir incoherencias. Aún así, en esta conversación creo que hemos reflejado tantos conocimientos musicales tanto usted como yo. Sí que hablo de la "ética" y el "idealismo" de Wagner, porque eso en realidad es lo esencial, y si usted no entiende esto deje lo demás, pues le repito algo que no entenderá, y es que toda ética conlleva una estética, y si no se entiende la primera los resultados (como está a la vista en muchos casos) son desastrosos. Igualmente, esa moda "progre" de criticar a los artistas y tacharlos de cualquier cosa, pero aprovecharse de sus obras, es bastante absurda, pues el creador siempre está reflejado en su creación. No hace falta ni que se ría, ni que se eche a temblar, pues por mucha propaganda que haya tragado su cerebro, defender a Wagner como persona además de como artista es lo más normal. Aunque yo no sepa música, supongo que sé diferenciar bastante bien a Wagner de Bisbal, cosa que no debe suceder en alguien que necesita disfrazar a Tannhauser precisamente como Bisbal para disfrutar de esta obra... Yo tampoco sé muy bien que es lo que no le gusta de Bisbal, pues su estética se acerca mucho más a la suya que el Romanticismo alemán. De hecho muchas escenografías de Kupfer llenas de hierros se parecen mucho más a un escenario de música rock que a cualquier pintura romántica. Creo que yo no le he insultado a usted; si algunas escenografías o ideas de algunos directores de orquesta me parecen estúpidas, eso es otra cosa diferente. El "ropaje culto" queda demostrado que es cosa suya, pues a mí Wagner me parece popular, lo repito las veces que sea, mientras que para usted, decir esto es equivalente a: "para entender a Wagner hay que ser un cateto integral, que es lo que viene usted a decir." Debe ser que todo el que no estudie música ya es un "cateto integral"... Eso sí, usted busca rápidamente explicaciones retorcidas del significado oculto de la frase de Wagner que le cité, aunque yo creo que es bastante sencilla. Aún así, yo creo que hay más conocimiento musical en la teoría estética de la música que tenía Schopenhauer, por poner un ejemplo, que en decirme que las canciones de pop actual tienen la estructura de un villancico medieval: ¿eso que demuestra? Más bien nada, pues la espiritualidad del arte medieval está en las antípodas de cualquier canción de pop actual. Uno puede saber teoría y armonía musical, pero nunca podrá explicar racionalmente la música como si se tratase de un teorema matemático; ya puede uno escribir 20 tomos de teoría sobre el acorde de Tristán, que si tiene una sensibilidad nula para el arte en sus ratos libres preferirá escuchar Bisbal que Wagner. En fin, que me parece muy interesante su "reto", pero si pretende que le dé explicaciones musicales ya le he dicho que no sé música, de todas formas estaría bien una clase magistral suya, pues yo no sé si tengo la "clave" para entender a Wagner, pero usted es el que dice continuamente que yo no sé por qué me gusta y usted si lo sabe muy bien. El comentario sobre el Romanticismo muy completo también, espero que no sean así las explicaciones musicales... Sobre mi "polémico" comentario, no hablaba de la Alemania de los años 40, ni de nazis, ni de crímenes, ni de política o historia en resumidas cuentas, sólo quería decir que la única vez que Bayreuth se ha llenado con obreros, trabajadores de fábricas y soldados heridos (gente humilde mayoritariamente por tanto), ha sido en los años 40. No creo que vaya mucho más allá el comentario, es un hecho, puesto que Winifred quiso que se cerrase el teatro durante la guerra, como pasó en la primera, pues pensaba que nadie querría ir, asi que Hitler le dijo que no lo hiciese porque se podría llenar el teatro con esta gente y así aprovechar para acercar el arte a estos sectores que habitualmente no han tenido acceso a él. Esto no era una cosa rara, puesto que la organización KDF ("Fuerza por la alegría") ya venía realizando conciertos en fábricas y en otros lugares para los obreros. Nada más por hoy. Saludos. |
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No tiene que disculparse por la incursión, esta es una conversación abierta. Si se fija en la definición del diccionario, en el sentido que nos ocupa, más que de error se habla de incongruencia. Las incongruencias, de este y de otro tipo, son utilizadas en el arte como medio expresivo de manera bastante frecuente. En cualquier caso las definiciones no son cosas inmutables y han de servir a los conceptos, y no al revés. Saludos. |
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Mire, la evidente equivalencia entre la dirección musical y escénica se la he argumentado en cada mensaje, si no encuentro ningún argumento que apoye la tesis contraria (no en los mensajes de Rex, que finalmente manifiesta diferir conmigo sólo en el matiz y no en lo fundamental, y desde luego no en los suyos, bastante endebles en este punto) no es que me erija en juez y parte. Y sí, usted escurre el bulto, ahora diciendo que no hay nada más que discutir. Tal vez porque usted no es capaz de discutirlo. En cuanto a la abstracción tampoco ha logrado argumentar nada que me contradiga, aunque ahora, como no puede atacar lo que digo me ataca a mí (procedimientos de esos también eran muy utilizados en la Alemania de principios de los 40: a falta de argumentos, ataquemos a la persona que nos lleva la contraria). En esta conversación yo no he dicho que sepa ni que deje de saber música, usted por contra se ha reconocido autosatisfecho de su ignorancia en ese campo. La ética y el idealismo de Wagner: usted se considera poco menos que en la posesión de la llave que da acceso a esto. Es como ese texto lamentable y alineante de H.S.Chamberlain en el que bajo el título "Ideología de Richard Wagner" Chamberlain nos muestra su propia ideología (eso sí que es aprovecharse del nombre de Richard Wagner). Resulta curioso que mientras Wagner ha sido objeto de las más variadas interpretaciones por autores de probado valor intelectual (Thomas Mann, Bernard Shaw, etc.) llegue usted y hable de la "ética y estética" de Richard Wagner en términos absolutos y exhorte a quien no esté de acuerdo con la visión que usted presenta de ello a que se dedique a otra cosa. Y luego va de humilde. Lo que hay que ver. No se si yo habré demostrado tener algún conocimiento musical en esta conversación, pero lo que está claro es que usted ha demostrado su más completa ignorancia: -Los villancicos medievales no tienen ningún contenido espiritual, todo lo contrario: los temas principales que tratan son temas cotidianos (como la música popular actual) y el amor sexual (como la música popular actual). -Bisbal no hace rock, cosa que usted demuestra no saber lo que es. Usted sigue eludiendo mi pregunta, para responderla no hace falta ningún conocimiento musical, ya se lo anticipo, sólo un poco de sensibilidad, oído y lógica: ¿por qué son los autores clásicos mejores que la música pop actual?. Bueno, ahora me tengo que ir, le rebatiré dentro de unas horas el resto del mensaje. |
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Lástima que aquello de "mantenella y no enmendalla"no sea deporte olímpico, mejor nos estaría yendo. Saludos. |
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Siguiendo: Pues como íbamos diciendo, el que usted se crea en posesión del significado de las obras de Wagner (lo que usted llama la ética wagneriana) no quiere decir que realmente entienda mas que los demás, ni siquiera quiere decir que entienda algo, así que no sea tan presuntuoso. Volviendo al tema que usted es incapaz de responderme, la pregunta quedó abierta en el otro mensaje, así que sobre eso no voy a volver en este, pero matizo dos aspectos, para cerrar dos vías por las que usted trata de escurrir nuevamente el bulto: -Yo no he dicho que me guste escuchar a Bisbal, ni en mis ratos ocupados ni en los libres, en mis ratos libres (de hecho, no me gusta el estilo de música que él hace, que dicho sea de paso, no es rock). -Yo no he dicho que usted no sepa diferenciar a Bisbal de Wagner, no pongo en duda que si suena el "Liebestod" usted no dirá que lo que suena es "Bulería": lo que digo es que usted no es capaz de argumentar por qué lo primero es superior a lo segundo, como demuestra mensaje tras mensaje. En cuanto a las descalificaciones que usted hizo y que me tomé la libertad de agrupar, creo recordar que fue usted quien dijo (sabiamente) que la descalificación era una señal de impotencia. Ahí lo tiene. ¿Wagner popular?. Al menos esa era su intención, yo no se lo niego. Yo no le he dicho que para acercarse a Wagner haya que tener profundos conocimientos de nada, pero el que una persona los tenga tampoco tiene por qué ser un impedimento para eso, si cabe lo contrario: le permitirá realizar lecturas de sus obras a diferentes niveles. Lo que es ridículo es pretender que cuanto más ignorante sea uno mejor. Por supuesto que quien no tenga conocimientos de música no tiene por qué ser un "cateto integral", será a lo sumo un cateto en esta materia, con todos los respetos. Si usted considera el tratar de entender una frase de un personaje histórico dentro de su contexto (y no fuera, lo cual favorece la manipulación de la misma) "buscar explicaciones retorcidas"... pues que quiere que le diga, eso pone en entredicho cualquier fiabilidad de lo que usted argumente a continuación. En cuanto a la música: siento decepcionarle, pero sí, se puede explicar racionalmente. Se puede explicar racionalmente cómo está contruida musicalmente una obra de Wagner, por qué, e incluso por qué causa unas determinadas impresiones en un auditorio (por si no lo sabe, existe una disciplina que se estudia en los conservatorios llamada psicología de la percepción musical). En cuanto al Romanticismo no pretendí dar ninguna explicación completa del mismo. Eso sí, en su ciega adhesión a ese movimiento detecto cierta incapacidad en valorar los demás. Supongo que usted entiende toda la historia de la música culta occidental anterior al siglo XIX como la preparación de un momento glorioso, el Romanticismo como ese momento glorioso, y los movimientos posteriores a él como decadencia (sin entrar a valorar ya otras estéticas en otros momentos y lugares, o paralelas a él, en el mismo tiempo y lugar). Si lo entiende así, allá usted, pero vaya visión más estrecha, equivocada y pobre. En cuanto a su "polémico" comentario, yo no lo he encontrado tan polémico, más bien tristemente previsible. Aunque tiene gracia que usted acuse a nadie de "tragar propaganda" y luego diga lo que dice (nuevamente en posesión de la verdad absoluta, supongo). ¿Y que tal si lo planteamos al revés?: Hitler invita a sus soldados al teatro para subirles la moral, aprovechando la situación para hacer propaganda de sí mismo (ya sabe: qué bueno es, el enano bigotudo, qué bueno es, que nos lleva de excursión) y para ello se vale de Richard Wagner (es decir, lo utiliza) y de los festivales que éste había fundado con otros propósitos muy distintos de servir a los intereses de un político o un militar. Winifred por su parte no tuvo la suficiente conciencia de esto y/o integridad y/o aplomo para imitar a su marido Siegfried y cerrar Bayreuth. Seguro que ni se le había ocurrido verlo así. |
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Puesto que no es deporte olímpico habrá que decir a todos los artistas que han utilizado y utilizan incongruencias como medios expresivos (desde los artistas gráficos medievales a ciertos cineastas actuales) que tienen que atenerse a la normativa de la RAE. Una lástima, pero así es la vida. |
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"Por poner el caso, también hubo escándalo con Chéreau, y antes con Wieland Wagner (su primer Parsifal, sus primeros Maestros), y el tiempo ha demostrado que realmente no había razón para tal escándalo." A mí no me parece adecuado escandalizarse, entre otras cosas pq sirve de poco. En cuanto a lo que consigue el tiempo, cuando de modo insistente y sin dejar otra posibilidad, se somete a cualquier ser a un castigo, como es el de ver los trabajos de Chereau o Wieland, se lo denomina sometimiento. Deja a cualquiera sin posibilidad de acceder al alimento y verás qué poco tarda en comer ratas, gusanos o cualquier tipo de insectos. Lo mismo que ver el Wagner que nos presenta Chereau o Wieland. Salute |
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Vaya hombre, volvemos a la demagógica falacia del "sometimiento". Como ya he dicho, de sometimiento nada, que yo sepa no están precisamente prohibidas las puestas en escena tradicionales (cosa que seguramente ustedes sí harían con las "modernas", si pudieran) y hay teatros donde se realizan, sobre todo en EEUU (donde no sólo las hace el MET), pero también en Europa (creo recordar que también es el caso de Viena). Así mismo nadie les prohibe agruparse y financiar representaciones tradicionales: si son tantos los que las desean como ustedes dicen, les resultará hasta económico. Y finalmente, nadie le poner a usted una pistola en el pecho para que vea ningún trabajo de Wieland o Chéreau. Si lo hace es porque quiere. En cuanto a la comparación de Chéreau y Wieland con ratas, creo que ya hemos hablado sobre la correlación entre descalificaciones e impotencia. Aparte, como supondrá, otro podría hacerla a la inversa comparando con animales inmundos y prehistóricos las representaciones "tradicionales" y las "modernas" con esbeltos unicornios y cisnes refulgentes, pero esto no nos llevaría a ningún sitio, tanto su "metáfora" como esta otra son argumentalmente nulas. |
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Amén. |
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Saludos Sigfrido: Estoy de acuerdo contigo en lo expresado en los tres primeros párrafos que me diriges: ?tema director de orquesta-director escénico?. Ambos son intérpretes y deben tener libertad artística dentro del respeto al autor. Diferimos, como dices, en los límites de esa libertad. Diferimos en el hecho de que para mí LAS INDICACIONES ESCÉNICAS MERECEN EL MISMO RESPETO QUE LAS PARTITURAS. No es lo mismo utilizar unos tempi más o menos rápidos, pongamos por caso, que vestir a Siegfried de Popeye el Marino. Recuerdo que Ángel Mayo hizo referencia a esta payasada que se perpetró en el Festival de B. bajo la égida de Wolfgang W.(de quien no tenía ni remotamente el mismo concepto que de Wieland). Podrás aducir se trata de una opinión y no de una explicación. Lo que es evidente por sí mismo no necesita ser demostrado ni explicado, pero lo intentaré, anunciando que no soy ningún especialista en la materia. En la ópera en general se dan dos planos: el musical y el teatral. Ha de haber una coherencia entre la música, el texto recitado o cantado, la acción dramática, la escenografía y el vestuario. No pueden haber incongruencias entre lo que música sugiere, lo que se dice y lo que se ve, a no ser que el autor así lo quiera para buscar un efecto cómico, como sucede en las operetas de Offenbach. La obra de Wagner no entra dentro de este género. En una ópera de Händel no es admisible ? porque la desvirtúa ? que mientras suena una pieza típicamente barroca (s.XVIII) como es el aria da capo se vea una escena como esta: un héroe de la Resistencia Antifascista (s.XX) maniatado y de rodillas llama a la lucha popular mientas su verdugo, un oficial de las SS (s.XX) le apunta con una pistola a la cabeza. Esta animalada (que por cierto no me he inventado yo, sino algún escenógrafo listillo) es un anacronismo (estoy contigo en este punto, Hans P.) que no tiene ningún sentido. Se podrá objetar que existe una coherencia interna en cuanto a lo teatral y que lo que se ha hecho es ambientar la obra en una época más cercana a la nuestra para que así sea mejor comprendida por el espectador actual. Esta no era la voluntad del autor, cosa que creo que se debe respetar. La música barroca nos transporta inmediatamente a siglos pasados y, por tanto, se produce una incongruencia entre la música, la acción y el vestuario. Y no digamos si prestamos atención al texto y oímos alusiones a los dioses de la Antigüedad ?tan típico del Barroco ? a Cartago, Bizancio, espadas, siervos medievales o señores feudales. Se ha desvirtuado una obra en aras a ?innovar?.Una estafa. Y no digamos cuando lo que se dice, lo que se hace y lo que se ve no tiene ninguna relación como sucede en el Coro de los Peregrinos, versión Kupfer, cuando un grupo de emigrantes con maletas y todo invocan a Dios cantando literalmente: ?La Gracia de la Salvación has concedido al penitente. No temo a la muerte ni al infierno... ¡Alabaré a Dios por el resto de mis días! ? Aparece una estación de tren. Sin duda Kupfer nos propone un método muy sencillo de alcanzar el Cielo. Basta con tomar el tren. En Wagner, esta relación entre lo musical y lo teatral es aún más estrecha. En el caso del genial compositor y dramaturgo ?no lo olvidemos ? todos los elementos giran en torno al drama. La música, el canto, la escenografía, el vestuario, la acción dramática, etc. forman una estrecha unidad indisoluble. Cada una de estas partes guarda una íntima relación con el resto, ya que no se entiende lo uno sin lo otro. De modo que si alguno de los componentes no se respeta, se rompe esta unidad, la de la obra de arte total, y se desvirtúa el drama y su mensaje ético. Ni Siegfried puede ser Popeye, ni Tannhäuser un macarra, ni Isolda le puede dar el filtro de amor a Tristán en un cubata en un yate con marineritos a lo Querelle, como tampoco se puede situar la acción de Lohengrin en una escuela de niñitos en pantalones cortos, ni pueden aparecer escenas de santería con sacrificios de gallos en Parsifal. Sinceramente, creo que esto es una tomadura de pelo, una falsificación del propósito del autor y que no es comparable en absoluto, COMO TU MANTIENES, al hecho de que puedan existir diferentes interpretaciones musicales de la Cabalgata. Nosotros, wagnerianos, conocemos el argumento y la ambientación de las óperas y dramas del Maestro y aunque nos molesten ciertas escenografías, estamos inmunizados ante su efecto desinformador y anticultural. Me imagino la empanada mental que se formará un neófito cuando vaya a ver un Lohengrin como el escolar del Liceu. A la salida, si alguien le pregunta de qué va la obra contará: ?Esta es la historia de unos niños pequeñitos que estaban en clase y que no paraban de pelearse entre ellos y de hacer cosas raras. Blandían espadas de madera. Uno tenía la corona de cartón que te dan en el Burger King cuando pides el menú infantil y alguna niñita era un poco cochina.? ¡Menudo esfuerzo titánico para hacer comprender al espectador actual una obra de tanta belleza! Será mejor que tiremos a la basura el ensayo de Liszt sobre Lohengrin. Hay que innovar y donde esté el genio de Kontwitschny, o como le pusieran sus santos papás, que se quite todo lo demás. ¡Ay, qué modelno que soy, so diplodocus! Bromas aparte, todo esto me parece una barbaridad. Estoy con Ossian cuando hace referencia al ?somentimiento? al que nos vemos obligados porque no podemos elegir. Tú, Sigfrido, dices que si no te gusta una escenografía nadie te obliga a asistir. Pero esto no es así. Es cierto que nadie te pone una pistola en el pecho, pero tus ganas de Wagner te obligan a ello. Si no tengo dinero para ir al MET, a Viena o adonde se represente a Wagner con fidelidad escénica, ¿qué puedo hacer? Ir al Real, al Liceu, a La Maestranza y poco más donde CON FONDOS PÚBLICOS mayoritariamente se financian estos eventos. Estos fondos salen de los impuestos que pagamos todos, seamos partidarios de las representaciones tradicionales o modernas. Quienes deciden son normalmente los políticos movidos por intereses que nada tienen que ver con lo artístico. Me consta que la mayoría del público rechaza estos montajes, al menos el que yo conozco, y que no son pocos los cantantes que participan de este pensamiento, pero ¿qué pueden hacer si quieren actuar? Recuerdo unas declaraciones de Simon Estes (Holandés en Bayreuth) cuando afirmaba que las escenografías actuales eran tan estrambóticas que prefería las versiones en concierto. En otro momento tocaré el tema de las vanguardias y la crisis artística actual, su relación con las escenografías modernas, la política y los famosos fondos públicos. ¡Menudo pasteleo hay en el tema! Un saludo. Rex. |
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Hola, Rex! Os he seguido con sumo interés,y comparto tus opioniones. Después, de la puesta en escena del Anillo de Patrice Chéreau, el año 1977, si no me equivoco, se fundó la "Deutshen Richard Wagner Gesllschafte. V. Bayreuth. Formada por un grupo de wagnerianos, para concienzar al público wagneriano de las actuales escenografías. Que ha hecho, al respecto esta asociación?, existe aún? Referente a Ch.Schlingensief, no necesitaba Bayreuth, para tener más notoriedad, en su momento os comenté parte de su CV. en Alemania y Austria,ya era muy conocido, como provocador teatral. W. Wagner sabía con quién trabajaba, para la puesta en escena de Parsifal. Y como hay gustos para todos, a mucha gente le ha gustado, he podido seguir las noticias a través del canal BR., esperemos poder ver ese Parsifal. Un cordial saludo. |
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Bravo Rex!, completamente de acuerdo contigo Saludos Josep |
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Hola. Bueno, ya hemos llegado a algo con lo del director de orquesta-director de escena. Primer punto: El director de orquesta parte de la partitura. Es decir, de la partitura en su conjunto y no de las indicaciones dinámicas agógicas, dinámicas y de fraseo aisladamente del resto. El director de escena parte del texto dramático. Es decir, del texto dramático en su conjunto y no de las acotaciones escénicas aisladas del resto. Acordamos que ambos directores son artistas, y, como todo intérprete digno de ese nombre, hasta cierto punto creadores (de lo contrario serían meros ejecutantes), lo cual ha de darles un margen de libertad (que yo, a diferencia de tí, estimo que en un caso está en las indicaciones que acompañan a las notas y en el otro en las indicaciones que acompañan al texto). El error que tú cometes, desde mi punto de vista, es equiparar el grado de fidelidad que merecen las acotaciones escénicas (una parte, la más variable aun en las representaciones tradicionales, del material del que parte el director de escena) al grado de fidelidad que merece una partitura (todo el material del que parte el director de orquesta). Es decir, por un lado admites que ambos directores están en un mismo plano, pero por otro no les tratas de la misma manera. Creo que es una incoherencia manifiesta. Luego me plantas ejemplos escogidos de manera muy interesada. Vamos a ver: yo jamás dije que todas las interpretaciones que se dan sean acertadas, muchas lo son y otras sencillamente no, lo que pasa es que el que unas interpretaciones no sean correctas no quita legitimidad al hecho de que los directores de escena tengan el derecho -y el deber- de interpretar. Partiendo de tu base, el Anillo de Kupfer, que dices que te ha gustado, jamás habría sido posible. De acuerdo que con Wagner la relación musical y teatral es muy estrecha, tanto que realmente son una sola cosa (razón de más para poner al director escénico y al musical a un mismo nivel). Ya te he explicado por qué yo no veo que una interpretación moderna tenga que significar necesariamente una ruptura de la obra de arte total, siempre que no cambie el sentido del drama y los intencionados anacronismos (desde que algo se hace de forma intencionada y consciente ya no es un error, amigos puristas del idioma) nos sirvan para llamar la atención sobre aspectos del drama que están ahí y que de otra manera podrían pasar desapercibidos. Sobre el sometimiento te digo lo mismo que a Ossian. No hay tal, como mucho lo que hay es conformismo. Si tan a disgusto estais con ciertas interpretaciones lo mejor es que dejeis de patalear y os movais. Hay mil formas. Al fin y al cabo vosotros apelais mucho al pasado, pero no estais dispuestos a manifestar las virtudes que podían tener los melómanos de otros tiempos que fundaban sociedades filarmónicas y cosas por el estilo. En cuanto a los fondos públicos: ¿y qué quieres que diga la administración a un director de escena cuando le contrata?: "tiene usted que realizar su trabajo de esta manera porque así gusta a cierto sector del público". Eso sí que sería coartar por un lado su libertad creativa y por el otro la libertad de aquellos, que desde luego no está tan claro que seamos minoría, que no tenemos problemas con las representaciones "modernas", y que incluso nos gustan. Caso de la "crisis" de las vanguardias: yo veo la situación más bien al revés. Ahora hay más opciones que nunca para un creador, y hoy hay grandes creadores vivos. Otra cosa es que tú puedas no conocerlos. un saludo. |
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Hola,flosshilde2: Tengo entendido qe hace unos años se celebraba una especie de festival alternativo al de Bayreuth con escenografías fieles a la de Wagner. Desconozco si sigue existiendo este festival o la asociación a la que haces referencia, lo cierto es que hace tiempo que no he oído hablar de él. Esperemos que algún forero pueda informarnos sobre ello. Quién sabe? Si sigue existiendo y no es tan difícil conseguir entradas como para el de Bayreuth, quizá podríamos organizar un viaje wagnermaníaco colectivo. Yo, desde luego, me apuntaría con sumo placer. Un saludo. Rex. |
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Sigfrido: Ahora mismo no tengo tiempo para contestarte, lo haré en cuanto tenga un rato. Ahora bien, te propongo un reto: En septiembre, que ya estaremos todos o casi todos en nuestros respectivos domicilios, podríamos organizar una encuesta entre los foreros sobre sus preferencias escenográficas wagnerianas, más o menos según este esquema: 1.¿Qué tipo de escenografía prefieres para las obras de Wagner: |
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Hola, Sigfrido: Ahora no tengo tiempo de contestarte, lo haré en cuanto tenga un rato. Me gustaría proponerte un reto. Quisiera iniciar una conversación encuesta entre los foreros sobre sus preferencias escenográficas hacia mediados de septiembre, cuando ya estemos todos o casi todos de vuelta a casa. El esquema podría ser el siguiente: 1-¿Qué tipo de escenografía prefieres en Wagner: a)Tradicional: la que se ajusta a las indicaciones del sajón: ambientación por él indicada, tiempo histórico, vestuario, acción dramática, etc. Por ejemplo la que aparece en los DVDs del Anillo y de Parsifal de Levine-MET (Otto Shrenk -ahora no estoy seguro de si se escribe así-) b)Moderna: la que no se ajusta a la escenografía propuesta por Wagner, sino que se trata de una interpretación personal del escenógrafo-director de escena, quien aporta su explicación que puede disentir de la de Wagner: ambientación diferente a la original(peregrinos por montañas y valles situados en una estación de tren en calidad de emigrantes), cambio de tiempo histórico (los tiempos míticos del Anillo situados en el siglo XIX),vestuario extrawagneriano(Wotan con gafas de sol y gabardina, Gibichungos con traje y corbata)... Ejemplos: Chéreau, Kupfer, Konw...(el de Lohengrin en pantalones cortos). c)Indiferente. No le importa que la escenografía sea tradicional o moderna. Acepta igualmente ambas. d)Breve explicación de su elección. Se admiten sugerencias. Pienso que puede ser enriquecedor e interesante el tema. Tengo un conocido al que le gusta Wagner tanto como a mí y al que le encanta la escenografía del Anillo de Stugart(perdón por la ortografía, no estoy ahora en casa), en cambio a mí me pone los pelos de punta. Hay gustos para todo... Un cordial saludo. Rex. |
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Hola, xepkna: Gracias por tu comentario. Me gustaría que explicaras un poco tu punto de vista; así, este debate sería más enriquecedor. Rep una forta abraçada. Rex. |
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Si quieres hacer la encuesta por mí la hacemos, pero veo las siguientes pegas: -Fiabilidad del resultado: ¿Cuantas personas votarían?¿15, 20 como mucho?: eso no es una muestra estadística en condiciones en ningún caso del público en general. Es decir, sólo serviría para determinar el sentir general de este foro, a lo sumo. -Planteamiento de la encuesta: me parece incorrecto. Sabes que yo, sin ir más lejos, no podría votar por la opción 2 aun estando a favor de las interpretaciones modernas por: "sino que se trata de una interpretación personal del escenógrafo-director de escena, quien aporta su explicación que puede disentir de la de Wagner" Yo siempre he dicho que estoy a favor de las "puestas en escena modernas" siempre que no cambien el sentido de la obra de Wagner, es decir, siempre y cuando los cambios en las escenografías originales se centren en resaltar aspectos que ya están ahí implícitamente. Por centrarse en Kupfer: me gusta su Anillo (aunque pueda diferir de él en algún detalle) y no su Holandés (en el cual Senta es una paranoica que imagina todo en su cabeza y termina suicidándose). Creo que sería un matiz importante en este sentido: hay que hilar más fino. Ya que tu propones la encuesta te invito a que replantees esta cuestión (que tal vez debas separar en dos, una que haga referencia a las interpretaciones que cambian las acotaciones escénicas pero respetan el sentido general del drama y otra que haga referencia a las que hacen algo totalmente diferente al original). Sólo comentar dos cosas más: Ambos sabemos de partida que el sentir general de este foro en estas cuestiones tira a tradicional, aunque tal vez en este sentido sea interesante el punto "d", es decir, que cada cual explique por qué prefiere una cosa u otra, eso sí puede ser enriquecedor. El Anillo de Stuttgart es lo peor que he visto y escuchado en Wagner, a todos los niveles, en eso estamos de acuerdo. Es más, no soporté ninguna jornada entera, me ponía de mala leche. Un saludo. |
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Gracias Rexvalrex, tomo tu iniciativa con mucho gusto. Mis experiencias en escenografias wagnerianas se remontan a 1979 en que presencié un Lohengrin pobrísimo en el Liceu con coros en italiano. Mis mejores recuerdos escenográficos (y ya verás por donde anda mi crietrio) son de un Sigfrido de Mestres Cabanes. Una preciosidad, algo vetusta, eso sí, pero preciosa. Cueva tenebrosa de Mime en el 1r acto, árboles frondosos de bosque germánico y dragón asusta-niños (por cierto Kurt Rydl) en el segundo y final del tercer acto con roca de la walquiria bastante lograda. Allá por 1990 un Meistersinger, también con decorados de Mestres Cabanes. Aun mejor, por el plantel de cantantes (Weikl, Prey, Patchell, Frey y Macurdy). en esos decorados SI se olía a saúco en el 2o acto. Escena de la pradera magnífica con un pequeño rio y un puentecito que atravesaban los Maestros conforme iban entrando. Recuerdo también con cariño un Parsifal de J. P. Ponnelle extraordinario. A modo de muestra, los árboles gigantes del bosque del 1r acto giraban sobre su eje y se convertian en unas columnas imponentes. simon Estes, Peter Hoffmann, Hans Sotin y Eva Randova se encargaron del resto y fue un éxito absoluto en todos los aspectos. También recuerdo un Lohengrin el 1986 con Jerusalem y Pilar Lorengar con escenografia, digamos, "apropiada" a las intenciones. Los decorados eran del propio teatro. He visto casi todas las producciones wagnerianas liceístas (Anillo fragmentado, Tristan, Maestros, Tannhäuser, Lohengrin, Holandés). En los años 1980-1990 se acudia a decorados de producciones italianas (San Carlo - Trieste), alguna de la Zarzuela madrileña o alguna alemana "de provincias" (Bühnenstadt - Bonn). La verdad y a pesar de lo "antiguas" o tradicionales que eran, transmitian una cierta "tranquilidad" al público. Si era Valquiria, sabías seguro que tendrias una cabaña de Hunding esperable en el 1r acto. Paisaje rocoso en el 2o y la roca con fuego al final. Si veias Lohengrin sabias que verías palacios, paisaje y cámara nupcial. Etc. En los 1990 llegaron al Liceu "sus majestades" los directores de escena "artistas" y provocadores. Ahí ya sabias que, al sentarte en la butaca te ibas a encontrar un panfletito de protesta de los conservadores de turno eyaculando bilis contra el escenógrafo de turno. Aunque yo creo que lo peor ha venido en los últimos años. Cuando el hijo del bendito Franz Konwitschny (si supiera lo que hace su hijo seguro que lo deshereda sin piedad) nos ofreció "su classe de ESO" salvaje y con alumnos más peligrosos que gremlins en una piscina, ahí se acabó mi paciencia, lo confieso. En aquel Lohengrin se oia un texto y se veia una cosa completamente distinta. Hasta tragué con Chéreau y el Holandés de Kupfer, a disgusto, pero mira, uno hace de tripas corazón, y a escuchar la música. Pero al ir a Bayreuth y ver que Hunding sale con escopeta de caza, que Wotan es una especie de alcaide de prisión moderno, con un portátil en la mesa del despacho, etc, etc. Eso ya no, por ahi no paso, ¡que vivan las lanzas de Hunding y Hagen y los cascos con alitas! Eso si, con medios modernos de luminotécnia y decorados. Y ya sólo faltaba el Bieito de los c. con sus marranadas que no llevan a ningún sitio. En fin, espero que no haya parecido muy largo y te hayas hecho una idea de mi criterio. Saludos Josep |
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"La verdad y a pesar de lo "antiguas" o tradicionales que eran, transmitian una cierta "tranquilidad" al público. Si era Valquiria, sabías seguro que tendrias una cabaña de Hunding esperable en el 1r acto. Paisaje rocoso en el 2o y la roca con fuego al final. Si veias Lohengrin sabias que verías palacios, paisaje y cámara nupcial. Etc." "¡que vivan las lanzas de Hunding y Hagen y los cascos con alitas! Eso si, con medios modernos de luminotécnia y decorados." A esto es a lo que me refería con el por qué es interesante saber los motivos de cada uno. Si escrutamos el mensaje, y que xepkna no se ofenda, por favor, descubrimos que para xepkna en este caso y muchos defensores de las puestas en escena tradicionales en otros, los cascos con alitas y demás parafernalia no son lo que supuestamente deberían ser, esto es, un medio para representar la obra eficientemente (ya que en Wagner lo importante es el hecho dramático-musical), sino un fin en sí mismos. Es decir, parece que esto no es ya una cuestión de teatro y música, sino de un cierto fetichismo con estos objetos. Tal vez el primer paso para poder apreciar puestas en escena no tradicionales sea liberarse de estos fetichismos y centrarse en el drama wagneriano. Dices que el público estaba "tranquilo" sabiendo que iba a encontrarse estos objetos. Esto me da la razón: el público (siempre, por naturaleza, tendiente al inmovilismo) se encuentra tranquilo con sus fetiches, pero deja de estarlo cuando se intenta redescubrir el drama latente bajo ellos. Por supuesto hay objetos que en la obra de Wagner no deben alterarse (y que en las buenas representaciones, por modernas que sean, siguen allí): el anillo, Notung, la lanza de Wotan, etc. ya que son símbolos casi tan importantes para el desarrollo dramático como los mismos personajes que los portan, pero creo que a nadie con mas de dos dedos de frente se le ocurriría situar a un mismo nivel a Nothung y un casco alado que pueda llevar Wotan o Brünnhilde que realmente no simboliza nada. Un saludo. |
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Vamos a ver: lo que Ud. llama "fetiches" se llama, en la ciencia de la simbología, "emblemas", "alegorías" y, en el caso concreto de los cascos alados, creo que el nombre más adecuado sería el de "mitemas": "unidades mínimas y redundantes de significación que constituyen los mitos". Una cosa es que esto se desconozca ampliamente y otra intentar descalificar a quien lo sabe, quizá no por por los libros pero sí por intuición. Le invito a consultar un buen diccionario de símbolos. El que Ud. no conozca el sentido simbólico del "casco alado" no significa que no lo tenga; ya que en la iconografía mítica no hay nada gratuito, pero en la obra de Wagner mucho menos. Saludos |
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Wagner no fue profesor de iconografía, sino músico y dramaturgo, y siempre utilizó el mito en función del drama. La postura que usted adopta es exactamente la contraria a la de Wagner: el drama en función del mito. Cuando los "mitemas" no son eficientes para representar un drama se transforman en fetiches, dejando de ser útiles y puediendo llegar a ser un lastre. Un saludo. |
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Gracias, Xepkna, por contarnos tus experiencias escenográficas wagnerianas. La mía es más breve. Yo he llegado tarde a las representaciones tradicionales. La única que podría calificar así fue en 1997, un Holandés en el Festival del Castell de Peralada con Matti Salminen (desde entonces soy fan de este señor) como Daland, Hildegard Behrens como Senta y Simon Estes como Holandés. Se trataba de una producción del Festival de Savonlinna (Finlandia). No recuerdo el nombre del director artístico. Hizo un buen trabajo. La escenografía no era vetusta ni olía a naftalina, se utilizaron medios modernos. Los barcos eran barcos correspondientes a la época; el vestuario, el adecuado; la dirección de actores, excelente y los coros finlandeses soberbios, tanto en el canto como en la actuación. Lo que fallaba era la orquesta (si no recuerdo mal, la de Cadaqués) bastante reducida en número de profesores para tener el sonido wagneriano que hubiese deseado. ¡ Menuda diferencia ?en lo teatral ? entre estos coros de marineros y chicas bailando, bebiendo cerveza y hasta echando pulsos como si fuera una escena portuaria del siglo XVII y la pesadilla pseudo freudiana que se le ocurrió a Kupfer en el Real! El resto de mi experiencia escenográfica se reduce a lo que tú denomimas ?sus majestades, los directores de escena artistas y provocadores?. ¡Cuánta razón tienes en tu comentario sobre Franz Konwitschny, director del excelente Tannhäuser publicado por EMI en el 60! ¡Menudo ?enfant terrible? que nos ha legado! Sin duda coincido con tu criterio: escenografías fieles a la de Wagner, incluyendo por supuesto las acotaciones del libreto, pero con medios modernos. Yo tampoco abogo por representaciones vetustas que huelen a naftalina (como la australiana de Norma con la Sutherland. Demasiado cartón piedra, ridículas barbas postizas y coros estáticos como menhires. Le falta ?chispa?). La fidelidad no tiene por qué estar reñida con la creatividad artística y el progreso técnico. Salut i fins una altra. Rex. |
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Saludos, Sigfrido: (1) Te contesto ahora. Como tu mismo decías, ambos coincidimos en que hay que respetar tanto la parte musical como la teatral. Nuestra diferencia está en el concepto de fidelidad y en los límites que tanto el director musical como el escénico deben tener. Ambos reconocemos que son intérpretes y que deben tener libertad artística para realizar su trabajo. Diferimos en el concepto de libertad o, más bien, en sus márgenes. Partitura. Mis conocimientos musicales se reducen a dos años de solfeo desgraciadamente. Sólo puedo hablarte en este sentido como melómano. Mi postura es que hay que ser fiel al compositor en letra y espíritu. Ya sé que hasta no hace mucho los directores de orquesta se permitían ?retocarlas? a su gusto. Esta práctica se ha ido perdiendo y en la actualidad se busca la autenticidad y la vuelta a los orígenes. Muti, por ejemplo, lo está haciendo con Verdi. Por ello, se niega a tocar notas que la ?tradición? ha impuesto (El gran Carusso cantaba para su lucimiento personal notas que no estaban en la partitura y posteriormente fue imitado por otros tenores). En Mussorgski hay un creciente interés por sus versiones originales, sin retoques ni arreglos. Sin ir más lejos, próximamente se representará en el Liceu su Boris tal y como él lo concibió originariamente (¡Qué pena que venga Decker con las sillas que le sobraron del Anillo del Real). Y, en el caso de Wagner, ya tenemos directores y orquestas que lo interpretan con instrumentos de época buscando una mayor fidelidad a la partitura (Daniel Harding con la O. De los Campos Elíseos, Simon Rattle y la Orquesta del Siglo de las Luces). Dramaturgia. Pienso que hay que respetar la escenografía original, incluyendo las acotaciones escénicas, las indicaciones que acompañan al texto y cualquier otro tipo de indicación que sobre la parte teatral haya hecho el autor. Creo que esta parte debe ser tal que si la vemos sin oír la música y el canto reconozcamos la obra. Esto no sucede en las representaciones modernas. Unos emigrantes con maleta en una estación de tren ?versión muda ? no te hacen reconocer a los peregrinos de Tannhäuser, un señor vestido del Barça comiendo palomitas y jugando con barbies no te evoca a Don Giovanni. No sé si seré o no contradictorio, pero el caso es que le doy más importancia a la fidelidad a la partitura que a la escenografía. No es cierto que yo equipare el grado de fidelidad que merece una partitura a las acotaciones escénicas. Le doy más libertad al director artístico que al musical, siempre que no desbarre y donde ponga ?lanza? coloque ?fregona?. No pienses que soy tan extremado en mi concepto de fidelidad escénica que me vaya a indignar porque la cabaña de Hunging no sea exactamente del color que Wagner pensó (si es que lo hizo). Ahora bien, si en lugar de ?cabaña? aparece un ?chalet con parabólica? no lo admito. Ejemplos. Cuando estamos argumentando buscamos razones y ejemplos que corroboren nuestra tesis. Por ello, es normal que los seleccionemos de manera que arrimemos el ascua a nuestra sardina. De todos modos, los que yo he aportado son verídicos. Tú puedes presentar contraejemplos si lo deseas para rebatirlos y sostener tu argumentación. Kupfer. El director artístico que más me ha tocado en suerte en las representaciones wagnerianas a las que he asistido es él. No tengo la menor duda de su valía. Consigue momentos de gran belleza plástica y realiza una dirección de actores que es de agradecer rompiendo el estatismo acartonado que muchas veces vemos en registas más conservadores. Me atrae el uso que hace de la luz y el dinamismo que tienen sus representaciones. Además, me consta su conocimiento y amor a la obra de Wagner. He leído textos suyos y le considero una autoridad en la materia. Para mí, es el mejor director escénico de la actualidad y el más respetuoso con W. de entre los ?modernos?. ¿Soy contradictorio? Es posible. Ya he dicho lo que no me gusta de él. Pienso que se toma excesivas libertades y que más que mostrar o hacernos descubrir lo que Wagner nos quería comunicar o hacer sentir, lo que hace es manipular el original para mostrarnos su propia visión. Como intérprete tiene ?como dices el derecho y el deber ? de interpretar. Mi definición de interpretación no incluye lo que yo considero que es deformación o tergiversación. Me gusta su trabajo, pero no sus desbarres. Para concluir, si Kupfer, con su innegable habilidad, fuera fiel a Wagner en el sentido que yo entiendo este concepto, sería algo fabuloso y yo sería hincha incondicional suyo. ¡Ojalá evolucione en este sentido! Rex. (Fin del fascículo 1) |
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Sigo, Sigfrido. (y 2) Sociedades filarmónicas. El artista siempre ha tenido mecenas o ha estado a sueldo de alguien. En el pasado era la iglesia, el rey o la aristocracia. Luego vino la burguesía y el estado. Ni Mozart, ni Beethoven, ni Wagner pudieron escapar de ello. Sin Ludwig ¿qué hubiera sido de Wagner? Ahí tenemos a Berlioz y su sentimiento de amargura y fracaso. Él no tuvo ningún soberano que lo financiara. El mito del artista romántico independiente que sólo responde ante su genio y su ?yo? se quedó en un sueño, salvo contadas excepciones. En la actualidad, los dueños del oro del Rin ?anillo incluido ? son los poderes públicos y económicos. En Europa ?salvo Gran Bretaña ? es el estado quien controla el tinglado. Sin subvención no hay arte que valga. Son los políticos quienes normalmente deciden qué directores o qué orquestas contratar. Muchas veces esto se hace buscando una rentabilidad política. Determinados directores escénicos dan un cierto aire de ?modernidad? o de ?progresía? del que se quieren cubrir ciertos políticos por más conservadores o incluso reaccionarios que sean. De este modo, el arte les sirve de superestructura que enmascara y disfraza la realidad de su pensamiento ideológico y de su acción política en lo económico y social, que es lo que realmente les importa. Pan y circo; eso sí, con los impuestos que pagamos todos. Sólo así se explica que personajes impresentables como Bieito sean contratados. ¿Conoces a alguien al le agrade realmente su trabajo? Yo, no. Está claro que cuando se contrata a un director no se le va a decir cómo tiene que trabajar. Ahora bien, el que lo contrata YA SABE cómo lo hace. A Bieito le precede la ?fama? que se ha ganado a pulso con sus fantasmadas, por ejemplo. Seguramente habrá algún que otro director escénico mucho más digno que no es conocido porque no se le da la menor oportunidad. Siempre llaman a los mismos. Se buscan nombres conocidos, el divismo. Y estos directores van de eso. Lo dicho: pan y circo. La ópera es económicamente deficitaria y requiere inversiones millonarias. Si la gran burguesía no invierte en ella (hay excepciones, como el sistema de mecenazgo del Liceu, que tampoco es suficiente), ya me dirás tú qué podemos hacer los aficionados de a pie. Es una cuestión de política cultural. La financiación de la cultura está en manos del estado. Yo no apelo al pasado. Lo tomo como referencia. Mi criterio ya lo he expresado en mi contestación a Kepkna: Escenografías fieles a la de Wagner, incluyendo las acotaciones del libreto, pero con medios modernos. No abogo por representaciones vetustas que huelan a naftalina con demasiado cartón piedra, ridículas barbas postizas y coros estáticos como menhires, sin?chispa?. La fidelidad no tiene por qué estar reñida con la creatividad artística y el progreso técnico. Las vanguardias. Yo sí que pienso que el arte actual está en crisis. Y no sólo en lo musical, sino también en otros ámbitos, como el escénico y el plástico. El divorcio existente entre la creación artística y los gustos del público es una evidencia de ello. Las vanguardias del siglo XX son las responsables de este fenómeno. Siempre se ha compuesto la música que atraía al público. La del pasado no interesaba, se la consideraba pasada de moda. En tiempos de Mozart, su obra era del agrado del respetable de su tiempo, la música de Bach o de Monteverdi no se interpretaba. Se componía para el consumo inmediato. No didamos cómo eran de populares Rosini o Verdi para sus contemporáneos. Esto ya no sucede. Al melómano actual le interesa la música del pasado. Bach, Händel, Mozart, Beethoven, Wagner, Verdi, Puccini... Son una ínfima minoría los amantes de la música contemporánea, al menos por lo que yo conozco. He asistido a conciertos con obras de Ligeti, Cage, Nono, Boulez, Messiaen y te puedo asegurar que al público le producía una sensación de aburrimiento espantoso. Me vienen a la cabeza dos especialmente. Levine con la Orquesta del MET tocando algo de John Cage en la primera parte. ?¡Menudo rollo!? comentaba la gente en el descanso. Menos mal que en la segunda parte le tocaba el turno a una obra del repertorio clásico-romántico. Peor suerte tuvo Pierre Boulez interpretando su propia obra en ambas partes. En la segunda, sólo quedamos cuatro gatos. No me gustó. Yo intento abrirme a nuevas experiencias, de hecho me gusta Bartok y Schoenberg, pero cierta música... sencillamente no la aguanto. Ya lo dijo Giulini: ?La música nació con Monterverdi y murió con Schoenberg?. Esta afirmación puede ser exagerada, pero tiene parte de verdad. De hecho, el concepto de vanguardia está en retirada y determinados compositores actuales como Pendereski están evolucionando hacia formas más próximas a la tonalidad; con lo que gana en aceptación popular. Encuesta. Me parece muy bien tu observación. Si te parece podemos suprimir la frase con la que no estás de acuerdo: "sino que se trata de una interpretación personal del escenógrafo-director de escena, quien aporta su explicación que puede disentir de la de Wagner". Debo decirte que no la había puesto a mala idea. Fíjate: he escrito ?su explicación PUEDE DISENTIR de la de W.?, es decir, que no se excluye el hecho de que también PUEDA COINCIDIR. Está claro que hay personas como tú que piensan que hay interpretaciones modernas que no disienten de la interpretación de W.(el Anillo de Kupfer) pero que también las hay que SÍ que disienten (el Holandés de Kupfer). Si te parece, podemos añadir a ?que puede disentir? dos palabras ?o no?. Tu dirás. Un fuerte abrazo, que de tanto intercambiar impresiones contigo, ya te considero como de la familia. Rex. Disculpas a los que se hayan "mareado" ante tanta historia. |
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Partitura: Ser fiel al compositor en letra y espíritu ¿Hasta qué punto es posible?. "Ya sé que hasta no hace mucho los directores de orquesta se permitían ?retocarlas? a su gusto. Esta práctica se ha ido perdiendo y en la actualidad se busca la autenticidad y la vuelta a los orígenes" Como bien dices, actualmente se busca "autenticidad" y vuelta a los orígenes, el problema está cuando esa "autenticidad" y "fidelidad al espíritu" choca frontalmente con una fidelidad literal a lo escrito. Hay muchos ejemplos. Las alumnas de Clara Schumann (es decir, que conocían la información de primera mano) al interpretar las obras de Robert hacían muchas cosas que no están escritas en la partitura (hay grabaciones), escuchar a Debussy tocar su "Catedral Sumergida" (hay grabación) causa cuanto menos extrañeza, pues tampoco es precisamente fiel 100% a la partitura, es mas, si un pianista hoy la tocara como él lo hacía, le linchaban en el acto. Mahler no desaprobaba la subjetividad y las libertades de los directores de orquesta cuando tocaban sus obras, pues él mismo era muy subjetivo y libre. Wagner, del que ya he citado las libertades que se tomaba con Beethoven, es considerado el fundador de una escuela de dirección fuertemente subjetivista (en la que se inscriben nombres muy conocidos por aquí, como Furtwängler o Knappertsbusch). Y si vamos más atrás la cosa no decrece: Chopin instaba a los intérpretes a improvisar en las fermatas de sus nocturnos (si hoy alguien lo hace, también le linchan), la edición de Czerny del "Clave Bien Temperado" basada en cómo lo tocaba Beethoven, tiene muchos "arreglos" respecto al original. En la época de Bach la ornamentación a juicio del intérprete estaba a la orden del día, cosa que choca con lo que escuchamos en muchas versiones historicistas (excepción hecha de Ton Koopman). Esa "autenticidad" de la que tú hablas puede estar bien para Stravinski (que exigía una fidelidad extrema a lo escrito por él), Boulez (sin ella el serialismo integral se va al garete) y alguno mas, curiosamente para quienes funciona es para ciertos compositores del siglo XX (siglo que ha visto nacer un historicismo, llamémoslo "científico", diferente del que ya existía en el siglo XIX) que han tenido una manera de entender la música acorde con su siglo. Es paradójico, pero es así. ¿A donde voy a parar con esto?: a que un cierto grado de subjetividad es mas que legítimo para interpretar la música de épocas pasadas. Si ellos concebían la música de una manera mucho más "libre" que nosotros, esta es la verdadera manera de serles fieles. Además hay otro tema que no se debe pasar por alto: probablemente, yo no veo en la música de Bach (por decir uno) los mismos valores que veían sus contemporáneos. Si esta música ha trascendido es porque hoy día nos dice algo, pero no necesariamente lo mismo que les decía a ellos. ¿Hasta qué punto tiene sentido entonces interpretarla como ellos lo hacían?. Por todo esto yo soy algo (bastante) escéptico con los historicismos. Me parecen interesantes, desde luego, pero no una opción única o definitiva. Dramaturgia. Aquí poco tengo que añadir a lo que he dicho otras veces. En resumen: como considero que el director musical ha de tener un margen de libertad, pues aplico el mismo criterio para el escénico. Considero la escenografía como un medio para representar conceptos abstractos y pido que eso se haga con eficacia, no me importan los medios si al final la cosa funciona (por eso tampoco me cierro a puestas en escena clásicas, según cómo se hagan). Es cierto que de esta manera se que me expongo a bodrios (que tu citas con tus ejemplos), pero también me expongo a hallazgos que de otra manera no se harían (una interpretación social o ecologista del Anillo es un buen ejemplo, o una interpretación surrealista, en un sentido buñueliano, de Tristan, cosa que me encantaría ver). Vamos a por el fascículo 2. |
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Wagner fue alguien que conocía perfectamente lo que era un mito, lo que no se puede decir de Ud. por lo que viene escribiendo hasta ahora en esta conversación. Eso sí, juzga a q |
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Wagner fue alguien que conocía perfectamente lo que era un mito, lo que no se puede decir de Ud. por lo que viene escribiendo hasta ahora en esta conversación. Eso sí, juzga a q |
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Wagner fue alguien que conocía perfectamente lo que era un mito, lo que no se puede decir de Ud. por lo que viene escribiendo hasta ahora en esta conversación. Eso sí, juzga a q |
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(disculpas por la repetición, estoy en un ordenador que no es el mío...) retomo: Eso sí, se atreve a decir que el que no ve los "cascos alados" como Ud. no tiene dos dedos de frente... Bueno, ya sabemos aquello de "desprecio cuanto ignoro". En cuanto a los mitemas, lea Ud. un poquito sobre qué son exactamente y, luego, podrá discutir con conocimiento de causa. Saludos |
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Sociedades Filarmónicas: ¿Que la ópera requiere mucho dinero?. Sí, sobre todo si se contratan artistas de primera fila, si no, no tanto. Pero si tantos son los que desean fervierntemente puestas en escena tradicionales, no tendrían que poner tanto cada uno. Y si no se consigue dinero para financiar montajes propios siempre podrían organizarse viajes para asistir a teatros donde sí se realicen estos montajes. Me consta que los hay en Francia, y seguro que en Alemania también, por no decir ya en la misma Viena. No hace falta irse a Nueva York. Además todo es moverse, yo conozco alguna compañía aérea que realiza vuelos a toda Europa por precios realmente baratos (desde cuarenta euros ida y vuelta), y siempre podrían obtenerse descuentos por grupo ahí y en hoteles. ¿Cuantos Wagner tenemos al año en un teatro español?¿2, 3 como mucho?. Tampoco sería tan caro irse una vez al año a ver uno fuera, organizándolo de esta manera. Lo dicho, mucho inmovilismo es lo que hay. Honradamente: ¿tú crees que un político, hoy día, logra "engañar" a alguien sobre su propia postura ideológica contratando a un determinado director de escena?. Yo no me chupo el dedo, y creo que los demás tampoco. Otra cosa es que dentro del mundillo del arte haya "mafias" y los que asesoran a los políticos o a quienes contratan a esta gente muchas veces metan a los "amiguetes", y que estos procuren hacerse un nombre escandalizando. Eso puede ser, pero realmente es algo que ha pasado siempre, y tampoco pasa en todos los casos. Por ejemplo, a Decker le contrataron para montar el Anillo en el Real (si no me equivoco, que igual sí) porque venía alabado por un muy buen montaje que había hecho con "Peter Grimes" (hablo de oídas, yo no lo ví). Luego no respondió a las espectativas con el Anillo, pero eso es otra historia. Me imagino que el Liceu contrató a Kupfer porque saben que es un buen director de escena y él si ha cumplido con las espectativas (a juzgar por los comentarios de los que estuvisteis, mayoritariamente favorables). Las vanguardias: En mi opinión, te equivocas. El divorcio entre creación artística y gustos del público es ya prácticamente inexistente en pintura. Los museos de arte contemporáneo tienen muchos visitantes, yo siempre que he ido al Reina Sofía no he visto un caudal de gente no inferior al del Prado. De todas maneras hablaré de la música, campo que conozco un algo mas: Hay un hecho fundamental para entender el siglo XX en relación con el público: la grabación. El disco ha cambiado eso profundamente. En el pasado la música culta estaba escrita en muchos casos para una élite (los mecenas) y en otras para el estudio de los propios músicos (los Estudios para los diversos instrumentos o las obras didácticas de Bach son un ejemplo). Aunque es cierto que mucha gente, más que hoy porcentualmente, sabía tocar un instrumento, y que también los compositores "serios" componían obras más populares, o de uso litúrgico, la música culta no tenía una difusión comparable a la de hoy día. Así mismo, como bien dices, la música del pasado directamente no se tocaba de cara al público, o la tocaban cuatro gatos (los grandes compositores frecuentemente entre ellos), situación que empezó a cambiar en el siglo XIX, gracias a gente como Mendelssohn o Liszt. Por otra parte la música popular existía por todas partes, lógicamente, pero su difusión era fundamentalmente a niveles locales. El lenguaje musical durante todo este tiempo varió: se pasó de la monodia a la polifonía, de la modalidad a la tonalidad, y el público, que también era inmovilista por naturaleza, se fue adaptando a los cambios. Incluso obras inicialmente "difíciles" como algunas de Beethoven o Schubert terminaron por ser aceptadas, aunque fuese años después de la muerte de éstos. Ese procedimiento de asimilación de las innovaciones y cambios en el lenguaje musical se ha visto ralentizado (no frenado como algunos creen) en el siglo XX. ¿Por qué?: la grabación. Debido a la grabación desde que nacemos, y casi a todas horas, escuchamos música con lenguaje perteneciente a épocas pasadas y nuestro oído está fuertemente asido a él, a causa de esto. Esa música es fundamentalmente la música popular (dicho a grosso modo), que es tonal, y también la música tonal en la mayoría de los casos, de épocas pasadas (la música pre-tonal se escucha menos). Esto no es en sí ni bueno ni malo, pero puede ser un hándicap de cara a adentrarse en música que no es ni mejor ni peor, pero funciona de otra manera. Y como dije, el público es por naturaleza inmovilista. Como comentario al margen también habría que decir que el público a veces se deja llevar por las apariencias. Por ejemplo, la música de Debussy es más fácilmente aceptada que la de Schönberg, porque utiliza mas la consonancia, pero en realidad bajo la música de Schönberg subyace una filosofía muy romántica, y bajo la de Debussy todo lo contrario. Realmente Schönberg es más tradicional y Debussy más rupturista, en Schönberg cambia el lenguaje, pero no la esencia de lo que se dice. Con Debussy el lenguaje cambia, pero de forma menos abrupta, y se dice una cosa totalmente diferente a lo anterior, e incluso opuesta. Con todo el tiempo lo cura todo y los amantes de la música contemporánea, aun minoritarios, van creciendo. En cualquier tienda especializada se encuentran estanterías no desdeñables dedicadas a esta música (prueba de que tienen su público, en una economía de mercado si algo no vende... ya se sabe). Te invito a que te pases por el foro de música contemporánea de ForoClásico.com, es otro ejemplo. Es un foro que goza de buena salud, no menos que otros de la misma página, y en el que puedes encontrar desde amantes de la contemporánea a detractores de la misma (más de los primeros), pero no indiferencia, en cualquier caso. En cuanto a los conciertos, una experiencia similar a la que tu viviste con Boulez me pasó a mí en... "Siegfried", de nuestro amado Wagner. Recuerdo una señora haciendo en voz alta, y en pleno segundo acto, un comentario similar al que tú oiste, y también recuerdo que de acto en acto el público iba perdiendo efectivos (aunque no se puede decir tampoco que quedásemos 4, hay que ser rigurosos). Supongo que esto es porque la música de Wagner, igual que la de Boulez, puede resultar exigente para alguien que la escuche de primeras. Igual que no se puede escuchar una ópera de Bizet (que seguro que gustaba mucho a esa señora, no se lo pregunté, pero me jugaría algo) con la misma mentalidad que una de Wagner, no se puede escuchar una sonata de Mozart con la misma mentalidad que una de Boulez. Esto no quiere decir que Mozart y Bizet sean peores músicos que los otros ni al revés. Te felicito sinceramente por tu disposición a abrirte a nuevas experiencias (ojalá todo el mundo la tuviera), y te animo a seguir intentando (poco a poco y sin forzarte a tí mismo) y a ir descubriendo la música del siglo XX (y XXI!). Si te sirve de algo te diré que yo hasta hace no demasiado pensaba más o menos como tú, y ahora como ves no es así. Como lectura te recomiendo un libro: ´"La música del siglo XX" de Robert P. Morgan (Ed. Akal). Es muy ameno y didáctico y puede servir como guía para ir adentrándose en un mundo inmenso como es éste. Comienza con Mahler y Richard Strauss y acaba con las últimas tendencias. Sobre que la música está volviendo a la tonalidad y la vanguardia ha muerto: no es cierto. Hay compositores que sí lo han girado en este sentido, como Penderecki, o Henze, o el ya fallecido Takemitsu, o el mismo Ligeti (aunque en su caso es sólo en apariencia, pues sigue innovando en otros sentidos), pero otros como Stockhausen siguen por otros caminos, por no hablar de la generación más joven, que sigue siendo muy "cañera". A nivel de la generación que seguirá a ésta te puedo decir una cosa, hay de todo. Hay conservatorios (y esto lo se de buena tinta) en los que en la prueba de acceso te exigen una mentalidad muy vanguardista y otros en los que casi es al revés. Probablemente esto refleja lo que yo creo será el futuro de la música: por un lado fragmentación (en un mundo donde hay muchas maneras de ver la vida hay muchas maneras de hacer música, cosa que dice Morgan en su libro y con la que yo estoy de acuerdo) y eclecticismo: los compositores frecuentemente combinarán técnicas vanguardistas con técnicas tradicionales e incluso muy antiguas o de otras culturas. De esto fue profeta ya Charles Ives, y en la actualidad Ligeti y algunos más, son encarnación de ello. Todo este último párrafo es sólo especulación mía, claro. Encuesta: Yo, por más claridad lo separaría entre: -Puestas en escena tradicionales, fieles (al menos en general) a las acotaciones de Wagner (Anillo del Met). -Puestas en escena no tradicionales, que no alteran los hechos que se desarrollan ni el mensaje de la obra, aunque subrayen unos aspectos de ésta mas que otros, pero sí el aspecto visual de la misma (por ejemplo, el Anillo Kupfer) -Puestas en escena no tradicionales, que alteran tanto el mensaje general o los hechos y el aspecto visual (Holandés de Kupfer). Los ejemplos que he puesto en los tres casos son de puestas en escena que, dentro de su planteamiento, con el que se puede no estar de acuerdo, tienen una cierta calidad. A ver que te parece así. Un fuerte abrazo para tí también. |
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Bueno, pues solo dos cosas que comentar. -En efecto, Wagner sabía lo que era un mito, y lo utilizaba para crear teatro, debido a que los mitos le permitían mayor flexibilidad que los hechos históricos, si no recuerdo mal. Es decir, Wagner no pretendía recrear mitos en el teatro, sino todo lo contrario. -No pongo en duda que usted sabe más mitología que yo, que la sabe, pero, con todos los respetos, sigo pensando que quien diga que el casco de Brünnhilde juega en el Anillo un papel al mismo nivel que Nothung o la lanza de Wotan o no tiene dos dedos de frente, o no ha visto/escuchado Wagner en su vida, o está en un momento de enajenación mental (transitoria, espero). Saludos. |
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Aquí nadie ha dicho saber mitología, no se trata de eso más bien de lo contrario, de hablar de ella desde el desconocimiento y, en ese lugar, atreverse a juzgar a quien tiene diferente opinión. ¿Cuándo se ha dicho aquí que un casco alado juegue el mismo papel que Nothung? Aquí lo que se ha dicho es que lo que Ud. llama "fetiche" no lo es, por más vueltas que le quiera dar al tema. Saludos. |
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Cuando uno interpela a otro por no saber de un tema debe ser porque algo sabe del tema, si actúa de buena fe, como imagino que es su caso. Por mi parte yo no he pretendido en ningún momento hablar de mitología, sino de teatro. De todas maneras, he revisado la "frase de la discordia": "creo que a nadie con mas de dos dedos de frente se le ocurriría situar a un mismo nivel a Nothung y un casco alado que pueda llevar Wotan o Brünnhilde que realmente no simboliza nada." Bien, tras analizarla, aclaro que hablo en el contexto del papel de estos objetos de cara a llevar a cabo una representación teatral (aunque creo que eso estaba claro), no desde un punto de vista mitológico, evidentemente. De todas maneras, reconozco mi desliz, acepto su corrección y suprimo la coletilla de la frase, quedando ésta así: "creo que a nadie con mas de dos dedos de frente se le ocurriría situar a un mismo nivel a Nothung y un casco alado que pueda llevar Wotan o Brünnhilde." En lo demás mantengo mi postura: hay objetos fundamentales de cara a contar en un escenario un drama (Nothung, por ej.) y hay objetos que no lo son (el susodicho casco). Obsesionarse con ellos es para mí una forma de fetichismo. Un saludo. |
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Estimado Sigfrido: Leeré con más atención tus ?fascículos? y te contestaré. A este paso vamos a hacer toda una tesis doctoral... Es un placer intercambiar impresiones contigo. De momento te remito a la conversación ?¡Qué chasco!? animándote a que leas el artículo de Ópera Actual que he pegado y el asunto de los Maestros ?de Konwitschny?. Me gustaría que opinaras al respecto si te apetece. Hasta pronto. Rex. |
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Estimado Sigfrido: He leído con sumo placer tus explicaciones. Me han sido de mucha utilidad. Se nota que conoces bien la materia y, además, escribes de una manera atractiva e instructiva. He aprendido leyéndote. Seguiré tus consejos y buscaré el libro que me recomiendas. Muchas gracias. Me parece bien todo lo que has explicado excepto las referencias que has hecho al arte contemporáneo. Antes de abordar este tema quisiera hacer algún comentario. Escenografías. Aunque yo prefiero las escenografías tradicionales y tú las modernas, ninguno de nosotros se cierra en banda y ambos aceptamos los dos tipos. Coincidimos en que en cualquier caso no se han de alterar los hechos que se desarrollan ni el mensaje de la obra. También rechazamos los bodrios, sean tradicionales o modernos. Por tanto, podemos entendernos. Interpretaciones historicistas. Te dije que me gustan las interpretaciones historicistas con instrumentos de época. Esto me pasa especialmente en música barroca. Ahora bien, en el caso concreto de La Pasión según San Mateo (obra que me apasiona) y a pesar de que tengo varias versiones historicistas de primera, la que prefiero es la hiper-romántica de Otto Kemplerer, ya que quizá por mi gusto wagneriano es la que más me llega y emociona. Encuesta. Me parecen muy bien tus sugerencias. Cuando inicie la conversación las tendré en cuenta. Te pediría que me indicaras otra escenografía wagneriana de las que has clasificado en segundo lugar como ?no tradicional, que no alteran los hechos...? Así añadiría un ejemplo al del Anillo de Kupfer, para poder poner dos de cada tipo. Viajes wagnerianos. Has dicho que conoces alguna compañía aérea que por cuatro perras te lleva a cualquier parte de Europa y que organizando un grupo se pueden conseguir buenos precios en hoteles. Cuando he leído esto, SE ME HAN ABIERTO LOS OJOS COMO PLATOS porque ya hace tiempo que abrigo la idea de proponer al foro la posibilidad de montar un viaje a Bayreuth ?aunque sin entrada ? que incluya un recorrido por los castillos de Ludwig y la asistencia a alguna representación wagneriana en Alemania o Austria. Sería algo formidable. Quizá algún forero tenga algún tipo de relación con agencias de viaje. Yo, desde luego, me apuntaría; ya que, como dices, tenemos escasas posibilidades de asistir a eventos wagnerianos en España. (La temporada que viene sólo tenemos uno en Madrid y otro en Barcelona) ¿Qué te parece la idea? Arte contemporáneo: música y artes plásticas. Estoy de acuerdo con los que le dijiste a Hans P. (un saludo si estás leyendo esto). Lo que es nuevo, renovador o revolucionario en un momento dado se convertirá en escuela y tradición posteriormente. De hecho, así sucedió con Wagner, aunque yo no tengo tan claro que la música contemporánea actual cree escuela... Supongo que algo perdurará según el gusto de las nuevas generaciones. Siempre ha sido así, unos músicos han sido olvidados y otros no (aunque siempre son posibles las recuperaciones ?como la de Salieri gracias a la película ?Amadeus? - . También hay que resaltar, como tú mismo comentaste, que compositores y obras que fueron rechazados por el público en su momento se han convertido en parte del repertorio con el tiempo. Así sucedió con el Bolero de Ravel o con La Consagración de la Primavera de Stravinski, que tanto escándalo produjeron cuando se estrenaron. Has reconocido que hoy por hoy los seguidores de la música contemporánea son minoritarios (aunque van creciendo). Estoy de acuerdo. Es decir, que sí que hay un divorcio entre creación y el público. En lo que no coincido es en tu opinión sobre las artes plásticas cuando dices: ?El divorcio entre creación artística y gustos del público es ya prácticamente inexistente en pintura.? Te puedo asegurar que esto no es así. Conozco personas que se mueven en este mundillo y que lo conocen muy bien. Si estás interesado en el tema, mi compañera podría intervenir en la conversación aportando su punto de vista, bibliografía, etc. Me ha dicho que lo haría encantada. Por mi parte, puedo decirte que, por lo que yo sé: -El Museo del Prado (que es una de las principales pinacotecas del mundo) tiene mucha más afluencia de público que el Reina Sofía. -Visitar un museo no significa que te guste lo que ves en él. En mucho casos los turistas acuden a ellos porque ?toca? hacerlo. En marzo fui a Madrid para ver El Ocaso. Como a mi compañera le encanta el arte, hicimos la ?ruta de los museos?. En el Reina Sofía vi muchas caras de perplejidad y oí abundantes comentarios entre irrisorios y despectivos. -Aunque es cierto que existen excelentes artistas (pocos) abundan los ?fantasmas? que tienen una fama inmerecida debido a la promoción que se ha hecho de ellos desde las instituciones públicas. -Quien no es ?políticamente correcto? no se come una rosca. -Hasta los más rebeldes al sistema acaban siendo absorbidos por él. -La política domina este mundillo. No te extrañe que haya ?artistas? que lo son porque tienen una relación de parentesco, amistad, de partido, etc. Abunda el nepotismo. -La crítica honrada e independiente es rara avis. El que paga, manda, y pagan las instituciones. Nadie se atreve a señalar al ?emperador desnudo?. El que se mueve no sale en la foto. Comisariar una exposición o publicar un catálogo es algo que está muy bien pagado. La pela es la pela. -Existe abundante bibliografía sobre el tema de la crisis del arte contemporáneo y del divorcio entre el artista y su público. Incluso se habla de la muerte del arte. Son temas que forman parte del curriculum universitario. Un cordial saludo. Rex. |
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Hola Rex. Me alegro de que te hayan sido útiles mis explicaciones, tampoco considero que conozca demasiado bien la materia, pero, en cualquier caso, me interesa. Igualmente sabes que a mí también me gusta intercambiar impresiones contigo. Escenografías. Nada que añadir a lo que dices. Interpretaciones historicistas. Me parece muy respetable que prefieras, en términos generales, las interpretaciones con instrumentos tradicionales. Es una opción. Yo sólo pretendía comentar que personalmente el historicismo no me parece ni más ni menos "auténtico" que otras opciones interpretativas. A nivel personal te diré que a este respecto yo no hago muchas distinciones, por ejemplo, en El Clave bien Temperado, me gustan mucho Koopman (historicista) y Glenn Gould (que es todo lo contrario), entre otros. Encuesta. Pues, recurriendo a grabaciones en vídeo o DVD... el mismo Anillo de Chéreau, o el Tristan del Festival de Orange de 1973 (con la Nilsson, Vickers y Böhm a la batuta, no recuerdo el nombre del director de escena, pero está muy influido por Wieland Wagner: todo el decorado consiste en dos plataformas con forma de escalera, cuyas posiciones van cambiando, además de los juegos de luces, etc.), o el Tristan de Osaka del propio Wieland (que es, en esencia, el mismo que se representó en Bayreuth en 1966). Viajes wagnerianos. Bueno, con Ryanair yo fui desde Valladolid a Charleroi (a 40 Km de Bruselas) por 41 euros ida y vuelta, eso sí, hay que coger los billetes con anticipación. Un amigo mío que vino en el mismo vuelo lo cogió una semana despues que yo y ya tuvo que pagar 70 euros. El viaje que hice recientemente a Londres (ya iniciada esta conversación) también lo hice con esta compañía, y pagué algo más por estar en temporada alta. Por mi experiencia te puedo decir que son aviones sin demasiados lujos, pero cómodos y solventes. Por lo que se tienen destinos por casi toda Europa. El viaje que propones tiene buena pinta. Yo con las agencias de viaje no tengo relación... te puedo decir mi experiencia de estos viajes y alguno que otro mas, pero no más de eso. Bueno, te seguiré contestando en otro momento lo que queda de mensaje, que ahora me tengo que ir. Un saludo. |
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Seguimos: La música contemporánea actual creará escuela, seguramente. No veo motivos para pensar lo contrario. En su día Schönberg y Stravinski eran considerados lo más raro de lo raro y hoy día ya forman parte de la tradición clásica, e incluso son considerados los principales pilares en los que se basa la música posterior, junto a Bartók y Debussy. Más que un divorcio entre creación artística y público... tal vez una asimilación más lenta de lo normal de las innovaciones por parte del público (por las razones dichas) y también una evolución del lenguaje musical más rápida que la de otras épocas. El que la evolución del lenguaje sea más rápida se debe en mi opinión a que por primera vez en mucho tiempo (tal vez desde Pitágoras!) los compositores se han hecho preguntas sobre la naturaleza misma del fenómeno musical, y esto les lleva a proponer respuestas muy diferentes y muy variadas. Esto en sí no es en absoluto malo, pero de cara a llegar a un público amplio puede ser, al menos en un primer momento, un problema. En cuanto a las artes plásticas... hombre, yo lo decía porque, por ejemplo, hoy no es raro encontrar quien decora una habitación de su casa (o su oficina) con una lámina de Kandinski, o de otro pintor del siglo XX, yo mismo tengo en mi habitación dos láminas de Dalí. De eso se puede deducir que esa pintura, de entrada, no choca a la vista de nadie. En cuanto al Reina Sofía, no puedo dar datos en términos absolutos. Es posible que sea menos visitado que el Prado, aunque también es verdad que es menos conocido a nivel internacional. En cuanto a la gente que lo visitaba... siempre hay a quien no le gusta y hace comentarios de cualquier tipo, también me ha pasado en el Prado de encontrar a alguien comentando "la cara de subnormales que tienen las meninas" o cosas similares, pero también hay a quien sí. Recuerdo que llegando al Guernica, había un señor que echaba pestes en voz alta del cuadro, pero la mayor parte de los visitantes lo mirábamos con interés (a mí personalmente me impactó mucho). Respecto a que existen artistas buenos y menos buenos... pues claro. Pero esto no es nuevo, en otras épocas también pasaba. Entonces igual a los fantasmas no les promocionaban las instituciones públicas, pero se hacían un sitio haciendo la pelota al noble de turno y boicoteando a sus rivales. No creo que los "mamoneos" ni la "corrección política" (en cualquiera de sus formas) sean un invento del siglo XX, van con el ser humano. En cuanto a que existe abundante bibliografía sobre la "crisis" del arte contemporáneo y profesores universitarios que defiendan esto, también hay abundante bibliografía en sentido contrario y profesores universitarios que defienden a ultranza el arte contemporáneo (esto último me consta). No creo que ninguna de las dos cosas signifique algo realmente importante, salvo que está bien leer las razones de unos y otros, explorar este mundo, y decidir por uno mismo. Un saludo. |
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Una interpretación ecologista del Anillo sería un buen ejemplo de lo que Wagner nunca quiso expresar con su obra. Y en cuanto a las intepretaciones sociales realizadas hasta ahora sólo son una farsa y ni los que las hacen saben lo que están haciendo. Me parece cómico aquello de los nibelungos que son "proletarios explotados", mientras los gigantes son "obreros fuertes"... En fin para gente con tanto cerebro que se le desborda por las fosas nasales. |
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Francamente, no se qué tiene que hacerme pensar que usted comprende el Anillo mejor que nadie, más tras leer algunas cosas que dice que se desmontan tras una simple lectura del libretto (ya sabe, del tipo de Wotan-es-un-gobernante-justo-que-solo-quiere-el-bien-para-todos), así que ahórrese los sarcasmos. |
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Hola, Sigfrido: Nada que objetar a lo que has dicho, excepto en lo referente a las artes plásticas contemporáneas. Propondré lo del viaje en el foro. A ver si hay interés y colaboración. Quizá haya alguien que tenga algún tipo de relación con agencias de viaje o que proponga buenas ideas. Yo mismo puedo ser uno de los que busquen información en agencias. Sería cuestión de hacerse un itinerario y buscar hoteles, medios de transporte, entradas, etc. La verdad es que me encantaría que se hiciera realidad. En cuanto a lo del arte actual me reafirmo en lo dicho. Quienes tienen la sartén por el mango son las instituciones y los críticos que les sirven de voceros. Hay mucho engaño e hipocresía en el tema. Tus referencias a Kandinsky, Dalí o Picasso no desdicen la realidad de la crisis actual, ya que junto a Van Gogh, Modigliani, Munch y Matisse entre otros (todos pertenecientes a la primera mitad del XX) son los equivalentes plásticos de los músicos que citas (Schönberg, Stravinski Bartók y Debussy). Tanto unos como otros son mayoritariamente aceptados, forman parte de la tradición artística y constituyen pilares en los que se basa el arte posterior. Tienes razón cuando afirmas que hay profesores universitarios y publicaciones que defienden fervientemente el arte contemporáneo. Me parece muy bien, ya que yo no estoy en contra de este tipo de arte, sino de los impostores injustamente promocionados. También estoy contigo cuando recomiendas leer a unos y a otros para decidir por uno mismo. Pero lo que es incuestionable, hoy por hoy, es que el arte actual está en crisis (incluso se vuelve la vista atrás y se ?recuperan? pintores, como Sorolla, Solana o el francés Balthus, hasta no hace mucho vituperados por las vanguardias). La crisis de éstas ha hecho que cada vez sean menos aceptados sus ?dogmas? y que los galeristas de museos de arte contemporáneo organicen exposiciones de pintores como Solana en el Reina Sofía o de Sorolla en el IVAM (Institut Valencià d?Art Modern) para atraerse al público actual (que rechaza mayoritariamente la producción de las vanguardias). La exposición de Sorolla en València ?año 85 u 86 ? fue multitudinaria, con una enorme afluencia no sólo de valencianos sino del exterior, incluyendo el extranjero. Jamás una exposición ha tenido tanto éxito en el IVAM. Un cordial saludo. Rex. |
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Hola Rex. No te niego la influencia de críticos e instituciones, pero no es un fenómeno exclusivo del tiempo actual, es la única matización que he querido hacer en este sentido. En cuanto a la "crisis" de las vanguardias, lo mismo que te cité a esos cuatro también te cité en otros mensajes a otros compositores en activo, de gran calidad, que siguen, o fieles a la vanguardia de Darmstadt, o haciendo innovaciones interesantes en otros sentidos (como Stockhausen o Ligeti), lo que en mi opinión hace que no se pueda hablar de crisis creativa, más bien todo lo contrario (ahora hay más opciones que nunca: el siglo XX ha sido el siglo que ha "liberado" a la música del corsé de una tonalidad no sólo preeminente, sino incuestionable). En lo que se refiere a las artes plásticas estoy menos informado, pero supongo que se podrán encontrar ejemplos equivalentes. Me parece estupendo que las galerías de arte contemporáneo recuperen figuras como Sorolla. De la misma manera que en música no me gustan los dogmas de los ultraconservadores (ya sabes, dogmas absurdos, del tipo de que toda la música que no sea tonal ya es "arte degenerado") tampoco me gustan los dogmas de los vanguardistas (siendo el ejemplo más ilustre Pierre Boulez, que siendo un gran artista, una cosa no quita la otra, a veces se muestra un tanto intransigente con las posturas estéticas demasiado diferentes a la suya). En este sentido yo admiro a Ives, auténtico librepensador de la música, en su tiempo. A donde quiero ir a parar: lo que digo para la música me parece extrapolabre a la pintura. No estoy en contra de ninguna estética, sólo de los dogmas que a veces se asocian a ellas. Saludos. |
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Hola, Ossian: Como le dije al forero Hans Pfitzner yo reinvindico un Wagner para todos. Si la obra del Maestro es admirada por personas de cualquier opinión en lo estético o en lo ideológico, es porque su mensaje es UNIVERSAL, ya que estamos hablando de un CLÁSICO sin fronteras. Las interpretaciones de Wagner son múltiples y diversas. Y como la opinión es LIBRE, es válida para quien así quiera aceptarla. La verdad está muy repartida y no es correcto que nadie tenga la osadía de pensar que la suya es la única posible y que, además, ES la de Wagner. Mira tú si la Biblia tiene interpretaciones distintas válidas para los que comulguen con ellas. En el caso de Wagner tenemos la lectura fascista de Chamberlain, la socialista de Shaw (?La Tetralogía es el Manisfiesto Comunista de la música?) o las más ?asépticas? de López-Chavarri, Gregor-Dellin o nuestro Ángel Mayo. Esto por sólo citar algunas posibles interpretaciones. ¿Por qué no puede haber una interpretación ecologista del Anillo? Podemos aceptarla o no, pero no rechazarla porque pensemos que es contraria a lo que Wagner pensaba. Lee esta frase, por favor: ?Sin duda Wagner predica el vegetarianismo, pero no se detiene ahí. Su instinto filosófico era tan seguro y tan profundo, que él debía, en todo momento, darse cuenta de la ESTRECHA SOLIDARIDAD que existe ENTRE EL HOMBRE Y LA NATURALEZA.? ¿Qué te parece? ¿Se podría considerar ?ecologista?? Wagner como precursor del ecologismo. ¿Sabes de quién es la cita? No es de ningún marxista, ni ecologista, ni de otros istas que tanto rechazan los defensores del pensamiento único en Wagner, y no sólo en él; pertenece a un nazi que traicionó a su patria, el señor Houston Stewart Chamberlain (?Richard Wagner: Ideología?). Dicho lo anterior, he de dejar claro que, aunque admito cualquier tipo de ?interpretación? sobre Wagner ?otra cosa es que la comparta- , no me parece correcto que las puestas en escena se manipulen de manera que ilustren estas interpretaciones, pienso que hay que ser fiel tanto en lo musical como en lo escénico al original. Por ello, puedo estar de acuerdo con la concepción teórica de P. Chéreau (el anillo como representación de la lucha de clases) aunque estéticamente prefiera nibelungos vestidos de nibelungos y no de mineros explotados del XIX. Un saludo. Rex. |
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Estimado Sigfrido: Nada más que comentar. Comparto contigo la aversión hacia los dogmas y la intransigencia. La libertad y la tolerancia deberían ser valores asumidos y respetados por todos. Un cordial saludo. Rex. |
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El teatro wagneriano es, simbólica y formalmente, inseparable del mito. Saludos |
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Hasta ahora se creía que Wagner se servía de la mitología para hacer teatro (pues la prefería a los hechos históricos porque le daban más libertad y flexibilidad para presentar el drama), pero ahora hemos descubierto que Wagner se subordinaba y servía a la mitología por medio del teatro. La magia que a veces tienen los foros. Saludos. P.D.- A Rex: ¿Hablábamos de dogmas castrantes?: otro para la colección. |
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se entiende que lo que le daba libertad y flexibilidad era el mito frente a la Historia y no al revés, claro. |
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Repito: el teatro de Wagner es simbólica y formalmente INSEPARABLE del mito. ¿Dónde se dice aquí que Wagner "se subordinaba y servía a la mitología por medio del teatro"? Como interprete Ud. la Tetralogía como esta simple frase ya puede ir hablando por ahí de "dogmas castrantes". En fin, no es de extrañar que defienda tanto esas puestas en escena tan... ¿provocadoras?... Saludos |
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Francamente, no por repetir las cosas va a tener usted ni mas ni menos razón. Yo, sencillamente, no comparto su opinión, ya le he explicado por qué. ¿Que mi parecer, diferente al suyo, me lleva a defender ciertas puestas en escena?: pues claro, vaya cosa que ha descubierto, ¿eh?. Si no quiere que los demás nos refiramos a sus frases en términos de "dogmas castrantes" pruebe a argumentar lo que dice (que supongo que sabe hacerlo) en lugar de repetir consignas machaconamente, seguro que se lo agradecemos todos. Un saludo. |
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No, pero me queda la esperanza de que, por repetirlas, Ud. se llegue a enterar de lo que lee. Por enésima, aunque le confieso que el juego me empieza a aburrir soberanamente: de mi afirmación (que a ver si es capaz de refutar con esos argumentos a los que tanto apela): "El teatro wagneriano es, simbólica y formalmente, inseparable del mito." Que a ver qué tiene de consigna... Ud. saca la conclusión de que: "Hasta ahora se creía que Wagner se servía de la mitología para hacer teatro (pues la prefería a los hechos históricos porque le daban más libertad y flexibilidad para presentar el drama), pero ahora hemos descubierto que Wagner se subordinaba y servía a la mitología por medio del teatro. La magia que a veces tienen los foros." Y yo pregunté: "¿Dónde se dice aquí que Wagner "se subordinaba y servía a la mitología por medio del teatro"? A lo que no contestó. Pero se le volvió a llenar la boca con eso tan demagógico de los dogmas castantres. Mire, se ponga como se ponga, un anacronismo es un error y un casco alado, en el ámbito al que nos referimos (no sé si en otros ámbitos muy privados, pero aquí no vienen al caso...) no es un fetiche. Eso es lo que a mí me interesa resaltal y por lo que he entrado en la conversación, no por no compartir sus opiniones. Saludos tan machacones como lo anterior. |
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"No, pero me queda la esperanza de que, por repetirlas, Ud. se llegue a enterar de lo que lee." Bueno, nuevamente la táctica de intentar patéticamente ridiculizar al interlocutor. Dice que el juego le aburre, pero usted sigue una y otra vez repitiendo lo mismo, sin aportar nada nuevo, ¿le gusta tener la última palabra, eh?. Vamos a ver quien no se entera ni de lo que escribe: "El teatro wagneriano es, SIMBÓLICA y FORMALMENTE, INSEPARABLE del mito" Bien, leyendo esta frase, uno deduce que usted equipara ambas cosas en la forma (formalmente) y en el fondo (lo que simbolizan), con esto está poniéndolas en términos de aparente igualdad, lo que es, indirectamente, subordinar el drama al mito: si el drama no aportara nada nuevo y diferente respecto de lo que ya aportaba el mito, entonces sería un simple subproducto de éste. En lo que difiere mi opinión de lo que parece ser la suya, como a estas alturas de párrafo imaginará, es en que yo pienso que la presencia del mito es sólo un medio para alcanzar un fin: el drama. En cuanto a las consignas que sigue repitiendo: Por lo demás un anacronismo no tiene por qué ser un error, ya he explicado por qué, y un casco alado, en vista de la fijación enfermiza que tienen con ellos determinadas personas, puede ser considerado un fetiche (en este ámbito, en otros tal vez también, ahí ya no me meto). A no ser que "El Anillo del Nibelungo" resulte ser la historia de unos cascos alados, que visto lo que uno puede leer a veces por los foros, lo mismo también. Saludos. |