Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
FORO 

Suscríbete ya a la newsletter de Música Clásica






Neowielandismo y tótemes
De: César Andrade
Fecha: 26/04/2007 13:20:31
Asunto: Neowielandismo y tótemes
Compañía Teatro Mariinsky de San Petersburgo

Director musical - Valery Gergiev

Concepto de la producción: Valery Gergiev y George Tsypin

Escenificación: George Tsypin

Diseño de vestuarios: Tatiana Noginova
Diseño de luces: Gleb Filshinsky
Proyección de vídeos: Greg Emetaz
Director del coro: Andrei Petrenko




Das Rheingold

Alberich - Edem Umerov
Wotan- Alexei Tanovitski
Loge - Vasily Gorshkov
Mime - Andrei Popov

Fasolt - Vadim Kravets
Fafner - Mikhail Petrenko
Donner - Edward Tsanga
Froh - Evgeny Akimov

Fricka - Svetalana Volkova
Freia - Tatiana Borodina
Erda - Zlata Bulycheva

Woglinde - Margarita Alaverdyan
Wellgunde - Lia Shevtsova
Flosshilde - Nadezhda serdyuk


Die Walküre

Wotan - Alexei Tanovitski
Brünnhilde - Olga Savova
Sieglinde - Mlada Khudoley
Siegmund - Oleg Balashov
Fricka - Svetlana Volkova
Hunding - Gennady Bezzubenkov

Gerhilde - Lia Shevtsova
Ortlinde - Irina Vasilieva
Waltraute - Elena Vitman
Schwertleite - Lyudmila Kanunnikova
Helmwige - Tatiana Kravtsova
Siegrune - Nadezhda Vasilieva
Grimgerde - Elena Sommer
Rossweisse - Lyubov Sokolova


Siegfried


Siegfried - Leonid Zakhozhaev
Mime - Vasily Goshkov
Brünnhilde - Olga Sergeeva
Wanderer - Vadim Kravets
Alberich - Victor Chernomortsev
Fafner - Mikhail Petrenko
Erda - Zlata Bulycheva
Pájaro del bosque - Anastasia Kalagina


Götterdämmerung

Siegfried - Viktor Lutsyuk
Brünnhilde - Olga Sergeeva
Alberich - Victor Chernomortev
Gunther - Andrei Spekhov
Hagen - Mikhail Petrenko
Gutrune - Valeria Stenkina
Waltraute - Olga Savova

Woglinde - Margarita Alaverdyan
Wellgunde - Irina Vasilieva
Flosshilde - Nadezhda Serdyuk

Primera norna - Lyudmila Kanunnikova
Segunda norna - Svetlana Volkova
Tercera norna - Tatiana Kravtsova





Que el primer Anillo español del siglo XXI se halla hecho en Canarias de muestra lo rica que es actualmente la vida musical española, beneficiada de la muy positiva descentralización vivida en los últimos lustros. Creo incluso que puede afirmarse que ha sido la primera vez que la obra se representaba completa como ciclo en España, puesto que las series ofrecidas en Barcelona hasta 1952 padecían cortes. El Pérez Galdós es un teatro pequeño (unas 1000 localidades) de foso excesivamente reducido: solo cabían cinco contrabajos y ocho violonchelos. Acústica seca y opaca, sin hacer, será cuestión de tiempo afinar la sala.
Se dispone de subtitulado individual en cada butaca, para lo que se emplea la última traducción de Ángel Mayo y se reedita el ensayo que este escribiera para el Festival de Canarias en 2002.

Dos elementos dominan la escena: los gigantescos tótemes de Tsipin que tienen su origen en los mitos osetos y que algunos desprecian como cartón piedra, los mismos que ponían por las nubes, por ejemplo, el ángel caído del Tristan de Kupfer: este era una imagen fascinante abierta a toda clase de visiones, lo de Tsipin es cartón piedra anticuado...Y despues el ciclorama , la iluminación y las proyecciones: yo nunca he visto evidentemente una producción de Wieland Wagner, pero pienso que cabe hablar aquí de una suerte de neowielandismo. Algunos considerarán esto (y de hecho esta producción ya tiene sus detractores) pobre, anticuado, incluso reaccionario: lo válido en los años cincuenta ¿puede ser válido ahora sin correcciones? Bien, no se trata solamente de jugar con la iluminación, también se emplean proyecciones de video y los elementos escénicos se iluminan desde el interior; no siempre el resultado está plenamente conseguido, a veces hay vacíos, falta poesía en algunas situaciones, pero el conjunto me ha parecido interesante aunque mejorable. Por ejemplo, se emplea la iluminación interior de los objetos, que reaccionan a veces a los acontecimientos del drama: al morir Siegmund los tótemes se iluminan con un rojo intenso en su costado, como si ellos mismos recibieran una herida .
También es notable la utilización de figurantes para representar la naturaleza: las aguas del Rin, el fuego de la fragua y el que rodea a Brünnhilde, también los perros de Hunding. Sin embargo, considero que se trata de una interesante idea no aprovechada hasta el final. Por ejemplo: la Naturaleza (las aguas del Rin) impiden a Alberich tocar a las ondinas. Buena idea. Pero ¿porqué no aprovecharlo hasta el final y, durante la persecución a las ondinas, hacer que esas aguas-figurantes jueguen con Alberich por la escena? Hubiera sido un momento a la vez comico e ilustrativo de las imposibilidades del enano.
Se acusa al montaje de falta de mensaje y de profundidad. Si se busca se encuentra. Final de Das Rheingold. Fricka pasa a Wotan un enorme gorro con la figura de Osiris, el dios de la muerte egipcio; mientras se escucha la entrada de los dioses en el Walhall las momias que han presidido la escena se rompen y las columnas que figuraban el Wallhall se doblan; anticipación del fin de los dioses que luego al final de Götterdämmerung no será visible. Figuras enanas omnipresentes a lo largo de todo el ciclo que nunca queda claro qué son; más elementos para la interpretación.
Personalmente este Anillo ha sido para mí un auténtico bálsamo frente a toda la serie de barrabasadas perpetradas contra la obra desde su centenario.

¿Crisis de voces? No desde luego en Rusia (con una sola, aunque importante, excepción). Poderosísimo Wotan joven el de Alexei Tanovitski, de instrumento rocoso y compacto, sin problemas en el agudo, que llegó sobrado al final de Walküre y se permitió un impresionante alarde vocal en su So grüss ich die Burg en Rheingold. Espléndida la Fricka de Svetlana Volkova, sin el denso instrumento que caracterizaba (y todavía caracteriza a algunas) a las mezzos rusas pero mucho más que cumplidora. El Mariinsky puede permitirse doblar papeles en solo una semana ¿Crisis de voces? Auténtico festival vocal y expresivo el de Vasily Gorshkov como Loge, un auténtico tenor heroico a la rusa, que compuso un Loge como hace muchos años que no se escucha en Bayreuth y un Mime que nos retrotrae a la época en que más de un Siegfried temblaba al tener como partenaire un tenor dramático que podía eclipsar su propia voz; lástima que su alemán no sea un poco más cuidado en la pronunciación, un problema compartido por algunos de sus compañeros, aunque no por todos. Los dos Alberich magníficos en lo vocal y en lo expresivo, dos voces baritonales poderosas, sin problemas de tesitura, como, de nuevo, hace muchos años que no se escuchan en Bayreuth, donde se padece en este papel a cantantes ululantes que solo caricaturizan ese carácter. Otro derroche baritonal resultó Andrei Spekhov como Gunther, de voz rocosa y heroica. Estupendo el Mime de Andrei Popov, pero, como digo, el Mariinsky dispone de al menos dos tenores para este papel. Espléndidos el barítono Tsanga y el tenor lírico Akimov, de voz bellísima, como Donner y Froh. Muy bella vocal y escénicamente la Freia de Tatiana Borodina, lo mismo que Valeria Stenkina en Gutrune, de voz más oscura. La Erda de Zlata Bulycheva resultó un acontecimiento en sus dos apariciones ¿Quién dijo que ya no existen las contraltos? Muy bien conjuntadas las hijas del Rhin y faltas de una mayor diferenciación vocal las nornas, con tres voces demasiado parecidas entre sí. Oleg Balashov en Siegmund mostró una voz lírica, como es hoy habitual en este papel; llegó fatigado al final del primer acto, con lo que se anunció una indisposición para el segundo acto, totalmente exagerada: recuperado, repitió su buena prestación del acto previo; no tiene graves para la Todesverkundigungscene, pero tampoco los tiene un superdivo que pasa por intérprete solvente de este papel. Espléndida Mlada Khudoley como Sieglinde, no solo vocalmente, una excelente spinto de oscuro timbre, sino también en la construcción del personaje, desde las vacilaciones iniciales, pasando por la desbordada entrega amorosa hasta el arrojo heroico del final; su juventud y figura hacen de ella una Sieglinde realmente ideal. Convenientemente siniestro aunque con alguna inflexión grotesca el Hunding de Bezzubenkov. Un joven bajo cantante, Vadim Kravets, bordó al gigante Fasolt y compuso un Wanderer juvenil, vocalmente impecable, algo fatigado al final, poco matizado, pero el concepto de Gergiev no permitía otra cosa. Más derroches: dos Brünnhildes. Olga Savova, en Walküre, pese a que su biografía vocal es la de una mezzo, ofrece una voz más bien clara, lejos de las oscuridades de una voz grave; sus agudos me recordaron los de la señora Polaski (temible modelo). La otra hija favorita, Olga Sergeeva, ya conocida por el público español (fue Brünnhilde en el Siegfried concertante de El Escorial en julio de 2006, con Eschenbach) ofreció una voz potente, aunque capaz de sutilezas, sin graves (¿quién los tiene hoy?) y con agudos trabajosos o quizá inexistentes: al empastar la voz con la orquesta es difícil juzgar si lo oído fue un agudo bien puesto o un grito. Dos Siegfried. ¿Pero no decíamos que no hay tenores para este papel? Pues bien, el Siegfried joven, Leonid Zakhozhaev, es un cantante, primero, con un buen físico para el papel, hombre joven y entregado como actor, con una voz más bien lírica pero que corre bien y resulta agradable en el centro, un tanto más apurada en el agudo, tuvo su momento más débil en la fragua, quizá por cantar lejos del proscenio, resultó algo externo en el segundo acto y llegó al final con dignidad, sin alardes pero mucho más entero que todos los tenores que han interpretado este papel en Bayreuth en los últimos treinta años. Y ahí queda eso. El Siegfried adulto resultó ser, lo mismo que Gorshkov, otro Heldentenor a la rusa, excelente en todo momento, creíble también escénicamente, brioso, entregado, sin problemas arriba. Algunos se han permitido ironizar sobre la escasa calidad de los cantantes de este Anillo, no homologables al nivel internacional. Desde luego, en el caso de los dos excelentes Siegfried, muy por encima de los aulladores que lo masacran desde hace décadas. ¿Crisis vocal? Pues sí, porque llegamos al garbanzo negro del elenco: Mikhail Petrenko. Parece que Rusia, tierra tradicionalmente de voces graves, ha dejado de serlo, por lo menos en el campo de los bajos. El señor Petrenko se mostró claramente insuficiente como Fafner en Rheingold, sorprendió gratamente sin embargo en Siegfried y resultó de nuevo ser notoriamente insuficiente para encarnar a Hagen, le falta color y volumen, el barítono Spekhov se lo comía cada vez que cantaban juntos. Es inexplicable para mí la confianza de que goza este cantante en el Mariinski, no puedo entenderlo. Su declamación del papel en los pasajes más intimistas es notable pero eso no basta para levantar un Hagen. Una lástima tratándose de una parte tan importante.

Algunos han tildado a Gergiev (y a Tsipin) de "gran vendedor". No sé que calificativo reservarán entonces para otro célebre director, asiduo visitante de la escena musical española, a título individual o al frente de alguna institución, capaz incluso de conseguir financiación pública de nuestros políticos para una empresa filantrópica con pretensiones redentoras. De Gergiev diría que fue de más a menos. La relativa facilidad de Oro y Walküre fueron servidas con mucho más que corrección y una orquesta portentosa. Siegfried fue exactamente un scherzo, un divertimento, llevado sin resuello hasta el final; esto me parece válido para el primer acto, empieza a ser problemático en el segundo y resultó en falta de lirismo en el tercero. Götterdämmerung resultó realmente la prueba definitiva. La orquesta del Mariinsky es buena, muy buena, pero para esta obra final se precisa evidentemente la mejor orquesta del mundo o no hay nada que hacer. En el difícil primer acto Gergiev comenzó excelentemente, culminando el Prólogo muy convincentemente, se dejó llevar por la impaciencia al principio de la decisiva escena de Waltraute para corregirse rápidamente y concluir la travesía del acto bien. En el segundo acto trivializó al máximo la ya de por sí trivial música guibichunga y acompañó con solvencia dramática a Sergeeva. En el tercer acto la muy buena orquesta mostró ese color y tono específicamente rusos en una Música fúnebre y un final rotundos, eficaces, pero faltos de una mayor sobriedad y grandeza.

Rafael Nebot, director de Teatro Pérez Galdós, ha anunciado que esto es el inicio de una colaboración con el Mariinsky que se prolongará cinco años. El teatro petersburgués tiene producciones propias de Fliegende Holländer, Lohengrin y Parsifal. Parece, entonces, que Gran Canaria se ha convertido en un nuevo lugar de peregrinación para los wagnerianos de todo el mundo.



De: Antón
Fecha: 26/04/2007 14:04:25
Asunto: RE: Neowielandismo y tótemes
Absolútamente extraordinario, Sr.Andrade. He gozado de su lectura como un niño.

Muchas gracias. Su información es muy valiosa.

Me sorprende la noticia de la colaboración con el Mariinsky, y me entusiasma. ¿Parsifal en Canarias?

Si es cierto, "mataré" por una entrada. Parsifal es mi obra, es el centro de mi melomanía.

Antón



De: Winterstürme
Fecha: 26/04/2007 14:22:44
Asunto: RE: Neowielandismo y tótemes
Enhorabuena Cesar por tu fulgurante y detallada crónica, no ha sido como estar allí, pero casi.
Un saludo.

De: merlin
Fecha: 27/04/2007 10:38:41
Asunto: RE: Neowielandismo y tótemes

Estupenda, detallada y profesional exposición de lo ocurrido en Canarias.

Se agradece


De: Cecilia
Fecha: 27/04/2007 22:44:02
Asunto: RE: Neowielandismo y tótemes
Vaya, César! A eso es lo que yo llamo una descripción. Gracias por acercarnos lo que allí pasó.
Cecilia

De: rexvalrex
Fecha: 28/04/2007 5:00:34
Asunto: RE: Neowielandismo y tótemes
Mis felicitaciones a César Andrade. Coincido casi al 100% con sus apreciaciones. Tan sólo matizar aquí que lo del ?subtitulado individual en cada butaca? hay que reducirlo al patio de butacas. En uno de los descansos subí por los pisos hasta el gallinero y no encontré las pantallitas individuales. También hay que decir que eran monolingües en castellano, cuando sería recomendable que se utilizan otros idiomas, ya que la presencia internacional era visible, puesto que el evento atrajo a numerosos turistas extranjeros Pude oír hablar en alemán, inglés, italiano y ruso.

Un cordial saludo y muchas gracias por tu intervención. Rex.

De: fernando54
Fecha: 29/04/2007 22:34:43
Asunto: RE: Neowielandismo y tótemes
Enhorabuena César Andrade. Magnifica descripción de las representaciones del Pérez Galdós. Yo también coincido casi al 100%.
Rex, para los pisos superiores estaba la pantalla sobre el escenario. Te faltó citar el francés, creo que en Sigfrido tuve una pareja al lado que hablaba dicho idioma.
Felicidades de nuevo a César.
Un saludo. Fernando.

De: knight
Fecha: 02/05/2007 19:00:57
Asunto: RE: Neowielandismo y tótemes
César:

Aqui, desde el otro lado del Atlántico donde no podemos ver producciones del calibre de la del Mariinsky no puedo más que alegrarme por saber que aún es posible ver una producción del Anillo sugerente y que de alguna manera retoma principios estéticos de Wieland Wagner que junto con Gunther Schneider-Siemssen considero los mayores registas de esta obra fabulosa.

Que viva el Neowielandismo!!!!

Knight