Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
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¿Qué es la tradición germánica?
De: jthomas
Fecha: 19/02/2006 17:36:32
Asunto: ¿Qué es la tradición germánica?
Hola a todos, no se si este es un tema para el foro, pero se que aquí escriben personas muy conocedoras de la música, de estilos de dirección orquestal, y por lo tanto espero tener respuesta. Desde hace algún tiempo leo sobre la tradición germana en la dirección orquestal (según entiendo, se inició con Wagner, pasando por Furt., Kna., etc.). Mi pregunta es:

1) ¿Qué diferencias hay entre la tradición germana y los directores que llaman "latinos" (según dicen: Solti o Böhn)?

2) ¿Existen hoy día directores de orquesta que gusten de seguir esos pasos?

Agradezco por anticipado a todos los que respondan.

De: Frohvalladolid
Fecha: 19/02/2006 22:06:55
Asunto: RE: ¿Qué es la tradición germánica?
Hola. Espero darte una pequeña orientación sobre ésto, porque mis conocimientos sobre dirección orquestal son bastante escasos.
Creo tener entendido que la dirección de Solti se basa en una tradición más "straussiana", por lo tanto, su dirección es más literal a las indicaciones de la partitura, sin permitirse tantas licencias en ésta.
Por otro lado, los directores germanos se permiten mayores licencias con la partitura: juegan con los timbres de la orquesta, los matices... (un poco más en la línea de que el director de orquesta es el "intérprete" de un gran instrumento, de su instrumento (la orquesta wagneriana), y que tiene que ejecutarlo conforme a sus propias directrices.

Por cierto, no creas que la expresión "sin permitirse tantas licencias" significa dirigir a lo "Peter Schneider". Yo creo que ambas direcciones tienen su "miguilla" y ambas son muy eficaces.

Yo es lo que entiendo por estos dos conceptos, aunque a lo mejor estoy equivocado. Sería interesante conocer las diferencias más a fondo.

Saludos a todos.

De: Germán
Fecha: 20/02/2006 16:18:01
Asunto: RE: ¿Qué es la tradición germánica?
¿¿Quién llama "latinos" a un húngaro y a un austríaco?? 8-O

De: Frohvalladolid
Fecha: 20/02/2006 19:52:21
Asunto: RE: ¿Qué es la tradición germánica?
Hola Germán. ¡Pues tienes razón! Ese pequeño detalle, lo de "latinos", no me había percatado. Yo nunca lo había oído.

Un saludo.

De: Der Niblungen Herr
Fecha: 22/02/2006 15:46:38
Asunto: RE: ¿Qué es la tradición germánica?
Referencias sobre el tema, y sin salir de Wagnermanía:

Discos del mes de octubre de 2004, véase nota al pie (2): http://www.wagnermania.com/discos/index2.asp?Id=4601

La copio íntegramente:

(2) Por la, a mi juicio, capital importancia del documento, y por no hallarse éste disponible en ningún formato de lectura, transcribo aquí, al dictado del disco que conservo, la despedida del excelente ?Kna en el siglo XXI?, programa radiofónico de veintiséis episodios dedicado a la memoria artística y personal del gran Hans Knappertsbusch, escrito íntegramente por Ángel-Fernando Mayo, producido por Radio Nacional de España para Radio Clásica, y emitido a lo largo del primer semestre de 2001. Disculpará el lector la extensión del texto, que sobrepasa lo habitual en una nota a pie de página, pero he creído imprescindible reproducirlo en su práctica integridad.

"Hay quien sostiene que eso de la Gran Tradición es un cuento, una filfa. Yo creo que durante todas estas semanas hemos asistido siempre a manifestaciones ejemplares ?entiéndaseme, no me refiero a versiones de referencia, aunque ha habido algunas? de esa Gran Tradición, aplicada a la dirección de orquesta. Sus características pueden resumirse así: Primero: los alemanes eran un pueblo sumamente musical. Segundo: la música alemana desde Schütz a Richard Strauss constituye el máximo logro, el verdaderamente universal, de los teutones. Después, la sinfonía y el drama musical ?como me refiero a la gran orquesta no incluyo aquí ahora la música de cámara? forman a su vez la cima de esta manifestación de la capacidad artística de quienes creyeron ser los nuevos griegos.

Por último, el hecho musical necesita de la presencia de directores con mando absoluto, pero servidores de la soberbia música que sólo ellos podían hacer sonar con sentido trascendente; lejos, por tanto, de lo que después ha sido llamado objetivismo. Naturalmente, la escuela de las distintas orquestas y óperas eran diferentes: los músicos berlineses no son como los dresdenses, esos tampoco se parecen a los muniqueses, los cuales equidistan por una parte de los hamburgueses, y por otra de los vieneses. Son sólo unos pocos ejemplos.

Los grandes maestros eran a su vez todos distintos, y esto es lo que hizo fascinante a la Gran Tradición. Pero todos ellos procedían de Wagner, y de su concepto del melos, del rubato, de la flexibilidad del tempo y de la importancia, perceptible en sus obras, que él dio a las transiciones. Hans von Bülow fue el primer gran profesional formado con Wagner, y de él puede decirse que representa al director artista, a veces duro y difícil para los músicos y público, mientras que el segundo, Hans Richter, es el ejemplo del artesano que domina todos los resortes, y suele ser afable. Nombres señeros son Hermann Lévy, Gustav Mahler, Richard Strauss, Arthur Nikisch, Ernst von Schuch, Bruno Walter, Wilhelm Furtwängler, Fritz Busch, Otto Klemperer, Hans Knappertsbusch, Hermann Abendroth, Erich Kleiber, Carl Schuricht, Clemens Krauss, Rudolf Kempe, e incluso Karl Böhm, Eugen Jochum, Josef Keilberth, y, en cierta medida, Wolfgang Sawallisch.

Pero la Gran Tradición comenzó a declinar después de la Segunda Guerra Mundial. El poder que acumuló Herbert von Karajan era exclusivamente personal. Alemania quiso olvidar y perdió el sentido de su propio ser.

El ?boom? del disco de larga duración, del sistema estéreo, y por último del sistema compacto, internacionalizó nombres, y los estilos, aunque por fortuna no en todos los casos, han ido unificándose o, por emplear un término de la jerga actual, ?normalizándose?. La Gran Tradición ha llegado a parecer definitivamente enterrada con sus últimos representantes. Sawallisch, que permanece por fortuna activo, fue el último eslabón, ya hacia nada, porque saltó a la fama en Bayreuth en 1957, y desde entonces nadie más ha vuelto a engastarse en la cadena, salvo la excepción que enseguida se dirá. Los admiradores de Carlos Kleiber, entre los que me cuento, habrán de reconocer que él, con su cortísimo repertorio y su intermitencia profesional no ha modificado el estado de cosas descrito. He aquí un ejemplo ilustrativo de lo que expongo, sin que suponga un juicio de valor: en 1962, cuando fui por primera vez a Bayreuth, los directores eran Knappertsbusch, Böhm, Kempe y Sawallisch; en 1988, por citar otro año contabilizado en mi cuenta, se llamaban Barenboim, Levine, Sinopoli y Schneider. No es extraño, por tanto, que la desaparición de la Gran Tradición haya llevado a buscar documentos sonoros que testimonien su existencia. Furtwängler ha permanecido siempre en primera línea del interés, en gran parte gracias a la denodada labor de su viuda, Elisabeth, quien ha antepuesto la gloria de su marido al hipotético dinero de la herencia. Knappertsbusch ha ido avanzando paso a paso de forma menos organizada, y hoy ?la prueba es este programa que está ya a punto de concluir? su memoria está viva, y sus registros llenan de alegría a muchos melómanos en todo el mundo. Casi nadie discute ya que Furtwängler ha sido el máximo director del sinfonismo alemán, y que Kna lo fue del drama musical, es decir, de lo que antes llamé la cima de esta manifestación de la capacidad artística de quienes creyeron ser los nuevos griegos.

Pero desde 1985 ha empezado a darse a conocer un director berlinés, Christian Thielemann, nacido en 1959, que ha declarado que, aun formado junto a Karajan, quiere seguir la Gran Tradición alemana y conceder al hecho de la interpretación ese espacio para la improvisación y el azar que asegura su frescura. Es pianista y viola de calidad, pero su vocación le ha llevado a la dirección de orquesta. Director titular de la Ópera Alemana de Berlín y muy discutido a causa de su personalidad real, más la que algunos pretenden asignarle, su presentación en Bayreuth con Los maestros cantores ha causado sensación. Regresa allí, en principio, dentro de un mes para dirigir esta gran comedia y Parsifal. El próximo año tiene contratado en firme el nuevo Tannhäuser, y también ha firmado el Anillo del año 2006 y sucesivos. Pero en Bayreuth ha habido un cambio trascendental: los poderes políticos han obligado a Wolfgang Wagner a dimitir o, sencillamente, le han destituido. Su sucesora, la hija habida en su primer matrimonio, Eva Wagner-Pasquier, quien no se habla con su padre desde 1976, ya ha lamentado la hipoteca heredada. Si esto significa la postergación del joven director berlinés, se habrá desaprovechado una oportunidad de oro para devolver a Bayreuth el norte musical. Yo he oído a Thielemann dos representaciones bayreuthianas de Los maestros cantores, un concierto en Madrid, otro, extraordinario, con Ben Heppner, en Londres, y el Palestrina de Pfitzner, asímismo en el Covent Garden. Frente a quien le niega el pan y la sal, yo afirmo y sostengo que, según mi leal saber y entender, Christian Thielemann es el heredero legítimo y el renovador de la Gran Tradición alemana. (?)

En resumen, en la hora inicial del tercer milenio, alguien se atreve a exclamar de nuevo: ?No me despreciéis a los Maestros alemanes, y honradme su Arte?. A Hans Knappertsbusch, como dice Sachs, le habría complacido."

Espero que esto le aclare sus dudas sobre el tema. Al menos esa es la opinión de don Ángel Mayo, que en paz descanse, y del redactor correspondiente de Wagnermanía.

Atentamente,

Der Niblungen Herr

De: josemora
Fecha: 23/02/2006 22:34:59
Asunto: RE: ¿Qué es la tradición germánica?
Hola
Lo de directores "latinos" versus "germánicos" se refiere, si no estoy equivocado, a que los "latinos" siguen la tradición de Toscanini, más fiel a la partitura. Los "germánicos" siguiendo la tradición directa de Wagner, se permitían ciertas licencias. Toscanini fue el primer director, con su increible memoroa fotográfica, que no permitía, especialmente a los cantantes a los que martirizaba, saliser de lo estrictamente escrito, como era habitual en aquella época. Por eso, Solti y Bohm, se consideran latinos por ser también fieles a la partirura, como de hecho son la mayoría de directores actuales. Como se dice en el interesante comentario anterior, al parecer Thieleman quiere recuperar la antigua tradición germánica. Al fin y al cabo, sólo los alemanes tienen los genes (sin querer entrar en polémica de ningún orden) para permitirse esa licencia, si son grandes artistas.
Un saludo