Acabo de leer que ha fallecido el director británico Colin Davis, nacido en 1927 y sin duda uno de los grandes del s. XX, destacando sus interpretaciones de Mozart (la mayoría de ellas incluidas en la integral de Philips, hoy clásica) y de Berlioz (grabó sus óperas completas). Por lo que se refiere a Wagner, repertorio del que nunca fue especialista, destaca su Tannhäuser grabado en Bayreuth en 1978 (sólo dirigió esta obra allí y en dos ocasiones, en 1977 y 1978). Junto con un elenco de cantantes que para mí lo hacen el mejor registro en DVD (Spass Wankoff, Gwyneth Jones, Bernd Weikl, Hans Sotin) y una producción polémica en su día de Götz Friedrich y hoy convertida en clásico (que enseña cómo innovar sin cargarse el argumento de la obra), Davis nos proporciona una batuta atenta y equilibrada que, sin personalismos, ahí estaba como cimiento de la obra. Un poco como lo que relatan las crónicas acerca de su personalidad: humilde, sencillo, pero muy comprometido con su trabajo.
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