Aunque tarde comentaré algo sobre la representación. Los cantantes estuvienron a un buen nivel en el aspecto vocal, Waltraud Mayer nota el paso de los años (!ah la Isolda de 1999 en Bayreuth!!) pero defiende bien el papel de Sieglinde, aunque el lamento de la despedida del tercer acto le salió corto de voz y de sentimiento. La interpretación escénica muy deficiente (esto no es culpa de los cantantes) sobre todo en el diálogo de Wotan y Brunnhilde final, parecía que mientras uno cantaba el otro repasaba la lista de la compra. Le escena correcta pero sin interés, al menos no era ofensiva como otras, el uso de las proyecciones visuales es un recurso barato, bien usado es un buen complemento y en este caso se abusó de él sobre todo em el tercer acto. Baremboim hizo lo que pudo, que no fué poco, pero detante tenía un instrumento con grandes limitaciones, creo que la Scala debiera de tener una orquesta mejor. LLorenç Casanova
|