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valencia les arts, interrogantes |
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El nuevo ciclo de ópera en el Palau de Les Arts valenciano no incluye ninguna representación dirigida por Metha. He estado muy desconectado últimamente, ¿ha pasado algo? Hay un Parsifal previsto a dirigir por Maazel. En principio no me merece ninguna confianza este director, ¿alguien opina otra cosa? He leído parte del folleto que dicho Palau ha remitido a los antiguos abonados, y aparte de las consabidas complejidades absurdas a que nos tiene acostumbrados, incluye una larga serie de puntos que parecen un código penal dirigido contra el abonado, donde viene a reiterarse de mil diversas maneras que éste no tiene derecho a nada, salvo a que se le tome el pelo en cualquier momento. Me pregunto si aparte de hacer alarde de gastar siempre del papel más caro, existe en esa institución alguien que tenga un mínimo conocimiento de marketing, o si realmente están haciendo todo lo posible para que el público ni se abone ni acuda. Por el momento ya han conseguido un par de abonados menos (de los dos que conozco) |
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Se me olvidaba comentar la curiosa ocurrencia de incluir en el abono un concierto sinfónico dirigido por... adivinen, adivinen. |
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¿López Cobos? |
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No, tanto no. García Asensio. |
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Hola, IIII: A Metha se lo reservan para el Festival del Mediterrani. A mí tampòco me gustó el tono de la notificación, ni el derroche en papel couchés de alto gramaje (y precio). Tampòco me gusta que incluyan espectáculos no operísticos en el abono, como zarzuelas y conciertos sinfónicos (que son caros en comparación con el otro Palau y los hacen en una superflua sala, llamada Auditori Superior que tiene una pésima acústica, la peor que he padecido en mi vida melómana, al menos en mi asienento de las altras estratosféricas, el sonido es horrible. Por el mismo diero puedes asistir a concieretos sinfónicos con orquestas de primera (Berlí, Viena...) y una acústica muy buena). Una pena a tanto desòlfarro. En cuanto a Gracía Asensio, la cosa está muy clara. Este señor ha dirigido el llamado "Himno regional" en los mítines de la plaza de toros del PP. Más claro, agua. Inclusi, dicen que su hija entró a formar parte de la nueva orquesta de la Comunitat Valenciana (aunque no lo he podido confirmar, me lo comentó un señor digno de crédito). Así están las cosas. Menos mal que el Anillo está siendo una maravilla y que la acústica de la Sala Principal es buena. Saludos. Rex. |
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Perdón, quería decir García Asensio, que "gracia" no me hace ninguna. Rex. |
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Enrique García Asensio (no confundir con su hermano, que parece ser un músico de verdadera valía), siempre ha sabido estar donde le piden estar y decir lo que le piden que diga. Aquí teneis un bonito ejemplo: http://aznar2000.pp.es/dias/diaadia06.html Sabe hacerlo. Comienza por un cordial peloteo, para que el destinatario se sienta perfectamente a gusto y lo considere "de los suyos", y termina con un par de peticiones estratégicas, que así expuestas parece difícil no atender, peticiones en favor del mundillo de aquellos que no saben relacionarse tan bien como él: defendiendo a los demás de su mundillo, obviamente esperando a que todo su mundillo a su vez le defienda a él. Para el que haya estudiado la época, es perfectamente el modelo de la España caciquil, que nunca ha desaparecido del todo, y que no era un simple dictado de imposiciones, sino unas esferas de influencia que funcionaban tanto de arriba a abajo como de abajo a arriba: los apoyos no se recibían gratis, había que saber ganarlos. No me cabe duda de que sabe hacerlo. Así se explica que cuando se le tuercen un poco la cosas, encuentre abogados por todas partes, y hasta se le pueda mencionar por delante de directores de la talla de Víctor Pablo Pérez, Josep Pons o Jesús López Cobos: http://www.lasprovincias.es/valencia/pg060427/prensa/noticias/Opinion/200604/27/VAL-OPI-246.html El problema que tiene es que no sabe dirigir. No ha sabido nunca. Su verdadero nivel profesional siempre ha estado más en las bandas de música que en las orquestas. Pero después de todo, García Asensio ya ha sido capaz de demostrar muchas veces que eso constituye un problema muy secundario. Supongo que he escrito más de lo conveniente sobre una persona que siempre hace lo conveniente. En asuntos musicales suelo sufrir de incontinencia. |
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Pues Barenboim bien que apareció en la campaña de Zapatero de las generales. No entiendo el porqué eso ha de ser una crítica: si el señor García Asensio se siente identificado con la derecha, pues perfecto. Igual que Barenboim con la izquierda: no van a ser candidatos, son músicos. García Asensio es malo de por sí, no porque sea del PP, y Barenboim es bueno de por sí, no porque sea del PSOE. |
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No confundamos a García Asensio con Baremboim. Independientemente de su cariz político, uno es mal director de orquesta y el otro, uno de los mejores del mundo. Que llamen a uno que sea malo, no tiene perdón. ¿Por qué lo llaman? Aquí sí que interviene la política.. lo contrario no se comprende. Baremboim acudía al Real con Wagner en la época de Gallardón (PP "centrado"), sin embargo, en cuanto llegó Esperanza Aguirre (PP "montaraz") nos quedamos sin un excelente director wagneriano de fama internacional. ¿Por qué? Política de nuevo. El caso es que las cuestiones artísticas y culturales debería estar en manos de técnicos profesionales experimentados e indepemdientes, no de políticos que van a la suya. Aquí tenemos el caso del autor de la´"ópera" Luna de Mecano que por motivos políticos (tensiones internas dentro del PP) provocó que un gestor de la valía de Justo Romero perdiera su puesto en el Palau de la Música de València por no querer doblegarse a las ocurrencias de una política como Mayrén Beneyto. Al ex Mecano, en rspuesta a su contribución a la "causa" fue premiado con la dirección de un "Padrenuestro" en la visita del Papa cantado por la Caballé y dirigido por el susodicho. Lo que no consiguió fue que su "ópera" se estrenara en el Palau de les Arts, tal y como se le prometió. Mira por donde, Justo Romero es el actual "dramaturgo" (creo que es éste el cargo) del moderno coliseo. Así son las cosas y no de otro modo. Lo que necesitamos es independencia artística y no uso partidista de la cultura a cargo de nuestros impuestos. Saludos. Rex. |
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Eso es, Rex. Barenboim: políticamente es un ejemplo. Un hombre sin prejuicios y comprometido con el sentido común. El sentido común que nos dice que el que odia se gasta a sí mismo. Como director es un verdadero genio, y vale lo que cobra, digan lo que digan por ahí en ciertas páginas web... |
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No se si ha quedado claro por dónde iba mi crítica. En España el hecho de dirigir bien o mal termina siendo un asunto muy secundario a la hora de figurar siempre en primera línea. No es una cuestión de ser de tal o cual partido, sino de saber moverse, y no sólo entre los políticos. |
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Antón, coincido contigo en que Barenboim es un hombre sin prejuicios y comprometido con el sentido común, pero ese argumento no sirve, en cuanto que García Asensio no tiene una etnia que defender, como tiene el judío. Respecto a su incursión política, ambos lo han hecho, y Barenboim NO precisamente por razones musicales, puesto que de la carta de Asensio se deriva unas razones que, presuponiendo buena fe, van dirigidas a la promoción de la música en España, mientras que Barenboim unicamente apoyaba a Zapatero en una camapaña poniendo la cara bonita. |
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Tus dos primeras líneas, ’Becquer’, son malamente disculpables. ¿Barenboim tiene "una etnia que defender"? ¿Pero qué dices? ¿Sabes algo acaso del proyecto de la Orquesta West-Eastern Divan, foro de entendimiento a través de la música de jóvenes israelíes y palestinos? ¿Es eso "defender una etnia" acaso? Perdona que te lo diga, pero ¡qué lamentable estupidez la que has dicho! Coincido con los demás contertulios: hablar de García "Asesino" (como tantas veces le hemos llamado) y de todo un Daniel Barenboim en el mismo párrafo es escasamente admisible. El segundo es uno de los mayores músicos del mundo y el otro un simple batutero de provincias. Mencionar sus presuntas simpatías políticas son mala excusa para ponerlos uno al lado de otro. Der Niblungen Herr |
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Becquer, firmo como propia la argumentación de Der Niblungen Herr. A propósito del tema: "Paralelismos y paradojas : reflexiones sobre música y sociedad" Daniel Barenboim, Edward W. Said. PD: Edward W. Said era palestino. Si mal no recuerdo ha muerto recientemente. |
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A ver, creo que se me ha malinterpretado completamente. Cuando hablo de "una etnia que defender", me refería precisamente a ese proyecto. Bueno, ¿judíos y palestinos son etnias no? No ando muy docto en la etnología. Razas no son, o eso creo yo, pero tampoco son nacionalidades sin más, en cuanto a que, principalmente los judíos, se encuentran dispersados por todo el mundo. Sí, quizás con mi expresión he dado a entender que Barenboim defiende a los isrealíes en el conflicto, pero no, no era esa mi idea ni mucho menos. A lo que me refería es que, desde el punto de vista político, Barenboim ha tenido oportunidades de mostrarse, como bien se dice, como un hombre sensato y de buenas miras en tan complejo conflicto. García Asensio, no tiene esa oportunidad, en cuanto que su realidad sociopolítica ha sido otra muy diferente. Por ello, creo que es bobada compararlos políticamente, porque no hay argumentos para emitir un juicio objetivo. Lo que sí que es objetivo, y ahí es de lo que se tiene que hablar, es de la excelencia musical que es Barenboim, y las capacidades "de andar por casa" que tiene García Asensio. Creo que de esta forma se me ha entendido mejor. Gracias. |
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etnia: "Comunidad humana definida por afinidades raciales, lingüísticas, culturales, etc." (DRAE, 22ª edición. Sencillísimo de averiguar: www.rae.es) Entonces, según tu corrección, no sería "una etnia" sino "unas etnias", pero incluso decir eso es bastante estúpido referido al proyecto de la Orquesta West-Eastern Divan, por cierto una orquesta muy estimable. Este proyecto no es en modo alguno una defensa de una "etnia" o "etnias", o lo que se te ocurra, sino una manera de demostrar que a través del arte se puede convivir. Es un granito de arena en la construcción de una futura y difícil, aunque necesaria, convivencia entre palestinos e israelíes. A título informativo, Barenboim ha sido muy criticado en ciertos entornos del mundo judío por aceptar la nacionalidad palestina (ya era además israelí, argentino y español), e incluso hay quien ha pedido en el Parlamento de Israel que se le retire la nacionalidad israelí, cosa que, creo, no tiene precedente porque todo judío de ascendencia tiene derecho natalicio a reclamar esta nacionalidad. De nuevo, estos dos personajes no tienen comparación posible, y no sólo desde el punto de vista musical: Barenboim, además de uno de los grandes músicos del mundo, es un hombre políticamente admirable, comprometido con una de las más nobles causas que se me ocurren, y García Asensio es un director de banda municipal que ha hecho siempre lo posible por arrimarse al sol que más calienta, lo que tampoco es demasiado criticable, pero sí incomparable con el caso anterior. No es cuestión de oportunidad, sino de distancia de escala entre ambas figuras, como creo que ha quedado bien claro. Intentar compararlos, desde cualquier ángulo, es inútil, y menos mediante el pueril argumento de que ?uno es del PP y el otro del PSOE?. Por favor, seriedad. Der Niblungen Herr |
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Mi corrección va más allá de "una etnia" o "unas etnicas", como he podido comentar al decir "me refería a ese proyecto". En cualquier caso: en defensa de dos etnias que no deberían estar llamadas a destruirse una a la otra, sino a convivir pacíficamente, conflicto dilatado remontado a 1948. No sabía que Barenboim había estado en el punto de mira en el Parlamento israelí, sé que autoridades israelíes le habían denostado por "atreverse" a dirigir en Jerusalén (fuera de programa, evidentemente), el Preludio y Liebestod de Tristán. No sé si existe algún tipo de censura hacia ciertos autores (como Wagner) o bien simplemente es una cuestión de conciencia social. Der Niblungen, sí, se podía llamar perfectamente "distancia de escala" lo que separa a Barenboim de García Asensio en su activismo político. En ningún momento he intentado compararlos con el argumento de que uno es de derechas y otro de izquierdas. Es más, muchos se arriman a donde les interesa y cuando les interesa, y en el mundo de los músicos hay grandes ejemplos (Karajan y Schwarskopf con el nazismo es uno de ellos). Eso sí, siento cierto resquemor o posición defensiva en su primer párrafo Niblungen, en mi anterior mensaje ya rectifiqué mi parca expresión en el primer mensaje, y creo que todo el mundo ha entendido por donde iban realmente las tornas. Un saludo. |
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"Etnia", "etnicas" (sic), "ese proyecto"... lo que queda claro es que nada quedó claro con tus primeros mensajes, y que con la corrección sales al paso dudosamente. Creo entender, pues, que hablabas sin demasiado conocimiento sobre la situación personal y política de Barenboim. Bueno, pues ya te has enterado. Ahora, si quieres, te informo muy brevemente de la situación de la música de Wagner en el Estado de Israel, tema muy vinculado también a lo que venimos exponiendo, y que tampoco pareces conocer más que de oídas. No es una censura prescrita, sino tácita: hace unas décadas, se impidió de facto que Mehta dirigiera música de Wagner con la Filarmónica de Israel, formación que con Toscanini tocó Wagner a mediados de los treinta, pero que desde la Segunda Guerra Mundial mantiene este veto sobre ella. Barenboim quiso programar en 2001 un primer acto de ’Walkyria’ con su Staatskapelle de Berlín, pero voces críticas consiguieron que se cambiara el programa (Schumann y Stravinski). En las propinas, Barenboim consultó al público (la traducción del inglés es mía): "A pesar de lo que piensa el Festival de Israel, hay personas entre el público para las que Wagner no suscita asociaciones con los nazis. Respeto a aquellos para los que estas asociaciones son opresivas. Sería democrático tocar un bis wagneriano para aquellos que deseen escucharlo. Me vuelvo ahora a ustedes y les pregunto si puedo tocar Wagner." Tras media hora de debate en el que unas cincuenta personas abandonaron la sala, otras mil decidieron quedarse a escuchar el preludio y la muerte de amor de ’Tristán e Isolda’. Y hasta hoy. En fin, volviendo al asunto inicial: queda clara la diferencia de escala entre las dos figuras que hemos analizado, queda claro que compararlos políticamente es absurdo, y que Barenboim es, a todas luces y además de un gran músico, un hombre admirable. Mi posición no es "defensiva" ni siento "resquemor" en párrafo alguno: es que creo que nadie había entendido por "donde (sic) iban las tornas" en tus crípticos y desinformados mensajes. Der Niblungen Herr |
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No sé por qué todos los topics sobre el Palau de les Arts acaban por derroteros políticos. Respecto a lo estrictamente musical, me parece un teatro sumamente atractivo, de hecho los acontecimientos para mí más interesantes del año en España están en Valencia, me refiero al Parsifal de Maazel y Herzog y a unos de los acontecimientos operísticos mundiales del próximo año, el anillo completo de la Fura. Al Liceu después de muchísimos años acudiendo, este año pago por no ir, las 2 producciones medianamente interesantes las veremos en Madrid y el resto es muy mediocre, incluyendo esos maestros que son una mamarrachada. Aquí en el Real despedimos con alegría a López-Cobos sin saber todavía que lo que nos traen puede ser peor. Mientras tanto en Valencia todavía se puede escuchar a una orquesta brillante con directores de prestigio. Qué envidia. Un abrazo |
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Hola. Me parece sorprendente e interesante esa unanimidad sobre Barenboim, ensalzándolo tanto en su vida musical como en la pública (en la privada mejor no nos metemos, aunque no sé si ahí encontraríamos tantos puntos de encuentro, y no solo por el tema de siempre). Sí, ya sé que se me va a decir que soy un bestia y un radical, pero seguramente no menos que otros; sólo que, cuando se trata de don Daniel, me atrae más el "lado oscuro" (prefiero dejar el "lado luminoso" para sus hagiógrafos y ceder tan orgásmico gozo). Mi reflexión sobre esas "vidas barenboinianas" parte de que, en mi opinión, los músicos realmente grandes no cultivan tan consciente y estratégicamente ese lado público como Barenboim, seleccionando tan exquisitamente los ingredientes de su ensalada para que luego el redondo de ternera también parezca bueno. ¿O alguien puede pensar que los premios, reconocimientos, actos públicos y ese estar en boca de la gente incluso no aficionada no reporta trabajos y proyectos? Incluso las enemistades van, por activa y por pasiva, directamente al monedero. Desde luego que cualquiera puede ser "filántropo", pero ese carácter público y publicitario que se funde con una profesión que debería mantenerse por los estrictos resultados artísticos me parece un timo, máxime si comprobamos fríamente esos resultados. Cierto que ahí hay opiniones para todos los gustos, pero no me hace mucha gracia que casualmente se impongan las que prevalecen en revistas subvencionadas o que viven de la publicidad, que están obligadas a sacar un determinado número de portadas al año a tal o cual discográfica. Y no sé por qué será, pero cuando me hablan de "kapellmeisters" alemanes de los 40 o los 50 en plan Rother, Zimmermann o Elmendorff no puedo dejar de pensar que el prototipo de artesano a veces cumplidor y casi siempre gris, sobre todo en disco, es precisamente Barenboim, con las excepciones de algunos estupendos tristanes y ante todo su magnífico Busoni, autor que debería convertirse en piedra angular de su repertorio. Porque su Mahler encadena errores de concepto sonrojantes, su Bruckner no añade nada sobre todo a quienes han escuchado a los mejores, su Beethoven es tan original como un grillo en primavera y la mayoría de su Wagner, umpf... Si por lo menos hubiera buenos cantantes... ¿Pero quién es capaz de pasarse cuatro horas en la feria de artesanía de Valdemulas del Repollo cuando los comerciantes te gritan al oído? En fin, en un ejercicio de sinceridad debo admitir que siento envidia de que alguien sea capaz de montárselo tan bien, consiguiendo buenos e interesantes trabajos, vida lujosa, realización personal, fastidiar a algunos y ayudar a otros, todo con el máximo reconocimiento de las comunidades forales, estatales e incluso musicales. Lástima que todo ello implique legar documentos sonoros para la posteridad. Creo que en el caso de Barenboim eso le asegura una memoria cuando menos efímera, sobre todo con semejante competencia (menos filántropa, eso sí). Cordiales saludos. |