Hola. Klemperer es un gran maestro que, como Karajan, evolucionó mucho una vez fue estableciéndose en el mundo del disco y según iba envejeciendo. Las maneras pausadas, analíticas del de Breslau en estudio poco tienen que ver con las del maestro en vivo y fechas más pretéritas, de mayor urgencia en los tempí y con mayor sentido del pathos, aunque siempre con esa "semilla" de objetividad que más tarde se desarrollaría en las grabaciones para la EMI que todos conocemos. En cualquier caso, todas las épocas de este gran director son disfrutables, en mi opinión, pese a que sus presupuestos no se adaptaran bien a algunas obras.
En el caso de Karajan, el contraste entre sus registros de los 30, 40 y primeros 50 con el resto de su vida es brutal: aun siendo siempre un director cuidadoso y controlador hasta lo maniático, sus prioridades se trasladaron desde la precisión y el hincapié rítmico y estructural toscaninianos (con peculiaridades claramente germánicas: uso de la percusión, distribución y organización general) hacia el estudio tímbrico, sin perder nunca gran parte de las cualidades que lo adornaron en sus años anteriores, pero degenerando en una suerte de mercantilismo sonoro bastante molesto, con interpretaciones melifluas y carentes de fuerza, aunque técnicamente irreprochables (de todo hay, empero, en su enorme legado discográfico).
Un saludo.
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