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El anillo de después de la segunda guerra mundial |
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¡Vaya por Dios! El director de escena de Bayreuth nos va a poner en escena un Anillo ambientado en el final de la Segunda Guerra Mundial ¿Hitler será Hägen? ¿Sigfrido el mariscal Montgomery? ¡Ya está bien de paparruchas y papanatismo. Ya está bien de jugar con la obra de un genio y menos en el bicentenario de su nacimiento ; mientras "la Catalina" hace sus engendros, el festival languidece. MI ilusión era asistir al Anillo del Bicentenario pero ante lo que nos espera renuncio a ello. Primero porque no tengo dinero y si lo tuviera me iría a un teatro donde se siguiera escrupulosamente a Wagner. ¿quieren acabar con Bayreuth? Tal me lo parece. |
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Yo entiendo la dirección de bayreuth, y lo apoyo, y no me gustan muchas producciones modernas, pero Bayreuth, a diferencia de cualquier otro teatro de ópera, solo toca Wagner, los otros teatros podrian hacer todas sus producciones tradicionales, porque tocan todo tipo de óperas,¿ se imagina Bayreuth siempre con producciones tradicionales solo de Wagner?, quebraria en poco tiempo, no tiene solución, Bayreuth debe cambiar siempre sus puestas en escena,repito, solo toca pocas óperas,esta en desventaja con cualquier otro teatro de ópera, no se si me explico bien.Saludos |
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Sí, lo que pasa es que este tipo de producciones "modernas" han devenido ya tradicionales. A mí todas me parecen, en mayor o menor medida, sucedáneos de la de Chéreau (Kupfer, Flimm, Dorst, y Lehnhoff, fuera de Bayreuth, en referencia al Anillo). Por cierto que Chéreau está triunfando con una producción de Elektra en Aix-en- Provence. Tal es así que, al final, para provocar escándalos (quién se escandaliza a estas alturas?), alguien montará una producción de corte tradicional, a lo Mestres Cabanes... En todo caso, habrá que esperar a vr de qué se trata exactamente la producción de Castorf. Saludos. |
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Yo no creo que Bayreuth vaya a la ruina artística con este tipo de producciones, aunque reconozco que el "haced algo nuevo" de Wagner se está llevando al extremo. Desde luego, Bayreuth ha sido innovador y ha marcado cierta tendencia en las últimas décadas en todo lo que se ha ido haciendo y, en otros casos, tomado cosas de otros teatros y llevándolo a Bayreuth. Chéreau marcó un hito con su puesta en escena (aclamada en 1980 dicen las crónicas, no nos olvidemos), mientras que Peter Hall con su "Anillo británico", sólo consiguió un déficit enorme por una puesta en escena naturalista que, sumado a las broncas entre Solti y la Orquesta y la espantada de Reiner Goldberg, provocó que la producción durara cuatro años y que cayera en el olvido. En cambio, la tónica general ha sido que producciones polémicas en el primer año se hayan acabado consagrando y convirtiendo en "clásicos": Anillo y Holandés de Kupfer, Tristan de Müller... El problema es que estamos en un cierto estancamiento en lo que se refiere a puestas en escena transgresoras, si exceptuamos el Parsifal de Herheim. El Anillo de Jürgem Flinn es un refrito de los de Chéreau y Kupfer, y yo tengo miedo que el que se estrena de Franck Carstorf, sea parecido. Otro tanto se podría decir del Holandés de Kupfer, que inspiró claramente la producción de Claus Guth para Bayreuth e incluso, en planteamiento, la vigente de Gloger (Senta como una loca). No obstante, parte de culpa de esto la tiene la crítica. Si uno busca en las webs de los respectivos periódicos de finales de los noventa, puede leer cómo se califican a los montajes de Wolfgang Wagner de Maestros y Parsifal como de "rancios", "caducos", "pasados de moda", hablándose en algún punto de crisis escénica. Otro tanto se dijo cuando se estrenó la producción de Tannhäuser de Philippe Arlaud en 2002 (que por las imágenes a mi me ha parecido siempre bellísima y me gustaría que saliera en DVD). En definitiva, el crítico no sabe lo que quiere. Desde luego, esto tiene que desembocar en algo, todavía no muy definido, pero que en esta década supongo que veremos. Quizás un regreso al minimalismo, dados los tiempos de crisis. |
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Las puestas en escena del Bayreuth reciente (y no tan reciente) son una mierda de aúpa. Sin embargo, a mí lo que me preocupa es que, centrados como están en reinventarse constantemente, en ser hiper-modernos, en dar de comer a varios cretinos, como este Castorf de ahora, que dejan su caquita y se van, los mejores cantantes y las mejores batutas no pisan Bayreuth, salvo excepciones. Barenboim fue un puntal de 1981 a 1999. Luego vino Thielemann. ¿Y el resto? Relleno. ¿Y cantantes? Se ve mejor Wagner en el MET o en el Covent Garden que en Bayreuth. Pero la fórmula parece que funciona: sigue habiento tortas para ir. Yo veo fotos de las producciones recientes y me dan ganas de vomitar. Escuché por radio el Holandés de Thielemann, y orquestalmente me pareció soberbio. Un amigo que lo ha visto en Bayreuth me insiste en que tengo que orir eso allí, pero, la verdad, esa escena y ese Holandés de la Srta. Pepis me echan para atrás. |
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"Yo entiendo la dirección de bayreuth, y lo apoyo, y no me gustan muchas producciones modernas, pero Bayreuth, a diferencia de cualquier otro teatro de ópera, solo toca Wagner, los otros teatros podrian hacer todas sus producciones tradicionales, porque tocan todo tipo de óperas,¿ se imagina Bayreuth siempre con producciones tradicionales solo de Wagner?, quebraria en poco tiempo, no tiene solución, Bayreuth debe cambiar siempre sus puestas en escena,repito, solo toca pocas óperas,esta en desventaja con cualquier otro teatro de ópera, no se si me explico bien.Saludos" ¿No es siempre la misma música? (de momento, toquemos madera) ¿No es siempre el mismo texto? (de momento, toquemos madera) ¿Me puede alguien explicar por qué asumimos que no nos va a cansar oír siempre la misma música y el mismo texto cantado y nos tiene que cansar ver una producción respetuosa? Esto JAMÁS lo podré entender. ültimamente el Regietheater se complace en presentarnos en escena una acción que nada tiene que ver con la ópera representada. Las famosas dramaturgias paralelas que casi siempre son perpendiculares a la obra. Hace poco vi en Dresde un Holandés ¡feminista! El equipo responsable de la producción eran todo mujeres, y convierten a Senta en una mujer que debe superar sus traumas por una violación en la infancia. No estaba claro que pintaba allí el pobre Holandés, un tipo que entra por una ventana. Al final de la obra, Senta se pone la gabardina (¡cómo no!), toma la maleta y abandona el pueblo para siempre. Para colmo, después de la Obertura, parón de la música durante 5 eternos minutos para asistir a una representación teatral absurda que nada tenía que ver con El holandés errante. La muerte de la ópera viene por aquí, por la imbecilidad manifiesta de los genios de la escena y por la permisividad de cantantes, directores y gerentes de teatro hacia esta manipulación idiota, esta malversación "intelectual". El juego (dado que los mimbres musicales no dan para más) parece ser interpretar lo que uno está viendo. Absurdo. |
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Discrepo en eso de que salvo Barenboim y Thielemann no ha habido buenas batutas wagnerianas en Bayreuth. Al contrario, creo que Bayreuth puede presumir de que en las últimas decadas ha tenido a los mejores directores wagnerianos. Otra cosa es que algunos podían haber dirigido más allí (por ejemplo, Runnicles solo tres años, si bien a mí no me parece más que un director interesante, y no wagneriano, sino un director que dirige Wagner como otras muchas cosas). Yo sólo hecho de menos a Christoph Esembach, que dirigió Parsifal en 2000 y no volvió por discrepancias con la Dirección del Festival. A día de hoy, Bayreuth está a nivel de podio en uno de sus mejores momentos: Thielemann, Gatti, Nelsons, Jordam... un peldaño por debajo, Weigle, hace unos años Marc Albrecht (que creo que está bastante infravalorado)... salvando a Schneider, que aunque es rutinario y monocromático pero ciertamente competente, es un director wagneriano, creo que lo más bajo que ha habido por Bayreuth (y salvando el acercamiento a lo historicista con Thomas Hengelbrock en 2012, que por cierto, por radio no me disgustó pero reconozco que no es muy ortodoxo), ha sido Antonio Pappano (un director que yo no calificaría de wagneriano), así que mire usted que "mal" nivel hay en Bayreuth con las batutas. Si mal nivel es que Zubin Mehta, Lorin Maazel o Franz Welser-Möst no van por allí... pues lo siento, pero que sigan sin ir. Ninguno de los tres ha destacado precisamente por sus interpretaciones de Wagner, y el segundo ya pasó por Bayreuth en los 60 con mera corrección. |
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A mí Gatti me parece un petardo considerable. Es un tipo aburridísimo. Jordan está por hacer. De los recientes no consagrados el más interesante me parece Nelsons. Eschenbach es un director muy sobrevalorado e irregular. Su Parsifal bayreuthiano fue plúmbeo. Hengelbrock es un bluff, un tipo que se ha cambiado al "mainstream" desde el historicismo, donde tampoco destacó gran cosa. Una mediocridad. ¿Y qué me dice de Schneider? Un veterano "routinier" que nada aporta. Hoy por hoy, en el foso de Bayreuth, Thielemann y nadie más. La diferencia de nivel, con los mismos mimbres, es abismal. |
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Bueno, pues dígame quien queda fuera del foso de Bayreuth que supere a estos. Ah, y que dirija Wagner habitualmente. Porque sonar la flauta por causalidad un día no hace a uno director wagneriano. Ahora que lo pienso, Marek Janowski es una asignatura pendiente para Bayreuth, pero tampoco muchos más. Sobre que en el Convent Garden se programa mejor Wagner que en Bayreuth, tengo mis dudas consultando operabase y los diferentes repartos: El Anillo que representaron, que no he escuchado ni en directo ni por radio, pero conociendo al director y a los cantantes se puede hacer uno una idea: director, Antonio Pappano (su Lohengrin en Bayreuth no pasó de convencional y parte de positivo lo tuvo la Orquesta del Festival, porque su Tristán en disco con la Orquesta del Convent Garden es pero que muy flojito musicalmente); principales: Wolfgang Koch (Wotan de Bayreuth este año, a ver qué tal, tengo mis dudas), Gerhard Siegel (Mime con Thielemann), Eric Halfvarson (cantó Hagen en la última edición del Anillo de Thielemann en 2010, y ya estaba muy cascado, dos años después supongo que igual o más deteriorado), Simon O’Neill (pasó como un competente Parsifal por Bayreuth, pero de timbre feo, aquí hace Siegmund), Eva-Maria Westbroeck (Sieglinde, igual que con Thielemann en Bayreuth), John Tomlinson (hace un par de años ya estaba en franco declive), Stefan Vinke (ha cantado en Bayreuth como suplente, se puede leer alguna crítica por internet, no pasó de lo aceptable, aquí hace Siegfried), Susan Bullock (Brünnhilde un tanto chillona, puede comprobarse por youtube). El Convent Garden no programa más Wagner. Bayreuth siete títulos en nueve días. Creo que lo tienen mucho más difícil para encontrar cantantes. Dudo mucho que este Anillo sea, de lejos, como el de Thielemann, no ya por dirección sino por cantantes. Porque lo mejor que tienen son precisamente los cantantes que han cantado sus papeles en Bayreuth, con otros que han cantado en Bayreuth y han pasado como "correctos" y con otros ya en franco declive o de segunda fila. En cuanto al Metropolitan, el Parsifal tiene varios cantantes que han actuado en Bayreuth (y el director es precisamente Gatti). En cuanto al Anillo, que dirige Fabio Luisi (quizás otro director interesante con Wagner, que bien podría ir a Bayreuth, de hecho se le invitó y tuvo que cancelar hace unos años por problemas de espalda), tiene puntos muy interesantes, como Bryan Terfel, Kaufmann, Westbroek, etc... pero también está por ahí el Siegfried de Hunter Morris, que tampoco es para tirar cohetes, así como Lars Clevemann, pobre Tannhäuser hace un par de años en Bayreuth. Deborah Voigt como Brünnhilde, pues ya ha pasado su mejor momento hace unos cuantos años... No digo que sea una tortura escuchar Wagner actualmente, pero no creo que diste mucho de cualquier teatro de primera fila. Le recuerdo que por Berlín se pasean Evelyn Herlitzius, Wolfgang Schmidt y otros inenararrables cantantes. Y el coro de Bayreuth no tiene rival. Quizás el de la Deustche Oper o el de la Staatsoper de Viena pueden acercársele, pero el del MET o el del Convent Garden, ni de lejos. |
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Mire la nómina de directores de Bayreuth 2011. Dejemos a un lado a Thielemann. Tenemos a Peter Tilling, Thomas Hengelbrock, Peter Schneider, Philippe Jordan, Andris Nelsons, Sebastian Weigle y Danielle Gatti. De los dos primeros, mejor no hablar. ¿Schneider? Un veternao "routinier". ¿Weigle? Mucha fama como wagneriano pero, a la hora de la verdad, nada de nada. ¿Gatti? Un tostón que pone cara de estar en trance mientras la orquesta duerme la siesta. ¿Jordan? Muy joven, con posibilidades, pero aunpor hacer. ¿Dirigen habitualmente Wagner Tilling, Hengelbrock, Jordan o Nelsons? COn que lo hagan bien cuando les toca en suerte me conformo. ¿Quién queda fuera? Alguno habrá. Constantin Trinks, por ejemplo, habitual en Dresde, a quien bien un Holandés muy aseado hace poco. Desde luego es mejor que Hengelbrock. Mark Elder; Pappano (otra oportunidad; es un sensacional director de foso); Dudamel (¿por qué no?); Gergiev (ocupado con sus cosas); Asher Fisch; Tugan Sokhiev; Andrew Davis; Osmo Vänskä; Maris Jansons;... Y el último Mehta (a quien seguramente Bayreuth no interesa) es mucho más interesante que algunos de los directores de Bayreuth. Yo vi el Anillo de Thielemann de 2009, y Christian Franz (Siegfried) es de lo peor que he oído en mi vida. Si le añade el Mime de Wolfgang Schmidt, es para echar a correr. En ese Anillo, o en el del año anterior, que también pude ver (el del disco), había dos o tres cantantes muy buenos, cuatro decentes y varios paquetes (el Gunther es pésimo, o el Mime citado). Al menos Jay Hunter-Morris (un tenor de voz pequeña) no grita. Y Voigt no es mucho peor que Linda Watson. Los buenos cantantes, esos que los teatros se rifan, van a Bayreuth una vez, se ponen la medalla y no vuelven. Esos cantan en La Scala, en Viena, en el Met... Una razón es por la peculiar organización del festival, en vacaciones y con dedicación intensiva y exclusiva. Otra que pagan muy poco. |
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Lo qu eme cuenta de la nueva producción de Castorf un amigo que está en los ensayos es para echarse a temblar. Lo de Chéreau-Boulez va a ser una tontería al lado del escándalo que se va a montrar este año. |
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Según he podido leer por internet en algún artículo, parece ser que Castorf plantea cuatro escenarios distintos para las cuatro óperas: El Oro en Texas (petróleo), la Walkiria en Bakú, Sigfrido en la República Democrática Alemana y el Ocaso en Wall Street. Como la web del Festival nos da ahora una pista (aunque muy obtusa y para desconfiar sobre la nueva puesta en escena), si vemos la imagen identificativa de cada ópera, el Oro es un patito de bañera, Walkiria un samovar, Sigfrido un kalasnikov y el Ocaso una maquina no identificada, tipo industrial. Quizás parte también de postulados marxistas actualizados al siglo XX: el Oro es el petróleo, Texas, Estados Unidos, los dioses son los capitalistas; Walkiria ocurre en Bakú, en Azerbaiyán, República del Caspio, quizás en época del incipiente comunismo y su incorporación a la Unión Soviética; Sieglinde huye a la República Democrática Alemana, donde se cría Siegfried, que busca a Brünnhilde cruzando el muro de Berlín, y acaba en el mundo capitalista, simbolizado por Wall Street. El Ocaso de los Dioses se desarrollaría en el contexto actual de crisis económica y la reformulación de un modelo capitalista. Todo esto intentando deducir de lo poco que cuenta un artículo. No diría que me suscita cierto interés si está bien planteada la idea y no hay bobadas escénicas, una dirección de actores dinámica... Algo similar a lo que hizo Chéreau. En otro artículo se dice que Carstorf se quejaba de que "sólo" tuvo nueve días de ensayos con cantantes para la puesta en escena en el caso del Oro. Me hace gracia, porque seguramente haya tenido el triple que en cualquier teatro normal. Aunque claro, el cantante se sabe el argumento del Anillo de Wagner, no el de Castorf. Yo lo que más temo es que todo resulte una sucesión de escenas usando la música como pretexto, unos cantantes que se encuentran como un pulpo en un garaje y una dirección de escena sosa y carente de relación con el texto sólo para que un señor nos cuente su particular visión del mundo en bloques geopolíticos. Espero que nos equivoquemos. |
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En otro orden de cosas, se puede leer ya por internet que el polémico Tannhäuser de Baumgartem se representará por última vez este año (tan solo tres ediciones). En 2014 no habrá nuevas producciones, de lo que se deduce que se repondrá el Parsifal de Herheim y deduzco que continuará un año más el Lohengrin de las ratas. Quizás sea buena noticia después de todo, porque Sigfrido este año vuelve a ser Lance Ryan (ya en 2010 su emisión era poco grata y abierta), quizás el año que viene sea Torten Kerl, el Tannhäuser de este año, que aunque es un lírico-spinto, está en mejor estado vocal (y técnicamente parece mejor cantante), que Ryan. |
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Muy atinado, Becquer, y creo que no se equivoca en nada. El Regietheater es así: el "konzept" es lo primero, la obra va después. La obra se adapta a la idea genial del regisseur, que es lo que cuenta porque es nueva, mientras que la obra es bien conocida... |
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Absolutamente deacuerdo, Alberich. Siempre recordaré una frase pronunciada por Marcel Cervelló en un debate radiofónico: ...el problema de las escenografías llamadas "modernas" es que en el foso y en los cantantes se oye una cosa y en el escenario, se ve otra completamente distinta Saludos Josep |
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No es cierto. El Tannhauser no se quita. Continua el año que viene, segun nos aseguró Michele Bredt que hace Venus, hace pocos dias. Tampoco estoy de acuerdo en que Kerl cante Siegfried mejor que Ryan, pero eso ya va de gustos. Francesc |
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Imágenes del Anillo de Castorf, que justifica totalmente el abucheo de ayer. Lo que se ha leído por internet, cuadra con las imágenes. Lo del Oro es de vergüenza ajena. El primer acto de la Walkiria, en cambio, me parece interesante, esa especie de granero (por cierto, que la puerta parece copiada de la producción del MET de Otto Schenk, sólo que aquí está de frente y en la del MET estaba en el lateral izquierdo): http://intermezzo.typepad.com/intermezzo/2013/07/bayreuth-ring.html Creo que en el Oro el escenario gira (pues en las fotos puede verse el hotel-Walhalla desde varias perspectivas). Creo que es lo único positivo con lo que me quedo, junto con que tenga varios pisos, lo que, si la dirección de actores está bien planificada, puede dar bastante juego a escenas tan estáticas como la segunda y la cuarta tras la muerte de Fasolt). |