Saludos:
En Diverdi se ha puesto a la venta ya, desde este mismo lunes, el justamente famoso Anillo en la toma de Bayreuth de 1956. No es necesario, pienso, cantar las excelencias de esta grabación una vez que las entonó en su día Ángel Mayo. Visto que ya son bien conocidas sus virtudes musicales, lo único que queda será pensar en los aspectos sonoros y los relativos al «package».
El nuevo procesado digital del master ha conseguido mejorar (¡y mucho!) el sonido que ofrecía, hasta la fecha, la edición de Golden Melodram. Está realizado por el equipo de Railroad tracks GMBH, que es una referencia de primera para los amantes de la audiofilia. Hay mayor cuerpo orquestal, mejor separación de los planos sonoros y en definitiva, una claridad superior a anterior ediciones. No se precisan sofisticados aparatos de high-end para disfrutarlo, ni tener un exquisito oído. La diferencia es patente y hasta apabullante. Es una buena, cuando no una magnífica oportunidad para que los wagnerianos militantes tengan su Anillo, «el Anillo» por excelencia, en unas condiciones inimaginables hasta hace bien poco.
La presentación ha mejorado bastante respecto a la austerísima edición de Golden Melodram. Una caja bien diseñada, de un atractivo cuerpo de color rojo, con un bello brillo «couché», y con un librillo (que no libreto) profusamente ilustrado con fotografías de las representaciones. La redacción está en los tres idiomas habituales (muchos díscos se tendrán que comprar en España y la América hablante de castellano para que se decidan a darnos una lectura más cómoda).
Por último, otro de sus atractivos es su precio, que casi es la mitad del de su predecesor en Golden Melodram. Si ésta última se estaba vendiendo por encima de los 170 ? (toma castaña), la nueva de Orfeo no va a ascender más allá de los 95 (93, muy posiblemente). Qué decir tiene que aquellos que no la tengan podrán lanzarse sobre ella como lobos (al menos, como lobos que gastarán la mitad de esfuerzo).
¿Y aquellos que ya poseían ?como ha sido mi caso? la anterior edición? Pues a su bolsillo queda la elección. He tenido que rascar el propio para juntar lo suficiente como para comprarla. No me atrevo a sugerir que todo el mundo haga lo mismo. Cada uno es dueño de sus propias economías y no es justo entrometerse en asuntos ajenos de este calado. Sólo apelaré a la calidad, a la emoción de acercarse como si fuese de nuevas, merced a la calidad sonora, a esta espléndida representación. Si el juicio discográfico, si la cercanía a una experiencia aúrea que ya va siendo lejana (49 años han llovido) sólo puede hacerse efectuarse a través de la recepción discográfica, es necesario hacerlo en la mejor de las condiciones para encontrarse más próximo a lo óptimo: en este caso, la mayor cercanía vamos a encontrarla en la nueva edición de Orfeo.
Un saludo:
Roberto Blasco
|