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El cuento chino del Grial |
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Está generalmente admitido que las leyendas sobre el Grial encuentran su referencia inmediata en las leyendas célticas que los bardos irlandeses y britones extendieron por las cortes medievales en los siglos X y XI, y que fueron recopiladas y maduradas posteriormente por novelistas como Chretien de Troyes y sus continuadores, que hicieron germinar y desarrollar la semilla de lo que se convirtió en el mito más emblemático del medievo occidental y cristiano. Y digo cristiano, a pesar de que la iglesia, por motivos que ahora no voy a entrar a discutir, nunca observara con buenos ojos el espíritu que envolvía este tipo de leyendas. Una de las referencias más antiguas en las que nos encontramos con una ?prefiguración? o predefinición del mito griálico es la leyenda irlandesa Baile en Scail, que se puede traducir como El Frenesí de los Espíritus. Esta leyenda narra una de las aventuras de Conn de las Cien Batallas, monarca de Connacht que en su tiempo se convirtió en el rey más poderoso de toda Irlanda, al convertirse en fundador del mítico reino de Tara, símbolo de la unidad irlandesa, adquiriendo el título de ?Ard Ri? o ?Alto Rey?. Un día, mientras hacía la ronda por las murallas de Tara tropezó con la maravillosa piedra Lia Fail, legado de los ?Tuatha de Danan?, o gentes del pueblo de la diosa Danah, que son ni más ni menos los seres mágicos que cohabitan Irlanda con los humanos, aunque han sido relegados tras la invasión de éstos a vivir en un reino oculto. De acuerdo con la tradición oficial, esta piedra es ni más ni menos el pedrusco que podéis encontrar en la parte inferior del trono británico. ¡Ejem! Prosigamos... Los ?Tuatha? dejaron cuatro objetos mágicos procedentes de las islas del norte, además de la piedra ya nominada, dejaron también una espada, una lanza y un caldero mágico... Al tropezar Conn con la piedra, la piedra ?chilla? tantas veces como el número de descendientes de Conn que llegarán a sucederle en el trono de Irlanda. Un detalle curioso es que la piedra sólo chillaría cuando el que la pisa es un auténtico rey, indicando de este modo su reconocimiento de que el monarca gobernará con justicia. Al estilo céltico habitual, una espesa niebla envuelve las murallas de Tara, y Conn extravía su camino. Mientras se encuentra perdido, tropieza con un extraño caballero que le guía hasta un castillo mágico que se encuentra en el Otro Mundo (el mundo de los Tuatha). Allí fue recibido por el señor del castillo (que se trataba en realidad del dios Lugh, deidad relacionada con el Sol), al que acompañaba una hermosa muchacha. Ella se sentaba en uno trono cristal y tenía a su lado una tina de plata de la que la cerveza nunca se agotaba, una copa de oro y otro recipiente de oro del que dio de comer a Conn costillas de buey (animal terrestre) y de cerdo (animal mágico para los celtas). De este modo le está concediendo el beneplácito para disfrutar de los beneficios de ambos mundos. Después ella llenó la copa de oro y preguntó, " ¿a quién se servirá esta copa? " - a lo que Lugh contestó, "sírvase a Conn de las Cien Batallas". La muchacha rellenó en varias ocasiones la taza del héroe, y ella repitió la misma pregunta, a lo que el dios nombró alternadamente a cada uno de los reyes que descenderían de las Conn. Finalmente, Lugh, la muchacha y el castillo desaparecieron por completo, dejando a Conn en posesión de los recipientes de oro. Las puntos comunes con las apariciones características de las leyendas griálicas son los suficientemente numerosas como para considerar la influencia de estas leyendas en la forma, que no en el fondo del mito del Grial. Por si esto fuera poco, Conn tuvo un hijo de nombre Art (lo que recuerda en cierto modo al britano Arturo), que tuvo que soportar las penalidades de una aventura de ?búsqueda? que guarda cierta similitud con las que en una época posterior tuvo que soportar el rey de Bretaña. Estos son los orígenes célticos que encontramos vinculados, en cierto modo, con la leyenda del Grial. Sin embargo, resulta posible seguir indagando en un tiempo y una civilización anterior a la céltica para encontrar referencias muy similares a las de la leyenda del caldero mágico... |
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Por cierto, no puedo evitar que el episodio de Conn, en el que un ser mágico le cita a todos los descendientes que llegarán a ser reyes, me recuerde (en cierto modo) al Macbeth de Shakespeare. Y es que, por lo que se ve, Shakespeare tb recurre a las leyendas celtas y normandas como material de referencia para generar la trama de sus obras. |
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El Mahabharata es la magna epopeya hindú compilado por el mítico personaje Vyasa (hay que tener en cuenta que algunos de sus fragmentos se ubican históricamente en épocas que difieren 1500 años entre sí), que narra la rivalidad entre dos familias en sus disputas por el poder y el control de la India. La obra que contiene unos 100.000 versos, abarca más de 18 volúmenes, y por compararla con otra epopeya conocida de la cultura occidental, se puede decir que equivale a unas 7 veces la Ilíada y la Odisea juntas. En una de las muchas peleas entre estas dos familias, la familia real de los Pandavas tuvo que desterrarse tras perder el rey Yudhisthira su trono y su reino en una partida de dados en la que su rival le había hecho trampas. Llegados al Ganges, pasaron la noche a la sombra de los árboles en la compañía de unos brahmanes que habían decidido correr su misma suerte. Yudhisthira se dirigió a los brahmanes preocupado porque no tenía con qué mantenerles, pero los brahmanes no quisieron abandonar a los Pandavas. Yudhisthira se sentía muy infeliz, porque no tenía medios para alimentar a los brahmanes que le habían seguido, y habló con sus hermanos y su gurú Dhaumya al respecto. Dhaumya le sugirió que debería pedir ayuda al Sol, diciéndole: - El Sol es el Señor de toda la comida y todas las riquezas de la tierra. Si le adoras y le pides ayuda, es seguro que te favorecerá. Yudhisthira adoró al Sol poniendo todo su ser en ello, en total concentración, sin comer ni dormir. El Sol estaba contento con sus ruegos, y se le apareció en persona diciéndole: - Estoy complacido contigo y tu deseo de agradar a otros. Ya que estás decidido a realizar esta penitencia por esta única razón te daré comida durante estos doce años. Aquí te entrego este recipiente de cobre. Consérvalo, pues siempre estará lleno. Tan pronto como Draypadi (mujer común de los cinco hermanos Pandava) comience a servir, sacando el alimento del recipiente, obtendrá tanta comida como quiera. Su prodigalidad es infinita. Yudhisthira recibió el recipiente con gratitud. Luego dirigiéndose a sus hermanos y a Dhaumya les dijo: - Ya ha acabado mi infelicidad. Ahora puedo agasajar a estos brahmanes que dependen de mí. Las similitudes que pueden encontrarse entre ambas leyendas serían las siguientes: El héroe se encuentra en un estado supranormal al recibir el presente: Yudhisthira en estado de meditación ante el sol, Conn en el Mundo de los seres mágicos. En el caso del la leyenda del Grial la situación es muy similar. Ambos héroes reciben el objeto mágico de una deidad que representa al Sol: Lugh en el caso celta, y el mismo Sol en el caso del Mahabharata. En el caso de la leyenda del Grial, cada aparición es precedida por una intensa luz cegadora. La persona encargada del recipiente mágico es una mujer en todos los casos. En el de las leyendas celtas se supone que esta mujer representa la soberanía. En el de los Pandavas se produce el hecho curioso de que esta mujer está casada a la vez con los cinco hermanos. Para concluir, en la leyenda del Mahabharata Yudhisthira necesita el objeto mágico para alimentar a los sabios brahmanes, de igual manera a como el Grial alimenta a la corte del Rey Pescador. Estas razones me hacen pensar que el mito del Grial es muy anterior no solamente al medievo, sino al propio cristianismo, no pudiéndose ubicar dentro de una única cultura o civilización, sino constituyendo más bien un símbolo cuyo significado se pierde en los orígenes de las culturas indoeuropeas, pero que época tras época vuelve a renacer en nuestros corazones. Saludos. Javier. Pd.- Como habéis podido comprobar el cuento no era chino, sino indio... |
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Saludos. He leido con mucho interés todo el cuento chino... digo indio. Bueno, y céltico (ya sabes cuánto me interesan los mitos celtas). Y tengo una petición: ¿podrías abundar un poco más en el mito del Rey Pescador? Es que aparece por todas partes en la literatura artúrica, pero no me termina de quedar claro de quién se trata. ¿Es el dios Lugh, Bran el Bendito, el Rey Arturo? Sé que en el drama wagneriano, por hacer una relación de todo esto con Wagner, es la figura que representa Amfortas, el Rey herido. Pues nada, muchas gracias por tus comentarios, Javier. Atentamente, Der Niblungen Herr |
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La pregunta que me haces no es fácil de responder. Sin embargo, pienso que la respuesta se encuentra en algo que, tal vez, no recalqué suficientemente: el parecido de los mitos en la forma, más que en el fondo. Aunque esto no significa que este parecido carezca de trascendencia, dado que establece un vínculo común que se mantiene casi invariable a lo largo de los cambios de pensamiento de épocas muy diferentes, y que es probable que tenga mayor valor e importancia que las ideas que sustenta: la forma podría llegar a tener más valor que el fondo. Como imagino que ya sabes, las creencias celtas se han conservado fundamentalmente a través de la tradición oral de los bardos (o filid), lo que ha favorecido el hecho de que muchas de sus leyendas se hayan perdido, o también que algunos elementos particularmente llamativos de la leyenda de un personaje, se hayan aplicado a las historias de otros personajes diferentes, y así en esta leyenda el dios Lugh es quien cede los recipientes mágicos a Conn de las Cien Batallas, mientras que en otras, el dios del caldero es Dagda, o es Bran Bendigeit el dueño de un fabuloso caldero que devuelve la vida a los guerreros caídos en el combate. El resultado es que los símbolos terminan empleándose de la forma más variopinta, y tratar de encontrar una identidad común a través de estos personajes puede resultar confuso. Por ejemplo, en la leyenda de Conn, sería posible identificar al mismo Conn, y no a Lugh, con el Rey Pescador. Una de las características del Pescador es que, a pesar de su condición de "elegido", que le garantiza como guardian del equilibrio que traerá paz y riqueza sobre su reino, el Rey termina pecando, y poniendo en peligro este estado de felicidad. En el caso de Conn, algunos años después de haber perdido a su esposa, la madre de su hijo Art, se casa con una mujer muy hermosa, que resultaba ser un personaje feerico expulsado del mundo mágico por dar muestras de un comportamiento malicioso. Esta mujer que se dedica a hacer la vida imposible a Art, llegando a expulsarlo del reino de su padre, es la causa de la debilidad y el pecado del viejo rey Conn, que llegado el momento natural de pasar el poder a su hijo, se aferra a una antinatural idea de poder simbolizado en la maligna belleza de su nueva esposa. Lo mismo que la doncella que acompañaba a Lugh, representaba a la soberanía que otorgó gustosa el poder al joven rey Conn, su nueva mujer simboliza su codicia por el poder. En este cuento, el pecado de Conn como Rey Pescador, sería simplemente el de un apego al poder contrario a lo natural. Tras las muchas dificultades de una aventura de búsqueda casi griálica, Art conseguirá reestablecer el equilibrio perdido, y devolver la paz a su reino. Pienso, sin embargo, que en el caso del Rey Pescador cristiano, y en el del Amfortas wagneriano, la idea que se intenta transmitir es diferente, y motivo, tal vez, de un interesante debate. Saludos. Javier |