Aunque evidentemente los Gurrelieder son de Arnold Schönberg no es menos cierto que son imposibles sin Richard Wagner, de modo que no me parece descabellado hablar de ellos aquí.
El viernes 24 se interpretó esta prodigiosa creación en el Auditorio de Zaragoza dentro del ciclo de música de la Expo 2008 y fueron una maravilla. Se trataba de una actuación conjunta de la Joven Orquesta Nacional de España y de la Jove Orquestra Nacional de Catalunya. Dos orquestas de jóvenes que se dejan la vida en el concierto, tocan con ganas y entusiasmo y se nota, excelentes intervenciones individuales y sorprendente empaste del conjunto. Sobresaliente. Los coros, en total cuatro, todos catalanes, espléndidos. Y la gran sorpresa los solistas. El tenor austriaco Nikolai Schukoff es un Waldemar prodigioso, sin problemas con los agudos, audible (y ya tiene mérito, con ese orquestón) y con unos graves de impresión. Un tenor con una carrera a seguir, es muy joven, andará por los treinta y pocos y puede ser el tenor wagneriano de la próxima década. Al final Tove fue Melanie Diener, pues la prevista Linda Watson repite este año Brünnhilde en Bayreuth. Muy lírica, canta maravillosamente, me encantó. Los españoles Francisco Vas y José Antonio López no desentonaron en el conjunto.
El domingo repiten en el Auditori de Barcelona, a ver si hay suerte y lo graban para editarlo, merecería la pena.
Lo peor: el auditorio estaba semidesierto, un treinta por ciento de ocupación más o menos. Tremendo, lamentable y muy significativo de lo que sigue siendo la música en España cuando no hay figurones de por medio. (El concierto inaugural con Mehta estaba a reventar).
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Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
