Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
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BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
De: bulju
Fecha: 28/08/2012 23:49:01
Asunto: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA

Hola a todos,

Habitualmente las intervenciones en este foro giran alrededor de la obra de Richad Wagner y sus intérpretes. De forma esporádica, y sobre todo cuando se acerca el verano, también los foreros realizan consultas e intervenciones sobre todo aquello relacionado con el Festival de Bayreuth y los viajes al mismo. En mi caso, este año he tenido el placer de asistir acompañado, y muy bien por cierto, de los también foreros Ignacio y César Andrade. Además de presenciar la representación de tres óperas (Holandés, Lohengrin y Parsifal) me tomé el viaje como una ocasión para descubrir la región de Franconia centrándome especialmente en sus ciudades, parajes naturales y, como buen amante de la buena mesa que soy, en la gastronomía. En, el presente post voy a realizar un resumen de la experiencia gastronómica que tuvimos durante el mismo, con la esperanza de que os sea de utilidad si en el futuro tenéis la suerte de poder asistir al festival.

Vaya por delante decir, que en Alemania se come bastante bien, me atrevería a decir que, en cuanto a relación calidad/precio(en variedad es otra cosa), mejor que en España, siempre que vayas a algún restaurante que tenga pinta de tradicional, decente y limpio. Además no es muy caro para lo que esperábamos, nosotros pagamos una media de unos 15 ? por comida sin privarnos de nada y quedando saciados en todas las ocasiones.

También tengo que reconocer, que planifiqué desde aquí antes de salir los locales que visitamos, basándome en las experiencias gastronómicas que cuenta Ángel Fernado Mayo en su guía y en Diverdi y en otros textos como la guía de la Sociedad Wagneriana de San Francisco (http://www.wagnersf.org/content/bayreuth) y páginas al uso como Booking, Trip Advisor, etc. No obstante, en función de las circunstancias del viaje modificamos alguna de nuestras previsiones encontrándonos con excelentes sorpresas.

Por lo que respecta al alojamiento pasé de la postal que te mandan de la Oficina de Turismo en Bayreuth, ya que me temía una clavada (como después me confirmó César que pidió un hotel mediante la postal y cuando vio lo que le pedían decidió venirse con nosotros) y elegí un hotel rural a 20 km a través de Booking. Además, el hecho de que decidiéramos alquilar un coche en el aeropuerto de Múnich para nuestros desplazamientos nos permitía mucha flexibilidad en este sentido. De todas formas es importante destacar que Alemania tiene una excelente red de ferrocarriles (www.bahn.de/i/view/ESP/es/index.shtml). En nuestro caso vi que había trenes de Trebgast a Bayreuth cada 30 min (con la estación de Bayreuth a 10 min andando del centro de la ciudad y del Festpielhaus).

Gasthof / Metzgerei Friedrich
Kulmbacher Straße 2
95367 Trebgast
www.landgasthof-friedrich.de

Este establecimiento es un hostal (Gasthof) restaurante familiar sin ninguna pretensión pero limpio y muy práctico. A parte el personal fue muy educado y amable en todo momento, además se hacen entender en inglés. Como ejemplo explicaros que ocupamos una habitación individual y una doble y para esta última pedimos camas separadas (básicamente por no entrar en un combate de ronquidos) y nos alojaron en una habitación con dos estancias separadas y con una cama en cada una sin ningún recargo.
El establecimiento tiene también una carnicería regentada por la misma familia, cuyos productos artesanos (tienen el obrador en el mismo edificio) forman parte del bufete que todas mañanas sacan para desayunar. Además, esto nos fue muy útil ya que en ella adquiríamos los embutidos y quesos para llevar a cabo los botellones/ merienda que nos pegábamos durante el segundo entreacto de las óperas en el Richard Wagner Park anexo al Festpielhaus.
En una habitación doble pagamos unos 202 ? por cabeza para 6 noches en alojamiento y desayuno; la individual salía a 306 ?.

Continuará...

De: assur
Fecha: 01/09/2012 19:02:13
Asunto: RE: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
La verdad es que yo, las tres veces que he ido lo he hecho siempre de baratillo. La primera vez, en 1997, encontré que Alemania era un país mucho más caro que España. Las otras dos, 2003 y 2005, ya con el euro, me sorprendió que los precios fueren más baratos que en España. Yo era fijo de un restaurante llamado "La Taberna del Holandés" al prinicipio de la Nibelungenstr, el primero que encontrabas cuando bajabas de la Verde Colina, a mano derecha. Se comía bien y el lugar estaba lujosamente decorado. El único requisito, como me dijo cierto amigo más experimentado en el asunto que yo, reservar siempre sitio antes de la función. Lamentablemente, el establecimiento cerró por jubilación de los amos. Para cuando después de una función con overbooking de restaurantes, la solución era la cantina de la estación donde por pocos euros hacían buenas ensaladas y platos combinados. Con todo, en cuestiones gastronómicas, más allá del Rhin están a años luz del eje Iberia-Galia-Italia. Y que conste que yo me lo como todo.

Saludos

De: bulju
Fecha: 19/09/2012 0:11:58
Asunto: RE: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
Una vez dejamos las maletas en el Friedrich nos fuimos para Bayreuth y llegamos sobre las 12:30 h. Yo estaba un poco acojonado ya que creía que el festival acapararía la vida de la ciudad y habría problemas para encontrar sitios para comer sin reserva previa, y más a partir de esa hora. César, que ya había estado en el festival hace siete años me dijo que no me preocupara, que encontraríamos sitio en cualquier restaurante sin problemas. Haciendo gala de mi poca fe reservé por email en el Eule, un clásico de Bayreuth donde sirven comida francona y los platos hacen alusión a los personajes wagnerianos. Cuando llegamos allí me di cuenta de que César tenía razón: a pesar de que no perdí nada por hacer la reserva nos encontramos con que había sitio de sobras.

Una vez dentro nos encontramos en un local con un encanto especial ya que parece que, después de la Segunda Guerra Mundial, iban a cenar los cantantes y directores después de las representaciones y todas las paredes estaban llenas de fotos firmadas, caricaturas etc. de los mitos del Nuevo Bayreuth. Es posible que la cocina actual del Eule poco tenga que ver con la que degustaban los Kna, Bohm, Nilsson, etc. pero se come muy bien y nada caro. Yo tomé Schwein Roulade, rollo de carne de cerdo relleno con una salsa acompañado de chucrut morada con mucho clavo y una especie de bolas de patata que te sacan en todos los sitios de acompañamiento. Ya en España averigüe que se trata de las Kartoffelklöße, unos buñuelos de patata y harina tipo los gnocchi italianos pero más gordos.
Mis compañeros degustaron el guiso de ternera por excelencia en Franconia, y creo que también en el resto de Alemania: el Sauerbraten. Una pieza de ternera que marinan durante 4 días en vino y vinagre que después guisan y sirven con una salsa elaborada con el marinado y las omnipresentes Kartoffelklöße. Todo ello regado con cerveza francona y acompañado con un buen pan negro de centeno.
Pagamos unos 20 ? por cabeza, que por la cantidad y calidad de la comida y encanto del sitio ya vale la pena.

Eule Restaurant
Kirchgasse 8
95444 Bayreuth
http://www.eule-bayreuth.de/

Después de comer nos dimos una vuelta por la ciudad y volvimos a recoger el coche para subir al Festpielhaus ya que estaba lloviendo. Nos sorprendió el hecho de que pudiéramos llegar en coche casi hasta las puertas del Festpielhaus. Aunque vimos las zonas de aparcamiento (gratuito) que hay en la parte superior muy cercanas al mismo, finalmente decidimos dar la vuelta y vover a bajar para aparcar en Gravenreuthstrasse delante de la fábrica de porcelanas Walküre ya que teníamos decidido cenar algo en el Möhren Brau, a unos 50 m de allí, después de la representación del Holandés.
Este local, también conocido como el Kropf, se encuentra en Tristanstrasse, una de las calles que bordean el Richard Wagner Park por el que se accede al Festpielhaus desde Bayreuth. De este local hablaba Angel Fernando Mayo en su guía y lo recomendaba, más que por su gastronomía, porque iba bien para ir después de las representaciones: en primer lugar porque está cerca del Fespielhaus y en segundo porque está abierto hasta tarde. Llegamos allí previa reserva antes de la ópera y también pudimos comprobar que si no la hubiéramos hecho igual hubiéramos encontrado sitio. A partir de ese momento dejamos de reservar en los restaurantes.
Una vez allí, nos atendió el que parecía ser el dueño del local, que nos identificó como españoles, y después de recordarnos varios tópicos de nuestro país nos preguntó si tenímos mucha hambre y que si era así nos recomendaba cenar una cosa con carne y tomate "delicious". Realmente, hambre si que teníamos bastante ya que no comíamos nada desde las 2 de mediodia y decidimos hacerle caso. Al cabo de 20 min llegó con un pincho moruno sin el palillo dentro de un pan de pita con dos rodajas de tomate y algo parecido a ensalada. Parecía un kebab pero bastante cutre. Para terminar y siguiendo instalados en la desidia de dejarnos aconsejar, para postre, nos recomendó una receta francesa de una tarta de manzana que resultó ser una tarta del Lidl con un poco de canela espolvoreada por encima. En el plano positivo está que pagamos 10 ? por cabeza y la cerveza era bastante buena, la hacen ellos como en muchos de los restaurantes de Alemania, que en este caso se conocen como Brauerei. Lo que remató la cena y provocó que vetáramos el local para el resto del viaje fue que cuando ya nos íbamos, después de pagar le pedimos un agua grande para llevarnos al Gasthof. Después de buscar más de 5 minutos nos sacó una botella que ya estaba abierta y nos cobró 4 ? (el día siguiente la vimos en el supermercado por 0,30 ?). Nada más que añadir.

MenschenWürde e.V.
c/o Mohren Bräu Bayreuth
Tristanstr. 8
95445 Bayreuth
http://www.mohrenbraeu.de/website/HOME.html

Continuará?

De: Pepe Ferrándiz
Fecha: 19/09/2012 23:36:21
Asunto: RE: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
Esperamos ansioso el resto de entregas.

Mi experiencia en 2011 se resume en cuatro palabras: a salto de mata. Son las desventajas de viajar solo.

Día 1:
- comida: en la fonda/geriátrico donde me hospedé (Gasthof zum Herzog). Comida casera. Servicio (es un decir, pues sólo atendía la gerente) lentísimo, que me privó de la siesta. Elección a ciegas de la carta en alemán-only (elegí lo más barato).Sauerbraten con kartofenklosse, que resultó un acierto.
http://www.gasthofherzog.de/

- cena:
Bajaba yo extasiado tras el Parsifal por la Nibelungenstrasse cuando me di cuenta que estaba andando totalmente solo. ¿Dónde se había metido la gente? Confié en encontrar algún sitio para cenar y seguí andando ?. y andando ? y andando ? . Nada.
Acabé en Maximilianstrasse (el centro neurálgico de la villa), que estaba absolutamente desierta. Menos mal todavía no había cerrado del todo un fast-food donde me zampé, en las mesas de la plaza al fresco, y al filo de la medianoche, un doner kebap mítico: por su tamaño (mastodóntico) y por su sabor.
Si en época de festivales ése es el ambiente, ¿cómo será el Bayretuh-la-nuit en febrero?


Día 2:
- comida: Se me echó el tiempo encima tras el pateo por la ciudad y entré en un italiano-italiano, muy fino.
Comí plato único, pero buenísimo. No recuerdo precio (no especialmente caro) ni nombre.

- cena: para evitar los contratiempos de la noche anterior, indagué por zona cercana a la fonda. En mi oxidado inglés reservé (creo, porque para mí que no me entendieron) en el Goldener Löwe (http://www.goldener-loewe-bayreuth.de/).
El caso es que tras el Tristán había varias mesas libres y mucho japonés de smoking (estaba claro de dónde venían).
Entre la tenue luz, la letra pequeña de la carta (no me llevé las gafas) y que era imposible entenderse con la camarera en inglés (para que luego digan de los españolitos) preferí no arriesgarme con algún plato impronunciable, y repetí sauerbraten (estaba mejor el de la fonda.

Y aquí acaba mi caótico Bayreuth gastronómico. Menos mal que con mucha cerveza todo es soportable.

Saludos.




PD: Vaya dos escuderos se buscó Usted, don Bulju.

De: glosa
Fecha: 28/09/2012 23:17:29
Asunto: RE: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
Y a quien le importa, cretinos? yo os podia relatar la gran cagada que eché en el hall, incluyendo unos pedos que hicieron temblar los muros de la sala y que por seguro revolveriasn a Wagner en su tumba no muy lejana, y no lo hago para no aburrir al personal, como vosotros con kebabs y pollas en vinagre.

De: natow
Fecha: 29/09/2012 0:00:08
Asunto: RE: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
Pues a mí. A mí sí me importa.

Moderador, espero que tome nota y actúe. Ha traspasado "glosa" algunos límites.

Salud.

De: glosa
Fecha: 01/10/2012 22:26:55
Asunto: RE: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
Ay natow, que cursi y coñazo eres....Moderador, espero que tome nota de individuos coñazos para su expulsión de la web.

Gracias.

De: bulju
Fecha: 02/10/2012 1:29:17
Asunto: RE: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
Hola a todos.

En primer lugar agradecer vuestras intervenciones y aportaciones. Y que me alegro que este relato os sea de interés y espero que de utilidad para algunos de vosotros.

Asur, vimos ?La taberna del holandés? en Nibelungenstrasse y, para que te hagas una idea, la puerta de entrada estaba medio tapiada y ya no era una puerta, era una ventana y dentro había viendo la tele. La cantina de la estación también la tenía como recurso, pero al final no fuimos ningún día. La próxima vez seguro que cae y más después de tus comentarios.

Pepe, los escuderos, utilizando términos de crítica operística, ?de campanillas?. Creo que en zamparme jarras de cerveza era lo único en lo que les podía igualar. Pero, como fuentes de información musical y operística, mejor asesoramiento imposible por no hablar ya a nivel personal. Veo que tú también tuviste ración doble de sauerbraten. Lo dicho, el plato nacional alemán. El kebap, me quedé con ganas de comerme uno ya que me encantan y allí hay muchos turcos, por lo que tenían que ser de calidad. Aunque ahora que he leído que te lo zampaste después del Parsifal me ha venido en mente mandarle un email a Katarina para que ponga un kebap como la cena del grial y que Klingsor sea un turco que le vaya dando vueltas para que se ase, porque a la marcha que vamos. Jejeje? (de la puesta en escena del Parsifal no tengo nada que decir, pero me ha venido a huevo).

Continuando con el relato?

El martes posterior al Holandés, por la mañana, nos dimos una vuelta por Bayreuth y visitamos el teatro de la Margravina. Pasadas las doce decidimos dejarnos a César allí, ya que esa tarde tenía Tristán y nos marchamos para Neudrossenfeld, a unos 10 kms al norte ya que teníamos intención de comer en el Café Fuchs del que Angel Fernando Mayo habla en su guía. Este establecimiento se encuentra en medio del campo en una zona de bosques y naturaleza, sería lo que en España se conocemos como bar de carretera. Fuimos con un poco de prisa ya que ya era sobre la una del mediodía y temíamos encontrar la cocina cerrada ya que, además de estar en Alemania, estábamos a una zona rural. Al llegar allí nos encontramos que en el parking no habían coches y dentro del local poco movimiento. Bajamos del coche y a los pocos segundos salió un señor de un edificio que estaba al lado que parecía ser una pequeña fábrica de cerveza y nos dijo que estaba cerrado. Le preguntamos donde podíamos comer por allí cerca y nos dijo que en tres km en dirección a Bayreuth había otro restaurante que se llamaba Schnupps (en realidad lo único que entendimos fue: drei kilometer, Bayreuth, Schnupps). Dicho y hecho, tiramos para allá y al lado de la carretera encontramos un Gasthof-brauerei llamado Schnupp tal como había dicho el señor. Entramos y nos atendió un camarero que parecía ser el dueño vestido con traje francón. Miramos la carta y no entendimos nada excepto lo típico (bratwurst, sauerbraten, etc.). Le pregunté, haciendo como si tirara con una escopeta, que si tenía carne de caza (Mayo comenta en su guía que en Fuchs comieron caza y al estar cerca decidí probar), y nos dijo que había una cosa que era caza (wild) y señaló uno de los platos de la carta. Le dije que adelante, pero al ver que no entendíamos ni gota del resto se fue un momento y volvió con un diccionario culinario cuatrilingüe. Entonces vi que lo que me había recomendado era corzo e Ignacio pidió pato.

Primero nos sentamos en un biergarten (terraza con mesas, en la que te puedes sentar) que había dentro pero decidimos cambiar de mesa porque hacía un poco de rasca. Una vez dentro nos comentó que nos podíamos poner toda la ensalada que quisiéramos de un bufete que tenían montado con especialidades de la zona (kartoffelsalat, encuritdos, etc.) a parte de la típica lechuga, y al cabo de 10 min nos sacó los platos.

El corzo estaba guisado con una salsa parecido al sauerbraten y el pato como si fuera confit pero no tan graso, posiblemente estaba cocinado al horno. Como acompañamiento, el pato traía las habituales kartoffelklöße y col roja y para el venado mermelada de frutas del bosque y una especie de pasta frita como lo que pone mi abuela en la sopa los días de fiesta (supongo que una pasta de agua, harina y huevo). Las raciones fueron más que generosas (a Ignacio le sacaron medio pato) y la comida (aunque dentro de la poca variedad las técnicas culinarias tradicionales franconas) de una calidad excelente, posiblemente tanto el venado como el pato eran salvajes y la mayoría de los productos oriundos del terreno. Todo esto regado con un par de jarras de 0,5 l por cabeza de excelente cerveza Dunkel (oscura) que producían ellos mismos. Lástima que de postre no nos pudimos comer nada ya que en el momento de pedirlo (aproximadamente las 14:15, ya habían cerrado la cocina).

Pagamos unos 38 ? todo. A parte cabe resaltar un servicio y trato excelente por parte del señor vestido de francón que servía (nos dejó pillar el wifi del local para ver email, enterarnos de de que pasaba por el mundo, etc.), por lo que nos lo apuntamos como un ?must? para repetir si toca volver dentro de 8 años.

Como hecho curioso, vale la pena comentar que cuando salimos del local nos encontramos con una furgoneta o micro-bus al que estaba subiendo gente con esmoquin y traje. Por la hora que era, las tres menos cuarto, deducimos que eran huéspedes a los que trasladaban al Festpielhaus para asistir a la representación del Tristán y que el transporte lo ponía el establecimiento, por lo que, si el alojamiento está a la altura de la comida, es un sitio a tener en cuenta para alojarse en próximas visitas.

Brauerei Gasthof Schnupp
Altdrossenfeld 8
95512 Neudrossenfeld
http://gasthof-bayreuth-kulmbach.de/

Continuará?

De: Pepe Ferrándiz
Fecha: 12/10/2012 10:10:54
Asunto: RE: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
Ánimo, y a por la siguiente entrega.

(espero que los consejos sigan vigentes dentro de ocho años ...)

De: bulju
Fecha: 14/10/2012 16:59:18
Asunto: RE: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
Después de comer en casa Schnupp, decidimos ir a Wurzburg para ver la ciudad y tentar un poco la suerte a ver si por casualidad podíamos acabar en algún pueblo de su zona de viñedos o alguna bodega donde probar sus vinos. Pillamos la autopista que va hacia Stuttgart i cuando nos desviamos hacia el sur dirección Wurzburg comencé a mirar los carteles de la autopista por si veía alguno de los nombres de los pueblos de la denominación de origen de vinos de Franconia que había visto por internet. Vimos Volkach, del que en la red se explicaba que tenía una buena vinoteca y decidimos salirnos de la autopista unos 20 kms para visitarlo. Entramos en una carretera local estrecha y llena de curvas y cuando faltaban unos 15 kms para llegar comenzó a cambiar el paisaje y se llenó todo de campos y campos de viñas cultivadas en espaldera. Es una orografía bastante complicada llena de pendientes y barrancos, todo dominado por el río Main que transcurría su curso unos 20 metros por debajo de la carretera.

Finalmente llegamos a Volkach (http://www.volkach.de/) atravesando un puente sobre el río y nos encontramos con un pueblo pequeño-mediano con una torre de entrada a la zona vieja de unos 25 m que lo dominaba todo. Ya dentro del casco histórico entramos en un bar en el que servían helados italianos a tomar un café espresso decente y aprovechamos para preguntar donde había una buena vinoteca donde probar los vinos de la zona. La dueña del negocio solo hablaba alemán y cuando vio que yo hablaba en inglés llamó a su hija adolescente y le dijo algo parecido a: oye, tú que estudias inglés en el cole mira si te aclaras a explicarle a este señor donde está la vinoteca. La chica nos explicó que estaba en la misma calle más adelante después de la plaza y que se llamaba Vitis.

Siguiendo las instrucciones que nos dieron encontramos la vinoteca después de pasar al lado de la iglesia, católica en este caso y con una torre/campanario también de considerable altura, y de la plaza principal del pueblo con edificios medievales y con la estructura de madera a la vista, como en los cuentos. Vitis es un establecimiento pequeño y de decoración moderna con una pequeña terraza en la calle. Una vez allí le explicamos a la dependienta que éramos extranjeros (creo que no era necesario transmitirle este detalle) y que queríamos hacer una degustación de los vinos de la zona. Con una amabilidad bastante neutra, nos pasó la carta de vinos y nos dijo que eso era lo que tenía. Pegamos una mirada y decidimos pedir unos vinos de la variedad Sylvaner que es la más típica de la zona, también le preguntamos la diferencia que había entre ellos y nos dijo que básicamente que dentro de cada variedad de uva se distinguían estos tipos de definían la calidad de menos a mayor: QbA, Kabinett, Spatlese, Auslese. Hechas las aclaraciones pedimos un Kabinet y un Soatlese de la variedad Sylvaner y comenzamos a probar. Estaban bien pero no tenían nada que envidiar a los vinos españoles, de hecho no encontré ni la acidez especial que encontré a un Sylvaner del que me bebí una copa en el Festpielhaus (previo pago de 8?) antes de la representación del Holandes. Un vino excelente para comer sardinas asadas pensé en ese momento, pero los esmoquin y los trajes de noche que veía a mi lado provocaron que me comenzara a descojonarme por dentro por lo absurdo de la combinación: sardinas con esmoquin. Volviendo a Volkach, para no mezclar los sabores de los vinos nos sacaron una especie de torta como si fuera rosquilla con hierbas aromáticas y frutos secos. Posteriormente le pedimos también unas copas de Kabinett y Auslese de la afamada variedad Riesling y la cosa ya cambió. El Kabinett más que correcto, pero con el Auslese resultó ser una explosión de melecotón, albaricoque y frutas de hueso difícil de encontrar en vinos españoles. Finalmente decidimos comprar una botella del Riesling Auslese (que en la botella ponía que era de los 100 mejores Riesling del mundo, no sé si era verdad pero bueno estaba un rato) para pimplárnosla la tarde siguiente en la merienda que teníamos prevista durante uno de los intermedios del Lohengrin de las ratas.

Vitis Weinbar & Vinothek
Hauptstrasse 34
Volkach
www.vitis-vinothek.de

Hacia las cinco de la tarde y después de nuestra degustación de vinos en Volkach, tomamos la carretera para Würzburg donde en una visita relámpago (la ciudad merece estar un día en ella) vimos el Residenz y la parte vieja. Posteriormente nos volvimos para Neudrosenfeld a pasar por Schnupp donde Ignacio se había dejado la cazadora y posteriormente a Bayreuth a recoger a César que estaba en el Tristán de Schneider. Llegamos al Festpielhaus al mismo tiempo que Isolda, Marke y toda la tropa llegaban a la isla donde se encontraba Tristán moribundo. Fue curioso porque dando vueltas por el edificio encontramos una zona en el lateral del mismo donde había una ventana abierta a través de la cual podíamos ver un monitor en el que aparecía Schneider dirigiendo en mangas de camisa (como si paseara por Lloret de Mar) esa función. Una vez finalizada la representación recogimos a César, que nos comentó que musicalmente la había disfrutado, y nos fuimos para la zona de Maximilianstrasse a cenar algo. Como ya eran más de las diez la mayoría de los establecimientos estaban cerrados y decidimos entrar en el Oskar, una megataberna francona en la que habían mas de 40 mesas y en la que la cocina cerraba a las doce de la noche. Allí había desde gente tomando copas hasta otros que venían de la función del festival y aprovechaban los amplios horarios de la cocina del establecimiento para cenar. Pedimos para compartir, ya que no teníamos mucha hambre después de nuestra visita a Schnupp, el Schnitzel de la casa y las salchichas Bratwürscht, a parte de nuestros vasos reglamentarios de Maisel?s Weisse. Los platos eran copiosos y la cocina más que correcta para ser un establecimiento de esas dimensiones. El Schnitzel es un filete de cerdo o de ternera empanado y frito sin más historia que te suelen sacar con patatas fritas. Parece que es un plato bastante extendido por la zona de Baviera también en Austria. Las salchichas me sorprendieron porque no eran las salchichas típicas cocidas de Frankfurt, etc. que puedes comprar aquí en España. Eran más parecidas a las de mi pueblo (800 habitantes en las montañas del Maestrazgo de Castellón) y cocinadas a la plancha. Nos las sacaron con la guarnición típica de la zona: Sauerkraut, pan de centeno y mostaza.

Pagamos sobre 7 o 8 ? por cabeza, por lo que también quedamos satisfechos en términos económicos. Por todo lo comentado, lo recomiendo totalmente para ir a cenar o a tomar una cerveza para comentar la jugada después alguna representación.

Oskar-Das Wirtshaus am Markt
Maximilianstrasse 33
95444 Bayreuth
www.oskar-bayreuth.de

Continuará?

De: Ignacio
Fecha: 24/10/2012 13:39:34
Asunto: RE: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
¡Caramba! Y yo sin enterarme del cuaderno de bitácora. Debo decir que si yo estuve allí fue precisamente gracias a la generosidad de bulju.

Tan solo añadir que, después de lo de la empanadilla, la tarta Lidl y el agua en el Mohren Bräu -que no fueron 4?, eso es lo que nos pidió el dueño por el agua, pero su mujer nos cobró 5?- le "cambiamos" el nombre al local por "El ladrón del agua" y así nos referimos continuamente al sitio. Además, aparcamos delante del mismo todos los días.

Venga, ánimo, bulju. Que lo tienes un poco abandonado estos últimos días.

De: bulju
Fecha: 28/10/2012 2:07:02
Asunto: RE: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
Gracias Ignacio, y a ver si repetimos la experiencia musical y gastronómica el abril en Barcelona. Y si, estos dias he tenido el relato un poco abandonado por el pluriempleo al que nos tenemos que abonar durante estos tiempos para no reducir ingresos y podernos seguir costeandonos estas cada vez más caras afciciones.

Prosiguiendo con el relato, nuestro tercer día por tierras alemanas decidimos ir a visitar Bamberg por la mañana y quedarnos a comer allí para después asistir al Lohengrin. Pero ese día estaba un poco condicionado por la merienda/botellón prevista para el segundo entreacto, así después de desayunar fui a la carnicería del Gasthof a comprar el "material bélico". La verdad es que iba un poco perdido con las dependientas y a base de señas compré un poco de todo: chorizos, embutidos cocidos, patés, quesos, etc.

Con el maletero lleno de chorizen, pusimos rumbo a Bamberg y tras una hora de viaje a aparcamos en un parking cercano al centro. Bamberg es una ciudad preeminentemente turística, sobre todo su centro histórico emplazado sobre el lecho del rio Main. Aprovechamos nuestro paseo hasta el Döme para comprar pan para la merienda. En una de las callejuelas encontramos una panadería cuyos orígenes se remontaban a 1.427, Bäckerei Seel para más señas. Allí compramos dos panes de a kilo: uno de trigo como los de aquí con la corteza dura y otro negro de centeno típico alemán para acompañar al Riesling y los embutidos.
Siguiendo las recomendaciones de www.tripadvisor.com fuimos a comer al Hotel Brudermühle, que se encuentra a la orilla del rio Main y al lado del Alte Rathaus (ayuntamiento viejo) uno de los monumentos de Bamberg por excelencia. El local es un antiguo molino sobre el río Main restaurado y convertido en hotel y restaurante. Las mesas del interior dan a ventanas hacia el río y en verano abren terrazas exteriores donde también sirven comida. Buscando mesa nos dimos cuentas que había una pequeña terraza con dos o tres mesas que daba directamente sobre el río y con una vista privilegiada hacia la Alte Rathaus que la teníamos a unos 15 m. Arriesgándonos a la clavada por la situación de la mesa y alentados por el excelente tiempo que hacía aquel día, nos sentamos allí y la verdad es que comimos como marqueses tanto por el entorno como por la comida. Entre todos los platos de la carta, de la que no entendíamos ni pijo como de costumbre, yo me decidí por comer carpa, ya que nos encontrábamos en una zona donde en teoría tendrían que haber buenos pescados de río, y mis acompañantes se decantaron por el habitual sauerbraten. La carpa la sirvieron empanada y frita con mantequilla, con un lecho de puerro y champiñones fritos con matequilla, patatas pequeñas cocidas y mantequilla de limón para acompañar. En resumen, un festín de mantequilla. El Sauerbraten de mis compañeros iba acompañado con las también habituales salsa y kartoffelklöße. A pesar de la sobredosis de mantequilla tengo que reconocer que la carpa estaba excelente y mis compañeros dejaron limpio el plato de sauerbraten, por lo que la calidad de la comida quedó más que contrastada. Después de tomar un café y pagar unos 20 ? por cabeza (de clavada nada y menos después de lo del ladrón del agua del día anterior) partimos hacia Bayreuth.

Ya en Bayreuth aparcamos otra vez en Gravenreuthstrasse para tener el coche y la merienda cerca, ya que teníamos intención en merendar en los bancos del Richard Wagner Park. Llegados al segundo entreacto del Lohengrin de las ratas que me decepcionó en lo musical, de lo escénico ya no esperaba mucho, bajamos al coche, cogimos los bártulos, y nos instalamos en uno de los bancos del Richard Wagner Park. Una vez allí nos dimos cuenta que no habíamos caído en pertrecharnos de la intendencia necesaria, resumiendo, no llevábamos ni vasos ni cubiertos de plástico, ni siquiera una mísera navaja para cortar el embutido. Así que nos dimos un festín de beber a morro uno de los mejores Riesling de Alemania y comer a mordisco limpio las viandas y quesos que llevábamos. Por lo menos llevábamos un paquete de pañuelos de papel que nos sirvieron de servilleta. No obstante nos dimos una merienda de tres pares de narices, incluso los alemanes cuando pasaban y nos veian asentían con la cabeza felicitándonos por la idea.

Por la noche, una vez terminada la representación y para no irnos a dormir con el peligro de soñar con ratas de laboratorio, decidimos ir a tomar una cerveza. Aparcamos en el centro, delante del Ayuntamiento nuevo, ya que en esas horas se encuentra sitio fácilmente y comenzamos a pasear hacia Maximilian Strasse. Por el camino, decidimos sentarnos en la terraza del Engin?s Ponte, un local moderno situado al lado de la Oficina de turismo y que ya nos había llamado la atención durante los días anteriores. Allí nos pedimos unas Malle?s Weisse para discutir la función y analizar las jugadas de moviola. Cuando fuimos a pedir vimos en la carta que la cocina cerraba a medianoche, por lo que lo hicimos la base para nuestras cenas en Bayreuth para las próximas noches. Pero esto ya os lo contaré en las próximas entregas.

Continuará?

De: FROHWAHLT
Fecha: 08/11/2012 16:44:36
Asunto: RE: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
Queridos amigos
Enhorabuena por esta feliz aportación. La gastronomía es una de esas artes que nos acercan a los lugares y, aún en la lejanía, nos recuerdan nuestra estancia ahí.
Voy a hacer mi pequeña aportación- aunque más bien evocativa- pues falto al festival desde 2002 (paternidad de gemelos exige).
Sin entrar en platos (que tan bien habeis descrito que me lleva a sentirme en una mesa francona), quisiera citar un tema anexo, por así decirlo, pero importante en el disfrute gastronómico.
Me refiero a la ambientación de los locales, que nos hace sentir o bien en casa, o bien en un sitio ajeno, frío en el mejor de los casos.
Para un wagneriano, qué mejor que sentirse en Bayreuth como en tu propio santuario. En éste sentido, era memorable la decoración del Holländer Stube que cita mi amigo Assur. Paredes recubiertas de madera con fotos de cantantes, de grandes que nos han acompañado tantos años en nuestros teatros o a través de la radio: Peter Hofmann, Siegfried Jerusalem, Waltraud Meier, Bernd Weikl...
Allí me pidieron si podia ceder la mesa que ocupaba con mi acompañante para un sr inglés que venía con cuatro personas. Lo hice gustosamente y vino a agradecermelo personalmente el tal caballero, que no era otro que John Tomlinson- Wotan solamente hacía dos horas- y que recibió una estruendosa ovación del local.
Quiero citar la Eule- local frecuentado por el propio Wagner y que rebosaba historia por sus cuatro paredes, así mismo llenas de fotos autografiadas de nuestros ídolos canoros. No me pregunteis porqué pero allí un Schnitzel sabe mejor, indudablemente. O la cerveza Maisels bayreuthiana.
En la calle mayor, junto a la Hauptbahnhof recuerdo el Weihstephan stube, un restaurante muy correcto y agradable, cuyas cartas recogían autografos de cantantes y directores de varias generaciones en Bayreuth. Allí acudía puntualmente cada tarde el gran Hans Sotin, con su enorme perro, a disfrutar una gran cerveza sentado en la terraza. Otros cantantes cenaban tambien tras las funciones, entre los cuchicheos admirativos de la parroquia.Recuerdo a Ekkehard Wlashiha y Poul Elming.
Recuerdo también el Kropf, en los aledaños del Festspielhaus, ahora inmortalizado por los recuerdos del libro del gran Angel Fernado Mayo, y que era un local muy familiar y cercano, donde tu vecino, alemán, australiano o español, era, sin necesidad de explicarse, un hermano en la fe wagneriana.
En fin, los sitios, como la comida que en ellos se sirve, nos hacen integrarnos en ese ambiente tan especial, y hoy, en la lejania, soñar con él.



De: bulju
Fecha: 25/11/2012 23:59:17
Asunto: RE: BAYREUTH. EXPERIENCIA GASTRONÓMICA
Así es FROHWAHLT, cuando viajo, tanto en España como en el extranjero, a mi me gusta sumergirme totalmente en su cultura y en su forma de vida (horarios, tradiciones, gastronomía, hacer incluso el ridículo algún rato con el idioma, etc?). Agradecer también tu aportación y anécdotas aunque incrementen mi pena de que la Taberna del Holandés se haya convertido en una casa particular con las excelentes referencias que estáis dando. En cuanto a personajes ?Bayreuthianos?, nosotros no pasamos de encontrarnos un par de días a los cantantes de las diferentes representaciones (Youn, Mayer, etc..) firmando autógrafos en el exterior de la librería Hagen. La anécdota que me encontré en este sentido fue que un día estaba firmando autógrafos Nelsons i nos acercamos para verle y tomarle unas fotos. En ese mismo instante llegó un matrimonio inglés de sesenta para arriba y cuando los vio Nelsons expresó una sorpresa enorme ya que entendí por lo que hablaban que eran unos parroquianos habituales en sus conciertos con la Sinfónica de Birmingham. Entre las fotos que tome "al vuelo" hay una con Nelsons con la boca abierta de la sorpresa y la señora señalándole, lástima que no la pueda colgar aquí.

Continuando con el relato el cuarto día nos lo tomamos con más tranquilidad y decidimos ir a pasar la mañana por Bayreuth: mis compañeros de anticuarios y yo me fui al Hofgarten a leer y a escuchar música tranquilamente sentado en un banco. Allí, cuando escuchando ?Sketches of Spain? de Miles Davis me empezaron a bailar los pies de forma espontánea se me quitó un cierto sentimiento de culpa por mi insensibilidad ante la representación de Lohengrin del día anterior, ya que aún pensaba que el problema ?era yo?. Cuando mis compañeros terminaron me hicieron una perdida y me dirigí a la callejuela que hay entre Wahnfried y la casa de Liszt para encontrarlos. Tiramos por Richard-Wagnerstrasse en dirección hacia el centro y en la parte izquierda vimos un local llamado Braustuben Schinner muy bien decorado y con pinta de servir comida tradicional del terreno por lo que decidimos entrar allí a comer. Como lucía un sol radiante, aunque con cierto vientecillo, pedimos una mesa en el biergarten. Es curioso el gran número de espacios diferentes que los alemanes agrupan bajo este concepto. Al final siempre es una zona que tenían habilitada con mesas al aire libre, ya sea un patio, una terraza, un patio de luces? En este caso era una terraza ubicada sobre una estructura de madera elevada a un metro de la calzada y situada en una callejuela que partía de Richard-Wagnerstrasse para dar un patio/plaza interior donde había una pequeña fábrica de cerveza artesana gestionada por la gente del restaurante (o al revés). Como me pilló con hambre decidí debutar con el Sauerbraten mientras mis compañeros se pidieron el Schnitzel uno tipo Cordon Bleu con jamón y queso y otro Wienner Art (al estilo vienés), es decir, carne de cerdo empanada pura y dura. Para beber pedimos la que resultó excelente cerveza de la casa cada uno en una modalidad diferente. El Sauerbraten lo sirvieron con un Kartoffelklöße, Sauerkarut y la tradicional salsa por encima. Tengo que decir que estaba excelente, además debo destacar la calidad de la materia prima, sobre todo la de la carne. Me vino a la cabeza el sabor del morcillo que ponen en mi casa para l?Olla (cocido valenciano) o la ternera del cocido que comí en Astigarraga con pimientos fritos en un caserío en medio del monte después de unas sopas de pan con el caldo del mismo cocido. Pues bueno, eso con un servicio excelente, por ejemplo la camarera vio que haría falta más salsa para acompañar y me sacó una salsera llena. Los compañeros se zamparon los Schnitzel a gusto sin rechistar pero creo que el filete empanado frito era un plato que no podía llegar al nivel de excelencia culinaria que era capaz de dar el establecimiento. De postre pedimos algo que ponía Apfel, que deducimos que era algo de manzana, y resultaron ser dos aros de manzana de dos dedos de gordo rebozados con pasta de buñuelos espolvoreados con azúcar. Traía de acompañamiento nata montada (nada que ver con la que comemos aquí) y una bola de helado de vainilla. Brutal, el mejor postre/dulce/pastel que comí en mi estancia en Alemania. Todo esto, con el café incluido y un schnap de cerveza casero, por los habituales 15-18 ? que solíamos pagar en cada comida. En mi opinión un local de obligada visita tanto cervecera como culinaria si se visita Bayreuth.

Schinner Braustuben
Richard Wagner Str. 38
Bayreuth
http://www.buergerbraeu-schinner.de/

Después del copioso almuerzo y una visita rápida a la anticuaria Hanny Kopetz, que mis colegas ya habían visitado por la mañana y donde yo aproveche para compra unos souvenirs, Ignacio y yo decidimos dedicar la tarde a la siesta y al paseo mientras César estaba disfrutando, al menos en lo musical, del Tannhauser de Thielemann, o del biogás , como prefiráis.
Ya otra vez en Bayreuth, esperando a que terminara la representación y para recoger a César en el Festpielhaus, decidimos ir a tomar unas cervezas en el Biergarten Herzog-Keller. Nos habíamos fijado en este local cuando entrábamos a Bayreuth por Hindenburgstraße, ya que está situtado al lado de las grandes fabricas del Aktien y Maisel. Es un local muy grande, se encuentra en un terreno elevado tras un muro de mampostería y se accede por unas escaleras desde el parking que es el mismo de la fábrica de Maisel. Es un local con una gran terraza al aire libre (Biergarten) con árboles y un edificio interior muy grande donde hay incluso un escenario donde deben de realizar actuaciones de música en directo en épocas de frio. Bueno, pues aprovechando que estábamos por allí para ver si podríamos después cenar nos tomamos unas cervezas Aktien (cuando vi este nombre me vino a la cabeza el gran cantante de ska Laurel Aitken por la similitud en el nombre pero se ve que no tienen nada que ver) sin filtrar mientras observábamos las peripecias de un grupo de japoneses que comían codillo y salchichas y escuchaban a como tocaba la acordeón un señor vestido con el traje típico francón. Hacia las diez de la noche fuimos a recoger a César con la intención de volver al Herzog-Keller a comer codillo ya que aún habíamos probado en nuestra estanacia alemana, pero cuando llegamos allí pasadas las diez y media no quedaba ni codillo ni la mitad de los platos por lo que decidimos irnos al centro a buscar otro sitio.

Hezog-Keller Biergarten
Hindenburgstraße 9 Bayreuth
http://www.bayreuther-bierbrauerei.de/gastronomie/home_58.html

Aparcamos otra vez delante del Ayuntamiento nuevo y decidimos ir a cenar al Engin?s Ponte donde ya habíamos tomado unas cervezas después de la representación del día anterior. Este es un local moderno con cocina diría yo ?moderna a la alemana?, me explico: combinan un poco las salchichas y el ?fast food? alemán con platos de pasta italiana y ensaladas. Ignacio se pidió unos spaggetti con aglio e peperoncino y César y yo decidimos probar con las Currywurst. Los spaghetti estaban correctos si más y los currywurst, pues lo mismo: unas salchichas con patatas fritas y kétchup. Después leí la historia de la receta en Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Currywurst) y vi que tampoco se podía esperar nada más de la misma. El precio correcto. Bueno lo dicho, encontré el Engin?s Ponte como un establecimiento acogedor con una terraza limpia y bonita a la orilla del canal que cruza Bayreuth y al lado del teatro dela ópera con una cocina sin alardes pero correcta y que está abierta hasta las 0:00h.
Engin?s Ponte
Opernstraße 24-26. Bayreuth
http://www.cafeponte.de/

Continuará?