De electrizante y emocionante cabe calificar suinterpretación en el Crepúsculo...el lógico cansancio vocal y físico en al escena de la Inmolación, que ha evidenciado alguna que otra dificultad en al emisión, no ha logrado empañar su labor de conjunto que, desde mi modesto punto de vista, es para el recuerdo. Con la sequedad de voces auténticamente wagnerianas en la actualidad, oír a esta mujer es como llegar a un oasis en mitad del desierto.
Si inmolación ha sido espeluznante, llena de ternura, de arrojo, de valentía, de pasión, de resignación, de rabia...en fin todos los ingredientes necesarios para hacer creíble este personaje, hacerle de carne y hueso, sabedora de su plena humanidad, la que una vez fuera inmortal.Me ha conmovido de veras. Su voz firme, de vibrato justo, muy bien dosificada en cuanto al volumen, con sonoridad bella y redonda, llena de matices, con agudos brillantes y nada estridentes y con graves audibles, bien proyectados y sin pérdida de color...ha seducido totalmetne a un público que se ha puesto a sus pies en las salidas a proscenio a saludar. No es de extrañar...
El otro gran triunfador de la noche, el maestro Fischer, ha estado inspirado y hasta "desmelenado", valga la expresión. Me ha sorprendido la rotundidad y hasta "bestialidad" de ciertos pasajes, como la marcha fúnebre o la música conclusiva...verdaderamente aprovechada y de una belleza conmovedora. Claro que, con una orquesta como esa...Dios mío, ¡qué metales!!!! Ya quisiéramos la mitad en nuestras orquestas ...Como punto meno slogrado, la escena de la jura en la punta de lanza...Franz ha estado especialmetne desabrido también. Y por seguir con el desafortunado tenor, no puedo sino confirmarme en lo que dije sobre la segunda jornada: chillón, desafinado ,histriónico, sonido feo, timbre de gallito...en fin, no sé cómo algún forero se ha atrevido a compararlo con Windgassen...es como comparar un Caravaggio con un cuadro de los que venden en el Ikea...
Los demás cantantes han cumplido, que no es poco. Especial mención merece la Waltraute de la Fujimura, con una línea de canto impecable, cuidada, muy convincente...y el Hagen de Klaveness aunque no puede hacerle sombra al Salminen de hace unos años...
El otro gran triunfador de la velada ha sido el maestro Fischer. Ha estado inspirado, equilibrado, con momentos realmetne brillantes como el dúo de Siegfried y Brünnhilde del principio, las transiciones entre escenas, la marcha fúnebre que ha sonado muy transida de dolor y gravedad y, por supuesto, la escena d ela Inmolación en la que ha mimado a la Herlitzius, absolutamente entregado a su arte, logrando conmoverme en la parte conclusiva...qué belleza de sonido, qué rotundidad, qué delicadeza...espero que lo escénico haya estado en consonancia. No me ha gustado, he de decir, la resolución de la jura en la punta de lanza, creo que le ha faltado garra...claro que Franz me estaba poniendo nervioso con sus chillidito sy excesos vocales e interpretativos. Su muerte ha sido patética, pero no en el buen sentido...
¿Para cuándo la Herlitzius en Madrid y en Barcelona? eque nuestros gerentes ya estén intentando convencerla de que cante un Anillo y una Isolde...¡De ilusión también se vive!
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