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Entrada al Maravilloso Mundo de Wagner |
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Hola wagnermaniacos! Me llamo Rocío, tengo 22 años y soy de Argentina. El viernes pasado asistí a die wAlkure en el teatro Colón, y como se imaginarán quedé conmovida hasta las lágrimas,por lo sublime de la obra. Nunca antes había asistido a una ópera, pero si había leído y escuchado a Wagner. Se acuerdan de sus respectivas primeras veces?? me gustaría que me cuenten al respecto... sAludos Rocío |
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Hola Rocío, en estos momentos estoy escuchando la primera retransmisión desde Bayreuth de este año, además es hoy el inicio del festival. Soy argentino, de Rosario, pero vivo en Granada desde hace treinta años! Estoy escuchando Tristán e Isolda y da una envidia enorme por lo difícil que es conseguir entradas para Bayreuth. Con respecto a las primeras veces recuerdo no la primera vez pero sí la primera vez que ví en la Scala de Milán a Waltraud Meier en La Walquiria en la apertura de la temporada en dicha "templo", el 7 de diciembre de 1994, fue algo extraordinario; la última vez que disfruté de la Meier fue en febrero de este año en el Teatro Real de Madrid en Lohengrin y en el papel de Ortrud.Espero noticias tuyas y me da mucha alegría ponerme en contacto con una compatriota. |
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Estimada Rocío: Me alegra saber que hubo otro contertulio el día de esa función, a la que también asistí. No soy argentino, viajé especialmente para esa representación (luego de muchos problemas, porque, como sabe, se canceló la función del domingo 10 para la que yo había comprado entrada). En fin, los felicito por el teatro que tienen, es realmente espectacular. En cuanto a la función, debo confesar que quedé conmovido como usted; en lo musical, realmente se lucieron, aunque por momentos la orquesta parecía opacar a un Siegmund no del todo convincente (en especial, hacia el final del primer acto). Me gustaría saber cuál fue su impresión con respecto a la producción escénica, la cual a mí -salvo el primer acto y la escena del Walkürenritt- no me terminó de convencer. Un cordial saludo. Sam. |
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Hola, me llamo Gabriel y también soy argentino. Fui a ver La Valquiria el viernes 22 y me pareció que la orquesta estuvo muy bien, excepto el trompetista solista que tuvo muchos problemas en momentos importantes. El vestuario y la escenografía fueron modernas (mediocres para mi gusto). Dinah Bryant hizo de Siglinda y tenía dos tipos de voces, la wagneriana y la de nena de escuela que canta en un coro de niños improvisado.Thomas Studebaker estuvo muy bien en Sigmundo, menos en la parte de "WÄLSE,dónde está tu espada"donde la orquesta lo tapó (momento glorioso para mi gusto). Excelente trabajo de Koptchak en el papel de Hunding. Espectacular Brunilda la de Nina Warren (me recordó mucho a Nilsson). Muy bien Tom Fox en el papel de Wotan y bien por Jennifer Roderer (Fricka). Las ocho walkirias fueron mediocres. La cabalgata es el climax de la obra, pero parece que no se dieron cuenta de eso porque parecía que cantaban una canción de cuna (ni se escuchaban). Mario Perusso fue el director de la orquesta Estable del Colón y dio una mejor interpretación que la brindada por Charles Dutoit (la escuché por radio y la orquesta estuvo muy insegura y falta de carácter). En general fue una muy buena interpretación, pero con detalles graves. Un saludo muy grande. Gabriel |
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Estuve en la función del miércoles 20. Fue mejor de lo que esperaba, pero por debajo de las representaciones anteriores. Lo mejor Nina Warren. Una Brünnhilde muy buena (mejor que Nadine Secunde en 1996)de voz cálida, buena emisión e interpretación y que llegó con comodidad hasta el final. Bueno Tom Fox como Wotan, así como Studebaker en Siegmund, Koptchak en Hunding y Jennifer Roderer como Fricka. Más floja estuvo Dinah Bryant como Siegliende. La escenografía y vestuario -modernosa- fue como bien se dijo más arriba mediocre, pero no irritante. Y la puesta en escena si bien menos estática que las que hemos conocido anteriormente tampoco llegó a opacarlas y/o superarlas. El punto más flojo fue la errática concepción de Charles Dutoit. Es un buen maestro, un buen preparador, pero de Wagner no entiende nada. La orquesta parecía que tocaba "en sordina" y faltó lirismo, vuelo, poesía ... y sobre todo Wagner. Ya el año pasado en Rheingold no impresionó bien. Pero este año fue peor y no quiero imaginarme (si es que sigue) el Siegfried o el Götterämmerung. No sé si depende de él o de otro, pero hacer Die Walküre con 21 violines (entre 1ros. y 2dos.), 8 violas, 6 cellos y 5 contrabajos me parece insuficiente. Como los vientos estaban completos en los tutti se notaba en seguida el desbalance. Se habla mucho sobre si el foso de Bayreuth es tapado y los demás teatros abiertos, pero en la Staatsoper de Berlin, la Deutsche Oper de Berlin, en Viena y en Munich (que son teatro más pequeños que el Colón) Wagner se hace con una orquesta más completa y suena bien. No sé porqué aquí achican las cuerdas. No es por falta de lugar ni de instrumentistas, el foso es bien grande y profundo (no como en Viena que los hombros de los instrumentistas están por encima del foso). En fin. Pero valió la pena y me fui bastante contento de la función. Willem |
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Hola Rocío: Me alegra que a los 22 años conectes con Wagner. Mi primera experiencia musical tuvo lugar a los 16 años con la Pasión según San Juan de Bach, inovidable, me abrió el mundo de la música. Con Wagner fué el día 9 de Enero de 1955 con Siegfried, cantaba Hans Beirer y el 23 con los Meistersinger, cantó Ferdinand Frantz. Luego en Mayo del mismo año los festivales de Bayreuth en Barcelona con Tristan, Walküre y Parsifal. La "guinda" tuvo lugar en Julio de 1959 cuando fuí por primera vez a Bayreuth, Holländer, Meister y Parsifal con el mimísimo Kna. Si sigues con Wagner escucha muchas gravaciones y compara, no te quedes nunca con unas pocas que esto impide conocer la obra en profundidad, si son en directo mejor, las de estudio son artificiales. Aprende la letra y si la entiendes en alemán disfrutarás mucha más. LLorenç Casanova |
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Hola a todos!! Yo tambien asistí el viernes pasado al Colón, y estoy de acuerdo en que la orquesta sonó muy bien (a mi gusto, mejor que con Dutoit), y tambien en que hubo serios problemas con algunos de los metales. Como a Willem, el número de instrumentos me llamó la atención, y tambien los consideré insuficientes. La escenografía me molestó un poco, porque fué la primera vez que ví representada esta obra, y hubiera preferido algo más tradicional, algo como lo que pedía Wagner. A pesar de todo me encantó y me emocionó, porque Die Walkure fué no solo la primer obra de Wagner que conocí, sino tambien la primer ópera que escuché en mi vida. Y me abrió las puertas a un mundo que yo, por desconocimiento, pensaba viejo y aburrido. Esto ocurrió hace 4 años, cuando yo tenía 20, porque se me ocurrió bajarla de internet en una tarde aburrida cuando escuché hablar de ella a mi tío (un wagneriano de mucho tiempo, que siempre me hace morir de envidia cuando cuenta que el vió a Nilsson y Windgassen en el Colón, cuando vinieron en los 60s). En fin, eso es todo!! Saludos!! |
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Bienvenida Rocio, aqui podras intercambiar muchas opinionen, Por cierto asististe a las veladas de Jaime Botana? Puedes contarnos que te parecio? Saludos, Sachsenhausen |
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Hola, Rocío. Siempre emociona saber que hay seres humanos por ahí que se emocionan con Wagner; a veces creo que ser inmune al hechizo de este compositor -luego, cínico- es prueba de inhumanidad o de prejuicio cerril. Yo jamás he tenido la oportunidad de asistir a una representación wagneriana por un motivo poderoso: vivo en un país donde estas cosas son casi desconocidas y al que jamás visitan los artistas verdaderos. Además, queda la cuestión del dinero... Pero bueno, en cuanto a mi primera vez... No sé, ahora se pierde en una "bruma wagneriana" de fines de la adolescencia. A Wagner lo conocía por piezas pequeñas y me parecía un compositor bulloso, espectacular, pero qué poco entendía de música (ahora, apenas un poco más). Un tío segundo mío -unos cuatro años mayor que yo- me hizo oír una vez unos long plays de Wagner: el "Siegfried" de Solti. Yo sólo pasaba la música orquestal, sinfonías y conciertos, y no soportaba el canto lírico y menos la ópera. Pero aquella tarde en casa de mi tío algo cambió en mi percepción y quedé fascinado por las sombras lentas del preludio y la irrupción progresiva de la historia. Escuché buena parte del primer acto y del segundo, y algo del tercero. Quizás esa fue mi primera experiencia wagneriana casi cabal. Poco a poco, con cassetes, algún que otro libro y ciertos fascículos, me introduje en lo que llamas este Mundo Maravilloso. Conocer el argumento y los libretos del Anillo fue para mí un shock tremendo; durante meses viví en "estado de gracia". No concebía otra cima mayor del ingenio humano. Me enamoré perdidamente de Brünnhilde y quise ser Siegmund. Hasta ahora me persigue el perfume de esas "vírgenes ideales" que menciona Sábato. No existen, pero existen. Y más adelante Lohengrin y los Maestros Cantores me descubrieron -o reelaboraron- parcelas enteras de mi niñez y mi juventud: algunas navidades, algunos recuerdos de vacaciones, algunas casas entrevistas en ciudades más grandes, habitadas por duendes ancianos. En la biblioteca de mi abuelo había libros enormes, de lomos parduzcos y letras doradas, y allí leí algunas referencias a Wagner mientras oía el carillón de la catedral los domingos a media tarde (¿Parsifal?). En fin, no sé cómo explicar una trama que fue formando parte de mi vida, mis recuerdos y mi genuina-historia-recordada-más-tarde. Una inocencia que recupero cuando me hundo en los sonidos wagnerianos, pese a sus incestos, sus dioses suicidas y sus deflagraciones. Porque Wagner tendría que ser la razón de ser de un niño en una casa grande frecuentada por señores altos y serios que discuten de Wagner y de papeles amarillentos y de gobelinos con dragones los domingos por la tarde. Y la música... No sé si sacas algo en claro, Rocío, pero a veces siento que no tuve una primera vez. Como si el conocimiento de Wagner me hubiera sido impuesto desde el principio. Un cariñoso saludo desde el Perú y bienvenida al foro. Beltenebros de la Peña Pobre |
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Hola a todos!!! Se pueden creer que sólo tengo 19 años y no me acuerdo cuándo empezó mi aficción por la ópera ni por Wagner? Es muy triste, tengo muy mala memoria pero calculo que sería a los 13 o a los 14, más o menos Recuerdo que no sé por qué motivo un día empezé a leer argumentos de óperas. Tenía la cabeza llena de pajaritos y me ecantaban aquellas historias. Un día con el periódico daban una selección de La Traviata con la Callas. Sólo decirles que llegé a aborrecer la Traviata de tantísimas veces que escuché aquel disco y que desde entonces soy fan nº1 de la Callas, tanto que pienso algún día poner una páginas llamada "Callasmanía", jejejeje, es broma. Mi primera ópera en vivo y en directo fue Il Trovatore y desde entonces, no me acuerdo cuando, tengo el abono del 4º día del Maestranza. Sí amigos, soy sevillana, jejeje, una ciudad inspiradora de óperas...Le nozze di Figaro, Carmen, Fidelio, El barbero de Sevilla... Pero que yo ignoraba completamente hasta entonces, porque como ya digo mi aficción empezó por mí misma, no hubo nadie, ni hay, en mi familia que tuviese aficción por la ópera. Wagner...tampoco recuerdo cómo pero supongo que cuando empezé a aficcionarme por la ópera me pasaba horas aprendiendo sobre los distintos compositores...tenía mucho interés por Wagner pero no poseía ni un sólo fragmento de nada suyo. Me limitaba a escuchar por la radio. Estaba muy enganchada a Radio Clásica, jejeje Un día hace pocos años vino aquí a Sevilla la que para mí sería mi primera ópera wagneriana: La Valquiria, al igual que usted amiga Rocío. Me encantó. Entré por lo grande. No conocía casi nada de Wagner (oído porque leído había leído todos los libretos)y empezé por lo más gordo, el Anillo. Leí el libro de George Bernard Shaw "El perfecto wagneriano" y por navidades me regalaron el Anillo de 1951 de Stiedry. Desde entonces mi aficción por Wagner no ha hecho más que aumentar...en la actualidad poseo todas sus óperas menos las primerizas (Rienzi, Las hadas...las cuales tengo que estudiar aún) y lloro cada vez oigo el Tristán, si es muy triste empiezo a pensar que tengo un problema...jejeje, el otro día escuchándolo desde Bayreuth lloré hasta con el primera acto! Cambiando de ópera, el momento en que Sieglinde exclama "O hehrstes Wunder! herrlichste Maid!" es para mí el momento musical más hermoso que por el momento he tenido el placer de escuchar... Me causa gran tristeza saber que el amigo Beltenebros no pueda tener acceso a la discografía wagneriana. Si alguna vez voy a Perú prometo llevarle óperas, de acuerdo? aunque por el momento lo veo lejano porque nunca he salido de Europa... Saludos a todos |
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Yseult, eres un cielo. Con mensajes como el que acabo de leer, imposible que todos los que rondamos por aquí no nos enamoremos perdidamente de ti. Platónicamente, digo, jejeje..., pura admiración contemplativa. No haya malos entendidos, que no quiero verme conducido al calabozo. |
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Hola a todos, es maravilloso poder afirmar y trasmitir tantas sensaciones musicales-wagnerianas. Mi primera ópera en vivo y en directo fue a mis queridos 17 años, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, con ¡Tristán e Isolda!. Se me saltaron las lágrimas de la emoción; para mi fue el mejor Tristán de mi vida y ya han llovido Tristanes. Felicidades a todos los jóvenes melómanos que están recogiendo nuestros testigos, seguid así, la Música es la mas bella de las Bellas Artes, imperecedera, única, exclusiva, fastuosa........ |
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Hola Rocío. Si me acuerdo cuando tenía 16 años, fui a mi primera obra de Wagner, en el Teatro Municipal de Santiago, al otro lado de la Cordillera. Al igual que tú, fue una experiencia sublime, cargada de emotividad, y de alegría infinita, de sentir, vivir toda una filosofía contenida por siglos, milenios y yugas que se juntan aquí en esta Tetralogía. Para comprender a Wagner, no es necesaria la intelectualidad, el pensar o el saber. Es sentir, en la profundidad de tu conciencia y de tus emociones, la totalidad, el mundo agonista, la tragedia, en fin todo, lo que nos sucede en nuestra vida y en la humanidad. Las óperas de Wagner son iniciáticas, y de allí se explica tu emoción, que sentí esa primera vez, y que se acrecienta cada vez que escucho estas obras sublimes. Te recomiendo un libro que te explica esa dimensión de Wagner que se relaciona más con tu emoción vivida hace algunos días, mas que toda la discusión técnica musical que está para los musicólogos. "El Profeta de la Edad de Hierro" de Adrián Salbuchi Ediciones Kailas. Ese libro lo compré en Buenos Aires. Un Saludos desde Chile Quanyip. |
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Amigo Banquo me halaga usted...jejeje, muchas gracias por sus siempre amables palabras. |
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Hola a todos. Últimamente escribo muy poco en este foro, me he vuelto mucho más humilde a medida que profundizo en el mundo wagneriano y me doy cuenta de lo amplísimo y complejo que es y lo poco que yo sé de él en realidad. Pero hoy me apetece contar cómo entré en ese mundo. La primera vez que escuché algo de Wagner fue muy temprano, con unos 6-7 años, según creo recordar. Mi padre me compró un magnetófono y en él escuché una vieja cinta de casete que arrancaba con la cabalgata de las walkirias, en la versión de Solti, supongo. Fue la primera música que arraigó muy profundamente en mi cerebro, aunque por aquel entonces no tenía yo idea de quién era Wagner. Todavía me acuerdo mucho de aquella experiencia, y de que llegué a escuchar decenas de veces la cabalgata, con esa curiosidad y entusiasmo propia de aquellas edades. Y entonces vino lo más curioso. No sé si por radio o por donde, escuché otro fragmento muy corto de Wagner. No llegué a saber lo que era, pero esa melodía se me grabó de tal forma en mi cerebro que durante años la retuve (desde los 6 años!) esperando el momento de averiguar qué era aquello que tanto me había impresionado. Hasta pasados lo menos 10 años no volví a escuchar ese fragmento, pero cuando lo hice lo reconocí al instante, muy excitado. Aún ahora me asombra cómo pude recordar un pasaje tan cortito durante tanto tiempo. Finalmente averigüé que se trataba nada menos que del motivo de Sigfrido, tal como aparece en los metales durante la despedida de Wotan, que tal fue el fragmento que debí de escuchar a los 6 años. Y así, de esta forma tan curiosa entré en el mundo wagneriano. Huelga decir que poco después de reconocer de nuevo el motivo de Sigfrido entré a fondo en el mundo, comprando los discos de la Tetralogía (tuve la grandísima suerte de elegir, sin conocimiento alguno, la versión de Solti) y posteriormente los de las demás óperas, hasta el punto que actualmente, con 27 años, he llegado a tener unas 10 o 12 versiones diferentes de cada una de las óperas, que no me canso nunca de explorar una y otra vez. Y hasta aquí mi experiencia. Como coletilla, decir que al mismo tiempo que descubrí la cabalgata de las walkirias, a los 6 años, también descubrí la Novena de Beethoven y el 5º concierto de Brandenburgo de Bach, que fueron mis 3 primeros pasos en la música. ¡Qué tiempos aquellos! Saludos a todos |
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Hola de nuevo. Bonito hilo. Creo que esta clase de intercambios, más dados a lo anecdótico y "subjetivo", enriquece tanto o más que una discusión técnica. Porque, ¿para qué queremos la música y el arte en definitiva, si no es para añadir dimensión a nuestra humanidad personal? Yseult, muchos años más de wagnerismo y gracias por tus líneas, pero ya ves que no es taaaan grave la situación: tengo algunos discos y material bibliográfico -Internet es de mucha ayuda, lo mismo que algunos amigos-. Eso sí, ojalá algún día puedas conocer el Perú, aunque la empresa tiene sus riesgos... No es el país más amable ni seguro de estos lares, aunque hay gente de toda clase, como en todos lados. No hay galimatías más cierto. Estimado Quanyip, ¿puede conseguirse ese libro de Salbuchi en la Red? Me interesa el tema, y usted en pocas líneas deja entrever una visión filosófica que algunos amigos míos comparten. Por lo demás, aunque no suelo creer en misticismos ni iniciaciones, mi conexión con Wagner es de tal índole (se mezclan recuerdos de infancia, predisposiciones e intuiciones) que estoy dispuesto a investigar ese aspecto más que musical de su obra. Saludos a todos. Beltenebros |
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Gabriel, yo también estuve en el Colón el viernes 22. Tom Fox no fue quien interpretó a Wotan ese día. Yo lo había oído por radio y me parecía que podía ser el Wotan del siglo 21, pero lamentablemente no pudo quedarse para la última representación. Lo hizo Peter Winberger y fue muy digna su actuación, contra lo que se esperaba. Tom Fox había sido El Caminante en Sigfrido/98 y Johanaan (Salomé) en el Colón. Me gustaría conocer la opinión de otros sobre este tema. Saludos, Siglinda |
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Hola, Siglinda, soy Gabriel. Me parecía que Tom Fox había sido Wotan, debido al programa. Igualmente me pareció bueno el trabajo de Peter Winberger (y el de Tom Fox cuando lo escuché por la radio). Gracias por la información, y si un día querés hablar un poco, mandame un mail a nahuel_burgues@yahoo.com.ar (sí, es nahuel,ya que es el de mi hermano). Un saludo. Gabriel |
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Gracias por sus historias de vida,pequeñas historias que nos marcan de chicos pueden decir mucho de lo que somos hoy. Seguimos siendo chicos, porque aún tenemos la capacidad de descubrir en un sonido, en una nota, en un pasaje escrito por personas que no se conocen el misterio más profundo: el misterio de las almas. |
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Bienvenida Rocío al maravilloso mundo de la wagnermanía! Hola Willem , tanto tiempo! Hola Miguel Angel ( me emocionó tu hermosa respuesta a mi saludo del día del amigo ) y Hola a todos los foreros de todos lados. Primero estoy gratamente sorprendida de encontrar a tantos compatriotas y saber que estábamos en la sala al mismo tiempo, pues yo también fui el viernes. Después de muchos años, a último momento me decidí, colgué marido e hijos de la percha y dije: me voy!. Llegué sobre la hora y, obviamente, sólo quedaban localidades en Paraíso de pie?y por esas extrañas coincidencias de la vida, terminé sentada en tercera fila del CENTRO, de Cazuela.! En cuanto a la orquesta creo que estuvo mucho mejor que con Dutoit (la escuché por radio) y Willem: lo reducido de la misma y que estuvieran en ropa de calle, me comentaron que se debía al reclamo (de la pancarta desplegada al principio), por lo que unos días tocaron algunos y otro día la otra mitad. (Me hizo acordar la película ?Encuentro Con Venus?) Realmente fue lamentable. Fui al Colón con la esperanza de atronarme los oídos con Wagner (sin que nadie me hiciera bajar el volumen) y me quedé con las ganas. Lloré TODO el final del tercer acto. Lo hicieron bellísimo. Ahora, las valquirias corrían por unos andamios, pero se olvidaron del decorado. y las películas de guerra, proyectadas contra el fondo?, esos nenes ?aparentemente del holocausto- llorando. No les pareció un golpe demasiado bajo? Estuvo genial el comienzo cuando contra ese velo que había frente al escenario proyectaban esas nubes, esas sombras de caballos y la cara de Nina Warren?muy bueno Wotan y Brünhilde. Pero, llegaron tarde a la función? Pues solo pudieron manotear su lanza y su espada antes de salir a escena! A quien se le ocurre Wotan con pantalón con tiradores? Y Brunilda de tacos altos con esa solera?? Se acabó el presupuesto tal vez? Y cuando Fricka toma esos rollos y los guarda en una ?biblioteca? metálica que se los traga, tipo Viaje a las galaxias,?no pude evitar decir fuerte: Qué demonios se supone que significa esto?, provocando la risa de los que me rodeaban. Decí que no salió a escena el responsable?porque algo le iba a decir. Lo estaba esperando para gritarle; Más respeto a Wagner! ?pero tampoco se cumplió ese deseo. Recuerdo mi primera vez que vi una ópera de Wagner en vivo. Tenía 10 años: Meistersinger. y no me voy a olvidar que en una momento (no recuerdo en cual) hasta hubo músicos que estaban tocando en los palcos avant scene (disculpen mi francés) que están junto al foso. Como para no entrar en ?trance?! Después de 5 hs. y media no me quería ir a casa, sólo quería que volviera a empezar para verla otra vez!!!! Pero si bien esa fue mi primera opera en vivo y en directo en el Colón, me inicié con Wagner con la tetralogía de Nilson y Windgassen en los 60s, con mi orejita de7 años (o eran 8?) (A ver Willem si nos auxilias con el dato en qué año vinieron? No vale hacer trampa consultando los anales del Colón) pegada al combinado. Papá nos había contado toda la historia, nos había tocado los diferentes Leitmotive en el piano y nos enseñó a reconocerlos escuchando la obra. A la siguiente función, mis padres fueron al Colón y mi abuela no logró acostarme, ni arrancarme de al lado de la radio, ni de mi embelezo. Me había enamorado perdidamente y para siempre de Wagner . Y la melodía que cantaba una y otra vez, sabés cuál era Gunther? Pues sí, Sigfrido. Aún voy silbando su Leitmotiv por los pasillos del hospital y cuando salí del Colón, caminando por el medio de la desierta calle Tucumán hasta Callao, para tomar el 60. Lo iba cantando a voz en cuello, imitando corno y trombones. Espero Rocío, haber satisfecho tu pedido. Y de paso lanzo una idea para el año que viene. Ya que hay muchos más foreros argentinos de lo que yo pensaba, qué tal si nos reunimos con Sigfrido, antes de la función, para conocernos, como hicieron nuestros amigos en Sevilla? Les dejo mi mail para los que se quieran contactar conmigo: macecju@hotmail.com |
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Hola, foreros. Un día mi padre llegó a casa con dos cosas bajo el brazo, un tocadiscos de aquellos Dual-Bettor de principio de los 70 y dos discos: el Concierto de Aranjuez tocado por Yepes (es la música favorita de mi madre, lo cual es para alabarle el gusto) y la quinta de Beethoven de Karajan. Luego fueron entrando el resto de las sinfonías del maestro, las pasiones y conciertos de Bach, Stravinsky, Mozart, mi querido Rachmaninov, Mahler... y, cómo no, Wagner. Los domingos por la mañana -yo apenas contaría los cinco años de edad- eran una fiesta: churros para desayunar, Beethoven en el tocadiscos, mi padre tirado en el suelo explicándome sobre un mapa y con barquitos de monta-plex la batalla de Lepanto... o poniéndome los pelos de punta mientras me contaba y dibujaba en el aire el ir y venir de las brujas en el aquelarre de la Sinfonía Fantástica. Mi primer Wagner fue Tannhauser. De la mano de mi padre, claro. No puedo decir que era la música que más me gustaba, por aquella época yo era más fan de Beethoven y Dvorak -convendrán conmigo en que cuando la novena se pone marchosa, no es para menos-, pero sí estaba entre mis particulares "top ten" y a mi padre supongo que le debía hacer gracia que un mocoso como yo participara en la rueda familiar de peticiones del oyente, así que la escuchaba bastante a menudo. El murió de manera desafortunada poco después, cuando yo tenía siete años. La vida le dio poco tiempo para tanto como de seguro le gustaría haberme enseñado, pero su amor por la música me lo transfirió intacto. Gracias, padre, dondequiera que estés. Hoy escucho por igual a John Coltrane, a Deep Purple, a Silvio Rodríguez o a los Rolling Stones (los bisabuelos del rock quienes, por cierto, sacan disco y se van de gira; esto se merecería una conversación incluso en este foro), aunque lo que más oigo con diferencia es música clásica. Y, sobre todo, Wagner. Un día empecé a ir a la ópera y me estrené con La Walkiria de la Caballé en la Zarzuela. Pero para no aburrirlos más, y como dijo otro antes que yo, ésa es otra historia que deberá ser contada en otra ocasión. Un saludo |
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Si esto sirvió para volver a sentir el aroma a churros del domingo, o para volver a escuchar a un papá tocándonos el piano, como quien descubre un buen libro perdido en el exhibidor de una tienda, valió la pena. Cecilia, yo yambién me lloré todo en la ultima escena. Será las reminiscencias a nuestros padres queridos a las que nos conecta la música. Con todo lo demás coincido. ¿No te molestaron bastante los aplausos antes de que terminara de tocar la orquesta? Me anoto para hacer un encuentro el año que viene. Y gracias a todos por la cordial bienvenida. |
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Y bueno, ya que estamos les cuento como es que terminé yo aquí. Conocí a Wagner gracias a un profesor de una materia que se llama "Arte y Sociedad de Masas", de la Universidad Nacional de Quilmes, en la cual estudio Ciencias de la Comunicación Social. Este profesor, tipo joven pero super super intelectual, nos mandó a leer "La obra de Arte del Futuro", y se notaba que era wagnermaníaco al mango. A mi me pareció una locura estar hablando sobre eso sin haber ido nunca a ver una ópera de Wagner, asi que buscando a alguien conocido dispuesto a bancarse una obra de cuatro horas en alemán, fui, y saqué las entradas con una amiga (las cuales obvio pagué yo). Imagínense lo que representó para mí, con 22 años y de clase media del conurbano bonaerense, ir a ver una obra de este calibre. Si bien toda mi vida estudié piano y danza clásica, asistir a una ópera del Colón, concebida en el imaginario social argentino como el teatro de las clases más adineradas (coincidamos también que no cualquier target "consume" música clásica")fue todo un acontecimiento. La cuestión es que fui, y el resto de la historia ya lo conocen.Mi amiga también quedó fascinada y en diciembre volvemos, solo que esta vez vienen dos amigas más y cada una se paga su entrada, jajaj, como ven, también aporté mi granito de arena en difusión de la cultura!! Mi profesor no pudo ocultar su entusiasmo cuando le conté que iba a ir. Pero no volví a cruzarlo por la facu, para contarle como me había ido. Le voy a estar eternamente agradecida, por presentarme a Wagner, y por cerrarme con Diezzz!! Saludos |
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Si querés escribime, Rocío. Cecilia |