Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
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Wagner en Barcelona
De: Becquer
Fecha: 05/09/2012 0:24:04
Asunto: Wagner en Barcelona
Acabo de escuchar en el Liceo la versión concierto que de El holandés errante han interpretado la orquesta y coro del Festival de Bayreuth dirigidos por Sebastian Weigle con practicamente el mismo elenco que en esta edición del Festival. Me gustaría dejaros mis impresiones de las tres óperas que se van a interpretar, y si algún forero está por el Liceo estos días, animar a comentar o a encontrarnos en los descansos.

La dirección de Sebastian Weigle es bastante notable. Se nota que conoce la partitura y, lo más importante en este caso, sabe manejar la acústica de la sala, algo que no podemos dejar de lado si tenemos en cuenta que la orquesta toca siempre en un teatro con unas condiciones muy concretas de acústica y de disposición de las distintas secciones de la orquesta. La obra la ha dirigido en el Festival Christian Thielemann, por lo que Weigle no ha tenido mucho tiempo para sentar sus propios criterios. El empaste de las secciones y las dinámicas recuerdan bastante a Thielemann, si bien se nota que no es Thielemann. La transparencia es menor y la sonoridad que le dota a la partitura es también diferente: Thielemann parece tener un concepto más beethoveniano en esta obra (que yo creo que es la que más semejanzas puede guardar con Beethoven), mientras que Weigle emplea la sonoridad estándar a la que estamos acostumbrados en Wagner: metal potente, madera brillante y cuerda briosa.

Weigle creciente a lo largo de la obra. En general el primer acto ha estado correcto sin más, con algunos momentos notables. La obertura más que solvente, pero después de haber escuchado a Thielemann por la radio, la diferencia se nota. A partir del coro de las hilanderas la cosa ha levantado el vuelo, el dúo muy bien, y sobre todo un tercer acto intenso, si bien para mi gusto algo rápido. La duración prácticamente similar a la de Thielemann, pero me parece que en el primer y segundo acto ha emplado tempi algo más lentos, aligerando notablemente en el tercero.

Los cantantes, los mismos qu se han podido escuchar en Bayreuth, a excepción de Adrianne Pieczonka como Senta, aquí Ricarda Merbeth. Muy homogéneos, en conjunto muy notables para lo que se puede encontrar actualmente y que han sabido no sólo cantar sino interpretar convincentemente.

Samuel Youn como Holandés tiene una voz de volumen adecuado (sin ser especialmente grande), el timbre es bello y suena firme pese a haber debutado el papel en mayo. El registro grave suena un poco engolado, ya en la retransmisión por radio se apreciaba en el aria del Holandés un cambio de color del registro grave al medio. Ahora ya no es tan perceptible, lo que es una mejoría. El agudo es potente y no flaquea. A destacar el dúo del segundo acto y su intervención final en el tercero.

El cambio de cantante en el papel de Senta despertaba mi curiosidad. Adrianne Pieczonka es una soprano de medios líricos, y a la voz le faltaba algo de peso. Claro que la voz es bella, canta, llega al registro agudo dignamente sin gritar, y hoy ya es decir mucho. De Ricarda Merbeth puede decirse algo parecido: es también una soprano lírica, pero la voz es algo más ancha, le imprime más dramatismo y llega al registro agudo sin problemas. Puede que haya calado un poco en la última intervención, pero no ha desmercido su actuación. La única crítica es que en el registro agudo la voz se abre en un peculiar vibrato no molesto, pero a mí personalmente me gustan las voces que clavan la nota sin él. En la balada sonaba más segura que Pieczonka por radio, si bien puede deberse a que al ser versión concierto no tiene que estar haciendo malabarismos mientras canta.

Franz Josef Selig como Daland es un verdadero bajo profundo, el timbre es bello y sabe frasear de forma elegante. El único pero que le pongo es que la voz resulta tremolante en el registro agudo, más que Merbeth, y en este caso a mí me resulta molesto, porque interfiere en algún momento en la afinación.

El Timonel de Benjamin Bruns impecable. Muy bien Christa Mayer como Mary, papel breve. Michael König como Erik me ha gustado más en directo que en la retransmisión por radio desde Bayreuth. El timbre no me termina de convencer, al resultar especialmente incisivo, pero sabe matizar el personaje adecuadamente en el dúo con Senta. En la Cavatina correcto, con algún agudo un poco calante.

Público muy agradecido, con grandes bravos a una interpretación que para mí ha sido especialmente buena, no sólo por la orquesta y el coro, sino también por un equipo vocal más que solvente.

De: LLorenç Casanova
Fecha: 05/09/2012 9:02:25
Asunto: RE: Wagner en Barcelona
Estuve ayer en el Liceu con la representación de Holländer hoy estaré con
Lohengrin y mañana con Tristan. Tengo localidad en el tercer piso Bloc 307, fila 3 nº6. En conjunto fué una velada espléndida.
De todas formas la sonoridad de la orquesta es muy diferente a la que tiene en el Festspielhaus de Bayreuth, la sonoridad nace i es envolvente, ocupa tado el espacio, en el Liceu el sonido nace en un espacio determinado i en algunos momento la orquesta tapa a los cantantes, cosa que no ocurre en Bayreuth.
Espero verte hoy con Lohengrin

LLorenç Casanova

De: Becquer
Fecha: 05/09/2012 10:46:52
Asunto: RE: Wagner en Barcelona
Aprovecharé para saludarte en el primer descanso.

De: Le Gouverneur
Fecha: 05/09/2012 17:51:07
Asunto: RE: Wagner en Barcelona
Hola, yo estuve en las dos funciones del fin de semana y vuelvo mañana para el Tristan si el trabajo me lo permite que está por ver. Tengo entrada de 5º piso.

Estaba preocupado por si lo que me iba a encontrar era un bolo descafeinado, típico de orquesta de nivel de vacaciones con los músicos poniéndose morados de sangría, algo parecido con la Filarmónica de Berlín había vivido. No ha sido el caso y el nivel de orquesta y coro ha sido de excelencia.

Lo que más me interesaba era estudiar el sonido de esta orquesta fuera del teatro de Bayreuth. El teatro del festival wagneriano, como todo el mundo sabe, tiene una acústica única y muy peculiar, que no juega en todos los sentidos a favor. El Parsifal es absolutamente imprescindible en Bayreuth, es la obra de Wagner que fue compuesta ya conociendo las comentadas peculiaridades acústicas y es realmente en donde todo alcanza la mayor justificación. Se me hace muy difícil escuchar el Parsifal en directo fuera de Bayreuth, incluso en los mejores teatros con las mejores orquestas. Por eso siempre digo que la experiencia Bayreuth no se completa si no se escucha allí un Parsifal, aunque con un anillo ya se obtienen réditos importantes.

En cuestiones acústicas las óperas románticas no sacan tanto partido a la peculiar disposición de la orquesta en Bayreuth. Ese sonido tan tamizado a veces juega en contra. En Barcelona he encontrado como factor positivo escuchar algunos momentos a la orquesta con toda libertad, provocando sonidos plenos brillantes y suntuosos, aunque sigue siendo la acústica inferior a la colina sagrada por cuestiones de balance.

En primer lugar las voces salen muy perjudicadas. Algunos cantantes que se escuchan sin problema en Bayreuth a veces quedaban empequeñecidos con la masa orquestal situada en el propio escenario. Cuando el acompañamiento era solo de cuerdas, en varios momentos se hizo el esfuerzo de tocar en pianísimo, logrando unos adecuados balances, y subrayando los acentos con fuerza entre las frases de los cantantes, logrando momentos conmovedores por la exultante dinámica. Como por ejemplo en la primera intervención de Telramund. Pero claro, cuando van interviniendo todas las secciones, el balance general se complica, para acabar por fastidiar la cosa cuando los metales atacan en forte llevándose a todo por delante. Eso es lo que es grandioso en Bayreuth, ese balance maravilloso que permite a estos excelentes grupos de metales, (alguna trompa hizo en alguna intervención solista diminuendos perfectos) atacar con toda la fuerza dramática que requieren los pasajes más brillantes, al mismo tiempo que escuchamos la cuerda como si solo estuvieran tocando ellos, con una transparencia ejemplar, logrando balances únicos. Aquí por poner un ejemplo en el final del Holandés desapareción en gran medida y pasó lo mismo en otros momentos en Lohengrin.

De todas maneras, esas sonoridades rotundas y brillantes producen una gran emocion a pesar de que les falta ese perfecto equilibrio, y esos momentos brillantes en Bayreuth se echan de menos porque es difícil conmover en la dinámica. Por eso también hay tanta diferencia en Bayreuth entre escuchar a un director que tiene dominada la orquesta, de otro que no la tiene, porque el efecto conmovedor del fortísismo se logra no por llegar a los decibelios más altos, sino por cómo se llega al climax, en una adeucada preparación en la progresión de la dinámica.

Disfruté bastante en el Holandés y salí emocionado del teatro en el Lohengrin. Tengo que reconocer que me gusta mucho más el Lohengrin que el Holandés, que considero una ópera genial pero claramente inferior a las grandes obras maestras wagnerianas, como son todas las que vinieron después.

El reparto del Holandés fue más homogéneo pero sin llegar nadie a destacar de verdad, en cambio en el Lohengrin, junto a un reparto bastante mediocre, tuvimos una gran actuación canora en el protagonista, que cuando salió en el primer acto a cantar elevó la temperatura de la función, terminado un primer acto excepcional que hizo que salieran a saludar en el intermedio tres veces.

Klaus Florian Vogt canta el Lohengrin de una manera sublime. La voz es más ancha que hace siete años cuando le escuché el primer Lohengrin, en cambio los agudos, los La3, que son numerosos en esta partitura, son ahora más abiertos y menos bellos, más musculares y forzados. Nunca ha sido un tenor que dominara el pasaje, pero en los primeros años, por facultades, lograba unos buenos agudos, ahora son canónicamente más imperfectos. Pero lo importante en su interpretación se mantiene, su singularidad tímbrica y su canto evocador y poético.

Este tenor es un caso único en la lírica porque su peculiar timbre, casi sin precedentes, no encaja en algunos aficionados y crea discusiones irresolubres, pero realmente si estudiamos la génesis del personaje, el timbre entronca con el sonido angelical que suena en el preludio y es una bellísima forma de encarnar a un miembro de la Caballería Celeste, guardián de esa cuestión inefable que es el Santo Grial. Cuando salgo a los intermedios y por los pasillos oigo expresiones como," coño, yo quiero un Lohengrin con pelo en pecho", me pregunto si un tenor con "pelo en pecho" se sentiría cómodo en una barca arrastrada por un cisne. Impresionante la dicción, la línea, la armonía con la orquesta y la profundidad que adquiere al pronunciar algunos términos como "Taube", con todo el respeto y delicadeza que requieren, e insunuando una messa voce, una cuestión técnica bastante compleja en ese momento.

No todo es perfecto, y sería muy recomendable un mayor punto de heroismo en el saludo al Rey, algunos momentos del segundo acto, o el final del Racconto, pero su singular interpretación hay que comprarla en un pack. No así en el tercer acto donde da el tono justo, ya que en la partitura se exige dulzura.

Un Lohengrin sin precedentes y que encaja en muchas de las cuestiones que solicitaba Richard Wagner.

Weigle, extraordinario en el primer acto de Lohengrin, correcto en el resto, llevando con competencia la orquesta que viene rodada del festival.

Maravilloso el coro que no defraudó. El director tocó el órgano en Lohengrin.

Funciones muy recomendables para todos, excepto para los asiduos al Liceu por aquello de las comparaciones.

Un abrazo


De: assur
Fecha: 05/09/2012 21:15:41
Asunto: RE: Wagner en Barcelona
No puedo comentar la función, ya que yo no asistí.Yo a Lohengrin le pido un punto de heroísmo vocal (no hay que olvidar que es un guerrero), que no encuentro en Vogt. No obstante, reconozco todos sus méritos que usted tan lúcidamente ha expuesto y su carácter de caso único. No hay que olvidar qu la vocalidad de Lohengrin está muy influenciada por el belcantismo.

Si me permite, sí que ha habido algún Lohengrin de "pelo en pecho", el inmenso Lauritz Melchor, casi más barítono transplantado que tenor, que con todo, le reconozco que tampoco es mi Lohengrin ideal.

Me alegra mucho que disfrutase las funciones.

Un saludo.

De: Le Gouverneur
Fecha: 06/09/2012 0:05:10
Asunto: RE: Wagner en Barcelona
Melchior es uno de los mejores cantantes de la historia. Todo el Wagner que cantó es excelente, excepto los maestros donde tenía dificultades con la partitura. Quizás el Lohengrin tampoco sea su mejor papel wagneriano pero en todo caso es excepcional. Daría un brazo por poder escuchar a Melchior en directo.

Vogt no es la tipología ideal para Lohengrin, que con reparos la podíamos situar en un tenor spinto, pero en buen lírico tiene mucho que decir.

Un abrazo

De: Becquer
Fecha: 06/09/2012 10:36:23
Asunto: RE: Wagner en Barcelona
Pues ayer tocó escuchar Lohengrin, y en el primer descanso pude encontrarme con Llorenç Casanova, todo un pozo de experiencia en la ópera, en este caso en Wagner, con quien mantuve una conversación muy agradable.

En este caso la respuesta orquestal y coral fue soberbia, incluso más que en el Holandés. Como bien se ha apuntado, un primer acto magnífico, pero también descartaría lo bien planificado de los clímax en la larga escena de la boda, en general desde la entrada del coro masculino tras el interluido. Muy destacable también el preludio del acto tercero y el interludio. En general hubo bastante más volumen orquestal que en el Holandés, si bien creo que los cantantes aguantaron bien (a mí no m importa que la orquesta tape un poco las voces siempre que éstas se escuchen sin dificultad). Ya en el final, en la increpación de Ortrud, el volumen sí que llegó a tapar a la cantante al principio, luego cuando quedó la cuerda sola se la pudo escuchar, y hasta el final del breve fragmento, la orquesta tuvo un balance adecuado.

Los cantantes, un poco de todo. Desde luego el reparto es menos homogéneo que el Holandés. Como bien dice Le Gouverneur, un excelente Lohengrin de Klaus Florian Vogt, de técnica y expresividad, a quien nunca había escuchado antes en directo. Desde luego ya es conocido que es un cantante peculiar, su timbre es único y a mí personalmente no me disgusta en el repertorio más lírico (Lohengrin, Walther, Erik). Otra cosa es Parsifal, Siegmund, La Canción de la Tierra de Mahler y demás, donde creo que está fuera de contexto. Efectivamente, le falta algo más de heroicidad en el saludo al rey o cuando vence a Telramund, pero en el tercer acto su timbre resulta muy adecuado. En cualquier caso, creo que no hay que rasgarse las vestiduras y hay que ser flexibles de criterio ante ciertos cantantes que, no teniendo la voz idónea para el papel, con buen saber hacer y técnica sacan adelante el papel de forma brillante.

Gratamente sorprendido por el Heraldo de Ralf Lukas, del que me temía lo peor. Y digo gratamente porque que estuviera aceptable para mí era mucho pedir. El papel es importante, y en las retransmisiones desde Bayreuth Lukas mostraba una emisión poco grata y un cierto vibrato que en directo no son tan acusados.

Wilhelm Swhinhammer como Rey Enrique no tenía su día. Se le veía reservón en el volumen, como si no estuviera en las mejores condiciones vocales en la jornada de ayer. Afortunadamente no repercutió ni en afinación ni en colocación de la voz, por lo que la cosa quedó en una interpretación solvente pero con falta de volumen y grandeza a la voz. No obstante, fue de menos a más.

La Elsa de Annete Dash me gustó por timbre y expresividad, frasea muy bien, pero la voz es pequeña y se fatiga facilmente (en las retransmisiones desde Bayreuth lo hemos escuchado), lo que se notó al final del segundo acto, aunque en el tercero parece que remontó.

La pareja de malos, Telramund y Ortrud interactuaban muy bien en el aspecto vocal por tener ambos voces oscuras: Thomas J. Mayer es un bajo-barítono, mientras que Susan Maclean es una auténtica mezzo. A él le va bien el papel, únicamente un poco justo en la zona alta, y sería deseable un poco más de delicadeza en lo que canta, sobre todo en el acto primero. En el acto segundo me gustó bastante. A Susan Maclean no la había escuchado tampoco en directo nunca, y me gustó por la belleza de su timbre y la expresividad. Bien es cierto que pasa apuros en la zona alta, pero esto sólo fue un verdadero problema en su intervención final, ya que en la invocación a los dioses paganos sorteó los agudos deprisa y corriendo, pero mejor así que gritarlos sin ningún tipo de control.

Muy bien los caballeros, que sonaron compactados.

De: Le Gouverneur
Fecha: 07/09/2012 9:49:05
Asunto: RE: Wagner en Barcelona
No me ha gustado mucho este Tristan. Peter Schneider es un director al que le tengo manía. Rutinario, nunca me ha transmitido nada. Ayer no hizo nada para ajustar la salida del foso de Bayreuth al escenario y el desaguisado del balance fue de tomo y lomo, tanto de la propia orquesta como en el trato a los cantantes.

Robert Dean Smith no puede cantar Tristan. Mucho se ha hablado del timbre de otro tenor en estos días cuando el que realmente tiene problemas y está fuera de rol es Dean Smith con Tristan. Una lucha permanente para hacerse oir de un cantante que no tiene ni el tamaño ni el brillo para poder afrontar este papel. Le falta metal por todos lados. Ya en Bayreuth tiene problemas, aquí fue literalmente sepultado.

Iréne Theorin no es una soprano que me convenza demasiado, aunque en este caso sí hay voz para Isolda e incluso Brünnhilde. Se maneja bien en centro y primer agudo, en los graves flaquea y las notas más altas las chilla, al menos en la función de ayer, me queda la duda de escucharle con un director más apañado que le ayude, porque la primera vez que le escuché fue como Helmwige, la que tiene que llegar con facilidad al Do5 y cumplía sobradamente, aunque cantar Isolde es otra cosa. Luego la voz es un poco fea y vibrada en exceso y en temas expresivos tampoco destaca especialmente.

Estuvo bien Franz-Josef Selig como Rey Marke, en sustitución de Robert Holl.

Al final muy interesante estas funciones, aunque algo desiguales, me quedo claramente con el resultado final del Lohengrin, con esa segunda mitad del primer acto para enmarcar, con unos momentos corales para el recuerdo y un gran protagonista.

Un abrazo

De: Becquer
Fecha: 08/09/2012 3:33:36
Asunto: RE: Wagner en Barcelona
Pues después de dos jornadas muy equilibradas, con Tristán vinieron los problemas de balance en la sala. Peter Schneider, que ya por radio sonaba como una marea sobre los cantantes, aunque sin taparlos, comenzó contundente en el primer acto si bien sin repercutir en éstos, para dirigir un segundo acto con exceso de decibelios. He de reconocer que siempre me ha gustado la presencia orquestal importante, donde se pueda escuchar todo, donde cantante y orquesta compartan protagonismo, pero es excesivo cuando al pobre Robert Dean Smith no se le escuchaba a lo largo del dúo o bien había que hacer esfuerzos por escucharle. En el tercer acto la cosa se equilibró un poco, si bien en el clímax del monólogo de Tristan volvió a haber exceso de volumen (quizá no tan descarado como en el segundo acto).

Desconozco el porqué de esta situación. A Peter Schneider se le veía mayor, dirigiendo la obra sentado. O bien Schneider no recordaba la acústica del Liceo (ha dirigido en varias ocasiones allí a lo largo de muchos años), o bien no quería ponerse a estudiar un balance adecuado para una única representación. No me disgustó la dirección en conjunto, tiene momentos realmente exhuberantes. La orquesta no narra una pasión encendida, narra una pasión enfermiza, cansada, y a mí no me disgusta esa concepción. En cualquier caso, hemos bajado un peldaño respecto a Lohengrin.

En cuanto a los cantantes, a destacar un excelente Franz-Josef Selig como Rey Marque. Desconozco cual es la extensión de la tesitura en este papel y en el de Daland, pero tengo la impresión de que el Rey Marque exige un verdadero bajo profundo y en contrapartida es menos comprometido en el registro agudo, que es donde Selig tuvo problemas como Daland. Exhibió una voz cavernosa, bellamente timbrada, que resonaba por la sala (a su potencia se une un acompañamiento orquestal con escaso número de instrumentos). Su fraseo es bello, siente el texto sin caer en el histrionismo. De lejos lo mejor de la representación.

A la zaga le va la Brangäne de Michelle Breedt, con un registro medio muy atractivo y una interpretación muy teatral en el primer acto y de fraseo exquisito en el segundo en sus llamadas (con exceso de volumen orquestal pese a lo cual se la podía escuchar).

Robert Dean Smith ya sabemos que su volumen es escaso para Tristán. En mi opinión no quiso forzar y optó por seguir con su volumen habitual, supongo que por riesgo a no llegar al tercer acto. Iréne Theorin me sorprendió gratamente en relación a lo escuchado por radio. Es una voz con cierto atractivo en el registro medio y agudo, que alcanza con facilidad. El registro grave es gutural y muy escaso, y en el piano se nota un cierto vibrato que a mí no me resultó molesto. El problema es que es algo monocromática, abusando del mezzoforte y del forte, lo que le va bien en la narración a Brangäne en el primer acto y en el dúo con Tristán hasta la Liebesnächt. Correcta sin más en el Liebestod, probablemente estas carencias técnicas la impiden desarrollar mayor expresividad en un momento donde el regulador es clave.

La voz de Jukka Rasilainen no es agradable, roqueña y tosca, da las notas pero le falta suavidad. Su Kurwenal es basto, propio de un escudero bárbaro que puede dar cierto juego en la contestación a Brangäne en el primer acto pero que se le echa en falta algo más de poesía en sus explicaciones a Tristán de dónde está al comienzo del tercer acto.

Los papeles menores, servidos por Ralf Lukas (Melot), Clemens Bieber (Joven marinero), Arnold Bezuyen (Pastor) y Martin Snell (Timonel), solventes. Arnold Bezuyen me sonó desgastado, supongo que el paso de los años afecta.

De las tres funciones destaco algo diferente de cada una: del Holandés los cantantes, de Lohengrin el resultado general y de Tristán la orquesta. El coro y la orquesta, de antología en las tres funciones, si bien ésta última se lució de forma un poco egocéntrica por orden y obra de Schneider, en el Tristán.

De: Samuelisch
Fecha: 10/09/2012 2:58:56
Asunto: RE: Wagner en Barcelona
Hola.

A Merbeth la he oído en directo y la voz me pareció fantástica de verdad; pero ese sonido, que los cursis llaman "en redondito", me crispa. Técnicamente es de una insuficiencia tal que no solo repercute en la planificación, sino en la capacidad para frasear lógicamente, y a veces simplemente para frasear. A Theorin no la he oído en directo, ni quiero. Para escuchar barbaridades prefiero ponerme algunos de los "Ars canendi" que tengo grabados para solaz de generaciones de estudiantes, o algún disco de sopranos francesas de mediados del siglo XX: me sale barato y me río más.

Por cierto, admirados cronistas: ¿han leído ustedes muchas reseñas a conciertos o discos de Rostropóvich en los que el comentarista hablara exclusivamente de su instrumento? ¿No? Lo digo porque a lo mejor también se puede escribir de lo que se hace con el instrumento, y no solo de cómo es (agudos, centro, graves) en determinadas circunstancias (actos, papeles, baladas). Y ya saben ustedes que lo que "musicalmente" se oye no es el instrumento (un Stradivarius puede tocarse fatal y eso no es música, por muy bueno que sea el Stradivarius), sino lo que se hace con él. En cualquier caso, esto es un foro y ustedes no cobran por escribir; por tanto, se agradecen todas las contribuciones, aunque sean estrictamente descriptivas (periodísticas) y no incluyan análisis vocal.

Disfruten por lo demás y cordiales saludos.