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Bayreuth 2007 los maestros de Katharina Wagner |
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Fue la gran sorpresa. De Katharina Wagner sólo había visto un Lohengrin que no me había gustado, además sus declaraciones de admiración hacia Bieito no ayudaban en nada. Visto el escándalo del estreno fui al teatro imaginando que no iba a estar de acuerdo con la producción. Pero me encontré con una producción de maestros muy divertida que si bien tiene en el tercer acto una bietada que no me gustó, (quizás pensaría que lo mismo le aplaudirían) creo que aceptando el planteamiento la obra se desarrolla con un talento teatral de gran categoría. Otra pega que se le puede poner al planteamiento es que la función no se hace divertida potenciando los rasgos de comedia que ella contiene, sino a través de realizar una especie de parodia sobre la misma, pero tengo que decir que son los primeros maestros en los que he llegado a reírme al mismo tiempo en que he disfrutado de la música. Para empezar Katharina lo que nos propone son los maestros pintores. Esto evidentemente llevará a algunas incongruencias con el libretto, ya que estarán pintando o dedicándose a cuestiones estéticas, escenografías, puzzles, mientras que en el texto en ocasiones se habla de versos etc. Pero una vez aceptado esto, la cuestión es que todo se lleva con gran precisión teatral. La escenografía recoge en el primer acto una elegante academia en el siglo XX, donde se están acabando unos frescos en el techo y donde se puede ver en el fondo diversas estancias que son dedicadas a la docencia de las artes. Por los laterales se ven unas figuras de escultura sobre pedestales que representan algunos de los valores más representativos del arte alemán. Los alumnos son unos seres robotizados que actúan siempre en coordinación e incapaces de tener una idea propia, todos van vestidos iguales. Entre ellos aparece desde dentro de un piano de cola, aparición espectacular, Walther, que es un alocado pintor, con vestuario diferente e ideas artísticas totalmente rompedoras para el clasicismo que se respira en la ópera. Los maestros son también uniformes en sus movimientos y en el vestuario de sus túnicas, excepto Sachs que aparece sin zapatos y no se viste como el resto. Ya se ven en él unos rasgos distintivos que conectan en algunas cuestiones con el excéntrico pintor Walther. Creo que este acto es teatralmente muy bien llevado y a parte del cambio hacia los pintores se podría decir que no es excesivamente rompedor. Cuando le canta Walther a los maestros de donde proviene su arte les enseña a los maestros sus cuadros que desenrolla a lo largo de la mesa y aparecen pinturas muy modernas de desnudos que los maestros tratan de tapar escandalizados. La prueba con Beckmesser se plantea haciendo los dos un gran puzzle sobre un paisaje de Nuremberg que Walther resuelve haciendo el Puzzle pero al revés. Al final incluso cambia algunas piezas dejándolo al revés y volviéndolo impresionista. Eva es un chica un tanto pedorra, con un objetivo en la vida, pillar un marido y tener hijitos. Se comprende en parte que su padre la ofrezca como premio para el torneo, además la cantante era un auténtico desastre, lo que escénicamente todavía reforzaba el hecho de que no supiera que hacer con su adorada hija. El segundo acto transcurre bajo los mismos términos, Sachs no es un zapatero sino un burócrata que utiliza fotocopia y máquina de escribir. Al final del segundo acto, la producción que se había movido por modelos teatrales convencionales comienza a ser surrealista con la pelea nocturna, donde se monta un jaleo espectacular, se empieza a tirar pintura por todos lados, los robotizados alumnos explotan y de qué manera, empieza la juerga y se ponen todos a hacer la conga de Jalisco y con todo el desmadre montado, las estatuas, que no se habían movido ni un pelo en toda la representación abandonan los pedestales y se unen a la fiesta. El despiporre es espectacular. Al final todos se van y con la serena música del sereno las estatuas, Bach, Bethoven, Goethe etc, bailan agarrados en parejas, algunos se molestaron otros se partieron de risa, yo creo que tenía mucha gracia. El tercer acto es la bomba. En las modernas estancias de Sachs se produce toda la escena de la preparación de la canción etc, al fondo los personajes del arte Alemánia son unos cabezudos en calzoncillos, donde cada uno continúa con sus obsesiones. Wagner está todo el rato acariciando a un cisne. Todo esto ocurre en segundo plano pasados unos minutos se cubre el fondo con un telón blanco. En el quinteto las dos parejas se van situando como si fueran a hacerles unas fotos y les van saliendo hijitos parecidos a los padres, Un david y una Magdalene en pequeñito, a Eva le tocan dos Walther en pequeñito y está un poco preocupada hasta que al final le llega una Eva en pequeñito igual que ella y se queda encantada junto a su marido y su padre, bajan del techo y aparecen unos marcos, entonces quedan inmóviles cantando el quinteto como si fuesen parte de una fotografía, pero a uno de los niños le entra ganas de orinar y fastidia el estatismo general hasta que sale corriendo, es entonces cuando entran otra vez antes de irnos a la escena del torneo de canto, los traviesos cabezudos, invaden la delantera del escenario y se ponen a hacer de las suyas. Yo lo hubiese dejado ahí en travesuras, pero al final unos cuernos que se habían puesto los cabezudos, se los ponen algunos en forma de pene y aparecen una especie de bailarinas en topless con cabezas de muñeca y se forma hay un tinglado un tanto excesivo, un poco bietada. Luego los cabezudos se ponen a saludar como si hubiese terminado la ópera. Lo que se pretende es que se aplauda y lo hubo pero tímidamente, porque entonces aparece un supuesto director musical, escénico y escenógrafo que se ponen de la mano con los cabezudos antes de que saluden individualmente y se vayan de la escena. Entonces viene el final y donde yo me reí a carcajada abierta, seguramente ha debido de ser una escena muy costosa, no creo que hayan reparado mucho en los gastos. El coro en el torneo aparece en una tribuna detrás del escenario que va subiendo poco a poco hasta completar todo el escenario, es decir queda la parte delantera del escenario, público por un lado, el de verdad, elegantemente vestido y otro el público que forma el coro vestido de manera informal. Hay que tener en cuenta que como todo está llevado al arte de la estética en vez de al de la canción, lo preparado por Backmesser es una escena delirante de Adan y Eva, que mientras que canta aparece con una gran caja de madera por la que se ven una serie de globos vestido con una camiseta que pone Beck in Town. Es decir esa horrible canción se ha convertido en una horrible puesta en escena. El público informal espera expectante y con movimientos a cámara lenta como se desenvuelve la acción. Se abre la caja y Eva es una muñeca de aire, Adan un tío en pelotas de verdad, manzanas de plástico y una serpiente que Beckmesser se pone como si fuese un largo pene, algo verdaderamente grotesco pero que cumplía la función de ver algo estéticamente deplorable. En esto cuando Beckmesser giraba como un lazo su mango el público de detrás le empieza a arrojar su ropa, por dos escasos segundo lo que se ve es una catarata de ropa y cuando Beckmesser se gira agarrando su anaconda, se encuentra a un público vestido de smoking y traje largo, ahora se convierte en el público conservador de Bayreuth y le recrimina completamente su actuación. Beckmesser entonces se da cuenta de que está haciendo el mayor de los ridículos, golpe para mí genial!!! y abandona la escena, con la muñeca pinchada y todos sus artilugios, el tío en pelotas ya había huido corriendo. Aparece después Walther que en un principio vestía de forma alocada ahora va con un traje y corbata. Lleva como unos arbustos, empieza a hacer gestos y según va cantando su clásica canción, empieza a hacer gestos para que se complete un bello decorado y en un frondoso bosque aparecen un príncipe y una princesa, se iluminan entonces unas estrellitas, el público ahora conservador y vestido de gala está encantado con la escena, por lo tanto otorga el premio a Walther, le piden autógrafos, etc, escenas que vemos todos los días en los camerinos de los teatros. Esto tiene un claro mensaje, el artista muchas veces acaba prostituyendo sus ideales por cumplir sus objetivos más terrenales, en busca de la mujer y la dote, Beckmesser acaba siendo el rompedor de esquemas y Walther abandona sus grandes ideales del principio y no duda de convertirse en un clasicote que es lo que interesa. Crítica además al conservadurismo del público de Bayreuth es sus propias narices. Walther rechaza el premio y entonces aparece Sachs flanqueado por dos enormes esculturas de Bronce e iluminado desde abajo para arriba como una figura política del pasado siglo que todos hubiésemos querido que no existiera. Es entonces cuando Sahcs ofrece ese polémico discurso sobre el arte alemán, pero todo esa pomposidad es inocua ante la parodia de todos los grandes artistas alemanes del pasado, el arte no tiene fronteras y es patrimonio de la humanidad. Olé por Katharina, no todo te puede gustar en una producción que pasan tantas cosas, pero me encantó el atrevimiento, la originalidad y la brillantez con que llevó a cabo su propuesta. La ópera está muy viva. Musicalmente en cambio la cosa fue muy irregular. Weigle pasó un poco desapercibido, creo que todavía no ha sabido adaptarse del todo a Bayreuth, espero que dé mucho más en las próximas ediciones. Todos los cantantes estuvieron acertadísimos en los cometidos escénicos pero con prestaciones canoras muy diferentes. Hawlata es un insuficiente Sachs, aunque se había anunciado una indisposición al inicio, creo que unos dolores de espalda que quizás influyeron, Eva de Mace es un auténtico horror, cantante indigna del festival, que estará en estas funciones porque hace muy bien la parte escénica o porque nadie mejor haya aceptado esa visión del personaje. El David de Norbert Ernst estuvo correcto y tremendo Volle como Beckmesser, lo que me reí con él, fantástico barítono y gran actor. Dean Smith abandonó el proyecto en teoría porque no compartía la visión de su personaje pero según los amigos del festival lo que tuvo más peso es que no podía con las tremendas exigencias escénicas. En su sustitución Vogt, un tenor que no pasó ningún apuro a pesar de ser el auténtico protagonista de la función, no abandona el escenario en el primer acto y esta todo el rato en acción. Ya se ha comentado lo lírico de su voz, pero este personaje es de un carácter lírico total y no posee la acentuación que requieren otros roles wagnerianos. El volumen de su voz es notable, sobretodo en Bayreuth y su proyección excelente. Es muy posible que además fuera una de sus mejores funciones porque estuvo pletórico. Impresionante en fiato, agudos brillantes, voz bien colocada, línea de canto depuradísima, nunca hay estrangulamientos, solucionó los pasajes del paso en la canción de manera notable y con voz siempre homogénea y bella, firmando un tercer acto para enmarcar. Tuvo una ovación apoteósica y merecidísima, teniendo en cuenta que a Sachs y a Eva apenas se le había aplaudido, fácil destacar pero difícil levantar esta pasión, aunque el público se había encendido mucho al finalizar la obra, ya que muchos bravearon y otros abuchearon con mucha fuerza en una de esas pugnas que me encantan y que demuestra que la ópera está viva muy viva. Muchos abucheos para Katharina pero hay que constatar que los que abuchearon lo hicieron con ganas de verdad, que bárbaro, pero a mucha gente le gustó. De los 20 espectadores que me rodeaban la mayoría lo pasó en grande y se divertió mucho, pero a uno no le gustó y nos tapaba a todos, que bárbaro voces así son necesarias en Bayreuth, pero en el escenario, no en el público. Creo que estas funciones evolucionarán a mejor tanto en el plano musical como en el escénico, ya que Katharina tiene planteado evolucionar bastante su obra y seguro que cuenta con presupuesto para hacerlo. Un abrazo |
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Hola Enhorabuena por su excelente crítica. Me ha parecido estar viendo la representación. Un saludo |
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AMIGO LE GOUVERNEUR: EN PRIMER LUGAR DISCULPARME POR NO ASISTIR A LA CENA PROGRAMADA PARA EL 19. TE LLAME AL MOVIL Y NO TUVE RESPUESTA TE BUSQUE EDN LOS ENTREACTOS PERO NO LOCALICE A NINGUN ESPAÑOL... ¡LASTIMA PUES LA SOBREMESA DE LA CENA HUBIERA SIDO MUY INTERESANTE! TU CRONICA DE LOS MAESTROS EN PERFECTA Y BIEN DESCRIBE LO QUE ALLI PASO... LO QUE NO QUIERA DECIR, EN ABSOLUTO, QUE ESTE YO DE ACUERDO. ME EXPLICO: RESPETO MUCHO A WAGNER Y CONOZCO EL ARGUMENTO Y LA MUSICA DE LOS MAESTROS Y PARA MI, LA REPRESENTACION FUE, LISA Y LLANAMENTE, UNA TOMADURA DE PELO INDIGNA DE BAYREUTH.BIEN ESTA LA EVOLUCION, LOS PLANTEAMIENTOS NOVEDOSOS PERO OTRA COSA ES CAMBIAR ARGUUMENTO Y PERMITIRSE LICENCIAS INCOMPRENSIBLES, GUARRADAS, MAL GUSTO.... UNA PERSONA QUE VIERA POR PRIMERA VEZ LOS MAESTROS ESE DIA SALDRIA CON UN POBRE CONCEPTO DE WAGNER...¿POR QUE ESA MANIA DE INTENTAR MODIFICAR LO PERFECTO? ¿SE MODIFICA LA NOVENA DE BEETHOVEN? ¿UN PINTOR SE ATREVE A MODIFICAR EL CUADRO ORIGINAL DE LAS MENINAS? SI LOS ACTUALES DIRECTORES DE ESCENA (CREADORES EN POTENCIA) PRETENDEN SER ORIGINALES QUE CREEN SUS PROPIAS OBRAS Y DEN RIENDA SUELTA A SU PRETENDIDA GENIALIDAD. NO SE HASTA QUE PUNTO UNA SGAE GERMANICA ESTARIA DE ACUERDO CON "LOS MAESTROS PINTORES" Y RECLAMAR A KATHY DERECHOS DE AUTOR. CREO QUE HAY EXCESO DE "MODELNIDAD" Y SOBRA MEDIOCRIDAD EN BAYREUTH. CONSIDERO UNA ESTAFA LOS MAESTROS. NO ASÍ EL TANNHAUSER QUE TRANSCURRIO CON LA DIGNIDAD ADECUADA. TANNHAUSER ME CONMOVIO, LOS MAESTROS ME DECEPCIONARON. SE ME DIRA QUE SOY UN CARCA, ANTICUADO OBSOLETO QUE NO VE MAS ALLA DE SUS NARICES Y OTRAS COSAS MAS. PUEDE. PERO YO AMO A WAGNER Y ADMIRO SU OBRA Y ME CABREA QUE CUATRO MAMARRACHOS (SI,¡MAMARRACHOS!) INTENTEN PERFECCIONAR LO PERFECTO. LA FURA DEL BOUS, EN VALENCIA, HIZO UN ORO DEL RIN CON TECNICAS INNOVADORAS INIMAGIBLES PARA EL PROPIO WAGNER PERO RESPETUOSISIMAS CON SU OBRA . DISFRUTE COMO UN COSACO. LO DE BAYREUTH... UNA COSA ES ESTAR ABIERTO A NUEVAS IDEAS PERO CREO, SINCERAMENTE QUE KATHERINE HILTON SE PASO CUATRO PUEBLOS. YA PUESTOS... ¿POR QUE HANS SACHS NO ERA UN ESPECIE DE CAPELLO Y POGNER EL DUEÑO DEL BAYERN DE MUNICH? Y EL RESTO DE MAESTROS EQUIPOS DE LA CHAMPIONS?... O TERRORISTAS ISLAMICOS... O FALLEROS ¡TODO VALE! EN RESUMEN AMIGO LE GOUVERNEUR: OJALA PUDIERAMOS VOLVER A BAYREUTH, PROGRAMAR LA CENA DE NUEVO Y ASISTIR A UNA REPRESENTACION CLÁSICA. YO NO SE SI VOLVERE. MI SUEÑO, EN PARTE, SE HA CUMPLIDO. PERO SI VUELVO, ANTES ME INFORMARE DE QUIEN ES EL DIERCTOR ESCENICO. UN SALUDO A TODOS |
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Totalmente de acuerdo con la idea expuesta por Wanfriedval. "Genialidades", o más bien mamarrachadas, las justas. Si estos "personajes" son tan creativos, geniales y maravillosos para "prostituir" los originales, ¿por qué no crean los suyos propios, sin utilizar la partitura y el libreto de otros? Son TOTALMENTE INCAPACES de partir de cero. Estas puestas en escena nada tienen que ver con la obra de Wagner y decir lo contrario supone justificar lo injustificable. Ni carcas, ni reaccionarios somos los que pensamos así, más bien, o simplemente, somos lisa y llanamente wagnerianos sin más. Saludos a todos |
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Estimados amigos, no os creáis que no os comprendo y en cierta medida comparto vuestra petición de guardar y preservar las ideas del autor, yo también me indigno cuando veo que esto no sucede, cuando no se respeta la esencia del mensaje. Yo no soy muy amigo de las producciones rompedoras, aunque acepto que se cambie teatralmente algunas cuestiones, si se potencia el mensaje de la obra y se hace una traducción más correcta a los tiempos actuales. Wagner jamás habría hecho las producciones de sus obras iguales durante 200 años, eso creo que analizando lo que conocemos de él podríamos estar todos de acuerdo y sabemos que él no hizo cosas porque le fue imposible, ya por la censura o bien por la carencia de la tecnología necesaria. Admito también una propuesta absolutamente tradicional y respetuosa del libretto, si se realiza con calidad y talento y no se descuida la dirección escénica de los cantantes, que parece en algunos casos que cuando nos encontramos con una escenografía clásica la dirección escénica es casi nula frecuentemente. El camino que más atractivo me parece es el empleado por la Fura. Yo también disfruté y estoy de acuerdo en que fue un gran ejemplo de aplicar las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, sin tergiversar las historias que nos cuentan en una gran mixtura de modernidad y tradicionalismo. En los maestros cantores, no sucede esto como cuento en la crónica. Es más bien una parodia sobre la obra y creo que todo el mundo está en derecho a protestar. Pero lo que no puedo hacer yo es engañarme a mí mismo y si bien es cierto que hay algunas escenas que me molestaron y que hubiese suprimido tranquilamente, hablo de pocos minutos, hay cuatro horas de una propuesta escénica que me pareció imaginativa, eficaz, y divertida. Cuando la parte musical era disfrutable, con Walther, Beckmesser y los coros, la propuesta escénica no me lo impedía de ninguna manera y llegué a reírme en el último cuadro, algo muy poco habitual en un teatro de ópera. No puedo pegarme collejas a mí mismo, esto no es respetuoso, que no te guste. No voy al teatro con prejuicios y aunque comprendo perfectamente vuestra postura, sólo puedo deciros que yo salí muy satisfecho del teatro. No sé si a Wagner le hubiera gustado el trabajo de su bisnieta o si la hubiese querido estrangular, pero no creo que nadie sea capaz de asegurar una respuesta. Creo que en el futuro las propuestas tradicionalistas tienen que convivir con las más rompedoras y lo mejor para un aficionado es que sepa disfrutar de las dos opciones. Lo mejor es que si una ciudad tiene 2 teatros podría definir 2 estilos diferentes de temporadas. Bayreuth y las ciudades con un solo teatro, en m opinión, tienen que establecer un equilibrio entre las dos sin que las rompedoras ganen mayoritariamente como está sucediendo en los últimos tiempos. Un abrazo PD: Lástima que no nos encontráramos, lo pasamos estupendamente y tuvimos interesantes cenas y tertulias todos los días. |
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Estimado Gobernador, crónicas como las suyas hacen que merezca mucho la pena mantener vivo este foro, por otra parte siempre atacado por aquellos cuya imaginación e intelecto no es capaz de ir más allá de las simples acotaciones del libreto wagneriano. Lo digo ahora y lo diré siempre: El compositor lanza al mundo su obra y con ello da pie a que otros creen sobre ella como él mismo lo hizo. Las obras han de actualizarse necesariamente para que no se conviertan en piezas arqueológicas y tengan una utilidad y una finalidad didáctica. La obra de Wagner es tan rica y plena de matices que se presta a ello de manera óptima y es por esto que es el compositor más analizado. Hay "Wagnerianos" que se empeñan en desautorizar cualquier ligera modificación, con insultos como "Mamarracho", etc. Me recuerdan a los talibanes y a los judios ortodoxos con sus tirabuzones, incapaces de ver que el mundo gira a su alrededor. Si se quieren quedar así, háganlo, pero dejen que el mundo siga su curso y que los demás nos divirtamos... Por favor, gobernador, no deje de contarnos sus vivencias. Saludos. |
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"El compositor lanza al mundo su obra y con ello da pie a que otros creen sobre ella como él mismo lo hizo. Las obras han de actualizarse necesariamente para que no se conviertan en piezas arqueológicas y tengan una utilidad y una finalidad didáctica. " Que cantidad de mentiras interesadas, lugares comunes y palebrería vacía, todo junto. Si alguien cree que al público hay que explicarle la obra, o bien ese alguien es un imbécil o presuntuoso o las dos cosas a la vez. Quien hace de ello su objetivo se está riendo del público, al considerarlo incapaz de entender al autor. Crear, sí, pero no manipular para contar algo que poco tiene que ver con la obra original. Se puede crear a partir de una obra, con resultados de gran belleza plástica y respetando la concepción del autor: p.ej. lo que hace Robert Carsen con los "Diálogos de carmelitas" de Poulenc. Se puede tomar una obra maestra como vehículo para que un creador mediocre nos cuente lo que es incapaz de contarnos mediante una creación comparable a aquélla de la que se apropia. Todos tenemos ejemplos que poner aquí. Me parece muy bien que se innove. Y el creador tiene derecho a equivocarse. A lo que no tiene derecho es a reírse del público, a utilizar una obra maestra como mero pretexto y a tratar de ponerse por encima de la obra. De esto último, Bieito en "Wozzeck", que no está mal del todo, pero que fracasa por la falta de humildad de Bieito, que pretende imponerse a la obra. Sin éxito, por supuesto. |
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Vean que son siempre ustedes los que utilizan los insultos y las descalificaciones, los "imbecil", "mentiros", "palabreros", "presuntuosos". Yo lo único que quiero es disfrutar de lo que la vida ofrece y llegar más allá de lo que actualmente se ha llegado, y eso no es posible sin la evolución en todas las materias de la existencia, incluida la música, e incluido Wagner, al que muchos en este foro ven como un profeta cuyas tesis son inmutables. Ver una y otra vez los mismos planteamientos es, cuanto menos aburrido. Nisiquiera tiene usted una pizca de sentido del humor, señor Alberich?, de veras renunció al amor? En sus palabras no se ve otra cosa que resquemor y amargura. Por qué descalificarme de esa manera diciendo que mis palabras son "mentiras interesadas, lugares comunes y palebrería vacía", yo no lo creo así ni mucho menos. Explíquese, o le daré yo a usted por un mero "provocador". Saludos. |
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Sr. Wintrstürme: Si se siente aludido por mi mensaje, allá Vd. Supongo que tendrá sus razones para ello. Me ratifico en lo que dije. Si alguien me viene con el cuento del "didactismo" y pretende explicarme, pongo por caso, "Parsifal", entiendo que: a) me está tomando por bobo, pues cree que necesito que me lo explique. b) cree que puede explicármelo mejor que lo hizo Wagner. Por ello pienso que es presuntuoso y arrogante. Y, por tratarme con tan tan poco respeto, un imbécil. "El compositor lanza al mundo su obra y con ello da pie a que otros creen sobre ella como él mismo lo hizo. Las obras han de actualizarse necesariamente para que no se conviertan en piezas arqueológicas y tengan una utilidad y una finalidad didáctica." A mí todo esto me parece una justificación "ad hoc" para la apropiación. También yo me aburriría si siempre me dieran lo mismo. Pero, en primer lugar, nunca he visto una escenografía tradicional del Anillo; en segundo lugar, el deseo de renovación no implica que haya que aplaudir toda propuesta moderna por el mero hecho de serlo. |
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"Si se siente aludido por mi mensaje, allá Vd. Supongo que tendrá sus razones para ello" Sr Alberich, no es que me sienta aludido, es que ud ha copiado un trozo de una intervención mía y he hecho el comentario a continuación....imagino que refiriendose a ella, me equivoco? No sé como llega a la conclusión de que si alguien intenta explicarle algo le está faltando al respeto y por lo tanto es un imbecil... Se cree usted en conocimiento de todo? cree tener la verdad absoluta de su parte y no necesita que nadie ni nada se la perturbe? Si es así es ud un caso extraorinario. Permitame...desde cuando está ud en ese estado del conocimiento absoluto? es de nacimiento? si es así es milagroso !!! O acaso bebió algun portentoso elixir del conocimiento, entonces... "Elisir di sì perfetta, di sì rara qualità, ne sapessi la ricetta, conoscessi chi ti fa! " Saludos. |
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"Sr Alberich, no es que me sienta aludido, es que ud ha copiado un trozo de una intervención mía y he hecho el comentario a continuación....imagino que refiriendose a ella, me equivoco?" No pretenderá explcarme Vd. el "Parsifal" ¿verdad? Si es Vd. de los que creen en el "didactismo" y pretende explicármelo, entonces hace bien en darse por aludido. No sea pueril. Pensé que era inteligente. No necesito que me expliquen una ópera. Me basta con leer el libreto y escuchar la música. Así me lo explica su autor. Si, por ejmplo, un régisseur ubica "El ocaso de los dioses" en la Guerra de Irak no me lo va a explicar. Más bien me demostrará que, por bonito que pueda quedar, no ha entendido nada. De modo que, si estoy convencido de que no ha entendido nada, e insiste en pretender explicarme la obra, tendré quue pensar lo que dije, e inccluso cosas peores. ¿Cómo si no? Bueno, para ser exactos (y para que vea que no soy perfecto), "El viaje a Simorgh" de Sánchez Verdí sí necesitaría que me la explicasen, pero me temo que no hay nada que explicar. En todo caso, y haciendo el esfuerzo de suponer que "Parsifal" requiera explcación (será una que no conocemos ya), ¿podría contarnos cómo contribuye a una mayor comprensión de la obra la "cosa" esa de Schlingensief? El presunto "dldactismo" es una mentira interesada. Así, los que se aprropian de la obras se sienten necesarios, por no decir imprescindibles. Mal asunto, porque si la humildad no acompaña al acercamiento a una obra maestra... |
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Caballeros: Vuelvo a este foro después de un buen tiempo de no frecuentarlo (ni a ningún otro), consciente de que lo abandoné con cajas destempladas. Pero no he podido resistirme a postear en este hilo. La crónica del Sr. Gobernador me parece suficiente para formarse una idea de los Maestros de doña Katharina. Y lo mismo discrepo del entusiasmo de su autor. Me explico: 1. Si doña K. nos sirve unos ?Maestros Pintores?, ¿qué impide que mañana veamos maestros ebanistas, escultores, organistas, pescadores, dramaturgos, filósofos, ingenieros, agrónomos, médicos, maestres de campo e incluso mafiosos? Todo se podría justificar. 2. Si de algo me precio, es de poseer una imaginación nada mezquina. Otra cosa es que la emplee para causar daño. Allí tienen mi ?desbarre? sobre el Anillo en este mismo foro, que quizás alguno recuerde y que fue apaleado en su momento. Aunque me divertí mucho escribiéndolo, mi intención era señalar con qué facilidad se puede alterar y tergiversar una obra maestra. Basta con ser un ignorante. Soy libre de inventar un millón de desbarres, pero es harina de otro costal ganarme la vida de ese modo, y encima pasando por artista progre (o será que nadie me ha propuesto enriquecerme escribiendo majaderías y por eso me creo tan ?virtuoso?, en fin). Por tanto, celebro las innovaciones escénicas cuando no son simples atentados contra la integridad de la obra. No soy un profundo conocedor de la obra wagneriana, pero ello no hace falta para darse cuenta de ciertos detalles. 3. El punto crítico, creo, es el siguiente. Y cito al Sr. Gobernador: ?Aparece después Walther que en un principio vestía de forma alocada ahora va con un traje y corbata. Lleva como unos arbustos, empieza a hacer gestos y según va cantando su clásica canción, empieza a hacer gestos para que se complete un bello decorado y en un frondoso bosque aparecen un príncipe y una princesa, se iluminan entonces unas estrellitas, el público ahora conservador y vestido de gala está encantado con la escena, por lo tanto otorga el premio a Walther, le piden autógrafos, etc, escenas que vemos todos los días en los camerinos de los teatros. Esto tiene un claro mensaje, el artista muchas veces acaba prostituyendo sus ideales por cumplir sus objetivos más terrenales, en busca de la mujer y la dote, Beckmesser acaba siendo el rompedor de esquemas y Walther abandona sus grandes ideales del principio y no duda de convertirse en un clasicote que es lo que interesa. Crítica además al conservadurismo del público de Bayreuth es sus propias narices.? (Fin de la cita.) En mi pobre opinión, esto es liquidar el discurso wagneriano en los Maestros. En el tercer, acto Walther sigue siendo tan libérrimo creador y provocador como en el primero, al punto que improvisa toda una estrofa heterodoxa durante el concurso, resolviendo así la enigmática visión surgida durante el ensayo con Sachs en el segundo acto. Y por eso mismo, a pesar de obtener el favor del pueblo y el premio de unos maestros asombrados pero incapaces de negar la belleza, Walther se niega a sujetarse a las reglas institucionales, pues su instinto artístico las sigue percibiendo como restricciones agobiantes. De otro modo no se entiende que Sachs intervenga para reconciliar las venerables reglas y el espíritu innovador, recomendando a su pupilo que acepte el trofeo y la investidura que le ofrecen. Wagner, creo, traza así el difícil camino hacia la madurez artística: la que conoce al dedillo las reglas para luego, si es oportuno, romperlas y establecer un nuevo equilibrio entre la pasión y el metro. 4. Por desgracia no vivimos ya en un mundo que respete su herencia. En la escuela de hoy se ?enseña? a los niños a ser ?creativos? partiendo de cero, sin nociones previas, sin ningún incipiente bagaje, sin referentes de excelencia (canon, que le dicen, pero esa idea va camino de ser tabú). El resultado son personas desubicadas, buena sólo para consumir. Rizando el rizo, aún puedo imaginar una justificación para doña K.: su montaje dejaría a los rompedores de esquemas como tipejos ridículos y papanatas (si el Sr. Gobernador no se equivoca sobre Beckmesser) y a los artistas verdaderos como simples oportunistas, y todo esto para denunciar el mentado conservadurismo del público de Bayreuth. ¿Ironía de las finas? Sin embargo, ¿con qué derecho la señora K. emplea el teatro de su bisabuelo para expresar lo que encajaba mejor en un artículo, un libro, un manifiesto, una entrevista televisiva o? su propia ópera? ¿No es ella, entonces, un decadente Walther más, según su propia lectura? 5. En principio soy partidario de la creación de elementos escénicos e incluso dramáticos que refuercen el contenido de la ópera. Mantengo que los variados recursos electrotécnicos y digitales de nuestra época, puestos al servicio de espectáculos populares (rock, musicales, teatro moderno) con tanto éxito, apenas si se emplean en la escenografía operística debido a los prejuicios contra los factores ?distractores?. Ya quisiera yo saber de una cabalgata de las valquirias con guerreras y caballos galopando a media altura sobre el proscenio, entre hologramas de picachos y nubes de tormenta, o de un Lohengrin emplazado en una llanura infinita que cambiase de ángulo para que lo veamos acercarse en su barcaza, o de un Viernes Santo que floreciera realmente, en tanto que las lejanas llamadas de Monsalvat resonaran desde fuentes invisibles en el escenario, con berliozana ?estereofonía?. Es más, sostengo que muchos de los elementos del ?teatro invisible? o del ?simbolismo escénico?, que son muy bellos, nacieron en respuesta a la evidente indigencia de los medios teatrales tradicionales. Pero hoy en día, caballeros, la situación es muy otra. Y con ello no desautorizo los montajes sobrios o abstractos (quién soy para hacerlo), pero creo que la ópera puede y debe superar la estúpida alternativa montaje de cartón-piedra/montaje estrambótico, y darnos de vez en cuando una ópera wagneriana casi cinematográfica, valga el pleonasmo. 6. Por último, no sé qué tan didáctico resultará incluir en Wagner penes a mansalva o imágenes de Hitler. Pero, ¿es didáctica la obra de Wagner? Aquí veo dos interpretaciones posibles, en absoluto excluyentes: una, romántica, nos indica que toda gran obra de arte es en último término inagotable, irreductible al entendimiento cartesiano. La otra es una pregunta: ¿es posible aún mantener vivo el ideario estético y ético del maestro en un mundo que lo ha relativizado y banalizado casi todo? Mi respuesta (subrayo: mía) es que para conocer a Wagner hay que leer, escuchar, ver y pensar a toda máquina. O sea, acciones que poca gente está dispuesta a realizar. El solo acto de asistir a Bayreuth no transforma en wagneriano a nadie, necesariamente, ni tampoco el de coleccionar discos y DVDs. Explorar el universo de Wagner es un gusto agotador en el que sólo algunos persisten (confieso mi alejamiento temporal). Quienes lo hacen, sin embargo, descubren una utopía artística con elementos trasnochados y otros plenamente válidos que cada uno estimará según convenga. Creo que el arte wagneriano no se entiende sin el concepto wagneriano de decadencia generalizada. Si no se acepta este punto, toda charla sobre didáctica es vana o malintencionada, o mero historicismo culturoso. Si los Maestros Pintores son didácticos, entonces, para usar un símil ya planteado, un pintor podría pintar su versión de las Meninas y conseguir que durante un mes su obra reemplace a la de Velázquez en el museo, por cuenta y riesgo de los visitantes primerizos. Hay un cuento de Borges que debería servir de admonición contra los tergiversadores: si Pierre Menard es el autor de un nuevo Quijote de principios del siglo XX, que sin embargo coincide letra por letra con el de Cervantes, es porque las mismas palabras, las mismas construcciones lingüísticas connotan forzosamente otra intertextualidad y otra ideología para las gentes alejadas más de tres siglos del original. Es decir, la obra wagneriana, incluso llevada a la escena con el máximo respeto (o momificación, si insisten), ya no sería más la obra wagneriana de los tiempos de Wagner. No podría serlo. Y si ha sobrevivido hasta ahora, no creo que sea por oficio de los embalsamadores, sino porque contiene un núcleo todavía vivo. Potenciar ese núcleo no significa desfigurar la obra, como creo que han hecho la señora K., el señor Bieito y algunos otros. Para variar, me salió una volquetada de párrafos. Sepan disculpármelo. Saludos. |
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Un amigo ha llamado mi atención sobre este artículo: http://www.elpais.com/articulo/opinion/maestros/pintores/Nuremberg/elpepuopi/20070912elpepiopi_5/Tes |
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Acabo de leer el artículo de José María Guelbenzu y creo que no tiene desperdicio: se pueden decir las cosas más altas, pero no más claras y por ello a buen entendedor pocas palabras bastan. Algunos de nuestros queridos foreros deberían reflexionar un poco más algunas de sus opiniones públicas en las que pretenden justificar lo injustificable: la obra de Wagner es la que es, a pesar de esas opiniones, interpretacioens o que se les quiera denominar; y al que no le guste, pues no pasa nada. |
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El artículo de Guelbenzu es bastante desacertado, no por el planteamiento filosófico sobre los provocadores en la escena con el que puedo estar de acuerdo en algunas cosas, sino en el equivocado análisis que hace de la propuesta de Katharina Wagner. Una de dos, o no ha estado en la producción y se la han contado o no se ha enterado de nada el pobrecillo. Para empezar la educación de este señor que trabaja en tan afamado periódico deja mucho que desear, ya que llama papanatas a todos los que no tengan su visión de esa producción, yo no voy a caer tan bajo, gracias a Dios, he recibido otra educación como para descalificar a los que no tengan el mismo gusto que yo. Puntualizaciones sobre el artículo: Primero: La mitad del artículo nos cuenta de qué trata la obra de Wagner, creo que a quien le pueda interesar su lectura no le hacía falta tal pérdida de tiempo. Segundo: Si este señor no se ha enterado que la producción explica y aborda el conflicto entre tradición y modernidad en el arte sólo ha podido ocurrir una cosa, que no la ha visto. Es más incluso el final genial con la pugna entre las propuestas escénicas tradicionales contra las modernas tiene un tratamiento exquisito para explicar este conflicto, que incluso criticando a la producción y en el mismo artículo que escribe Guelbenzu tiene continuidad. Este señor se pregunta porqué Katharina lleva el aspecto musical a lo estético, (no sólo son pintores, son también escenógrafos) exactamente se pregunta porqué pintores y no gladiadores, pues querido escritor, porque con los gladiadores no podía haber explicado de forma tan magnífica ese conflicto entre tradición y modernidad. Tercero: Es cierto que el final de la obra rectifica el libretto ya que Beckmesser es el que aparece como rompedor y Walther se convierte en el más clásico. Pero esta interpretación ha sido apoyada por muchos expertos, no es ninguna locura de provocador ya que la canción del premio de Beckmesser es una anticipación del surrealismo, de manera que la música nueva es la del escribano y la vieja, la de Walther. Cualquiera con unos pequeños conocimientos musicales puede darse cuenta de esto. Cuarto: Luego dice que Katharina busca nazificar la música de Wagner. Todo lo contrario, lo que ha querido es desmitificar este suceso, como ella ha explicado en varios artículos. No sólo no explica bien la producción sino que manipula declaraciones. Conclusión, esta producción se puede aborrecer porque no estemos de acuerdo con el planteamiento y puede que sea muy sensato y respetable, pero por las explicaciones que ha dado, este señor no se ha enterado de nada. Un abrazo |
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Señor Beltenebros, estoy de acuerdo con lo que dice de aprovechar los recursos técnicos para evolucionar las puestas en escena, ese puede ser uno de los caminos viables que pueden reconciliar además a tradición modernidad, la propuesta de la Fura ha sido alabada mayoritariamente, caso raro en una producción escénica actual. Respecto al final de la obra y la interpretación del torneo, tiene usted razón, es un cambio de la obra, pero como explico en mi respuesta al artículo del País, es una interpretación atendible desde un criterio musical. Todo cambio será siempre censurado por los más tradicionalistas, pero dentro de lo que cabe, más allá de los planteamientos filosóficos de cómo deben de ser las puestas en escena, algunos cambios tienen más sentido que otros y como sucede en este caso, en el aspecto teatral pueden desarrollarse en escena de manera brillante, esto no creo que lo pueda negar nadie que haya visto la obra. Un abrazo |
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Gouve, si el director de escena quiere contar algo que no está en la obra, que escriba otra, ¡pero que no cambie el original! ¿Es mucho pedir? ¿es eso ser tradicionalista (y de las JONS)? Es que se empieza por "un pequeño cambio" y acabamos tolerando todo. |