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El Holandes en el Liceu |
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Hola. Os dejo mis impresiones del estreno anoche en el Liceu del Holandes. En general creo que globalmente a la representación se le podría dar un notable alto. Dirección del berlines titular del Liceu Sebastián Weigle, que dentro de dos años pasa a ser titular de la opera de Frankfurt y este año debuta en Bayreuth con Mesteisinger. Creo que fue una muy buena dirección, si bien a la orquesta le faltaba algo de rodaje, de hecho el metal, nada más empezar y en otras ocasiones a lo largo de la obra dio la nota (o más bien dicho, no dio la nota), problemas de afinación típicos de estos instrumentos. Los cantantes bien sin más. El holandés estaba con una traqueitis (Alan Titus) y lo cantó Tmas Tomasson (que está previsto para otras funciones), correcto, pero le faltó un poco de intensidad dramática y de volumen. Senta corrió a cargo de Susan Anthony, que conoce bien el papel. Tiene mucho dominio técnico, pero de hecho hasta que no aparece el Holandés en escena, se limita a abrir la boca, reservándose para el final del segundo y tercer acto. Para mi gusto lo hizo bastante bien, pero una parte del público del 4º y 5º piso le abucheó. Dalan lo cantó Eric Halfvarson, con un potencia de voz muy natural y noble, pero no parece que se esforzó demasiado. Erik lo cantó creo que muy bien Kurt Streit, con una gran carga dramática, aunque tal vez sea un tenor que todavía no tenga la voz preparada para estos personajes wagnerianos. Los coros como siempre muy bien, en su doble versión de cantantes y bailarines. Finalmente, la escenografía, tan criticada a priori, como es habitual en este foro (criticar sin haberla vista), me pareció muy conseguida, nada provocativa, e incluso algo conservadora. En el primer acto aparecen los barcos, en el tercero el acantilado desde el que Senta salta y muere. Solo el segundo acto se desarrolla en una fábrica (de conservas), pero sin más. Buen juego de luces y hasta un perro muy simpático. Una característica cinematográfica, es que se iba anunciando cada acto como si estucieramos en el cine, lo encontré acertado. Como es lógico, el director de escena (alex Rigola), también fue abucheado. En resumen, una buena representación, en la que los cantantes cantaron con gran profesionalidad, pero les faltó algo, ese algo que sólo se ve en muy pocas representaciones. Un saludo |
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"Finalmente, la escenografía, tan criticada a priori, como es habitual en este foro (criticar sin haberla vista), me pareció muy conseguida, nada provocativa, e incluso algo conservadora." Aquí, a ver si dejamos ya de insultar a la inteligencia del foro, se criticaron, y esto se recalcó, las DECLARACIONES de Rigola sobre su propia escenografía y las de Titus en una rueda de prensa preliminar al estreno, que hacían sospechar lo que desgraciadamente ha sido. Saludos |
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Sra Fatima, no sea susceptible que yo no he insultado a nadir, ni he sido agresivo, ni grosero en ningún momento. ¿Que le ha aparecido a Ud la escenografía, tampoco le gustó? Si no la a visto, son comentarios de otros. Yo he expresado mi oinion por si alguien que ha visto la función la quiere compartir. Un saludo |
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¿Daland & Co? Temiendo el por si acaso ?pánico a lo escénico? de esta producción me reserve (además de que al final no encontré tampoco entradas a mi gusto) a poder ver alguna foto sobre la producción. ¿Qué tal ha soportado el Holandés la modernidad? Me hago a la idea por las fotos que esperaba ver en la página del teatro hoy. Satisface una parte de las dudas que tenia. La fabrica Daland, y la párvula indumentaria de Senta. Aun así parece que se deja ver, pero a primera vista me parece que puesta en escena y música va cada una por su lado. Por quienes presenciasteis el evento, ¿Qué tal la escenografita y la puesta en escena? ¿Me la recomendáis? Mis gustos son un poco conservadores, no me gusta que me impongan un punto de vista forzado que no estimule mi imaginación. Para las producciones modernas prefiero lo justo y necesario. Saludos |
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Saludos a todos los foreros. Coincido en general bastante con josemora sobre sus impresiones tras el Holandés de ayer en el Liceo. De los cantantes el que más me gustó fue Kurt Streit, que creo cantó muy bien, con un bello color, un volumen más que suficiente, y con capacidad para traducir los matices y sutiles agilidades de su papel. El intérprete del Holandés, inicialmente asignado al segundo reparto, posee una voz de atrativo timbre, pero no resulta excesivamente impactante debido a su limitado caudal. Lo mejor de todo, como era previsible, la dirección de Weigle (aun cuando hubo algunas pifias en la orquesta que supongo se corregirán con las sucesivas interpretaciones) y la prestación del coro. En cuanto a la parte escénica, la verdad es que a tenor de las noticias aparecidas antes del estreno me esperaba algo francamente horroroso, y una vez visto el espectáculo (aun cuando en general soy partidario de las puestas en escena "tradicionales"), creo que la cosa no es para tanto, en especial en los tiempos que corren (hace pocas semanas vi el Parsifal berlinés con los caballeros del Grial caníbales -primer acto- y punkis amenazadores armados de cadenas -tercero-, sobran más comentarios). Hay que reconocer que a lo largo de la función está muy presente la humedad, el norte, el mar; los colores negro y azul oscuro son los dominantes; en general la propuesta es sobria y deja casi todo el protagonismo a la partitura; y la solución para la escena coral del acto tercero me gustó, se crea una auténtica visión infernal (el mar encendido en fuego, esas mujeres demoniacas tras las cristaleras) con la irrupción del coro de marineros del Holandés; eso sí, al final eché de menos ver al Holandés y a Senta, apareciendo transfigurados sobre el mar; y en otro orden de cosas, es una lástima que se aplauda tras la obertura, en lugar de enlazar directamente con el acto primero. En fin, otros habrá que analicen con mayores conocimientos y acierto lo visto y escuchado, pero en general creo que se trata de un Holandés disfrutable, con una dirección de orquesta apasionada e intensa, un coro estupendo, unos cantantes que sostienen sus cometidos decentemente, y una puesta que no molesta más de cuenta, todo lo cual no es poco. |
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Hola Alehe Los aplausos después de la obertura estuvieron un poco propiciados por el mismo Sr Weigle. Desde mi posición en tercera fila, pude apreciar que al finalizar la obertura el Sr Weigle se leventó rápidamente provocando los aplausos, e hizo levantar a la orquesta. Supongo, que al no tener mas oportunidad para que se apludiera a la orquesta, aprovechó el único momento que a su juicio se podía aplaudir. La verdad es que molestaron un poco. Un saludo |
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Sr Mora: Sí, considero que decir que es "habitual en este foro, criticar una escenografía que no se ha visto? es insultar a la inteligencia del foro. Primero, porque no es cierto el que tal práctica sea, aquí, habitual, al menos, desde que yo participo en él, que fue el día en el que se creó. Segundo, y aquí me tengo que repetir, porque lo que se ha criticado, en recientes conversaciones, son las palabras de Rigola y de Titus sobre la escenografía de marras; palabras que, por cierto, definen el trabajo de este señor y, a través de las cuales, se puede perfectamente formar una opinión y expresarla. Y me vuelve a parecer ?insultar a la inteligencia? el defenderse de una acusación de agresividad o grosería, que nunca se le ha hecho. Saludos |
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http://www.richard-wagner-werkstatt.com/inszenierungen/?l=1&io=274_4 |
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Unas fotos evocadoras. Gracias, woglinde. Me hubiera gustado estar allí... Otra vez será... |
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Supongo que cuando Josemora dice que la escenografia es incluso conservadora (no me acuerdo de las palabras literalmente), se refería a los elementos básicos, como el barco etc..., ya que por lo visto el las imagenes que nos ha pasado Woglinde puedo llegar a la conclusión yo solito que no se respira en absoluto una atmósfera de holandés, parece, bueno... un musical... y encima propaganda de la bebida esa.. Por otro lado y cambianndo de tema: ¿quién escuchará hoy la Pasión Según San Mateo o Juan o El encantamiento de Viernes santo? Simple curiosidad. Lebt wohl. |
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La crítica de hoy en El país: Bordeando el naufragio. Javier Pérez Senz. El director del Teatro Lliure, Àlex Rigola, siempre traslada a la época contemporánea las obras que dirige. Desde una sensibilidad y estética más próximas y reconocibles, busca en las historias del pasado elementos cercanos al espectador actual. Así le han ido muy bien las cosas en el mundo teatral. Y así lo ha hecho en su debut operístico, El holandés errante, de Wagner, en un montaje coproducido por el Liceo de Barcelona y el Real de Madrid. Aflora ya en este primer gran Wagner uno de sus temas obsesivos, la redención por amor, sobre el que Rigola pasa de puntillas en su tímido y superficial montaje, disfrazado con aires de modernidad. Ni rastro del ingenio y el humor corrosivo demostrado en teatro: quizá por temor ante su bautismo operístico se torna demasiado previsible y su montaje, soso y aburrido, bordea el naufragio. Rigola ambienta el drama en un pueblo de la costa de Noruega, como indica el libreto, adonde llega el torturado holandés, condenado a vagar eternamente hasta hallar un amor puro que lo redima. Traslada la acción a la época contemporánea, situándola en la cantina de una fábrica de conservas donde mueve unos personajes obsesionados por conseguir algo que jamás tendrán. Lo moderniza, pero sólo en apariencia, pues en el fondo firma una puesta en escena gris y convencional que los cantantes resuelven con profesionalidad, pero sin implicarse. Convertir la fiesta de los marineros en un botellón, sacar de refilón dos desnudos femeninos sin venir a cuento y abusar de las proyecciones para evocar el mar y la tormenta son solo trucos. Lo raro, tratándose de un brillante director teatral, es que falla en su punto fuerte, la dirección de actores, a los que deja casi a la deriva. Sólo Erik parece tener alma, el resto no resulta creíble. En el foso En el timón Sebastian Weigle mostró su afinidad con Wagner buscando en la orquesta ese sonido denso que tan bien le va a la partitura, pero el resultado en el foso no fue óptimo. Hubo detalles de gran belleza, pero faltó tensión dramática y abundaron las pifias, especialmente en los metales. El reparto de este Holandés cumplió sin entusiasmar. Tómas Tómasson salvó la papeleta con suficiencia vocal, pero cumplir no basta en un personaje del calibre del holandés. Tampoco se cubrió de gloria la soprano Susan Anthony, tensa en lo vocal y sosa como actriz. El bajo Eric Halfvarson sacó brillo a un papel, el de Daland, que se ajusta como un guante a sus medios. Estupendo también el tenor Kurt Streit, Erik creíble, justo de medios vocales, pero de exquisita línea y único capaz de dar vida teatral a su personaje. Cumplieron bien el también tenor Norbert Ernst como timonel y la mezzosoprano Julia Juon como Mary. |
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Totalmente en desacuerdo con la crítica de J. Pérez en El País. Curiosamente (quien me lo iba a decir...), lo que más me gustó del Holandés del Liceu fue la escenografia. La dirección musical de Weigle me defraudó; independientemente de las pifias con los metales, fue plana y "profesional" en la peor acepción del término; hasta la obertura careció de fuerza (lo que ya tiene mérito tratándose del Holandés...). Los 2 papeles principales se unieron a la orquesta en la falta de intensidad vocal y dramática; los Hohohoe! de la balada de Senta fueron practicamente inaudibles. Coincido con todos en que estuvieron muy bien el coro y Halfvarson/Streit en sus papeles de Daland/Erik. La escenografía me gustó (a lo mejor es el contraste con lo que esperaba). Creo que sí acertó al centrarse en las relaciones entre los personajes, dejando en segundo plano la carga legendaria de la narración. Aparte de algún exceso en el 3er acto, creo que fue respetuosa con el alma del libreto y no fue en absoluto chirriante. Tal como está el patio, me apuntaba a que todas las escenografias wagnerianas fueran como la de este Holandés. |