Como nos tiene acostumbrados Le Gouverneur, su exposición es cerebral, técnica y fría, pero absolutamente irrefutable. Aún así también coincido con RICARDO1 en su apreciación sobre el arrojo y la pasión que puso, todo lo cual logró hacernos vibrar de emoción en bastantes momentos. Sólo un cantante con uno de los timbres más bellos para cantar Wagner que se conocen y con una prodigiosa técnica y oficio puede seguir cantando Wagner así de maravillosamente a su edad (cumplió 53 el pasado 14 de los corrientes).
Tras el desastre que fue el conato de recital de su anterior visita a El Real, no tenía grandes expectativas, pero he de admitir que superó y mucho cualquier expectativa que pudiera tener. Aun así, su Siegmund acusó especialmente ese deterioro en la zona central y grave y quedó algo pálido en su conjunto, a pesar de ese fulgurante agudo que se esforzó en dar, eso sí con apoyatura previa. El fragmento del "Winterstürme" que nos ofreció de propina resultó más lirico y de fraseo más bello que "Siegmund hesiss’ ich". Este papel fue, junto con Lohengrin, lo más flojo, sin duda. También supo a poco su breve fragmento de Tristán, creo que debería haber cantado más.
En cuanto a la orquesta, a mí no me sorprendió en absoluto lo mal que tocó en general. Creo que estamos acostumbrados a que toquen así Wagner. Desde mi modesta opinión, creo que el director Eric Hull, hizo todo lo que pudo para que sonara de otra manera, pero, quizá la falta de ensayos o quizá la imposibilidad material de que algunos músicos de esta orquesta puedan hacerlo mejor (?!) arruinaron el Preludio del Acto I de Lohengrin, que fue realmente desastroso. Sin embargo, en la segunda parte la orquesta pareció "ponerse las pilas" y logró realmente conmover con una lectura del Preludio Y Muerte de Amor de una claridad de planos asombrosa, empastada, con unos buenos crescendi y unos climax arrebatadores ( que no estridentes). Algun solista sonó demasiado en forte en algún momento, aunque nada que ver con lo que hicieron en Lohengrin. Creo que Hull parece ser un competente director al que la orquesta no pudo ( o supo) responderle adecuadamente.
Ojalá Hepnner regrese a El Real a cantar una ópera de Wagner completa, especialmetne los Maestros, de los que es, indiscutiblemetne, uno de los mejores intérpretes de la actualidad.
Y ahora...a esperar al 28 de abril a la gran Nina Stemme que, a buen seguro, nos hará vibrar y llorar con su Inmolación de Brunilda. Wagnerianos...no todo es sequía en Madrid!!!
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