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Wagner y la condición femenina. |
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Estimados contertulios: Buceando por Internet he encontrado en http://www.usuarios.com/ib307913/El_ocaso.htm#Historia información sobre tres temas de interés wagneriano: 1.- Las últimas palabras de Brünnhilde (reveladoras de los diferentes finales de la Tetralogía y de las ideas político-filosóficas que influyeron en Wagner) 2.- La Walkiria como mujer y esposa (que nos da una idea sobre su pensamiento acerca de la condición femenina) 3.- El concepto de "Gesamtkunstwerk" (obra de arte total) Os cuelgo la información referente al concepto wagneriano de la condición femenina, ya que los otros dos temas han sido tocados en el foro con profusión. Espero vuestras opiniones sobre el tema. A mí me da la impresión de que Wagner era muy ?progresista? (con el permiso de Germán) en este aspecto, adelantándose a su tiempo. De hecho es conocida su relación de amistad con Malvida von Meysenburg, considerada como una de las precursoras del feminismo, que se auto calificaba de ?revolucionaria integral?. De hecho, el Maestro murió mientras escribía un ensayo sobre la temática femenina. Un cordial saludo wagneriano. Rex. ......................................................................................................................................... ?Valquiria - Esposa - Mujer del Futuro La actitud de Wagner con respecto a la mujer no sólo refleja los diferentes papeles asignados a los sexos en el s. XIX, sino también un profundo conflicto que Wagner intentó resolver durante toda su vida. El 22 de Enero de 1.881, sólo dos años antes de morir, le dijo a Cósima: "que falsa es la posición de la mujer en nuestra sociedad. Por un lado, hay una adoración caballerosa y educada, por el otro, todos tienen una opinión muy baja de ellas". Estos (auto) críticas se refieren a un tema de siempre, que aparece de muchas y diferentes maneras en los escritos y obras de Wagner. Con el fin de evitar que las mujeres (cuyo papel se ve reducido a cumplir los deseos de los hombres, según se puede interpretar por los comentarios del propio Wagner), se den cuenta de su verdadera inferioridad, el cumplimiento de sus obligaciones se ve compensado en un mundo dominado por los hombres con una "adoración caballerosa". Como si esto no fuera ya suficiente, a este desprecio por las mujeres tan bien disimulado, se le unía la burla abierta y popular con la que la sociedad del s. XIX castigaba a aquellas que se negaban a aceptar el papel que se les tenía asignado, es decir, a aquellas emancipadas sexualmente. Wagner debió de tenerles terror a estas mujeres, ya que en Venusberg y el jardín mágico de Klingsor creó localidades que parecían burdeles donde se robaba a los hombres de su libertad e incluso de su virilidad. El conflicto debió de ser muy profundo, ya que tales pesadillas, a menudo se convertían en deseos prohibidos. Por ejemplo, durante uno de los ensayos de la primera representación de "El Anillo", Wagner se quejó de la manera tan reprimida en que las cantantes representaban las escenas de amor, y expresó su opinión de que era debido a que tenían miedo de ser socialmente condenadas al ostracismo: "creen que les impedirá conseguir un marido". En el "Anillo" los deseos ocultos adoptan forma de mito. Al igual que en el caso de las Doncellas de la Flor y las Bacantes, las sensuales seductoras en el "Anillo" (como por ejemplo las Ninfas del Rin y las Valquirias que prometen los placeres de Walhall), no parecen ser seres humanos de verdad. Fricka, a la que Wagner consideraba el vivo reflejo de una esposa, es justo lo contrario de estas Valquirias y las Ninfas del Rin. Es significativo el modo en que Wagner enfatiza ciertos aspectos de la diosa. En el mito la esposa del dios supremo es sobre todo responsable del amor y la fertilidad. Sin embargo, en la obra de Wagner, ella considera la ley por encima del amor de una manera verdaderamente patriarcal. Por lo tanto, se trata de una mujer que ha asimilado los dogmas del patriarcado tan profundamente que comete el error fatal de creer que ése es el orden natural de las cosas. No obstante, la pérdida de estos orígenes naturales tiene ciertas consecuencias, ya que la aplicación estricta de la ley pronto tiene un efecto fatal sobre el hombre que la ha creado. Wagner compara a estas mujeres con un nuevo tipo de mujer, representado por Brünnhilde. En una carta a Franz Liszt del 20 de Noviembre 1.851, le comentó a éste cómo la Valquiria se convertía en humana: "por ejemplo, ya no tienes que preocuparte de qué dirá esta gente a la "mujer", la cual, cuando se refieran a ella, sólo puede tratarse de su esposa o(si ha de ser otra cosa) de una muchacha de prostíbulo". Por lo tanto, se suponía que Brünnhilde tenía que poner fin a la tradición que asignaba a las mujeres los papeles de cortesana o esposa. Una característica de Brünnhilde, es el modo en que pasa de Valquiria virgen a mujer conocedora de los placeres sexuales. Este hecho, aunque no deja de ser una especie de humillación, paradójicamente contribuye al progreso personal del personaje. Debido a que Brünnhilde considera el amor por encima de la ley, logra adquirir, a costa de perder su naturaleza divina, una libertad interior sobre la que el padre de los dioses, Wotan, esclavo de su propio orden, no tiene ningún poder. Pero antes de que Brünnhilde pueda decir: "se todo lo que hay que saber; todo se ha aclarado ante mí", debe conocer todos los aspectos de la mujer. Además tiene que aceptar el amargo hecho de que se ha podido demostrar que se la puede conquistar, ya que se confió totalmente al amor de otra persona, y por el bien de ésta permitió que su poder y su sabiduría se marchitaran con la espera y la inactividad. "El amor de Siegfried y Brünnhilde" no consigue "llevar a cabo un gran acto de redención", escribió Cósima el 6 de Septiembre de 1.871, "él ha de caer para que Brünnhilde pueda alcanzar la mayor de las sabidurías". La amante abandonada se convierte ahora en una mujer combatiente. Reclama la muerte se Siegfried como expiación, convierte a Hagen en el instrumento para llevar a cabo su voluntad y finalmente quema Walhall. Una mujer que toma la iniciativa debió poner a Wagner algo incómodo, ya que si no sería muy difícil explicar el hecho de que empezaba a creer que la inactividad de las mujeres era ley natural. Con fecha del 22 de Junio de 1.869, en el diario de Cósima se puede leer: "como la tierra ante el sol, es totalmente pasiva, y de ella sólo sale aquello que el hombre ha plantado en ella". El 8 de Agosto del mismo año escribió: "una mujer no tiene nada que hacer con el mundo exterior", no debería convertirse en "hombre" "votando" en las elecciones. No obstante, en una carta a Mathilde Maier del 25 de Mayo de 1.863, Wagner escribió algo totalmente diferente y confesó que "no tenía nada bueno que decir de los hombres", y que él se sentía "increíblemente solo en compañía masculina". Consideraba los atributos tradicionales de los hombres como impedimentos. Una y otra vez estos atributos le hicieron anhelar una mujer fuerte que lo liberara de su carga. En su vida privada, fue sobre todo Cósima quien logró aliviar esta discordia con una sabia mezcla de servilismo y emancipación. Sin embargo, gracias a Brünnhilde, Wagner logró dar una expresión artística a su sueño de una mujer energética y políticamente responsable. Cuando en "Una carta a Mis Amigos", habla eufóricamente de "la mujer del futuro", ya no se refiere a "la casera y preocupada matrona Penélope de Ulises, sino? a la deseosa y anticipada mujer que nunca dejará de ser mujer". Más adelante, Wagner explica más claramente su visión asignando a lo que es "verdaderamente femenino" la tarea de conseguir "la redención" para él, y "para todo el mundo", "después de que el egoísmo masculino se haya roto y destruido a sí mismo". Tales características, que de hecho están dirigidas a Senta y Elsa, se pueden ver aún más en Brünnhilde. Con ella, que se ha convertido en una mujer sabia que mira hacia el futuro gracias a sus experiencias, Wagner creó un tipo de personaje que no sólo contradice muchas de sus propias declaraciones, sino también la visión que sus contemporáneos tenían de la mujer. Brünnhilde es la redentora que de una manera responsable se ha dado cuenta de su naturaleza basada en el amor, y que vence el egoísmo masculino que hizo mal uso del poder y de la ley. Ella da a conocer su mensaje con una versión del final de la obra basada en Feuerbach, para la que nunca se compuso música: "ni engañosas alianzas de oscuros tratados, ni hipocresía, ni las más severas leyes. La dicha en la alegría y la dicha en el dolor pueden ser los únicos dones del amor". |
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Si todos los caminos conducen a Roma, en este caso lo hacen a WM. La información que os he colgado la tenéis también en este portal en la sección ?Óperas y dramas?, cuya letra y fondo hacen que sea más legible. Os recomiendo que echéis un vistazo al apartado ?Historia?, donde se habla de la génesis de la obra así como de temas relacionados con ellas. Es muy interesante. Enhorabuena para los redactores. Rex. PS. Hay que ver qué despistado que soy. Ya decía yo que me sonaba lo que estaba leyendo. De todos modos, os animo a opinar sonre el tema femenino. |