Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
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Algunas ideas sobre Wagner, Parsifal y la humanidad
De: Ortiz
Fecha: 12/07/2001 21:18:29
Asunto: Algunas ideas sobre Wagner, Parsifal y la humanidad
Estimados amigos me gustaria presentaros un escrito acerca de la magna obra de nuestro admirado Richard Wagner, me gustaria comenzarlo con una salutación descubierta por el abajo firmante en un libro encontrado en una viejísima librería de lance sumergida en las góticas calles del Valencia prerenacentista.
En dicha libreria encontré un ejemplar sin estrenar de la Asociación Wagneriana de Madrid, editado en 1914, titulado PARSIFAL, escrito el año anterior por Joaquin Fesser, socio nº197 de dicha asociación:

A las personas que dia a dia entran en el foro, a partir de aqui cito al Sr. Fesser, EN ESTRECHO ABRAZO DE CORRELIGIÓN ARTÍSTICA Y DE ADMIRACIÓN AL GRAN MAESTRO.

Bien, pues en dicho libro, que no es más (ni menos) que la traducción en prosa libre del poema de Parsifal, aparece a continuación, además de los leitmotivs (prefiero la expresión motivos conductores), un ensayo a mi juicio brillante, tanto en lo referente al Festival Escénico Sacro, como a la obra del insigne compositor y dramaturgo de Leipzig y sus implicaciones tanto filosóficas, como sociales y humanas. A continuación os reproduzco un pequeño fragmento del mismo:

" La lectura de los poemas Wagnerianos, y la prolongación de estos poemas en el sublime lenguaje de la música, dejan en el ánimo una impresión que difiere de esa generalizada afirmación o acusación depesimismo. ¿ Puede calificarse de tal ese constante anhelo, esa aspiración ansiosa de redención, que late y palpita en todas las manifestaciones artísticas de la vida de Ricardo Wagner... ese dedo que sin descanso señala profético un camino --camino inaccesible a nuestro juicio de hoy, pero único-- que puede y debe conducir a la humanidad a la realización, por remota que sea, del ideal de paz y ventura moral que se agita en las almas todas? Pesimismo es sinónimo de desesperanza; desesperanza es vida en tinieblas. Wagner no desespera; en la obscuridad de sus ojos están abiertos, y miran, y ven; ven para las generaciones futuras una redención posible, casi probable, al cabo de los ciclos evolutivos de la asociación humana. Verla en un plazo cercano no fuera ya iluso optimismo, sino demencia. Sobre todo, el ideal de Wagner es belleza; y belleza solo puede ser hermanastra de pesimismo.

Redención de la humanidad doliente por el espíritu de renuncia en compasión y en amor --esos dos sentimientos hermanos, simbolizados en su fecundidad por la union llamada "incestuosa" de Siginda y de Sigmundo-- fue, desde el Holandés Errante hasta Parsifal, la idea fija, el gran "motivo guía", que a toda la obra artística de Ricardo Wagner, y bajo diferentes formas y aspectos de origen m´tico y legendario, ha dado esa admirable unidad de pensamiento, íntimamente ligada con la redención estética personificada en Hans Sachs y en Walther von Sloltzing, y que se encuentra ya en vias de pronta y completa realización, como pronóstico de la redención humana ulterior, más o menos remotamente realizable por la fuerza suprema del arte en brazos de una religión.

Vagamente iniciada la idea en las primeras obras del maestro, tardia pero hoy universalmente aceptadas, su historia y desarrollo se esclarecen con un estudio retrospectivo, partiendo de este Parsifal donde el pensamiento se ostenta en su mayor claridad y sublimidad, purificado en el simbolismo dela religión cristiana después de sus sucesivas filtraciones a través del romanticismo legendario y del humanísimo y complicado simbolismo de las mitologías paganas, por el genio de Wagner artísticamente desentrañado y razonado.

No es de este lugar semejante estudio, ni siquiera en el aspecto interesantísimo de la evolución intelectual que puso al Anillo del Nibelungo en contacto directo con Parsifal, del mismo modo que la historia de las evoluciones humanas había conducido a las religiones de la antigüedad a resolverse en la filosofía del Cristianismo, suprema expresión del anhelo inconsciente que latía en el fondo de las edades y de los espíritus.

Corresponde aqui solamente intentar un boceto o esquema de la representación ética y psicológica de la acción y de los personajes de este poema de Parsifal, consagración y coronación de un gran Parsifal del arte, y de la más heróica y glorisa vida artística que las páginas de la historia han registrado."


En fin espero que lo encontresis interesante, y si alguien quiere el texto completo, acedmelo saber y procuraré enviaroslo, para terminar recomendaros una audición de Parsifal con Kna, en la versión del Festival de Bayreuth de 1962.


-----Pero en la mano de Wagner veo siempre enhiesta la espada Nothung, en protesta permanente contra la Lanza de los Pactos----

Un saludo a todos: Enrique Ortiz Andrés

De: Ossian
Fecha: 13/07/2001 17:20:54
Asunto: La constante wagneriana
Antes de entrar en materia, me ha llamado la atención la idea de que la belleza sólo pueda ser hermanastra del pesimismo, sobretodo con la idea tan negra que todos solemos tener sobre el pesimismo. En mi opinión el rostro más hermoso del pesimismo es la melancolía, y a esta a la que sí que no me cuesta nada considerar comom hermanastra de la belleza.

Por otro lado quería comentar otro aspecto del anterior mensaje, que es el de esa idea fija de Wagner. Es que en mi opinión, en sus obras de madurez Wagner no sólo es constante en su idea, sino tb en su modo de expresarla:

En la leyenda original de Tannhäuser, y de acuerdo con el libro "Nordsmen" de H. A. Guerber, "Segun la tradición medieval, Holda vivía en una cueva en Hörselberg , en Turingia donde era conocida como Frau Venus y considerada como una hechicera que seducía a los mortales hasta su reino, donde los retenía para siempre, saturando sus sentidos con toda clase de placeres sensuales." No eran listos ni nada en el medievo... En fin, de nuevo encontramos la oposición dioses antiguos e instintos, frente al ideal de la redención a través de la fe y la obtención de la gracia.

En Lohengrin vemos de nuevo la misma oposición: Ortrud y los dioses antiguos frente a Lohengrin el caballero del Grial.

En el Anillo Wagner sitúa la escena, por decirlo de alguno manera, en el mismo Valhall.

Y en el Parsifal, encontramos de nuevo la misma oposición, solo que ahora el sensualismo del mundo se encuentra bajo el poder y perversos manejos de un castrado: ¡Klingsor!.

Y se me ocurre una pregunta maliciosa de la que tengo mi propia respuesta: ¿porqué el malvado Klingsor que somete al mundo con el goce material sueña con adueñarse del Grial?

En fin, ahí os dejo la cuestión para el que quiera pensar.

Saludos. Javier.