Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
FORO 

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Wagner y Brahms.
De: rexvalrex
Fecha: 06/09/2013 18:38:11
Asunto: Wagner y Brahms.
"Si Brahms no hubiera existido, la Historia de la Música estaría casi en el mismo punto, pero no sé que hubiera sido de la Música sin Wagner."

(Daniel Barenboim)

¿Estáis de acuerdo? Yo, sí. Brahms representa la tradición, el conservadurismo, el respeto a las convenciones musicales. Wagner es todo lo contrario: la ruptura con el pasado, la innovación, el futuro. A partir del acorde del Tristán surge la Segunda Escuela de Viena, la vanguardia...

Por algo le dijeron a Brahm cuando compuso su Primera sinfonía que había compuesto la Décima de Beethoven.

Conocido es el enfrentamiento que hubo entre los partidarios de uno y otro.
¿Quién cuenta algo de esto?

Paradójicamente el wagneriano Shoenberg califica a Brahms de innovador. ¿Estáis de acuerdo?

Se ruega intervenga toda clase de foreros, especialmente músicos, pero que escriban para novatos.

Gracias.

Rex

De: Parzifal
Fecha: 06/09/2013 21:39:58
Asunto: RE: Wagner y Brahms.
No soy un músico, pero estoy de acuerdo con Barenboim. Brahms es la tradición ahora Wagner es el nuevo.

De: Sigfrido
Fecha: 07/09/2013 9:58:43
Asunto: RE: Wagner y Brahms.
El caso es que el que dice que la Segunda Escuela de Viena surge también de Brahms es el mismísimo Schönberg, en un ensayo llamado "Brahms el Progresivo".

Schönberg en ese ensayo analiza diferentes parámetros de la música de Brahms para defender su tesis. En la armonía, por ejemplo, le compara con Wagner y viene más o menos a equipararlos (yo aquí creo que si bien Schönberg exagera, es cierto que Brahms no es tan conservador como se suele decir).

Al margen de todo esto, el punto importante es la "variación progresiva", que es una de las bases de la técnica de la Segunda Escuela de Viena, sobre todo en el periodo atonal libre, y que en Wagner no está y en Brahms sí.

Brahms es capaz de derivarte una pieza entera de elementos mínimos de los que por continua transformación y elaboración va sacando todo el material. Esto, pero sin tonalidad, es lo mismo que hacen Schönberg, Berg y Webern.

En realidad en esta manera de componer si Brahms lo lleva más allá que sus predecesores, tampoco es el primero, se puede rastrear esto mismo en Beethoven e incluso, en menor medida, en Haydn.

¿Hay algo similar en Wagner? Puede compararse la manera de elaborar familias de leitmotiv, pero no funciona exactamente igual. En Wagner el leitmotiv es un recurso de fusión entre discurso musical y teatral, nos sirve para anticipar lo que va a pasar o recordar lo que pasó, para citar lo que no está en escena aunque esté sucediendo, para vincular conceptos y símbolos entre sí... pero no es algo, digamos, orgánico en el crecimiento de la propia música. De hecho en Beethoven, Brahms o Schönberg la variación progresiva garantiza la continuidad (y una continuidad temporal que no tiene vuelta atrás, es curioso que cuanto más se afianza la variación desarrollada más va desapareciendo la reexposición literal, hasta desaparecer del todo) musical mientras en Wagner, como bien observa Boulez, los leitmotiv dan una continuidad aparente... porque a la vez el discurso musical también es discontinuo: lo articulan las exigencias dramáticas, pero no es orgánicamente necesario que a tal leitmotiv le siga tal otro.

En lo referente a la armonía, un dato curioso, pero significativo, es que Wagner, a diferencia de Liszt, no deseaba la disolución de la tonalidad -de hecho es una cuestión que sobre la que posiblemente no se preguntó nunca-, y de hecho no comprendió la última etapa de su suegro. ¿Por qué abrió entonces Wagner la puerta a esto con Tristan? Nuevamente, porque lo exigía su texto teatral. Sólo así se explica por qué tras Tristán viene Maestros Cantores, mucho más conservadora en lo armónico.

Concluyendo, tal como yo lo veo, Wagner el músico es un progresista-conservador: sin duda abrió muchas puertas y caminos que luego se desarrollarían en el siglo siguiente, pero llegó a ellos a través de aquello que le pedían sus propios textos teatrales (realmente su postura revolucionaria es más frente al teatro musical que frente a la música en sí) no porque le interesara la evolución del lenguaje musical en sí misma. Y Brahms es un conservador-progresista: se mueve dentro de la tradición que ha heredado, dentro de las formas y géneros clásicos, pero lo que hace es llevar un poco más lejos la tradición en que se inserta.