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Lohengrin. Una coreografía en el Liceu. |
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Extraordinario Lohengrin el de anoche en el Liceu (julio-07). Quisiera comentar y compatir mis impresiones. Vayamos por partes. El montaje es el mismo que se representó en la temporada 1999-2000 con puesta en escena del polémico Peter Konwitschny. A mi personalmente, me pareció una propuesta original y muy a la altura de lo que puede esperarse y re-interpretarse de Lohengrin en el siglo XXI. El director de escena alemán sitúa la acción en el aula de un colegio, en el siglo XIX. Con esta puesta en escena, en palabras de Konwitschny, ?se ha despojado a la obra del pathos histórico que de alguna manera pesaba sobre la tradición escénica de Lohengrin?. Con los niños (pre-púberes) es posible explicar la posibilidad de un milagro: en Lohengrin hay que creer. La fuerza de lohengrin se basa en la fe y no en una existencia científicamente demostrable. En cuanto no se cree en Lohengrin, desaparece el milagro y aparece la triste realidad, desaparece el hechico de Oltrud y re-aparece el hermano de Oltrud, encarnado no por un cisne, sino por un niño con un casco militar alemán y una ametralladora, aparece el terrible pesismismo de una realidad futura, que desgraciadameente acontecería. Konwitschny resuelve todas las ingenuidades y hoy no sostenibles historias mediavales, en la imaginación de unos niños (con sus inocentes maldades), que van a entrar a una edad adulta real y horrorosa, con la desapracición del soporte que ofrece la religión. El movimiento escénico de los niños, en una brillante actuación del coro (no sólo en lo musical, sino también en lo escénico) constituye una auténtica coreografía, y así supo recompensarlo el público. La obra es pues muy entretenida, sin apenas dar un respiro al espectador, que le confiere un dinamismo inaudito en Wagner. Para mi fue una puesta en escena del siglo XXI, nada provocativa y de una gran originalidad. Evidentemente, para una parte del público no fue así, y los abucheos más importantes que se escucharon fueron para los escenógrafos (salió a saludar el propio Konwitschny). División de opiniones, como se lee en este foro. Los otros abucheos, aunque muy tímidos y casi imperceptibles, fueron para Lohengrin, lo que me permite pasar a los cantantes. Lohengrin estuvo a cargo del tenor John Treleaven, que en alguno momento la voz estuvo a punto de fallarle, y que parece que se reservó especialmente para el tercer acto, aunque para mi estuvo bien y su In Fernem Land estuvo insuperable, aunque me gustaría escuchar la opinión de algún experto en voz, pues no se si utilizó algunos recursos inadecuados, aunque como digo lo cantó con gran sentido y emoción. Elsa estuvo a cargo de Emily Magee, soprano americana, que también estuvo a la altura, si bien en ocasiones su voz no se proyectaba en todo lo amplio del recinto. Y los mejores, sin duda, fueron ?los niños malos?. Oltrud a cargo de la californiana Luana Devol, con una voz de gran potencia y muy metida en su papel, y Telramund cantado por Hans-Joachim Ketelsen (el mismo papel hizo en la versión del Teatro Real del año pasado), con una gran fuerza y entonación, y un movimiento escénico increible para su edad. Ambos actuaron muy bien. Finalmente, la orquesta dirigida por el berlines titular del Liceu, Sebastian Weigle, estuvo muy bien, con un metal perfecto (en la orquesta, en el escenario y entre los espectadores del primer y segundo piso) y una interpretación que dejó traslucir todos los detalles, con una cuerda en el preludio inicial soberbia. En fin, una gran función, que fue un éxito, y así supo reconocerlo el público, salvo los abucheos (pocos, pero sonoros), para la puesta en escena. Vale la pena ver esta función, y todavía quedan entradas. Una experiencia para recordar. Un saludo |
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Bravo Josemora!!! Estoy contigo. Mi primera intervención en este Foro fue para exclamar !Viva Konwitschny! despues de este Lohengrin. Me crucificaron y a ti tambien te van a crucificar los "guardianes del Graal". De la polémica que seguirá prometo no intervenir porque es inutil. Llorenç Casanova |
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Sr. Casanova, por favor, ¿se refiere Ud a éste foro o al antiguo? Pq si es al antiguo (del que conservo los mensajes), para empezar, no fue su primera intervención aquélla en la que exclamó ¡Viva Konwitschny!, ni mucho menos fue crucificado por nadie. Como acabo de repasar, pq ya es la segunda vez que habla Ud de "crucifixión" a este respecto, le recordaré que efectivamente allí se habló del polémico Lohengrin, Ud. cantó sus excelencias y otros foreros argumentaron en su contra, sin ningún tipo de acritud hacia Ud. Si es otro su recuerdo, no dude en pedirme los mensajes relativos a todo esto que estaré encantada de enviárselos. Como Ud. entonces, Josemora tiene una idea de esta producción que ha expresado tranquila y libremente, no creo que por ello nadie vaya a "crucifiarle", de la misma manera que nadie le crucificó a Ud. en abril del 2000. Saludos. Fátima |
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Vaya vaya Llorenç!, tu que viste las escenografias de Wieland! y yo que creia que... En fin!, habrà que esperar tiempos escenogràficos mejores (más de acuerdo con lo que yo espero de las obras wagnerianas), que sin duda llegaran (eso espero, o me tendré que pasar por el Met), para sufrimiento de los amantes de experimentos y moderneces. Saludos Josep |
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Te contesto Xepka a pesar de lo que he dicho. Me gustó Wieland en sus escenografías que causaron tanta o más polémica que las de ahora.Cuando se escenificó su Parsifal en 1951 los cimientos del Festspielhaus temblaron de indignación igual como pasó con el Ring de Chereau en 1976. Me gusan las escenografías que exploran el sentido de la obra, algunas con éxito y otras con fracaso, pero esto es una impresión siempre subjetiva. Por ejemplo a mi me entusiasmó Wieland en todas sus producciones, especialmemte su Ring primero, me entusiamó Chereau, no tanto Kupfer, y encontré horrible el Ring de Stuttgard del que no quiero ni saber el nombre. Mi criterio personal, esto no es norma, es que la escena no es un cuadro plástico inerte frente al cual transcurre la obra sinó que es un elemento dinámico, como un personaje más de la obra. Los decorados de Mestres Cabanes, que los vi todos en el Liceu en los años 50 y 60, son un ejemplo de escena inerte ( a mi me gustaron en aquel tiempo y no me gustarían ahora)y Chereau es un ejemplo de escena dinámica que marcó una nueva época como la marcó Wieland. Algunos o muchos escenógrafos manipulan las obras para expresar ideas preconcebidas y ponen la obra a su servicio traicionando el sentido original y esto se da tanto en la ópera como en el teatro. Todo cambio lleva una época de crisis y hoy es más notoria la crisis que el cambio pero siempre salen detalles esperenzadores, como este Lohengrin ( a pesar de una vestimenta de los personajes excesivamente infantil) o fracasos como el Parsifal actual de Bayreuth, o pasos intesantes como el Ring de Kupfer que vimos en el Liceu y tambien el Parsifal, hallazgos buenos como el Lohengrin de Keith Warner o hallazgos esplendidos como el Lohengrin de Herzog. Me alargo demasiado y no debe extrñarte que a alguien que le gustó Wieland le sigan gustando algunas escenificacions actuales, si me gustó Wieland fué porque, además de ser bello, era una ruptura, ahora me sigue interesando la ruptura a pesar que algunas veces no es bella. Piensa que el progreso en cualquier actividad humana comienza cuando en una situación en la que la mayoría está de acuerdo aparece uno que dice: "pues yo no lo veo así" ya que en este momento aparece la reflexión y esta lleva al progreso a través de la crisis. Para demostrar esto hay una magnífica película que debes ver "Doce hombres sin piedad". Perdona el rollo LLorenç Casanova |
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A mí, personalmente sí que me gustó -si bien no me entusisasmó- el Lohengrin de Konwintschny. Hay que reconocer que es original, y que tiene la honestidad de transmitir un mensaje -compartible o no-, sin acudir a provocaciones baratas. Además, hay que reconocer que es un gran profesional del teatro, que sabe mover los personajes a nivel individual -muy notable cuando Telramund presenta a Orturd al Rey, el cual se la "repasa" impúdicamnete mientras ella, sabiéndose observada adopta poses insinuosas peinándose las trenzas con los dedos y estirándose en el pupitre, mientras le devuelve la mirada-, como a nivel de masas. También domina con gran profesionalidad los efectos lumínicos. Así el amanecer del acto segundo parecía luz solar real que entraba por las ventanas. No obstante, cabe preguntarse ¿Es éste el Lohengrin de Wagner? Y otra cosa que no comparto es el hecho que muchas veces, las evoluciones de los personajes captan la atención del espectador -a mí me ocurrió así varias veces- de tal manera que te olvidas de seguir la música. No comparto tampoco el razonamiento de que hoy día el historicismo de Wagner haya de ser un peso que pende sobre la obra. La obra de arte es la que es y es consecuencia de un proceso en el que intervienen muchas componentes históricas, estéticas, personales, etc. No creo yo que deba separarse o desprenderse la obra de arte de su bagaje. En fin, hasta aquí mi opinión. Saludos. |
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Muchas gracias Llorenç, si he visto la película "12 hombres sin piedad" y lo único que me queda por añadir sobre este tema es que me mantengo en mi opinión de que en este Lohengrin "se oye una cosa y se ve otra", de todas maneras te tengo un enorme respeto y admiración por tu bagaje wagneriano. Caramba, a mi también me hubiera gustado ver el parsifal de Wieland, pero yo aun no habia nacido (nací en el 59). Que bueno seria si algun dia pudiéramos hablar tranquilamente sobre todos estos temas que nos apasionan. Saludos Josep |
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Caro Josemora: Después de leer durante varios días, el intercambio de tantas gentilezas, el elevado nivel del dialogo y emocionado aun por el amigo, que ha debido soportar, el largo camino del Gólgota, tu mensaje lo recibo como un grito en el desierto.- Siempre he sostenido, que gozamos plenamente de nuestra libertad intelectual, si estamos libres de prejuicios. El adoptar ?a priori? posiciones irreductibles, nos condiciona y terminamos defendiendo, lo que ni nosotros mismos nos creemos.-Esto no es ninguna novedad y no es solamente patrimonio del mundo de la música.- Lamento no haber visto el Lohengrin del Liceo, por lo cual me es imposible, adherir o disentir con tu opinión. Si algo me queda claro, y no puedo dejar de ponderar, son los amplios, fundamentados y pormenorizados argumentos, que expones, sobre la puesta en escena, y tu valoración personal de la misma. Al margen de coincidencias o no, ello ilustra a muchos amigos, para formar su propio criterio, contrastando, con algunas superficiales ponencias, sin sustento alguno, que me ha tocado leer en estos días, acerca de ese espectáculo.- Creo que por ahora, estás a salvo del camino del Calvario. Lamento desconocer, la versión de nuestro amigo Llorenc Casanova en ese rol. Debo alegrarme por ti, ya que la interpretación es harto complicada y ni hablar, del andar con una cruz a cuestas, con estos calores.- No descarto, que poseas al respecto, alguna audaz e innovadora idea .- Me cuesta aceptar, que no aparezca, después de los adversos comentarios de éstos días, alguna fundamentada opinión en contrario. ¿Habrás convencido a todos? No lo sé .De ser así , querido Josemora, éste sitio no pasará inadvertido para la Generalitat de Cataluña y te veo protagonista de una brillante carrera política. Espero no te olvides de nosotros, que estuvimos contigo de la primera hora.- Un abrazo Tristanisimo |
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despues de leida su cronica, amigo mío, me encuentro con un argumento que nada tiene que ver con el de Lohengrin. Es decir, que ese señor Konwitschny se apropia de una obra cumbre (Lohengrin) la destroza, la adapta a su capricho y zarandea la sublime obra musical convirtiendloa en algo diferente. Me gustaria saber la opinion del mismísimo Wagner ante tal desproposito. Una cosa es adaptar a los medios tecnicos de hoy en día (impensables para Wagner)la obra wagneriana. Otra, muy distinta, es aprovecharse del reclamo del mismo para convertir en un patio de colegio las aventuras del salvador de Brabante. Lo siento, puede que sea un retrogrado inculto pero...¡prefiero aWagner interpretado como Wagner! |
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Gracias Sr.josemora por su cronica.Yo iré el domingo,sera mi primer Lohengrin en escena.Así que pienso disfrutarlo. Saludos |
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Cuando pusieron esta misma producción del Lohengrin hace años, tuve el orgullo de salir del teatro antes de que terminase por resultarme insoportable. No creo que haga falta ningún otro argumento para echar por tierra esta producción que el hecho de que se ubique una leyenda medieval en un parvulario. En otras ocasiones, sin embargo, sí he tenido la paciencia de responder a los argumentos de quienes pretenden que actuaciones de este tipo tienen algún sentido, tratando de tachar de retrógrados a quienes no eran de su misma opinión. En sus argumentos no he encontrado más que fatuidades y sofismas. La más habitual es la que pretende que se puede "actualizar" una obra siempre que se respete su mensaje. Como si el único cometido de una obra de arte fuese transmitir un mensaje. Nada es más falso. El momento histórico, la ambientación son parte intrínseca de la obra y complementan su sentido. Los personajes muestran un carácter marcado por la idiosincrasia de una época y tratar de sustituirlos por supuestas "equivalencias" no hace sino reducir su significado y anular el carácter atemporal y universal que define a un clásico. Saludos |