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El ágape de los apóstoles. |
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Hola: Os pongo la web, no sea que no la encontréis. Obra poco conocida, pero de gran calidad. Yo no la conocía más que de nombre. http://rapidshare.com/files/355171707/Liebesmahl_Thielemann_Dresden13.mp3 Sächsischer Staatsopernchor, Tschechisches Philh. Chor Brno, Sinfoniechor Dresden ? Tschechischer, Nationalchor Praha ? MDR Rundfunkchor, Philharmonischer Chor Dresden i Dresdner Kammerchor Sächsische Staatskapelle Christian Thielemann 18 de maig de 2013 PD. Si buscáis en la web de Ximo los comentarios de él mismo (en catalán), veréis la diferencia entre ser abierto al Mediterráneo o cerrarse en el terruño y darle garrote al diferente. En los comentarios veréis que aparecen varias lenguas y no pasa nada: ruso, alemán, inglés, castellano y catalán. Un saludo. Rex |
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A mí esta obra me encanta; yo siempre la he tenido en gran consideración. Merece ser (re)conocida y valorada sin duda alguna. Creo que escuché una versión de Thielemann por la radio, en vivo (aunque en diferido, creo recordar); las grabaciones de Plasson y Marcus Bosch están muy bien. |
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El Ágape de los Apóstoles fue una obra que no conocía hasta que la vi anunciada en la temporada de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León hará tres o cuatro años. Por desgracia, no pude asistir al concierto, pero me hice con una grabación. Se trataba de la de Pierre Boulez con la Orquesta Filarmónica de Nueva York y el Westminster Choir, completando el disco los Wesendonck Lieder y los Rückert Lieder de Mahler, con Ivonne Minton. El Ágape es una obra peculiar, desconozco realmente las circunstancias de su composición, para un enorme coro masculino, con los primeros números a capela y un importante conjunto orquestal de la mitad de la obra al final. Boulez, en su línea, hace un Wagner luminoso, transparente, sin demasiado peso, ligero. Lo mismo puede decirse de los Wesendonck Lieder, versión de la que me confieso ferviente defensor, pues le extrae toda la luminosidad a estas obras y la Minton tiene una bella voz de mezzo tirando a soprano corta. Conozco también la más ortodoxa de Christa Ludwig con Klemperer, realmente magnífica, pero siempre acabo volviendo a la de Boulez. Probablemente sus exigencias corales, su rara estructura, con una parte a capella y las exigencias orquestales, su duración en torno a treinta minutos, que impiden que se interprete como parte separada de un concierto, planteen un difícil encaje en un programa de concierto. Encajaría bien con con obras corales de Bruckner (así, Helgoland es para coro masculino y orquesta). |