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Las puestas en escena ganan con el tiempo, ¿y las direcciones? |
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Hola Escuchando el programa de Radio Clásica de ?Directores wagnerianos? me ha chocado saber que Karajan tuvo desavenencias en Bayreuth por las propuestas escénicas de Wieland, hoy consideradas como clásicas. Y me ha llevado a reflexionar como algunas puestas en escena que, en su tiempo fueron muy polémicas y/o incomprendidas, hoy pasan por ser míticas y de referencia. Estoy pensando sobre todo en Wieland y en el anillo del 76 del recientemente desaparecido Patrice Chéreau. Y conociendo como a lo largo de la historia han existido distintas formas de dirigir a Wagner, me pregunto si con la dirección pasa lo mismo. Es decir, formas de dirigir cuestionadas en su tiempo que ahora son ensalzadas o, por el contrario, direcciones que en su momento fueron bien recibidas y que han envejecido mal. No sé si es una simpleza lo que planteo o ha pasado también. Un saludo |
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Yo recuerdo haber leído que el que no estaba conforme era Knappertsbusch , que no le gustaba la producción del Parsifal, pero que luego se fue acostumbrando. |
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Quizás con Wagner no existe muy habitualmente modos de dirigir que quedan obsoletos mientras otros nuevos surgen (como ha pasado con el historicismo en el barroco, que ha llevado a considerar anatema las lecturas de Karl Richter, Klemperer, Karajan y, en menor medida, Helmuth Rilling). Donde sí hubo discusión fue en los cincuenta entre partidarios de la dirección más tradicional y los directores "latinos". Sobre esto en el foro hubo un tiempo donde se habló bastante, pues la inclusión de determinadas batutas como latinas o no, era objeto de discusión. Pero ello no ha llevado nunca a desacreditar a los del otro círculo. Un ejemplo: Joseph Keilberth fue considerado siempre un honrado kapellmeister, cincuenta años después de su paso por Bayreuth se edita su Anillo de 1955 (en estéreo), y surge el boom hacia Keilbeth y su lectura del Anillo. Pero no implica desacreditar a Kna. A Keilbeth le trajo Wieland a Bayreuth, partidario de los directores latinos, pero seguro que era aplaudido y apreciado en su época. Puede haber quizás modas, pero también provocadas por las principales batutas de cada momento. En los años setenta y ochenta había escasez de directores wagnerianos importantes. Está Solti, sí (y Karajan para el que le guste en Wagner, pero yo no lo considero un director wagneriano), fallece Bohm, Barenboim y Levine acaban de llegar al oficio, y el hueco lo cubren diversos directores de competente oficio (como Horst Stein, Otmar Suitner...) o ni siquiera verdaderos wagnerianos (Leindsorf, Davis...). Luego hay directores que "por llevar la contraria" logran reconocimiento. Pensemos en Boulez. A mí no me disgusta su Anillo, pero reconozco que no es la tradición, y que parte de su reconocimiento en Wagner le ha venido por el acercamiento que el público en general ha tenido a su grabación del Anillo. ¿Qué es lo que hay ahora? Pues creo que un momento muy bueno para la dirección wagneriana. Thielemann, Barenboim, Gatti, Nelsons, Janowski, Weigle, Eschenbach, Jordam... todos ellos ofrecen lecturas importantes, cada uno en su estilo, que es diferente y coexisten sin polémica: - Thielemann. Tradición germana, monumentalidad con mucha elegancia, combinada con las prácticas de su maestro Karajan (transparencia, pasajes camerísticos...). - Barenboim. Quizás no tan monumental pero más granítico, menos liviano en las partes más líricas. - Nelsons. Nervio y pasión pura, arrollador. - Gatti. Analítico, comedido, reflexivo, puede pecar de frío para algunos. - Eschenbach. Yo lo enmarco en la dirección más tradicional, peso, rotundidad, lectura más bien pausada. - Janowski. Creo que también representa la tradición germánica, sólido, quizás a veces menos dúctil que alguno de los anteriores. - Weigle. Muy buen hacer con Wagner, un término medio entre monumentalidad y dirección liviana. Algo hay en común en prácticamente todos ellos. Salvando Gatti y Eschenbach, todos ellos son más bien dados a no dilatarse con los tempi. En conclusión: creo que en Wagner, como el historicismo no ha llegado a calar (y que no lo haga, porque me parece bastante absurdo en estos repertorios), este debate no da demasiado de sí. Otra cosa es Mozart (u otros muchos repertorios): a lo largo de tres décadas, tres modos diferentes que chocan: Bohm, Karajan, Krips / Marriner / Gardiner, Pinnock, Hoogwood... |
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Será que cada vez se sabe menos de Wagner. A mà nunca me gustó el trabajo de Wieland, con una propuesta de partida que yo traduzco como "vamos a deswagnerizar a Wagner", me parece un despropósito. Y en la misma lÃnea considero a Chereau. Eso sÃ, no se puede negar el atractivo de su trabajo, pero de ahà a que tenga algo que ver con el Anillo va todo un ragnarök. ¿Que hayan llegado a ser clásicos? Me parece el resultado de un proceso similar al que hace que una mentira se convierta en verdad por el mero hecho de repetirla constantemente. Saludos |
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Hola Becquer Por ahora, como comentas, el historicismo no ha calado en Wagner, pero este año hemos vivido una experiencia al respecto: el Parsifal del Real en versión concierto, con instrumentos originales y con Thomas Hengelbrock como director. Me comentaba un colega que se está empezando a tocar con criterios historicistas a Ravel. No está mal, para un compositor fallecido en 1937. Un saludo |
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Se me hace difícil sentar principios al respecto y no caer, a la vez, en contradicciones. A mí Wieland, lo poco que he visto fotografías de lo más sugerente y los videos de Tristán y la Walkyria, me parece que reformula Wagner y en ningún caso lo deswagneriza. En escenografía es difícil ya hacer algo nuevo y bueno, ya que casi todo parece haberse dicho, con mayor o menor fortuna. El panorama actual se me antoja bastante deficiente. Parece como si se hubiere entrado en un callejón sin salida. Saludos. |