Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
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Torneo de pintura en la corte de Wartburg
De: Emilio Gimena
Fecha: 20/03/2008 3:01:45
Asunto: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Hoy se ha estrenado en el Liceo la nueva producción de Tannhäuser con dirección escénica de Robert Carsen.
Después de los Maestros cantores de Nürnberg de Bayreuth, ahora tenemos a los minnesänger de Wartburg también convertidos en pintores. Y la primera pregunta es ¿por qué? Después de vista la representación no he hallado nada en ella que justifique este cambio. Lo único que provoca son incongruencias respecto al texto. Por ejemplo, en el segundo acto el landgrave propone el tema: "¿Cuál es la esencia del amor?" y todos los pintores del torneo resulta que ya llevan sus cuadros pintados de antemano; es decir, que, además de pintores deben de ser adivinos.
De hecho, hemos aprendido muchas cosas nuevas hoy. La primera es que en el Venusberg sólo hay una mujer: Venus, y todos los demás personajes que lo habitan son pintores que se dedican de forma compulsiva a retratar a la diosa desnuda. Debe de ser por la escasez de personal femenino por lo que dichos pintores satisfacen sus deseos desnudándose y copulando... con los retratos que han pintado (?). Otra novedad es que no hay cambio de escenografía entre el Venusberg y el valle del primer acto. Es decir, en medio del "valle" están el caballete de nuestro protagonista, los cuadros de sus colegas y el colchón donde Venus posa para sus devotos y donde retoza con Tannhäuser. Ese mismo colchón aparece de nuevo al principio del tercer acto para que Elisabeth se revuelque en él con gestos lascivos (después de quitarse el vestido, claro)como pareciendo indicar que para conseguir el amor de Tannhäuser estaría dispuesta a ofrecer a su amado los placeres carnales que él disfrutó en el Venusberg. El problema es que mientras Elisabeth se contonea va cantando "Virgen venerada, déjame entrar pura como un ángel en tu reino sagrado", lo cual, desde luego, no parece encajar muy bien. El final es también pintoresco (no pretendo hacer un juego de palabras con el adjetivo): cuando Venus intenta convencer al protagonista de que vuelva con ella ofreciéndole un pincel(!) aparece Elisabeth (el cadáver de Elisabeth, suponemos), ofreciéndole a su vez otro pincel (!!). Y será con éste último con el que Tannhäuser alcanzará la redención. ¿Y en que consiste esa redención? Pues que sus pinturas eróticas serán aceptadas por los burgueses snobs que habían aparecido en la sala (de exposiciones) del Wartburg y sus cuadros se unirán a la colección de desnudos que cuelgan en las paredes de la sala (ahora museo). Por cierto, que en este minuto final es el único en que hay algo en las paredes. Durante los tres actos sólo hay un fondo oscuro y liso (1er. y 3er, acto) o paredes blancas vacías (2o. acto), lo cual no demuestra mucha inventiva por parte del señor Carsen. En conclusión, pues, la redención por amor que ideó Wagner se transmuta en la aceptación del artista por una sociedad antaño renuente. Claro que el coro canta "¡Salvación! ¡Milagro de la gracia! ¡El mundo ha sido redimido! El seco bastón se ha llenado de verdor..." Con lo cual, nuevamente, lo que vemos en escena y lo que dice el texto no guardan relación alguna.
Vuelvo a la pregunta inicial. ¿Por qué estos cambios? ¿Por qué los minnesänger han de ser pintores y no filósofos, por ejmplo? Y así al final, Elisabeth le podría ofrecer a Tannhäuser un bolígrafo (en vez de un pincel) con el que escribiría la obra que le haría ser aceptado por la sociedad y podría aparecer al final su libro en la sala/biblioteca del Wartburg junto a "Las once mil vergas" de Apollinaire o "La historia del ojo" de Bataille, por ejemplo. En fin, para qué seguir.
Afortunadamente, Peter Seiffert, nos ha regalado una espléndida velada (su narración de Roma ha sido excelente). Petra Maria Schniltzer ha sido una Elisabeth mejor que la Venus de Béatrice Uria-Monzon, y lo peor de la función, una vez más, ese cantante tosco y carente de toda musicalidad que se llama Bo Skovhus que, para colmo de males, además ha emitido una nota ahogada al comienzo de la canción de la estrella en el "hold" de la frase incial O du, mein holder Abendstern. El coro excelente. La orquesta, no tanto (esta orquesta tiene un problema endémico con los metales). Weigle ha empezado con poco brío: la obertura y bacanal no ha sido muy lucidas (o será mi impresión por el "espectáculo" que se desarrollaba en el escenario), pero poosteriormente ha elevado el tono.
Veremos que ocurre con el segundo reparto.
Emilio

De: rexvalrex
Fecha: 20/03/2008 3:52:11
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Vaya, Emilio, te me has adelantado. Justo estaba yo picando cuando tú ya habías colgado el asunto. Hago lo propio y te leo. Me viene bien porque dentro de poco podré ver EL TORNEO DE LA PINTURA in situ, que hace tiempo que tengo las entradas y no es cosa de desperdiciarlas, que la "Venus Desnuda", bien vale un montón de pintura...

.......................................................

Hola amigos:

Permitidme ser políticamente incorrecto, que ya está bien de moderse la lengua..

Tannhäuser Liceu.

http://www.liceubarcelona.com/operes

El subtítulo de esta obra debería ser ?El torneo de los maestros pintores?. Hay que ver qué original ha sido el sesudo o seXudo regidor. A mí esto me recuerda a la bisnietísima y sus maestros pintores de Nuremberg. Hay que ver cómo se copian unos a otros... Quizá el seXudo esté haciendo méritos para acceder al Festspielhaus copiándose, quiero decir, ?rindiéndole homenaje? a Katrina.

De pintores va la cosa, que ya está bien eso de que se cante tanto en Maestros o en Tannhäuser. Según el seXudo regidor se trata de una ORGÍA ESTÉTICA... Por las fotos, la estética es de lo más ?orgiástica?, pero sin gracia ni delicado erotismo, nada de insinuaciones a lo Meier con sus sugerentes transparencias de antaño, aquí en pelotas mondas y lirondas y chorros de pintura roja para embadurnarlo todo bien -¿copia del Parsifal conejero?- . Eso sí, hay que decir que el desnudo integral de Venus que podemos ver en el ?Full informatiu? de la web del Liceu no es moco de pavo, que la señora está muy, pero que muy bien... ya veremos si el ?pintor? Tannhäuser puede concentrarse ante tanta beldad. ¿Será la cantante la que luce sus encantos físicos? No sé qué tal cantará; eso sí, como modelo bien vale una visita al Liceu.. Ya os contaré cuando vaya.

Un avance de lo que puede deducirse del ?Full informatiu?. Tras la obertura (ya veremos qué tal la ?orgía estética?) se alza el telón y ... sí, señores, sí... aparece Venus como Dios manda, o sea, en pelota picada, ante los ojos de Tannhäuser que se dispone a... (no seáis malpensados) ... pintarla. Lo que no resulta creíble es que quiera irse ... (a no ser que .... ay, ay,ay... ¿cuál será la ?orientación sexual? del ex cantor, ahora pintor?... Como es de suponer, puede pasar cualquier cosa.

Esperemos que Weigle hile más fino que en su anterior Holandés y que la pareja Seiffert ? Petra María canten tan bien como siempre; eso sí, si Herr Peter no se trabuca ante los ?encantos? de la Venus Desnuda y la parienta no está de mal talante ante las posibles miraditas que su mentor (que dónde va él, va ella) le pueda dirigir.

Hay que ver. Ya es primavera en el Corte Inglés y.. en las tablas de las Ramblas.

Un saludo, que voy a ver qué dice el seXudo regista en su seXuda interpretación del TannhäuXeX pintor de tías en pelota..

Rex, dispuesto a soportar cualquier clase de tormenta invernal, aunque sea primavera...

PD. A la pregunta: ¿Habrá conejo podrido? La respuesta es sencilla. Lo habrá pero vivito y coleando...

PD2 Perdonad la salida de tono, pero es que acabo de volver a casa tras la Nit del Foc y la Cremà de las Fallas, me conecto y me encuentro con esta Venus que me ha trastocado los sentidos... que uno no es de piedra... Por cierto, ¿alguien tiene unos buenos prismáticos con cámara de infrarrojos incorporada? Prometo copias para los interesados o... interesadas, que uno no tiene prejuicios de este tipo por muy ultracarca cartón-piedra de la religión wagneriana que le atribuyan algunos...

PD. Y acabo. Os adjunto la ?dramaturgia? de la cosa para que extraigáis vuestras propias conclusiones... si entendéis el catalán, claro. (quizá esté en castellano en la web; si os interesa, mirad por si acaso.

De: rexvalrex
Fecha: 20/03/2008 3:53:49
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
La dramatúrgia de
Robert Carsen per a
Tannhäuser


"En la interpretació dramàtica que fa Robert Carsen,
Tannhäuser no és un poeta medieval, sinó un pintor.
Carsen manté, per tant, la personalitat artística del
protagonista, l?escissió interior de l?artista entre opcions
estètiques antagòniques i l?escàndol que suscita la seva
obra. De fet, el canvi més important que introdueix
Carsen és situar en el centre de l?acció dramàtica no
una passió sexual, sinó una passió estètica.

Perquè si en el llibret original, el nucli argumental
se centra en les pulsions amoroses del protagonista,
mentre que la seva obra literària ?els «cants d?amor»
o minnesang? n?és només la conseqüència, en aquesta
lectura de Carsen el nucli dramàtic se situa en la creació
artística, mentre que la voluptuositat només està
associada, complementàriament, a aquesta creativitat
artística. Robert Carsen, per tant, només opta per
subratllar un aspecte, i un aspecte important, del text
original, en subratllar i potenciar la lluita interior de
l?artista per crear la seva obra i les reaccions socials
que aquesta suscita.

En aquesta orientació, quan s?aixequi el teló, l?espectador
veurà Venus convertida en model del pintor
?Tannhäuser? que lluita per fer d?aquella model nua
una obra d?art. I quan sentim, en l?obertura, el «tema
del Venusberg» l?acció dramàtica mostra l?entusiasme
creatiu de l?artista ?un entusiasme complementàriament
erotitzat?, mentre que la bacanal de la primera
escena no és una bacanal sexual, sinó estètica:
els ballarins són artistes que, amb el protagonista,
reprodueixen els gestos d?un pintor que treballa en la
seva obra, i recobreixen els seus cossos de pintura vermella
en una mena d?orgia estètica que els identifica
com a autèntics amants de l?art al qual dediquen tota
la seva passió.

Cadascun dels incidents de la trama, per tant, s?adapta
a aquesta orientació i així el Venusberg és el taller
de l?artista; la gran sala del consell de la Wartburg, on
tradicionalment se celebra el certamen poètic, és aquí
una galeria d?art, i els pelegrins es converteixen en una
al·legoria dels artistes que s?encaminen a l?art o del
qual són exclosos. I, finalment, l?antagonisme entre
l?art escandalós i apassionat inspirat per Venus i el
serè i espiritual que inspira Elisabeth, conflueixen
quan les dues dones, a l?escena final, posen juntes
davant l?artista que aconsegueix pintar així la seva
obra mestra. Aquest quadre, Tannhäuser el presenta
finalment a la galeria d?art acompanyat de molts altres
quadres de la història de la pintura que han escandalitzat
primer, i entusiasmat després, entre la vibrant
admiració, ara, del públic."


De: beckmesser
Fecha: 20/03/2008 5:18:34
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg

Pues yo he visto lafunción de hoy y el ensayo general, y me ha encantado. No quiero polemizar, pero como en muchas otras producciones, no se trata de representar al detalle todo lo que ocurre en la opera, sinó interpretarla, o ofrecer un punto de vista complementario. Ya sabemos todos de que va Tannhauser. No hace falta, creo yo, escenificar la obra en la epoca de los cantantes/juglares. Todos lo sabemos. En cambio resulta interesante que nos aporten alguna idea sobre la obra o sobre , en este caso, lo que estaba pensando Wagner en aquellos tiempos.
La versión musical del estreno ha sido excelente, aunque, es verdad, Weigle ha estado poco "marchoso" en el primer acto. Después ha sido una maravilla. El nivel cantor ha sido notable. Seiffert no estaba bien (en el pre ensayo estuvo mejor) y ha estado a punto de ahogarse en el segundo acto. Es un gran profesional y se ha recuperado en el tercero. Un Seiffert a medio gas es como otro cualquiera a todo ritmo. No existe heldentenor igual hoy en día. Canta fácil, sabe lo que canta, lo siente ,y le gusta. La prueba la tenemos en que en los ensayos va siempre a tope (lo recuerdo tambien de un Siegmund en Barcelona).
Su esposa en la vida real mejora con el tiempo y ha hecho una gran Elisabeth. Venus ,Beatrice Uria Monzom, no me ha gustado. Muy monótona. Skovus, en cambio, ha estado mejor que en el ensayo, pero creo que abusan de el en el Liceu. No es su papel. Excelente en cambio de Langrave de Gunther Groisbock. Es el bajo wagneriano con mas futuro. Es el más joven de un elenco en el que tendría que ser el más viejo. No creo que supere por mucho los 30 años.
Yo destacaría tambien la sorpresa de Vicens Ombuena, un tenor valenciano, que hacía el Walter. Tiene voz de tenor heroico ligero (que palabra). Muy bueno.
En fin...
He hablado con Carsen despues de la función. Ha tenido bastantes abucheos, y me ha dicho: "si, es lo que le ocurre a Tannhauser en el segundo acto. No aceptan su manera de ver las cosas".
No se si alguien puede traducir del catalán el anterior mensaje, pero leyendolo se entiende perfectamente la versión de Carsen que, por cierto, ha recibido críticas positivas en Japón y en París donde, hasta ahora, ha sido representada.

Francesc

De: Le Gouverneur
Fecha: 20/03/2008 21:10:43
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Una notable representación de esta obra maestra, con una buena interpretación musical y un planteamiento escénico discutible pero realizado de forma brillante.

La parte más polémica de la producción ha sido sin duda la dirección escénica de Robert carsen y la escenografía de Paul Steinberg. Voy a tratar de comentar este aspecto más extensamente.

En mi opinión el principal problema reside en el planteamiento. Carsen traslada la época elegida por Wagner, de los comienzos del siglo XIII a los tiempos actuales. Además los cantores son sustituidos por pintores, situando la cuestión principal de la obra en la independencia de la creación artística mostrada en los planos de la estética y la pintura. Desconozco cual se originó primero, pero este mismo planteamiento es el que llevó a cabo Katharina Wagner por sus maestros cantores de Nuremberg en Bayreuth, donde todo encajaba mejor al tratarse en parte de una comedia, en vez de la obra que nos ocupa cuyo tema principal tiene inequívocamente un conflicto interior espiritual y religioso del protagonista.

Entiendo que el cambio de época no favorece en este sentido, ya que la recriminación pública del pecado es más identificable con el ambiente de puritanismo y espiritualidad vigente en el siglo XIII, que en el ambiente culto, elegante y snob que rodea las galerías de arte del presente, donde se respira un mayor libertinaje, pero claro, en la propuesta de Carsen, lo que se recrimina públicamente es la libertad en la creación artística.

Una vez dicho esto tengo que aclarara que no estando de acuerdo completamente con el planteamiento, el desarrollo del mismo me ha parecido ejecutado de forma notable, aunque con algunas objeciones.

Discutible es la escenificación de la obertura. Esta pieza orquestal es de una categoría tan elevada que merece respetarse para escucharla sin distracción alguna. Sin embargo, lo visto era pertinente, con una escena donde Venus, figurante de bellas y sensuales proporciones, completamente desnuda, sirve de inspiración para la creación artística del protagonista. La bacanal se convierte en una orgía entre los artistas y su propia obra, todos los pintores que aparecen en escena se desnudan casi al completo y se restriegan contra sus lienzos envueltos en pintura roja, mientras que crean y pecan a la vez. La propia creación del artista independiente es ya en sí su pecado al igual que Carsen ha pecado al idear esta puesta en escena.

Más adelante el escenario ha de pasar de la oscuridad del Venusberg, cumplida por Carsen, a un soleado día de primavera, que el director escénico realiza de forma sutil al abrir ligeramente el vértice de los paneles posteriores, dejando pasar una luz blanca y radiante.

El segundo acto comienza con Elisabeth cantando desde la mitad de la platea, ?Sala querida, de nuevo te saludo?, lo que convierte al Liceu en la sala de cantores de Wartburg, un bonito homenaje que sería muy pertinente si realmente el torneo fuese de cantores, pero al tratarse de pintores en lo que se convierte el Liceu es en una galería de arte. Todo el coro atraviesa la sala y realmente parecía que era parte del propio público quien subía al escenario. Pensé en aprovechar la ocasión para subir espontáneamente a las tablas y hacer mis primeros pinitos sin encontrar guardia de seguridad que me pudiera detener. Allí transcurre todo el torneo donde los artistas plasman la idea del amor sobre los lienzos.
En el tercer acto, los peregrinos vuelven de Roma purificados con el armazón de sus cuadros sin sus correspondientes telas, vacíos de obra y por tanto llenos de gracia. En cambio Tannhäuser vuelve todavía con su lienzo sin haber hallado el perdón.

Al final su redención y muerte se transforma en el logro de mostrar el cuadro en el museo, aunque se sigue viendo por el lado posterior como en toda la ópera. Una vez aceptado, no importa el contenido, ya ha logrado la fama y el reconocimiento y por tanto la muerte del artista individual y pecador, al mismo tiempo que el nacimiento o ascensión al cielo del artista universal y consagrado.

Toda la puesta en escena está desarrollada con una excelente dirección de los intérpretes, los cuales están muy adecuados en este aspecto.

Es evidente que parte del público no estuvo de acuerdo con mi opinión ya que Carsen cosechó un sonoro abucheo.

En el apartado musical la velada fue verdaderamente notable. Sebastián Weigle, sin ser brillante, dirigió a la orquesta del Liceu de manera que logró de esta una buena actuación, manifiestamente mejorada respecto de la última vez que tuve ocasión de escuchar a esta formación en la Cenerentola.

Lo mejor de toda la noche fue Peter Seiffert como Tannhäuser, sacando con buena nota uno de los roles más exigentes de toda la composición operística. Cantó con lirismo el primer acto, resultó squillante en el segundo, aunque con algún pequeño percance y algunos apuros en la parte final y se mostró heroico, expresivo y conmovedor en la narración de Roma. Bravo.

Petra María Schnitzer tuvo una buena actuación como Elisabeth, segura en el canto, expresando el candor virginal del personaje a la vez que supo imprimir el carácter necesario para parar el linchamiento del final del segundo acto.

Mejor Bo Skovhus que en otros roles wagnerianos, siendo este más adecuado para mostrar un refinado lirismo, sin necesitar demasiada potencia.

Algo más floja Uria-Monzon, sin especial fuerza dramática y correcto todo el resto de los intérpretes, especialmente Ombuena en su canción.

También se puede aplaudir en general la actuación del coro.

Una gran noche de ópera.

De: rexvalrex
Fecha: 22/03/2008 1:26:47
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Estimados Beckmesser y Le Gouverneur:

Me alegro mucho de que disfrutareis de la función, que de eso se trata. Yo iré dentro de poco a eso mismo, a disfrutar, con espíritu abierto, aunque de partida no me parezca acertada la producción por lo que he visto y leído.

En otras ocasiones he pasado una excelente velada aunque a priori tenía el escollo de una régie que auguraba lo peor. Eso fue lo que me pasó no hace mucho con el Holandés de Rigola que me sorprendió gratamente a pesar de que iba con la mosca en la oreja.

De todos modos, ¡qué inmenso placer cuando se suma una escenografía imaginativa, correcta y respetuosa con Wagner a una música divinamente cantada como sucedió en el primer acto del Tristán del Real! Si Lluís Pasqual hubiera seguido este mismo planteamiento en los dos siguientes actos, pienso que hubiera sido aún mucho mejor. A Meier ?según declaró en Ritmo ? no le gustaron ni los floripondios del vestuario ?un tanto cursis ? ni el hospital del tercer acto. Yo disfruté como un loco, incluso sentí una gran emoción cuando se levantó el telón y vi la escenografía evocadora del mundo medieval. Por fin pude ver en directo una escenografía wagneriana como es debido, ilustrativa de lo que se canta ?sin contradicción con la trama ? y siguiendo las indicaciones del autor (que para eso lo escribió así), todo ello sin perder un ápice de creatividad y modernidad escénica por parte del escenógrafo y el director de escena, que una cosa no está reñida con la otra.

Muchas gracias por vuestros comentarios, que siempre los tengo muy en cuenta y les concedo gran valor, pues está claro que ambos tenéis mucha experiencia en estos asuntos y un criterio formado que ayuda a los demás a formarse su propia opinión.

Un cordial saludo wagneriano. Rex.

De: Le Gouverneur
Fecha: 22/03/2008 13:54:50
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Gracias resvalrex por tus amables palabras. Creo que disfrutarás más con este Tannhäuser que con ese Holandés, que si bien era menos rompedor, aportaba menos y era poco interesante. Además musicalmente este Tannhäuser es superior.

Había colgado el texto que tenía en word, lo escribí en el Ave volviendo de Barcelona y no había leído por falta de tiempo las intervenciones de los demás foreros.

Es evidente que comparto en gran medida la opinión de Beckmesser y menos la de Emilio Gimena.

Estimado Emilio, comprendo en parte tu escrito, hay demasiadas ?moderneces? en tiempos actuales y estaría bien un reparto de producciones tradicionales y modernas, o como las queramos llamar para diferenciarlas, con porcentajes más igualados.

Este planteamiento es muy arriesgado y estoy de acuerdo en que choca con el texto en innumerables ocasiones.

Hay muchas cuestiones que aludes en las que más o menos te respondo al explicar el sentido que le configuro a la propuesta, pero hay una sobre la que no comenté nada.

Dice Emilio:

"Ese mismo colchón aparece de nuevo al principio del tercer acto para que Elisabeth se revuelque en él con gestos lascivos (después de quitarse el vestido, claro)como pareciendo indicar que para conseguir el amor de Tannhäuser estaría dispuesta a ofrecer a su amado los placeres carnales que él disfrutó en el Venusberg. El problema es que mientras Elisabeth se contonea va cantando "Virgen venerada, déjame entrar pura como un ángel en tu reino sagrado", lo cual, desde luego, no parece encajar muy bien."

Desde luego esto punto muy discutible de la producción que choca frontalmente con el texto y con la acción que se establece en el libretto.

Pero creo que al mostrar Carsen el polo opuesto puede tener su explicación y cierta coherencia con el planteamiento que se propone.

Elisabeth, dentro de su candor virginal, en el final del segundo acto hace frente a un gentío enfurecido. Es decir es una mujer de fuerte carácter, no una mujer delicada y sensible que sólo va a esperar los acontecimientos.

En el tercer acto debería aparecer rezando por su amado, pero puede ser aceptado, que detrás de esa plegaria se esconde el irrefrenable deseo sexual de Elisabeth de estar con su amado. Su plegaria para permanecer pura como un Angel, bien puede corresponder a su conflicto espiritual interior, ella también es una mujer sensual que anhela a Tannhäuser y Carsen nos muestra en escena lo que no se ve, su sentimiento más profundo y que trata desesperadamente de ocultar. Tiene su lógica que cuando se pida ayuda a Dios para mantenerse lejos del deseo carnal es porque la tentación es muy fuerte.

Por eso aparece luego junto a Venus y llegan a sentarse las dos en la cama, mientras que Tannhäuser las contempla, como expresando que son dos caras distintas de la misma moneda. Es una vuelta de tuerca muy interesante, porque al final entre lo que se debate Tannhäuser no ofrece tanta diferencia. Algo que quizá de forma inconsciente también se ofrece en las producciones donde Venus y Elisabeth son interpretadas por la misma cantante.

Un abrazo



De: Emilio Gimena
Fecha: 22/03/2008 18:33:03
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Estimado Le Gouverneur:
No es que me parezca mal en sí lo que nos quiere decir el señor Carsen con su montaje, todo lo contrario. El tema del enfrentamiento entre la libertad del artista (ya sea pintor, músico o poeta) y la sociedad anclada en sus normas que lo rechaza ya ha dado obras notables tanto en la literatura, el cine o la misma ópera (el mismo Walther von Stolzing, sin ir más lejos). De hecho el tema es tan viejo como nuestra cultura: pensemos en la muerte de Orfeo, no tanto (aunque también) la versión que dice que fue asesinado por las ménades al negarse a cantar en honor de Dionisos, como la que cuenta que quienes acabaron con su vida fueron sus propios compatriotas horrizados por el ruido disonante de su lira cuando ellos le habían pedido que tocara bellas melodías. Lo dicho, los griegos ya nos hablaban de una sociedad que no admite que el arte rompa con las reglas establecidas.
Todo esto me parece muy bien. Mis reticencias ante la puesta en escena de Carsen obedecen a que no ha sabido establecer una relación directa con Tannhäuser y lo que dice el texto. Es decir, él quería transmitir una idea y se ha servido de Tannhäuser del mismo modo que podría haber hecho más o menos lo mismo si le hubieran encargado otra ópera, desentendiéndose en gran medida de lo que, sobre el escenario, están cantando los intérpretes.
Le pongo algún ejemplo.
¿Qué tal Parsifal? El protagonista es un pintor. El castillo del Grial es la Academia de Bellas Artes y, por lo tanto, sus caballeros son los académicos, anclados en la tradición. En el primer acto, éstos se horrizan ante la contemplación de una obra de Parsifal que es un cisne muerto (y de paso podemos enlazar con Joseph Beuys y la liebre corrompida del Parsifal de Bayreuth). El artista, al final del primer acto, es expulsado con malos modos de la Academia, pero al final de la ópera su concepto del arte basado en la libertad del creador triunfa y los académiscos lo eligen nuevo director.
El castillo de Barba Azul (por poner como ejemplo la próxima ópera que veré en Liceu): Barba Azul es un artista cuya libertad es vista con temor y rechazo por la sociedad. A pesar de ello, Judith decide seguirlo a su estudio. En vez de abrir puertas, Judith va destapando los cuadros que hay en la habitación. Y cada vez se va horrorizando más. Hasta que al decubrir el séptimo y último cuadro comprende la grandeza del alma libre que anida en el pintor y apehende la esencia de su arte. Pero ya es demasiado tarde.
¿Y por qué dno hacer de Carmen una pintora que reiivindica su libertad creadora y que se niega a someterse a las normas académicas de otros pintores como Escamillo o Don José? ¿Y si al final de la ópera los vítores que se oyen en la plaza en vez de a Escamillo van dedicados a Carmen porque un museo de relumbrón ha adquirido uno de sus cuadros, aunque la artista no pueda disfrutar de su triunfo porque la ha matado el envidioso pintor-académico-sin talento Don José? Y ya puestos, que no muera Carmen, visto que últimamente está de moda que los que mueren en las óperas (Kundry, Tannhäuser)sigan vivos al final de la misma.
Lo que pretendo decirle es que no veo nada en la versión de Tannhäuser de Carsen que justifique el hecho de cambiar la disciplina artística del protagonista (¿acaso un poeta no es también un artista?)y creo que esa traslación provoca más problemas (la a veces nula correspondecia entre lo que se canta y lo que se ve en el escenario) que aciertos tetrales (que los hay, sin duda, pero que podrían seguir estando allí sin la necesidad del soporte de la ópera de Wagner).
Me temo que cada vez más las representaciones operísticas son obras "de tesis" de los "régisseurs" en que lo que debiera ser lo primordial, lo que percibe nuestro oído, queda ensombrecido por lo que vemos sobre el escenario. Y es una pena. De hecho, las tres críticas que he leído hoy (El País, La Vanguardia, El Periódico de Catalunya) hablan más de la puesta en escena de Carsen (a ninguno de los tres críticos les gustó demasiado)que de los intérpretes. Yo hice lo mismo en mi primera intervención. Supongo que en el fondo es lo que pretenden.
Un saludo.
Emilio

De: tristanisimo
Fecha: 22/03/2008 22:12:54
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
No emitiré opinión sobre algo que no he visto, ni me estoy refiriendo en lo que expreso al intercambio de opiniones de este Tannhauser .-

En mis muchas décadas de experiencias teatrales, siempre disfruté y celebré cuando una representación, me resultó creíble, por estar fundamentalmente cimentada, en el equilibrio de todos sus componentes.-

Por supuesto, que mi mente está abierta a nuevos conceptos creativos, pero me cuesta tolerar y reconocer el triunfo ? a lo Pirro? de algunos directores de escena , que solo buscan la provocación y la confrontación , arrogándose un protagonismo, que termina siendo mas importante que la propia obra.- Lo peor, es que han conseguido su objetivo, centrar las opiniones y controversias, sobre lo que ellos proponen, en perjuicio del resto.-

Tristanisimo


De: juanete
Fecha: 23/03/2008 18:11:59
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Ahora, a ver cuándo programan "Matías el cantor", de Hindemith, o convierten a Cavaradossi en un cantante,...

Y es que hay gente con demasiado tiempo libre...

Saludos.

De: rexvalrex
Fecha: 28/03/2008 5:22:41
Asunto: 25-03-08. Anodino en lo musical y repelente en lo ?artístico?.


Hola, amigos:

Por el título ya podéis haceros una idea de cuál es mi impresión sobre esta ?perfomance? que tuve ocasión de padecer en directo el martes 25. Comparto en gran medida lo expuesto por Emilio Gimena en cuanto a la labor de Carsen, pero soy bastante más negativo en cuanto a la excelencia musical de la velada.

No quisiera molestar o herir a nadie; me voy a limitar a expresar mi sincera opinión con el corazón en la mano, avisando que cuando estoy escribiendo esto estoy un tanto cansado y aturdido por el viaje de vuelta. Me voy a permitir ser sincero y personal; sin tapujos y sin ser hipócritamente ?políticamente correcto?.

Si un amigo me preguntara: ?¿Qué te ha parecido??, le respondería sin vacilar: ?Una P.M.? (que no tiene nada que ver con la policía militar, como habréis supuesto). Repito que no quiero ser maleducado, aunque de hecho lo sea, pero el caso es que con estas dos letras resumo lo que pienso.

Trataré de racionalizar mis impresiones. No sé si lograré hacerlo. Antes que nada, un apunte personal; yo no sigo ninguna ?religión wagneriana? ni nada por el estilo, no me siento talibán de nada ni nadie. Eso sí, siento una profunda admiración por la música de Wagner, que me conmueve, me transporta, me eleva. Quizá suene cursi, pero esto es lo que siento. Tengo una especial simpatía por las óperas románticas de Wagner, porque desde pequeño me atrae la edad media y el mundo que lo envuelve, se trata de una atracción idealizada, a la manera de los románticos del XIX; sin duda por ello admiro la obra del sajón. Mi pasión por el asunto llega al extremo de habernos gastado mi mujer y yo en las tres noches de hotel, transporte, alojamiento, entradas, etc. más del 40 por cien del salario que entra en nuestra casa al mes. No digo esto para dar pena, ya que me siento muy afortunado de poder hacerlo, se trata de un lujo que nos podemos permitir cuando muchos otros tienen problemas para llegar a fin de mes. A mí, que paso del materialismo que más de cuatro me atribuyen, me sobra con lo que tengo y no necesito más. Digo esto para que comprendáis mi reacción sobre el asunto. Evidentemente, no soy ningún burgués aburrido ?como los que cita Wagner en sus escritos teóricos ? que trata de llenar su vacío espiritual y su vida banal con entretenimientos que disipen su vacuidad. Creo, o mejor dicho, me gustaría poder creer que el arte y la cultura podrían ser elementos de elevación y enaltecimiento del pueblo que ha quedado reducido a lo que un sistema injusto basado en la explotación y la mentira lo ha convertido, reduciéndolo como ser humano y alienándolo con el circo (sin pan) y lo que se suele calificar de ?grandes eventos? de todo tipo.

Bien, ya sé que lo que estoy escribiendo se sale de tiesto, pero yo no obligo a nade a leerlo. Digamos que mis dedos le dan a las teclas de una manera que podríamos tildar de escritura automática? al modo de los surrealistas. Pero, ¿hay algo más ?surrealista? que la realidad o lo que podemos ver, oír o leer por doquier?

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Entremos en materia. Tengo que decir que tras haber ?tocado el cielo? en el Real con el Tristán e Isolda (nunca olvidaré la increíble actuación de la Meier, ni se borrará de mi retina la sugerente y medievalizante escenografía del acto I) he sufrido una especie de ?shock? con esta producción. Yo diría que ha sido la PEOR o una de las peores ?experiencias wagnerianas? que he sufrido, y eso que me he tragado escenografías tan repulsivas como el ?semianillo (que yo era de ciencias) de Santander?, el Parsifal del último Mohicano y la Momia o el Lohengrin de pantalones cortos, por citar unos ejemplos. Hasta ahora ?quizá con la excepción de Kuhn, el del Tirol ? yo podía suscribir aquello de que LA MÚSICA DE WAGNER ES TAL QUE PUEDE CON CUALQUIER ESCENOGRAFÍA; pues, no, amigos, lamento decir que esta vez no ha sido así, y mucho que lo siento, que yo siempre que voy a un recital o a una representación voy con la intención de pasar un buen rato, que mi masoquismo no da para tanto.

Yo vi el Lohengrin de Konwitchnny sabiendo cómo era la escenografía. Tenía vacaciones; las entradas las llegaron a poner a mitad de precio, y ése había sido un año de ?sequía? wagneriana y me apetecía ir a Barcelona. Tengo que decir, que me pareció ridícula a más no poder la producción y que no me entra en la cabeza cómo es posible que haya gente que ?diga? que le gusta (escribo ?diga? entrecomillado porque no me puedo creer que sea cierto. A mí esto me suena al Retablo de las Maravillas o al cuento de El traje del Emperador). De todos modos, salí contento de la función porque ?por aquel entonces, que no ahora ? Sebastián Weigle era un director de mi agrado. Me gustó en lo musical, aunque me dio repelús en lo ?artístico?.

Algo similar me sucedió con Parsifal: una escenografía demencial que no me puedo creer, repito (tendré que hacer como el niño del cuento y decir. ?El emperador está desnudo?) le pueda gustar a nadie. Weigle me gustó y no digamos los gigantes de Salminen, Meier y Domingo, que me emocionó hasta las lágrmas. Digo esto de las ?lágrimas? a fuer de ser sincero; si me gusta es que me conmueve, me llega al corazón, al alma o lo que sea. Este es mi barómetro. Por cierto que tuve ocasión de hablar con Plácido en una visita que hizo al Palau de les Arts de València y en privado ?no antes en público, que se salió por la tangente y no respondió ? me reconoció que a él tampoco le gustaba el trajecito que tenía que ponerse. ?A mí tampoco me gustó, muchacho?, me dijo casi al oído el famoso tenor madrileño.

Que en todo esto hay mucha mentira, mucha hipocresía, mucha gente untada, que te pone por las nubes lo que es evidente que no llega ni a la altura del betún. Que el que se mueve no sale en la foto, que las compañías y las instituciones ?premian? y ?castigan? publicaciones y críticos ? que muchas veces no tienen nada que ver con la música ? según lo que digan. Que muy pocos se atreven a decir lo evidente. QUE EL EMPERADOR ESTÁ DESNUDO, que tal o cual representación es una PORQUERÍA. Sé de personas que en privado reconocen que determinada escenografía o representación es una P.M. ? y así lo dicen ? y después se las dan de ?intelectuales progres? alabado al fantoche de turno, ellos son unos cínicos embusteros, y los ?sesudos? ?rompedores? que ?nos descubren nuevos aspectos de bla, bla, bla,..?, unos embaucadores que sólo engañan a quienes se dejan engañar. Lo mismo sucede en las artes plásticas o en el cine. ¿Cuántas auténticas porquerías y galimatías sin sentido pasan por obras de arte? ¡Cuánta estupidez!

Y que no me venga nadie tildándome de ?talibán?, ?ultra-no-sé-qué?, que si ?cartón-piedra?, que si ?naftalina? u otras zarandajas para justificar lo injustificable. Hay auténticas porquerías ?como este Tannhäuser? que no tienen por dónde cogerlas. Esto es, naturalmente, mi opinión, pero estoy convencido no solamente de que muchos comparten mi opinión a las claras, sino que gran parte de los que la contradicen públicamente, en el fondo piensan lo mismo.

Yo no me considero ningún ?fundamentalista? de la naftalina. Pondré ejemplos. Hay un DVD con la Sutherland cantando Norma con una escenografía ?druídica? ridícula, barbas postizas que dan risa, un estatismo que aburre hasta a las piedras, etc. Se trata de una escenografía ?tradicional? sosa y sin ningún interés. En cambio, tengo que decir que un señor como Decker ? el de las sillitas ? que me provocó ganas de partirme de risa ? por no decir otra cosa ? con sus ocurrencias en el Anillo del Real, sin embargo me cautivó con su trabajo en Boris Gudonov, aunque llegué a temer por Salminen, que tenía que subirse ? a su edad ?a una sillaza-trono de cuatro metros de altura. En este caso, la parte escénica ?de tipo bien ?moderno? era rica, tenía imaginación y gracia, ayudaba a comprender el texto, NO HABÍA (o, mejor dicho, había poca) CONTRADICCIÓN ENTRE LO QUE SE VEÍA Y LO QUE SE OÍA. Esto no fue, precisamente lo que sucedió, con el Parsifal que Lennhoff se encargó de DESTROZAR, TERGIVERAR Y AFEAR hasta extremos agobiantes. Ya comenté que vocal y musicalmente este Parsifal es antológico, pero la escenografía es REPULSIVA y, además, no tiene NADA QUE VER CON LA OBRA DE WAGNER.

Y así podría seguir hasta el infinito. No se trata de escenografías ?conservadoras? o ?modernas?, sino de trabajo bien hecho, de respeto al autor; que innovación y modernidad no es sinónimo de memez, destrucción y tomadura de pelo por muchos vendidos y snobs que aplaudan la excrecencia.

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Vayamos a la parte musical. ANODINA es el término que he utilizado, y no porque no hubiera buenos cantantes, que los había sino ? a mi modo de ver ? por el declive de Weigle y por el efecto negativo que una escenografía, una iluminación y una dirección de escena como la que estamos comentado causó.

Antes de entrar de lleno en el asunto, unas palabritas. A mí me gustaba mucho Weigle. He disfrutado con su trabajo en Lohengrin, Parsifal, La Ciudad Muerta (con una producción capitaneada por Decker bien ?moderna?, impactante, bella y que le iba al texto como anillo al dedo ? que no soy ningún ?talibán?, que hay quien todo lo reduce a ?moderno? es bueno, ?clásico? es malo, como si todo fuera blanco o negro ? hasta que le llegó el turno al Holandés ?de? Rigola. Aquí, el alemán me defraudó desde la misma obertura, con una ?paradiña? y una falta de ?fuelle? que arrastró el resto de la obra, que quedó musicalmente disminuida, sin el misterio que requiere una partitura como ésta. Sin embargo, Rigola, a pesar de pasarse por el forro a Wagner en muchos, pero que en muchos aspectos ? ideó un trabajo sugerente que tenía momentos impactantes y bellos. La verdad es que el tío se lo curró y yo salí con la idea de que en esta ocasión no era la música la que había sacado la función adelante, sino más bien al contrario. Tampoco me convencieron los Maestros de Weigle de Bayreuth (lo que pude oír por la radio, lógicamente) Lamentablemente ? esa es mi humilde impresión ? este señor prometía mucho, pero va a menos.

Y esto fue lo que le pasó el 25 en las Ramblas: su dirección fue insulsa y anodina desde el mismísimo comienzo, aunque remontó algo ? no lo suficiente a partir del segundo acto ? e hizo naufragar a cantantes excelentes como Seiffert, que en otras ocasiones me había puesto la piel de gallina en diferentes roles wagnerianos. Una pena, con unos cantantes de la talla que tenía ? con alguna excepción, que luego comento ? y un coro, que entre Carsen y él estropearon, lograron que, al menos yo pasara uno de mis peores momentos operísticos.

Vayamos por partes ? y no sigáis si ya estáis hartos de mi rollazo monumental, que aún me queda -. Mi experiencia anterior con Tannhäuser ?que es la primera ópera wagneriana que me enganchó de jovencito ? fue la del Real con Barenboim y sus huestes berlinesas. Tengo que deciros, la POESÍA que emanaba de esta excelente dirección y orquesta me produjo un sentimiento de felicidad indescriptible, algo así como el ?arrobamiento? que dice Nietzsche que sintió la primera vez que escuchó Tristan. ME CAÍAN LAS LÁGRIMAS, me sentí colmado de felicidad. En cambio, con Weigle, ni fu ni fa o, mejor dicho, casi llego a bostezar sonoramente; es que ni me enteré de lo que oía. Y no seáis mal pensados y creáis que tenía puestos yo mis sentidos en la Venus Desnuda (que fue lo único que tenía atractivo en la execrable escenografía), es que la música NO VALIÓ UN PIMIENTO, que no sé yo cuántas veces he escuchado la obertura con o si bacanal, que me entusiasma hasta tal punto que podría tararearla completa. El director musical la hizo sosa y anodina.

Sobre la escenografía ya se ha hablado in extenso, así que poco tengo que añardir. Solamente, hacer hincapié, no ya en lo nada de wagneriana que tenía, sino en lo ridícula que era, lo repulsiva que se mostraba, la falta de creatividad de lo que se veía, la monotonía de un par de paredes sin nada hasta que le ponen unos ridículos marcos, la pintura roja en la que retozaban los supuestos ?sátiros? que acabaron revolcándose y ?cogiendo? ? en el sentido que se le da a esta palabra en América ? sus cuadros. Y si alguien piensa que uno a estas alturas se puede escandalizar por ver una señoras desnuda y unos señores en calzoncillos, es que algo no le rige bien en la bola. El desnudo no molesta en esta escena, es más, si se representara conforme Wagner dejó escrito se haría como toca, que una orgía no se hace ni en chilaba ni en hábito de monja, y todos podemos ver cuadros de Venus, sátiros y ninfas mostrando sus encantos naturales al aire. Recuerdo haber visto una foto de una escenografía antigua en la que Venus estaba pintada desnuda y había un orificio por donde la cantante que hacía el rol sacaba su cabeza, pero ¡hombre! si ya está todo inventado.

Y tan inventado que está, que el señor Carsen no hizo más que plagiar. Después de la moda y plagios sucesivos de gabardinas, sillas, maletas y otros elementos de atrezzo tan ?wagnerianos?, ahora le toca a los pintores. ¡Qué solemne ESTUPIDEZ! ¡Menudo ?hallazgo? ha hecho este señor, limitándose a copiarse de los ?Maestros Pintores de Kathinberg?. ¡Vaya con el sesudo listillo! Esto me recuerda lo que se perpetró en Santander cuando Donner en lugar de llevar el martillo que Wagner le dio en herencia aparece con uno olímpico de esos de ?lanzamiento de martillo? ? que aquí el estafador de papanatas de turno hizo un Oro ?sportman?, incluso un (¿?) critico ? yo diría otra cosa ? llegó a escribir en cierto periódico cántabro algo así como ?genial hallazgo escenográfico que ayuda a comprender mejor la obra wagneriana?. ¡HABRÁ QUE LEER SANDECES POR EL ESTILO! ¿CÓMO ES POSIBLE QUE HAYA QUIEN ESCRIBA Y ?VAYA UD. A SABER ? TRAGARSE UNA ESTUPIDEZ SEMEJANTE! Pues, sí, amigos, todos sabemos que haberlos, haylos...


¡HAY QUE VER CÓMO DESTROZARON LA MAGIA Y EL ENCANTO DE UNA OBRA COMO TANNHÄUSER! Llegamos al segundo acto y se produce lo más antiwagneriano que podía suceder. Se imita más a menos la película de ?Cita con Venus? ? que como sabéis trata de la preparación de una producción de Tannhäuser -. Luces encendidas para que los liceístas puedan ver las galas que lucen los demás y exhibir las suyas, como sucedía antes de la reforma wagneriana, ESO SÍ QUE ES BIEN BURGUÉS, y luego tiene la desfachatez el señor Carsen, que no es más que un burgués que se gana la vida ?epatando? a otros burgueses, de soltar en el programa de mano que si bla, bla, bla, los burgueses, las mentalidad burguesa, bla, bla, bla, la libertad artística, bla, bla, bla, ¡menudo demagogo para papanatas! Encima se compara con Tannhäuser o el mismísimo Wagner.. ¡QUÉ DESFACHATEZ! ?A él también le abuchearon.?

Como decía ? que se me revuelve el estómago ? aparece Elisabeth cantando su hermosa aria de saludo a la sala, en medio del patio de butacas, con la consiguiente pérdida de acústica que destruye un aria hermosa y que no tenía otra intención que la de ?epatar al burgués?. Y luego el coro como saliendo también de patio de butacas, a unos 180 E por corbata o collar de perlas, epatando más y produciendo en efecto que no tiene otra finalidad que la de llamar la atención: el Liceu es la Sala de Canto (o sea, de pintura) y el público los jueces. Lama la atención el hecho de que el coro iba vestido como esas personas que ocupaban los asientos del patio de butacas. En el fondo, el señor Carsen no hacía otra cosa que BURLARSE DE ELLOS ANTE SUS NARICES. Poco más o menos estaba etiquetando al público asistente de burgueses retrógrados que no saben apreciar el auténtico arte, que s el moderno, y que están anclados en los prejuicios de las normas academicistas tradicionales. ¡Menuda manera más zafia de tomar el pelo y de burlarse de los que te dan el pan! Pero, el buen señor, sabía que aunque hubiera abucheos, que el mismo busca y PROVOCA, se hablaría de él e incluso habría quien le aplaudiría y gritaría como un loco. BRAVO! BRAVO! Menudo horror.

Ya los tenemos a todos en el Wartburg, que es una sala de exposiciones reducida a un par de paredes vacías y unos caballetes con lienzos tapados. Aparecen los camareros, que parecían los mismos que los del Liceu, con sus ?canapés? y toda la pesca va corriendo a por su ración. Naturalmente, una parte del público aplaude el ?genial? hallazgo wagneriano, que tenía una ?gracia? como para desternillarse. Y ? repetición de la jugada ? vuelven a salir los camareros con la copita de ?cava? ?todo ello bien elistista y burgués, que no comprendo yo por qué narices hay que tomar cava y ferreros rochers en estos casos, cosa a la que los pueblerinos que van de nuevos ricos son muy aficionados ? sí que lo sé, pero me callo ? van todos los burguesitos, snobs y progres otra vez de por su copita y, de nuevo..., - sí, lo habéis acertado ? risas estúpidas desde el público que en lugar de enviar a donde se merece este estafador que se está burlando de ellos, va y le ríe de nuevo la ?gracia?. Ja, ja, ja... Y luego, el concurso de canto, digo de pintura, y de ?concurso? nada, que ? como dijo Emilio, los cuadros ya estaban pintados antes de que el Landgrave o sea, el ?barón Thyssen? de turno propusiera el tema del concurso. Y casi me parto cuando el referido ?barón?, gafas en mano a lo intelectualoide y cursi dice eso de los ?güelfos?, las batallitas medievales, los aceros, etc. que ? vamos ? quedaba peor que a un santo dos pistolas. ¡Menuda ?actualización?! ¡Qué genio es este Carsen!

Aquí, sí que he de decir que lo que se cantó, se cantó bien, lo que sucede es que no pegaba ni con cola a lo que se veía; es más, de vez en cuando cerraba los ojos o los fijaba en los sobretítulos para no ver la escena y me parecía que incluso cantaban mejor. Todos los hicieron muy bien, incluyendo a Markus Eiche que sustituía a Bo Skovhus que estaba indispuesto (con lo que salimos ganando).
En el tercer acto, cantó una canción a la estrella vespertina que estuvo muy bien. La pena fue el coro, que pienso que podía haber hecho un papel mucho mejor del que hizo por culpa de la escenografía absurda. En ocasiones tenían que cantar desde bastidores, con lo que se perdía eficacia y en este caso concreto aplaudían cacofónicamente tras cada intervención de los ?cantantes-pintores burgueses academicistas retrógrados?. La verdad es que se rompía el efecto que Wagner le dio al coro de comentarista de lo que sucedía. Se producía una banalización perversa y prostituida que daba ganas de irse. Una pena.

Tercer acto. Es mi favorito; se trata de una acto que ?bien cantado y representado ? conmueve. No sucedió así en esta ocasión. Antes no he hablado de Venus (Béatrice Uria-Monzón), Tannhäuser (Seiffert) y Elisabeth (P.Mª. Schnitzer, esposa en la vida real, como se sabe del tenor). En primer lugar, repetir, que Seiffert me defraudó, con lo que me había hecho disfrutar en otras ocasiones. Yo no sabría decir si es que cantó peor o el caso es que tan asqueado me tenía la producción que ya lo veía y oía todo negro. A mi mujer, en cambio, sí que le gustó el racconto de Roma, aunque me reconoce que no tanto como en el DVD que tenemos del mismo con Welser-Möst y la ópera de Zürich. Es que no acompañaba ni la escenografía ni la marcha fofa e insulsa que Weigle imprimió a la orquesta. Se me hizo aburrido. Este monólogo, sin un buen acompañamiento orquestal puede ser mortífero. ¡Cómo me acordé del viejo CD de Solti! Petra María estuvo floja, muy por debajo de lo que demostró en València que puede hacer, donde nos regaló ? junto con su marido ? una pareja de Welsungos de categoría. Uria- Monz-on, muy monina físicamente, pero con una voz fea y desagradable que está a años luz de la Meier. Si he de ser sincero ? y no me tachéis de machista ? lo que pensé es. ?Esta es una de esas señoras monas que están mejor calladitas ? A mi mujer, que también es fan de la Meier, tampoco le gustó en absoluto.

La plegaria de Elisabeth fue REPULSIVA. Musicalmente floja y ?artísticamente? grosera en el peor sentido de la palabra. Un inciso. Al acabar el segundo acto se me ocurrió irme del lugar, no fuera que no pudiera contenerme y la armara; pero me dije que mejor me esperaba a ver si la santita (que se convierte en Venus) también iba a despelotarse y si al final el señor Carsen tenía lo que hay que tener para dar la cara y desgañitarme diciéndole lo que se merecía. Así que me quedé. Sigo. Sale Elisabeth mientras Wolfram estaba ? naturalmente ? pintando (que aquí sólo se hacen dos cosas prácticamente: pintar y otra cosa que también acaba en ?AR). Se pone a cantarle a la Virgen María y hace un striptease parcial, quedándose en combinación blanca al modo de Venus. Empieza a rezar y se produce una blasfemia que no me explico cómo es posible que entre los católicos asistentes al acto no hubiera nadie que reaccionara. La santa empieza a retozar en el jergón donde en el primer acto Venus se había dedicado a hacer eso que acaba en ?AR con Tannhäuser. Hace unos movimientos obscenos y voluptuosos, y no sólo no se conforma con manosearse los senos, sino que también la emprende por la zona púbica mientras su secreto y casto enamorado la pinta como si tal cosa, aunque está anunciando su muerte. Lo que digo, no me lo ha contado nadie, que bien lo vi yo con los prismáticos que a tal efecto me llevé. Otro apunte, que no sé si es que el día del estreno se pasó por alto. El caso es que el pincel que tanto Venus como Elisabeth exhiben, bien podría ser un símbolo fálico, ya que en diversas ocasiones es utilizado para realizar sobre él unos movimientos rítmicos ascendentes y descendentes que bien recordaban una masturbación. Como antes, bien lo pude contemplar con los prismáticos. ¿Rompedor? ¿Provocativo? ¡Menudo arte!

Finalmente, Veus y Elisabeth, en combinación se colocan sobre el jergón-picadero que tan sobado había sido. Os juro que llegué a pensar que igual íbamos a presenciar una escena lésbica (a ver si va a resultar que soy un pervertido..). Ambas realizan movimientos al unísono, ya sabéis eso de la cara y la cruz de la misma moneda ? sólo que las dos eran Venus, al menos iban vestidas de eso y se comportoban de manera ?voluptuosa?? se acerca Tannhäuser y - ¡toma castaña!- ¿a que tenemos un trío? Pues, no, que las dos le enseñan el ?pincelito- ¿pene?? que Tannhäuser mira con cara de salido y elige el de Elisabeth.

Llega el momento del coro. Primero cantan los ¿peregrinos? jóvenes entre bastidores ? que no se oyen como debían ? se levanta lo que parecía un telón y sale la sala de exposiciones del acto segundo en esta caso con cuadros en las paredes. Aquí no muere nadie, no hay redención, se joroba el final tan poético que Wagner tenía previsto. E tutto è finito. Las luces no se encienden, se escuchan aplausos, aunque no muy entusiastas, uno de mis vecinos se desgañita gritando BRAVO! BRAVO!, sobre todo cuando sale la protagonista que peor cantó y con diferencia. ¿Adivináis quién es? Pues, claro, Venus. Aquí se produjo el famoso efecto Paulov. En lugar de ensalivar el perro cuando oye el pitido que asocia al hueso, este buen señor puso en marcha otras glándulas. No hay quien pueda decir que la cantante lo hizo bien, mucho menos como para gritar ?¡bravo!? de esa manera. Yo me quedé con las ganas de que saliera el señor Carsen.

La verdad es que hubo opiniones para todo. Mi mujer aplaudió a los cantantes que le gustaron. Yo me negué porque me parece indigno que un señor de la categoría de Seiffert caiga en estas bajezas. La pareja de nuestra izquierda estaba dividida. La mujer aplaude que te aplaude y el marido: ?Vinga, maca, que ha estat una porqueria? (no creo que haga falta traducir). Me llamó la atención que no encendieran las luces, aunque me asomé y el patio de butacas estaba casi vacío. Para mí que lo hacían adrede para que la gente siguiera aplaudiendo. Ya se sabe: Toque de silbato, a aplaudir tocan...

Un comentario cruel, pero sincero y real. Al acabar el primer acto puede presenciar esta escena. En un grupo de espectadores que vi en el pasillo había un señor ciego al que le dijeron: ?Menos mal que tú no puedes verlo...?

A fuerza de ser sincero. Os voy a confesar cuál fue mi reacción al acabar el primer acto. No es que lo tuviera premeditado, es que me salió del alma, se me escapó un QUINA MERDA! que ojalá hubiera llegado a los oídos del señor Carsen.

Mi siguiente cita wagneriana en el Liceu es la Walkiria en versión concierto con Meier, Domingo, Pape. Menos mal que es versión concierto... que para lo que hay que ver. Cada vez comprendo mejor a Simon Estes, mi primer Holandés en el festival del Castell de Peralada. Recuerdo que en una de sus visitas a València se declaró partidario de las óperas en versión concierto precisamente por culpa de determinados registas ?rompedores?. Es una pena que ya no se hagan en el Palau de La Música desde que tenemos el de les Arts.

Un cordial saludo a todos, especialmente, si hay alguien que se haya leído todo este memorando, que parece que me hayan puesto las pilas del conejito de Duracelli. Vaya, es como un acto reflejo; otra vez me sale lo del conejo...

Mis disculpas si alguien se ha podido sentir ofendido por mis palabras, excepto para Carsen y sus secuaces, que yo no tengo por qué respetar a quien no me respeta, ya que mi intención no ha sido ofender sino expresar mis sentimientos e impresiones.

Rex.



De: merlin
Fecha: 28/03/2008 10:40:01
Asunto: RE: 25-03-08. Anodino en lo musical y repelente en lo ?artístico?.
Hola a todos,

Pues no me ha sucedido exactamente lo mismo que con Rigola (Holandés del año pasado) que me sorprendió gratamente, pero tampoco me he rasgado las vestiduras con la escenografía de Carsen. Si de entrada se acepta su Pinacoteca, resulta interesante su concepto global de la obra y acertado el uso de los recursos que le brinda la pintura para hilvanar su idea. Y digo de entrada, que hayque aceptarlo, porque no hay más remedio, porque la escena va a ser así. Es mejor despotricar todo lo que quieras antes (o mejor después), porque si lo haces durante y te vas sulfurando cada vez más no vas a disfrutar nada y puede que incluso llegues al extremo de gritar ?Mamarracho?, como poco. Cierto que no siempre se corresponde el texto con lo que aparece en escena, pero podría haber sido peor. Por ejemplo, el bastidor sin lienzo a modo de cruz penitente es un acierto.

Intento buscar explicaciones a algo que quizá no las tiene. No he hablado con Carsen ni he leído nada de él, pero quizá este señor tuviera en mente la frase de Horacio? que tanta literatura desarrolló durante el Renacimiento ?Ut pictura poiesis? para inclinarse por el cambio de oficio o fue una iluminación después de una bacanal personal. Ya que no es posible una ambientación histórica, pues no ha estado mal. Almenos no eran pilotos de rally o... (no doy más ideas) ¿Alguien puede decir por qué razón o no-razón se reniega de colocar un caballero medieval o una valkiria que se reconozca nada más salir? Esta demodé, es kistch, es qué? Ya no digo todas, al menos una. Porque en el cine y en la literatura es de lo más ?in? la recreación histórica... Misterios humanos.

Desde luego, las interpretaciones de Rex sobre el uso del patio de butacas a modo de lucimiento de los asistentes ni me lo había planteado, pero sí que puede que tengas algo de razón. Hay MUCHA apariencia. Hay gente que va a lo que va y yo desde el cuarto piso me perdí el análisi indumentario de los burgueses. A saber porqué se le ocurrió a Carsen, pero a mí me pareció que otorgó más dinamismo aunque también se notó el cambio acústico. Respecto a la fiestecita-buitreo de copas y canapés, cualquiera de platea podría haber subido al escenario sin desentonar. En los entreactos, a veces daba la sensación de que te cruzabas con alguno...

Respecto al reparto ¿secundario?, tuvimos una grata sorpresa. Tannhäuser estaba indispuesto y en su lugar actuó STEPHEN GOULD. Como mi capacidad para diseccionar voces no pasa de calificativos generales (bien, mal, etc...) lo resumiré en pocas palabras. Gould, para mí, impresionante. Con presencia escénica, movimientos de actor y voz segura, poderosa y teatral. El resto me parecieron de notable, en particular un Wolfram de timbre muy agradable y con mucha expresión corporal y unas mujeres en sus papeles a pesar de lo que representaban en escena (la virginal lasciva). Los cantantes llegaron vivos y con fuerzas suficientes al final. El coro de lo mejor, poderoso cuando debía y conjuntado salvo un despiste.

Weigle presentó un primer acto flojo desde la obertura, sin fuerza ni pasión, con una dirección plana que me hizo temer lo peor y caer en el sopor del que intentaba sacarme Venus. Pero el segundo acto fue memorable, cosa que mejoró el conjunto haciendo de este acto el mejor con diferencia de los tres. El tercer también fue bien llevado y ejecutado. Me extrañó no haber escuchado demasiadas salidas de tono de los metales.

Siento no poder explicar nada más o haberlo hecho en demasía

Saludos

De: Winterstürme
Fecha: 28/03/2008 11:28:05
Asunto: RE: 25-03-08. Anodino en lo musical y repelente en lo ?artístico?.
una pregunta: entonces el dia 25 cantó Gould y no Seiffert? Si la respuesta es afirmativa hay quien estuvo más pendiente de pasar un mal rato y de morirse por dentro pensando que clase de insultos y descalificativos iba a poner al dia siguiente en el foro de Wagnermanía que en lo que en realidad estaba pasando en el escenario. Yo voy el dia 29 y no me voy a perder detalle aunque el gasto que voy a hacer no sobrepase el 5% de mis ganancias mensuales !!!
Saludos.

De: merlin
Fecha: 28/03/2008 13:35:40
Asunto: RE: 25-03-08. Anodino en lo musical y repelente en lo ?artístico?.
No, el 25 no sé qué paso. Yo fui ayer 27

De: Winterstürme
Fecha: 28/03/2008 14:06:33
Asunto: RE: 25-03-08. Anodino en lo musical y repelente en lo ?artístico?.
estimado Merlin, siendo asi viste el segundo reparto, en el cual debía de cantar Robert Gambill. Me han confirmado que el dia 25 cantó Seiffert, con lo cual me desdigo de parte de lo dicho en mi anterior mensaje.
Alguien sabe quien hará finalmente Wolfram en la funcion de mañana dia 29? si sigue siendo Eiche estaremos de enhorabuena.
saludos.

De: merlin
Fecha: 28/03/2008 14:29:49
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Sí, era el segundo reparto. Lo de secundario entre interrogantes, me refería a si le corresponde el segundo lugar o un "primus inter pares".

En principio mañana estará Eiche

Que disfrutes

Saludos

De: benet
Fecha: 28/03/2008 16:46:24
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Ante todo aclarar que el martes 25 de marzo cantó Seiffert, y cantó bien. No sé si el señor Merlin se refiere a otro teatro de ópera. En el segundo reparto cantará Gambill.

El único cambio en la función del 25 fue Markus Eiche por Bo Skovhus, que también estuvo correcto. Finalmente aclarar que en el Parsifal de Weigle que vimos en la temporada liceísta 04/05 cantó Violeta Urmana y no Meier.

Aclarados estos puntos, y con todos mis respetos hacia las opiniones expresadas (porque la gracia de disentir está en el provecho que se puede sacar del intercambio de ideas), confeso que a mi el montaje de Carsen lejos de defraudarme me gustó, y me gustó mucho. Lejos de la teoría de Roger Alier de que la provocación y los abucheos son el objetivo perseguido por todos los directores de escena, como vehículo para consagrarse, - y mediante la cual teoría suele despachar últimamente todas sus críticas - creo que:

1) la voluntad de Carsen no es la provocación
2) la propuesta es desde un punto meramente de puesta en escena impecable
3) los únicos puntos que pueden resultar controvertidos son los de la oración de Elisabeth y la redención no por muerte de Elisabeth de Tannhäuser. No obstante lo discutible de este último punto, como creo haber leído en alguna entrada en este foro, puede entenderse como la caracterización de Elisabeth como una mujer de carne y hueso, con su parte voluptuosa incluida.

En la opinión de Rexvalrex (opinión que respeto profundamente) no encuentro ningún argumento objetivo relativo a la dirección de escena que la desacredite: todo lo que nos cuenta son reacciones alérgicas llevadas al terreno subjetivo. Será deformación de físico pero me gustaría que alguien me diera argumentos más sólidos.

El montaje de Carsen surge de la voluntad de este de centrar el debate en una de las palabras clave en la ópera: Kunst. Carsen nos habla de las dos fuentes que nutren el arte: la sublime y la carnal. Esta es una interpretación que Wagner habría aprobado, si bien es cierto que es reductora respecto a lo que hay en la ópera y trastoca el concepto de redención. En la propuesta de Carsen la redención de Tannhäuser es meramente materialista, limitándose al éxito prosaico, y sólo exige la pérdida de inocencia de Elisabeth.

No obstante, y a pesar de que estos puntos puedan chirriarme, no percibo en la propuesta de Carsen ni intención provocativa ni incompetencia de ningún tipo.

Para acabar en cuanto a la competencia musical tres apuntes:

1) La lectura de Weigle de la obertura es quizás un tanto enervada (y me duele tener aclarar, como diría Lázaro Carreter, que enervado no tiene el sentido del énerver francés), faltada de nervio, pero el rendimiento que acaba sacando de una orquesta como la del Liceu sigue siendo admirable. De ahí los bravos a su labor.
2) El coro está inconmensurable, y no entiendo por qué motivo, como sugiere Rexvalrex, la dirección de Carsen podría haber lastrado su labor.
3) Entendería que los abucheos, por otra parte minoritarios, dirigidos a la dirección escénica se hubieran producido al final del segundo o tercer acto, pero no que se produjeran como así sucedió al final de primer acto, cuando había pocos motivos de indignación. Creo que de forma parecida a lo que sugiere el siempre agudo Winterstürme mucha gente estuvo más pendiente de indignarse que de la función.

De: merlin
Fecha: 28/03/2008 21:00:51
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Ya lo aclaré: 27
siebenundzwanzig
Pasó lo que dije
No reiteraré
Cierto, no era la Meier

De: Antón
Fecha: 29/03/2008 0:11:39
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Me han dejado ustedes agotado. Por supuesto no estaré allí, ya que el presupuesto sobrepasa el 100 por 100 de mis ingresos pero estimo conveniente calmarse un poco, ver, analizar, respirar en caso de disgusto, contar hasta 100 y escribir.

Rex, has estado, como siempre, fantástico. Soy un fiel lector de tus intervenciones pero esta vez me permitirás, por favor, que sea crítico contigo. No has contado hasta 100.

Imposible dar mi opinión sin haber visto la obra pero si puedo no dejaré de hacerlo.

La única certeza que tengo es la disparidad de opiniones entre ustedes.
Indicador claro de que algo en esta obra no funciona.
Indicador claro de que algo en esta obra es bueno y merece atención.

Interesante.


De: rexvalrex
Fecha: 29/03/2008 11:29:45
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Hola, foreros:

Antes que nada, agradeceros vuestra paciencia. Trataré de contestar lo más breve posible, que en la intervención anterior ya me pasé de romancero.


Merlín:

Yo fui con la intención de pasar un buen rato. Desgraciadamente para mí, no pude conseguirlo. No sólo no pude aceptar la ?pinacoteca?, sino que no me pareció ?bien hilvanada?. En cambio sí que me gustó la ?fábrica de conservas? de Rigola, precisamente por eso, porque ? a mi modo de ver ? su desarrollo teatral fue sugerente y atractivo aunque no fuera respetuoso con la idea de Wagner. Desde un punto de vista artístico-teatral. Vi mucho mejor al segundo que al primero; su concepción estética me resultó atractiva, deslumbrante en ocasiones. No me sucedió lo mismo con Carsen; ya que no es sólo que los ?chirridos? con la idea de Wagner me parecieran mucho mayores, sino que además no encontré ningún tipo de belleza en su montaje. En cambio, sí que recaí en el tema de la cruz de los bastidores, aunque no estoy seguro de que fuera intencionado por parte de Carsen. En todo caso, se trata de impresiones subjetivas, ya que lo que a unos puede ser estéticamente agradable, para otros puede ser repelente. Como dicen los franceses: Chacun à son goût. Yo he expresado el mío sin pretensiones de sentar cátedra.

Coincido en que aún podría haber sido peor y tampoco comprendo por qué motivo no se puede ambientar una obra en el marco (¡mira lo que ha conseguido Carsen con tanto ?marquito?!) propuesto por el autor; lo que no significa que me niegue ?talibánicamente? a todo tipo de cambio, siempre que no destroce la obra. De hecho, ya he manifestado en este foro mi satisfacción en casos como la reciente película sobre La flauta mágica de Kenneth Branagh, cantada en inglés y ambientada en la Primera Guerra Mundial.

Yo tampoco he hablado con Carsen, pero sí que he leído su ?dramaturgia? publicada en el programa de mano. Tengo que decir que la rechazo, ya que su ?concepción? no concuerda con la de Wagner, que es la que debe servir. Se inventa otra historia tomando como excusa la obra de Wagner. Da la impresión de que Tannhäuser se reduzca a una lucha entre el arte conservador y el innovador (aspecto que es más propio de Los maestros cantores, aunque tampoco se pueden hacer esa reducción). Está claro que el tema del concurso de canto aparece en ambas obras, pero esto no es lo nuclear en Tannhäuser. El tema central de esta ópera no es el ?arte?, sino el ?amor? en su dualidad carnalidad-espiritualidad, la vacilación del protagonista entre ambos polos, su sentimiento de culpa y, algo tan wagneriano que sistemáticamente se elude, la ?redención?. Hablar de ?valores burgueses? que supuestamente representan la sociedad del Wartburg, cuando los hechos tienen lugar en el siglo XIII, no es más que una muestra de demagogia ramplona y de tergiversación.

Paro, que aún me quedan otros foreros. Un cordial saludo. Rex.



De: rexvalrex
Fecha: 29/03/2008 11:30:42
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Hola, Benet:

Antes que nada agradecerte el tono de tus palabras. Trataré de responder a tus observaciones desde mi modesto entender y procuraré ?objetivizar? más, que reconozco que la pasión me puede. Quizá por ello, me atraiga Wagner y el romanticismo.

Como bien dices, el martes 25 cantó Peter Seiffert y no Robert Gambill; precisamente por eso compré mi localidad para ese día, ya que he tenido ocasión de escuchar a los dos y no hay punto de comparación. Al señor Gambill (más bien delgado y con problemas capilares) lo pude ver en Madrid con Barenboim. Se entrega, pero no llega a donde es capaz de hacerlo Seiffert (más grueso y con una buena melena), sin duda uno de los mejores cantantes que en la actualidad podemos encontrar para este difícil papel.

Queda clara mi simpatía por este cantante. A mi modo de ver, ese día no estuvo tan ?bien? como de costumbre. Esto es una opinión. A mi mujer le gustó más que a mí. Beckmesser, refiriéndose al día del estreno, dijo que ?no estuvo bien en el primer acto?, aunque luego ?se recuperó? y también utilizó la expresión ?Seiffert a medio gas?. Esto es lo que yo percibí. Impresión subjetiva que no podría ?objetivizar? ni demostrar. No hace mucho vino a València Barenboim con la Filarmónica de Viena interpretando a Wagner y Brahms y no me gustó en esa ocasión, aunque me considero ?fan? de este señor y quién negaría la excelencia de esta formación orquestal. Yo esperaba más del tenor.

Te doy la razón cuando dices que: ?en el Parsifal de Weigle que vimos en la temporada liceísta 04/05 cantó Violeta Urmana y no Meier.? Aquí tuve un lapsus, debido a que la Meier es quien canta en el DVD correspondiente a la escenografía de Lehnhoff, publicado por Opus Arte, que es la que más o menos igual se representó en el Liceu. Por cierto que disfruté entonces tanto del trabajo wagneriano de Urmana, como recientemente en València en un recital verdiano. Excelente cantante.

Me alegro mucho ? y te lo digo con la mano en el corazón ? de que disfrutaras de la escenografía de Carsen. Yo no pude hacerlo, y ya me hubiera gustado, que cuando acudo a una representación es para pasar un buen rato, como me pasó con el Holandés de Rigola. Esta vez no pudo ser; peor para mí.

Yo también respeto tus opiniones, como todas las de aquellos foreros que manifiestan sus ideas, su acuerdo o su desacuerdo sin ofender personalmente a los contertulios, que de la discrepancia surge el enriquecimiento y se aprende a relativizar nuestras propias impresiones, que nadie es poseedor de la verdad en exclusiva. Todo es opinable.

Me pides argumentos ?objetivos?. El caso es que nos movemos en el terreno de las impresiones personales, y esto es muy difícil de ?objetivizar?, si es que ello es posible. Cuando leemos críticas diferentes de profesionales es muy habitual encontrar discrepancias abismales en los argumentos que se utilizan, y se supone que estamos hablado de personas que están ejerciendo su labor profesional. Tuve la suerte de poder asistir al Anillo de Gergiev en Canarias. Cuando leí las críticas, estas fueron muy diferentes unas de otras, no sólo en España, sino también las anteriores en Europa y las posteriores en USA. La valoración es siempre subjetiva, aunque es cierto que un profesional o entendido ha de basarse en argumentos que no se reduzcan a meras impresiones.

Dices que Carsen no pretende provocar y que su propuesta escénica es impecable, que tan sólo hay unos pocos puntos pueden resultar controvertidos. Respeto tu opinión, pero no puedo compartirla. Yo diría que estas afirmaciones tuyas son, naturalmente, impresiones subjetivas. Dime, si no, ¿qué argumentos se pueden aportar para que estas opiniones puedan ser consideradas ?objetivas?? ¿Cómo puedes asegurar ?objetivamente? que ?la voluntad de Carsen no es la provocación?. Leyendo lo que ha escrito y habiendo visto lo que he visto, mi opinión es la contraria. Hablar de ?orgía estética?, ¿no te parece ?provocador?? Cambiar de cantores a pintores a los concursantes, ¿tiene alguna finalidad distinta a la de provocar? ¿NO es un cantor, acaso, un artista? Bien. Yo no veo cómo se puede ?objetivizar? esto. En todo caso es mi impresión subjetiva basada en mi percepción; de la misma manera que tú tienes la tuya.

Hablar de ?argumentos sólidos? cuando nos movemos en terrenos de gustos, opiniones y crítica es pedir que se aplique el método científico en campos en donde no puede entrar. No todo se puede observar, medir, pesar ni reducir a fórmulas matemáticas.

En cuanto al montaje de Carsen dices que ?surge de la voluntad de este de centrar el debate en una de las palabras clave en la ópera: Kunst. Carsen nos habla de las dos fuentes que nutren el arte: la sublime y la carnal.? Y has dado en el clavo: ésta es la concepción de Carsen, no la de Wagner. Basta con leer el libreto ?que para eso lo escribió ? o consultar sus escritos sobre el tema. No puedo estar contigo cuando dices: ?Esta es una interpretación que Wagner habría aprobado?. Imposible. Además, ¿en qué ?argumentos sólidos? te basas para ello? ¿No te parece que lo que dices no es ?objetivo?, que no es más que tu opinión, muy respetable, por cierto?

Como sabes Wagner tocó y retocó la obra a lo largo de su vida. Murió diciendo que le debía un Tannhäuser al mundo. Si Wagner hubiera aprobado esta concepción ? la de Carsen ? la hubiera escrito él. De hecho, en Maestros retoma el tema el tema de las competiciones cantoras y aquí sí que es clave el concepto de ?Kunst?, no en Tannhäuser, si bien es cierto que en ambas se hace alusión al arte. Carsen toma un aspecto no anecdótico, pero tampoco esencial de la obra y elimina el resto, con lo que deforma la conceptualmente. Ya no es ?Tannhäuser y el torneo (o concurso, según las traducciones) de cantores en el Wartburg?, es otra cosa diferente. De ahí que lo que se ve y lo que se oye chirríen tanto. En cuanto al tema de la ?redención?, un hecho objetivo, un argumento sólido: no aparece tal palabra ni una sola vez en la explicación que hace Carsen de su dramaturgia, que significativamente titula: ?El artista del futuro?, que esa es la errónea interpretación que hace del tema, ya que Tannhäuser no es ningún artista del futuro, mucho menos, pintor. Toma una pequeña parte por el todo, omitiendo lo fundamental, que es el asunto de la esencia del amor y la redención. No hay redención, ni siquiera ?materialista?, sino la victoria del supuesto artista del futuro; nada que ver con el mensaje que Wagner quería comunicar. Pura tergiversación.

En cuanto a la cuestión puramente musical, tampoco es posible ser ?objetivo?. Estamos hablando de ?arte?, de ?estética?, te gusta o no te gusta; se trata de algo muy personal. Eso sí, un especialista ? que yo no lo soy ? sí que sería capaz de hacer una valoración más ?objetiva?, ya que tiene una formación que se lo permite. Pero, no nos engañemos, aunque su valoración pueda tener más elementos de juicio ?objetivos? fruto de sus estudios en conservatorios u otras instituciones, al final lo que prevalece es su ?interpretación?, que siempre es personal y subjetiva. Por eso, podemos encontrar opiniones diferentes entre los críticos ante una misma representación.

En cuanto a Weigle, ya dije que es un director que me ha gustado, llegando incluso a hacerme llevadera una representación como la del Lohengrin de Konwitchnny. En esta ocasión no sucedió eso. Le pasó como en el Holandés ? es mi opinión, claro, pero otros también piensan lo mismo ? le falta ?fuelle?, ?garra?, ?poesía?. Ya lo comparé con Barenboim.

En cuanto al coro dices que ?está inconmensurable?, pero no aportas los ?argumentos sólidos? que me pides a mí. Es tu opinión, subjetiva y respetable, lógicamente. Yo considero que se trata de un buen coro que, como en el caso de los solistas, vio disminuido su rendimiento debido tanto a la anodina dirección musical como a las indicaciones de Carsen. Ya lo comenté. No es lo mismo cantar en medio del patio de butacas, que en el proscenio, que en el escenario, que entre bastidores; todo ello repercute en la acústica y en el efecto final. Los aplausos inventados por Carsen rompían la intencionalidad primitiva de Wagner y la unidad melódica tan fundamental en su música; llegándose a unos resultados chabacanos. No me queda más remedio que ser subjetivo en este punto. Para mí un buen trabajo coral en Tannhäuser es el que logra crear un efecto de belleza, de poesía, de misterio, de magia...lo que es fundamental para la obra. Esto no se consiguió, entre otras cosas, porque no es posible comunicar una sensación sublime y elevada cuando la dirección escénica y actorial lo que busca es todo lo contrario: la banalización, lo trivial, la risa fácil... todo lo que supone la ?desmitificación? que tan de moda está en personajes como Carsen. Lo que se logra es hacer chabacano y vulgar lo que sería sublime si se respetara la intención del autor, que bien documentada está.

En cuanto al tema de los abucheos; también se trata de algo subjetivo. ¿En qué ?argumentos de peso? te basas para decir que los entenderías mejor tras el segundo o tercer acto, que no tras el primero? Pues mira, yo abucheé tras el primer acto porque me indignó lo que vi. La indignación es algo que surge espontáneamente debido a una experiencia negativa. Te pediría que fueras totalmente sincero y me contestaras estas cuestiones: ¿Te gustó lo que viste en el primer acto ? señora físicamente bien dotada aparte? ¿Qué te parecieron los ?dobles? de Tannhäuser fornicando con sus cuadros? ¿Te pareció una escena hermosa, poética, sensual? ¿No te molestó que no apareciera el encanto de la transformación de la escena cuando el cantor pronuncia eso de ?Mein Heil liegt in Maria!? y, de repente y sin moverse, Tannhäuser aparece en un hermoso valle, tal como describe Wagner en el libreto? Pura poesía que admiraba a Furtwängler transformada en una cochambre de pintura roja en el suelo y unos ridículos marquitos. Es algo subjetivo, lo reconozco, tan subjetivo como la SENSIBILIDAD de cada cual. A mí me resultó repulsivo. De ahí mi indignación. Y te lo digo sinceramente, no comprendo que una cosa así le pueda gustar a nadie.

Yo no estuve ?pendiente de indignarme?, te lo puedo asegurar. Mi objetivo era disfrutar de una obra que me fascina y que contemplé cómo fue mancillada.

En cuanto al tema de la ?agudez? ? también subjetivo ? prefiero no entrar en ello.

Un cordial saludo. Rex.

De: rexvalrex
Fecha: 29/03/2008 11:31:23
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Gracias, Antón, por tus palabras. Tienes razón, no conté hasta 100, pero es que la cosa me indignó, y no te creas que soy adicto a la indignación, que lo que yo quiero es pasar un buen rato, y si es con Wagner, mejor que mejor.

Reconozco que soy apasionado y que tendría que frenarme de tanto en tanto, pero, mira, ¿qué puedo decirte? No te puedes imaginar con qué ilusión compré las entradas nada más que salieron a la venta, creo que en julio. Figúrate: Seiffert de Tannhäuser, tenor al que admiro. Y además puedo ir porque tengo vacaciones esos días. Ya empiezo a mosquearme cuando veo las fotos de la cosa, pero pienso: ?Bueno, igual no es tan malo como parece, y además la música es sublime y los cantantes, buenos?. Me siento en mi localidad y me encuentro con lo que me encuentro, que ni la presencia de esa señora estupenda que se puede ver en el ?Boletín informativo? compensa la cosa. Que me veo los tíos en calzoncillos haciendo lo que hacían, etc, etc. Nada de poesía, de misterio, de belleza, todo lo opuesto a lo sublime que me conmueve tanto en esta obra.

Y, para colmo, me encuentro con una dirección musical insulsa, a mi modo de ver, que es lo que a mí personalmente me afecta, que ni soy músico ni tengo conocimientos musicales. Venus que pierde todo su ?encanto? en cuando empieza a cantar y que ni mi admirado Seiffert me convence. Vamos, que me quedé hecho polvo.

Me da rabia pensar que se podía hacer mucho mejor con los medios técnicos de que disponemos, que no se respeta la intención de Wagner ? que no pretendo yo que se cumpla hasta la coma, ni mucho menos, pero de eso a lo que se hace media un abismo ? y justamente en una obra para la que él dejó escrito pormenorizadamente unas indicaciones, tanto musicales como escénicas, que ahora mismo te paso, aunque sólo las he encontrado en catalán.

Pues nada, amigo, a ver cuándo coincidimos y charlamos de lo humano y lo divino.

Un fuerte abrazo. Rex.

PD. Este es el texto de Wagner:

Wagneriana, nº8. 1998 (edicició catalana)
COMUNICAT ALS DIRECTORS D?ORQUESTRA I ALS INTÈRPRETS DE LA REPRESENTACIÓ DEL TANNHÄUSER
Per una perfecta representació del Tannhäuser
Per Richard Wagner

Lo tienes en esta web:
http://archivowagner.info/802c.html

PD 2. Si tienes interés en que te traduzca algo, no tienes más que decírmelo. Quizá sería interesante la parte dedicada a la puesta en escena; así podrías comprobar el abismo que media entre lo que Wagner deseaba y lo que se hace hoy en día en que, de momento, la parte musical y el texto se siguen respetando ? crucemos los dedos ? aunque ya ha habido alguna ?osadía? en este sentido en unos Maestros que se representaron en algún lugar de Alemania.


De: benet
Fecha: 29/03/2008 17:33:25
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Gracias ante todo Rex por tomarte el tiempo y la molestia de contestarme, por tener en cuenta mis comentarios y por el delicioso tacto que muestras al expresarlos, comentarios a su vez que me enriquecen porque me obligan como muy bien dices a aplicarme a mi mismo lo que te exigía: objetivar mi opinión. No dispongo de mucho tiempo para ordenar y desarrollar mi contestación como me gustaría, ni dispongo de tiempo de buscar entre los subrayados que tengo en Mein Leben o Die Kunst und die Revolution justificación a la con toda seguridad demasiado alegre aseveración de que el mismo Wagner habría aceptado desviar el debate de la naturaleza del Amor a la naturaleza del Arte. He aquí algunas de mis reflexiones:

1)Que la actitud de Carsen no es ?épater les bourgeois? lo fundamento en el hecho de que, como tu mismo has apuntado (y permite el tuteo), el espectador común ha reaccionado favorablemente al montaje. Os puedo asegurar que alguien con la actitud de Bieito habría irritado al más profundo desconocedor de la obra. Carsen puede irritar, no lo pongo en duda, pero únicamente a aquellas personas que se hayan hecho con una interpretación de primera mano de la obra del maestro, es decir, a los iniciados en Wagner ? y tu Rex tienes una opinión más que formada y perfectamente fundamentada de la obra. En cualquier caso se le podría acusar de ignorante pero no de provocador. Tampoco lo acusaría de ?Regisseur? mediocre porque técnicamente su propuesta es muy correcta: si la analizamos técnicamente como una obra de teatro no encontramos desequilibrios en el ritmo dramático, la singularización de personajes es siempre correcta, y dirección actoral ? y esto es subjetivo ? es notable. De hecho en este último punto me recuerda bastante, salvando las distancias por la diferencia de medio, al Thomas Ostermeier de obras como Der Würgeengel.


2)Te doy la razón en que en cualquier caso la versión de Carsen toma ?una parte por el todo?, quien podría negarlo!, pero me parece que la parte en que se centra este montaje tiene suficiente enjundia, en Tannhäuser y en Wagner, como para resultar interesante. Quizás el pecado más grave de Carsen sería el de desromantizar la obra más conscientemente romántica de Wagner.

3)No obstante acostumbro a medir la bondad de una propuesta escénica entre otras cosas por la cantidad de reflexiones que es capaz de sugerirme, y la versión de Carsen en este sentido me aporta mucho más que la propuesta por ejemplo de Peter Konwitschny. La versión de Carsen no es más que una abstracción de la naturaleza del arte que es lo que directamente nos dice la fantástica música de la obertura: lo sublime y lo visceral. Baudelaire en su célebre carta a Wagner utilizaba un símil pictórico para describir la música de Tannhäuser: ?supongo ante mis ojos una vasta extensión de un rojo sombrío. Si este rojo representa la pasión, veo a ésta acercarse gradualmente, a través de todas las transiciones del rojo y el rosa, hasta la incandescencia de la hoguera. Se diría que es difícil, imposible incluso, convertirse en algo más ardiente, y, sin embargo, una última onda viene a trazar un surco más blanco aún sobre el blanco que le sirve de fondo?. Y efectivamente la orgía de los aprendices de pintor es una orgía de pintura roja, una pintura roja que simboliza el fuego que nos lleva incita a beber de la fuente de la que habla Wolfgang.

Un ejemplo de a lo que me refiero cuando digo que en cualquier caso el trabajo de Carsen es muy competente en materia de dirección escenográfica es la escena del concurso de canto. Su transformación en ?vernissage/presentación de obras sobre el tema del amor?, pese a no ajustarse al texto, tiene un desarrollo a mi modo de ver teatralmente impecable. La canción se transforma en la defensa que hace el pintor de su obra, que aparece cubierta por una tela. Finalizada dicha defensa se descubre la obra y los invitados reaccionan exclamativamente. La exclamación como reacción a la contemplación del cuadro multiplica el efecto del coro. Asimismo el movimiento de actores en esta escena, a mi modo de ver, uno de los grandes diálogos dramáticos de Wagner, no hace más que apoyar el crescendo de tensión.

4)Finalmente, y no quiero dilatarme en exceso, la integración final en una misma obra de Elisabeth y Venus actúa como espejo musical de la obertura. En mi contra debo decir, y lo escribo tal cual lo voy pensando, que de hecho en la obertura los motivos están claritamente diferenciados y en ningún caso se entremezclan (no estamos evidentemente ante la compleja estructura de leivmotifs de otras obras). En resumen, y como decía al inicio, lo que me pareció interesante es que todas estas ideas se me sugieran a lo largo de la representación de forma siempre coherente, puesto que en teatro no hay nada más tosco que una obra en que todos los elementos de dirección escénica no apuntan a un mismo objetivo. Si bien es cierto, y te lo concedo una vez más, se pierden muchas cosas por el camino.


Añadir que el objetivo que perseguía con mi entrada en la discusión era defender la posibilidad de disfrutar de la propuesta de Carsen (por los motivos vaga y desordenadamente expuestos) sin detrimento de la condición de Wagneriano.

Por cierto, repito el 18 de abril con Gambill porque ese es el día que le toca a mi turno. Como tenía la mala fortuna de no tener a Seiffert (al turno E siempre nos castigan en materia wagneriana) tuve que sacar entradas con el único objetivo de verle. Y también estaré en Die Walküre del 31 de mayo.

Merlin, perdone que no viera su entrada explicando la confusión respecto al día de la función a la que asistió.

Saludos cordiales
Benet

De: Winterstürme
Fecha: 31/03/2008 0:06:50
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Sólo dejo para su lectura y consideración el siguiente artículo obtenido de la Wikipedia acerca del Gran Premio de Roma:

El Premio de Roma

Se originó en 1663, bajo el reinado de Luis XIV como un premio anual que se concedía a jóvenes pintores, escultores y arquitectos que debían demostrar sus habilidades en un duro concurso por eliminatorias con sus compañeros. El premio consistía en una estancia de cuatro años, con cargo al rey, en la Academia de Francia en Roma, fundada por Colbert y Lebrun en 1666 y que estaba en el Palais Mancini; la estancia podía ser prolongada si el director de la institución lo juzgaba útil. En 1803, Napoléon Bonaparte, transladará la Academia a la Villa Medicis, entonces en estado de abandono, que debió de restaurarse para acoger a los premiados.

A las competiciones iniciales de pintura, escultura, arquitectura y grabado en 1803 se unió la de composición musical. Hasta 1968 la «Académie des Beaux-Arts», componente del «Institut de France» otorgaba los «Prix de Rome».

Los estudiantes competían a veces durante varios años consecutivos, sufriendo grandes depresiones si no ganaban. Alguno, como Jacques-Louis David, intentó suicidarse, tras varios años intentando ganar. Importantes pintores como Eugène Delacroix, Edouard Manet, y Edgar Degas participaron y no lo lograron, al igual que los compositores Camille Saint-Saëns (1852 y 1864) y Maurice Ravel (varios años).

Durante 300 años, el Premio de Roma fue el máximo galardón que un artista de cualquier país podía recibir, atrayendo la atención de los medios de comunicación y catapultando a los ganadores a la fama.

Tras muchas criticas sobre el fallo del concurso, y quizás debido al espíritu igualitario de mayo de 1968, la competición del concurso fue suprimida, al menos en la forma que había tenido hasta entonces. Desde 1971, una comisión designa los "pensionados" que son premiados con una estancia en la Villa Médicis. Además pueden ser artistas o especialistas destacados de más materias, como historia del arte, arqueología, literatura, escenografía, fotografía, cine, vídeo e incluso cocina.

La Academia de Francia en Roma es hoy día un establecimiento publico nacional de carácter administrativo dotado de personalidad civil y autonomía financiera, bajo la tutela, no de la Academia de Bellas Artes, sino del ministro de asuntos culturales. Desde el punto de vista jurídico, tiene su sede en la Villa Médicis.

Algunos países ofrecen Premios de Roma paralelos. Tal es el caso de Bélgica, Canadá, Holanda, España y los Estados Unidos.


El premio de composición musical

En composición musical los candidatos, que debían de tener menos de treinta años, se presentaban a las siguientes pruebas:

Prueba preliminar: escribir una fuga.
Concurso de ensayo: escribir una obra para coro sobre un texto dado.
Prueba principal: escribir una cantata sobre un texto dado. Esta prueba, en ciertas épocas, duraba hasta un mes.
Desde principios del siglo XX (a partir de 1903), las pruebas del concurso de Roma se hacían en el Château de Compiègne. Más adelante, se desarrollaron en el Château de Fontainebleau.

En la primera época del concurso, el Primer Gran Premio de Roma consistía en una estancia de hasta cinco años en Roma. Se esperaba la composición de una obra de importancia por año. Desde comienzos del siglo XX, el primer laureado solo residía dos o tres años en la Villa Médicis. Dependiendo de los años, un segundo o más de un Segundo Premio eran concedidos, beneficiándose el «primer Segundo Premio» de una estancia de menor duración en Roma.

Hector Berlioz, que obtuvo en 1830, no sin esfuerzos, un Primer Gran Premio, fue el primero en criticar seriamente el Premio de Roma, principalmente denunciando la competencia del jurado: de un total de 40 miembros ¡solamente 5 músicos! Sobre ello se extiende largamente en sus memorias. Y en un pasado más reciente, se recuerda que «Maurice Ravel no consiguió nunca el Premio de Roma». Es una media verdad que contribuye incluso hoy a desprestigiar el premio, con la idea de que las pruebas intelectuales o los concursos conducen muchas veces a recompensas injustas, o que simplemente son insanos por naturaleza (salvo en el deporte, naturalmente).

De hecho, tras varias tentativas, Ravel obtuvo un «segundo Segundo Premio». Sabiendo quienes son los jurados, incluso aunque no fueran académicos, indignarse por este tercer puesto de Ravel es como indignarse hoy del segundo premio concedido en Polonia a David Oistrakh en el «Concurso internacional Wieniawsky». Lo gano la joven y talentosa Ginette Neveu, pero perdió la vida poco después en un accidente de avión, y nadie puede saber que consideración tendría hoy día. Lo que importa recordar, es que todos los Premios de Roma fueron músicos que demostraron una gran maestría en su oficio. Que hayan tenido o no luego una carrera fulgurante como compositores, es otra cuestión.


********

Ahora es un poco tarde y no puedo extenderme, pero quizá con este artículo los que hayan tenido la gran fortuna como yo de haber podido disfrutar con la producción de Carsen podrán entrever por donde va mi visión de la misma, la cual intentaré dejar por escrito en los próximos dias.

Saludos.

De: merlin
Fecha: 31/03/2008 12:42:50
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Hola Rex,

Lo entiendo, a veces es difícil pasar un buen rato si éste se ha de basar en la contención de ciertas emociones. Ni siquiera contar a cien puede resultar suficiente. Ciertamente, contra gustos... , a veces, disgustos. Ya he leído a Carsen y estoy de acuerdo contigo, pero creo que la escenografía resultó bastante gráfica y plástica para un espectador ajeno al mundo Wagner. Esto último lo digo buscando la punta al lápiz, pero qué duda cabe que coincido contigo. Puesta en escena equivocada, desleal, sin redención wagneriana... Pero podría haber sido peor

Antón, no te preocupes que dentro de un tiempo pasarán la ópera por la tele. La temporada que viene parece ser que 3 óperas se transmitirán en directo por RTVE y otras 6 por TV3

No hay problema, Benet

Saludos a todos

De: Antón
Fecha: 31/03/2008 19:52:14
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
"Antón, no te preocupes que dentro de un tiempo pasarán la ópera por la tele. La temporada que viene parece ser que 3 óperas se transmitirán en directo por RTVE y otras 6 por TV3"

Es una gran noticia, merlin. Espero que sea confirmada.

Así, a bote pronto y "disparao" es una gran noticia.

Unha aperta.-(*)


(*) Un abrazo :)

De: merlin
Fecha: 01/04/2008 8:34:09
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Esperemos que sí. De momento, lo que es seguro (si es que queda algún Tannhäuser sano y disponible en el orbe) es que el jueves 10 la retransmiten por RNE a las 20:00. Sólo la podrás oír, pero seguro que tu imaginación la escenifica mejor, o al menos más a tu gusto.

Un bico (casto)

De: beckmesser
Fecha: 01/04/2008 13:13:21
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
Solo una aclaración: el 19, el 25 y el 29 Tannhauser fue Seiffert
Por enfermeda de Gambill, el 27 Tannhauser fue Stephen Gould y el 31 Frank van Aken. El día 8 y el día 12 de abril debería cantar Gambill, pero no se sabe si estará en condiciones. A lo mejor lo sustituyen con más "lujos".
Como he comentado en otra parte Gould y Van Anken estupendos, pero Seiffert es el mejor.
Francesc

De: Erda
Fecha: 01/04/2008 17:24:36
Asunto: RE: Torneo de pintura en la corte de Wartburg
La verdad es que después de todo lo que se ha dicho poco puedo aportar pero, como siempre, no puedo dejar de dar mi opinión para el que la quiera leer.

Supongo que debe cosa de la edad: últimamente pongo más veces el Clave ’de’ Leonhardt que cualquiera de las versiones completas de Richter, algunas de las cuales conseguí con una ilusión que ni os imagináis. Últimamente he escuchado algunas cosas más contemporáneas -de Schöemberg para acá, que diría- y me he sorprendido enredada en ellas en lugar de horrorizarme. Y ahora veo propuestas escénicas modelnas, rompedoras y que en teoría destrozan mi ópera romántica favorita, y resulta que salgo del Liceu pensando que ha sido una gran noche. Me lo haré mirar, por si acaso.

Gran parte de culpa la tiene el señor Seiffert, que estuvo algo más que muy bien para mi gusto. Una voz que llenaba toda la sala, un personaje simpático y metido en el papel, aunque me dio la sensación de que más metido en el papel de pintor que en el de cantor del Watburg, no sé si me entendéis. Para ser soberanamente perfecto le faltó un pelín de cosa dramática, y algo más de matización en algunas frases, pero volvemos a lo mismo: eso es midiéndolo injustamente contra generaciones de grabaciones que nos han ido filtrando lo mejor de lo mejor de lo mejor, con lo cual nunca se haría justicia a lo que escuchas hoy. Del resto no tengo nada que añadir a lo que han dicho otros. Bueno, insistir: lástima de Venus, con lo que me gusta ese papel. La dirección parece que fue mejorando conforme avanzaba la obra, menos mal, porque el comienzo no fue brillante ni transmitió absolutamente nada. Pero por lo menos no moletó, ni hubo pifias ni nada de eso. Y el barítono sustituto, no recuerdo el nombre, estuvo también a la altura.

Sobre la bestia negra de la escena, unos apuntes rápidos.

* Funciona. A pesar de las incongruencias con el texto. Quiero decir, que es resultona, dicho con toda la buena -y mala- intención. Y curiosamente, cuando mejor funciona es en el segundo acto, en el ’consurso’, llenándolo de tensión dramática como ninguna vez he visto en un Tann. El recurso de usar la sala como parte del escenario hasta yo lo había visto, con distinto resultado. El tema de la acústica que apuntaba Rex supongo que dependerá del sitio donde estuvieras, en un lateral del tercer piso sólo se acusaba en un par de frases cuando tuve a Elizabeth de espaldas, pero aun así, digamos que contrinuía a darle vida a los personajes.
Me gustó la entrada de los ’burgueses’, como dijo alguien antes, como si media platea del Liceu se hubiera levantado para salir al escenario. No sé muy bien qué trabajo corresponde a quien (director de escena, escenógrafo), pero en todo este acto el movimiento de los participantes -coro, figurantes y protagonistas- fue determinante en lo que comento de llenar de tensión dramática, me pareció muy bien resuelto con buenos efectos teatrales muy bien ejecutados actoralmente. Lástima, como han dicho otros, que en este contexto las referencias a las espadas de Turingia y el poder del Sacro Imperio Germánico quedan un poco... por no hablar de mandar a Tann a peregrinar a Roma -literalmente- por un quítame allá un estilo de pintura -sólo que igual que queda para nuestro tiempo que sea por un quítame allá entregarme a la lujuria.

* Lástima también de primer acto, que no llega a resolverse tan bien como el segundo: resulta feo. La propuesta de cómo presentar a Venus, y el acierto a elegir a la figurante me dieron esperanzas, pero dejar un fondo oscuro para el Venusberg y rellenarlo simplemente de raudales de pintura roja queda estéticamente feo. Los señores restregándose la pintura roja y tirándose a los cuadros son estéticamente feos y no sugieren voluptosidad ni física ni mental, que es a lo que vamos. Mira cómo la Venus, sin hacer nada más que posar, sí sugería ambas... Y señor Carsen: busque una solución para el colchón, porque que se quede allí durante todo el primer acto, incluído cuando desaparece el encantamiento del Venusberg, y anden el Landgrave y los caballeros pisoteándolo o esquivándolo para no esmorrarse, queda de puñetera pena.

* Con el tercer acto nadie se pone de acuerdo, quizá porque está abierto a interpretaciones. Desde mi punto de vista, algunas cosas no chirriaron tanto, porque:
por un lado, los ’movimientos obscenos’ de E. no me parecieron tan obscenos, más bien voluptuosos (o lo intentaban, venga, va). Súbitamente lo deja, creo que porque ve a Wolfram (es que no lo veía desde donde estaba). Inmediatamente después no canta ella en su plegaria a la Virgen algo así como que ’si en algún momento me hubiera dejado llevar por la... habría luchado contra ella con todas mis fuerzas’... pues ahí lo hemos tenido en escena, no hay nada de extraño. Por otra parte, se cubre de la misma -y artística- forma con la colcha-vestido blanca que Venus.
Cuando Venus fastidia -qué forma más poco sutil e intencionada de cantar su última frase- el mir verloren y ’desaparece’, se queda tal cual en escena... ¿por qué es raro entonces que aparezca E.? Digamos que son los espíritus hermanados -copiando movimientos y gestos- de la inspiración/perdición de Tann, las dos caras -una rubia, otra morena, un acierto visual- de la misma moneda. El amor no es una cosa ni otra, sino las dos, el arte no es una cosa ni otra, sino las dos, blablablabla.

En fin, que prefiero siempre UNA PUESTA EN ESCENA FIEL A LAS INDICACIONES DEL AUTOR, que para eso lo es, y encima éste que lo dejó bien clarito. Que cualquier otra cosa me parece eso, otra cosa, no un Tann. Que me gustaría ver un Tann tradicional pero sin cartónpiedra antes de morirme, aunque a este paso lo veo difícil. Que no comulgo con el minimalismo que cubre la falta total de ideas pero queda bien -tanto en la decoración de las casas de mis conocidos, como en las cafeterías chachiguays como en la escena- , y mucho menos con el transgresionismo porquesí progreguay aqueescandalizo ehquesí?, pero que aun así, donde hay saber hacer, disfruto, y la propuesta de Carsen es a pesar de todo imaginativa, inteligente, está bien hecha, y aporta cosas, tiene algo que añadir, dice algo, sugiere, hace pensar, no es ridícula, no cae en el feísmo (salvo lo comentado) porque sí, aunque lo haga no va con el ánimo de cambiar cosas porque sí, sino porque va en orden a su propuesta de actualizar a nuestra época: un concurso de canto no es creíble salvo un gran Hermano o que sea hiphop ese, por que el Francisco Viñas no lo conoce ni el tato fuera del gremio. Pero uno de pintura, sí.
Es lo que hay.



De: xepkna
Fecha: 01/04/2008 19:49:05
Asunto: RE: 25-03-08. Anodino en lo musical y repelente en lo ?artístico?.
Hola a todos. Completamente de acuerdo contigo, Rex en lo tocante a la escenografia. Absolutamente repulsiva y no me duelen prendas de preferir el cartón piedra a estas mamarrachadas. Otto Schenk! Günther Schneider- Siemsen, Jean Pierre Ponnelle, volved a salvarnos de estos mamarrachos! Yo estuve el sábado 29.
Por lo que respecta a la parte musical disiento completamente. No he visto muchos Tannhäusers en vivo en mi vida pero este, sin duda es el mejor, con diferencia de cuantos he escuchado por radio y visto en directo.
Por cierto, estuve en la Semperoper de Dresde por Semana Santa y vi un Parsifal extraordinario en lo escenográfico (monjes guerreros, grial, templo y armaduras!) y también en lo musical (Klaus Flotian Vogt, Kurt Rydl, Franz Grundheber, Catarina Dalayman). Dirigió con oficio y dignidad Peter Schneider. Me quedo con el cartón piedra. Uno de los muchos problemas de estos presuntos escenógrafos actuales es que han bebido poquísimo en las fuentes musicales wagnerianas y en el escenario se oye una cosa y se ve otra completamente diferente.
Saludos
Josep

De: rexvalrex
Fecha: 03/04/2008 13:52:18
Asunto: RE: 25-03-08. Anodino en lo musical y repelente en lo ?artístico?.
Pues nada, felicitar a los que pudieron disfrutar de la representación, que ya me hubiera gustado a mí hacerlo también. Ya tendremos nuevas oportunidades. eso sí, yo voto por un Tannhäuser cantor ambientado en la edad media, que así de raro soy yo, y una dirección orquestal más romántica y "cañera".

Saludos cordiales para tod@s.

Rex.

De: tristanisimo
Fecha: 03/04/2008 15:51:58
Asunto: RE: 25-03-08. Anodino en lo musical y repelente en lo ?artístico?.

Desde Karlovy Bary, un fuerte "Bravo" para todos los amigos intervinientes.Me han llenado los bolsillos.-

Abrazos


Tristanísimo

De: merlin
Fecha: 03/04/2008 22:23:19
Asunto: RE: 25-03-08. Anodino en lo musical y repelente en lo ?artístico?.
Que usted lo bañe bien,excelencia