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El Anillo de Bayreuth - 2016 |
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Bueno, un año más vuelve la producción de Castorf, año en el que se va a grabar según ha indicado la prensa. Janowski y un reparto con bastantes cambios para la cuarta edición. Creo que el descenso de nivel respecto del año pasado se ha notado. Empezando por Wotan y Fricka. Yo tenía esperanzas en Iain Paterson, un barítono sólido, pero una cosa es Kurwenal y otra Wotan. La voz no es lo suficientemente grande y ha sonado titubeante y tembloroso. Ciertamente ha ido mejorando durante la representación, pero creo que Wotan no es papel para él. Desconozco las razones del cambio de Wolfgang Koch, un cantante al que en estos años algunos críticos se han dedicado a criticar pero que, dentro de sus limitaciones, afrontaba la parte con solvencia. La voz estaba cómoda sin ser tampoco muy grande y no tenía momentos límites. Pensaba que el incluir a Paterson como Wotan era una suerte de experimento, pero consultando operabase veo que lleva cantando el papel al menos de 2013, en que lo cantó en los Proms con Barenboim y ha hecho este año los tres papeles con este director en la Staatsoper de Berlín. A ver si tenemos más suerte con el otro cantante en las dos próximas jornadas, porque a mí me ha decepcionado bastante. Otro tanto se puede decir de Sarah Connolly como Fricka, que deja en buen lugar a Claudia Manhke en los años anteriores. Tanto una como otra son más bien sopranos cortas, pero la Manhke era más sólida vocalmente, ésta se abre la voz en el registro agudo, aunque sí tiene cierta sensibilidad cantando. Sobre Donner y Froh, correctos ambos. También Nadine Weisssman como Erda. Al final lo mejor han sido los gigantes, sobre todo el Fasolt de Groissböck y los nibelungos. Albert Dohmen ha empezado reservón en la primera escena, pero en la tercera y cuarta se ha comido a Paterson literalmente. Andreas Conrad es un buen Mime. Roberto Saccà como Loge no llega a superar a John Daszak del año anterior, pero es un cantante notable, aunque algo entubada la emisión. Bastante matizado y sin histrionismos. Las ondinas correctas, por debajo de las del año pasado, mucho más afinadas, empastadas y sugerentes. A Janowski se le ve que se sabe la partitura, pero me da la impresión de que su lectura es saneada y optando por un cierto efectismo brillante en algunos momentos y algunos detalles de sonoridades originales, pero lejos de Thielemann y Petrenko. El Preludio ya ha bastado para comprobar que no era uno ni otro. En el interludio de la primera a la segunda escena y en momentos de la tercera y cuarta escena ha tenido cosas buenas, pero no creo que sea una dirección histórica. |
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Pues después del Oro, en la Walkiria ha habido sorpresas de todo tipo, buenas y malas, algunas predecibles y otras no. En primer lugar, magnífico Janowski, con una lectura vibrante, articulada, dramática, de la ensoñación romántica del primer acto a la grandiosidad de los adioses de Wotan y una cabalgata perfectamente expuesta. El polaco se nos mueve en una concepción muy clásica, a la vieja escuela, dentro de la tradición germana. Si las dos jornadas que quedan se muestra al mismo nivel, Janowski habrá conseguido su lugar en la Historia del Festival. Desde luego ha habido un abismo entre el Oro y La walkiria. A nivel vocal, ha habido un poco de todo. La estrella es sin duda John Lundgren como Wotan, cantante para mí desconocido y del que no esperaba nada en especial. ¡Esto es un heldenbariton! Voz idónea para el dios como pocas hay y que puede homologarse a los históricos sin empalidecer. Los adioses sin duda ha sido el punto más alto de la velada, gracias a él y a Janowski. Domina la tesitura, suena poderoso, frasea bien y acabó fresco como pocos hoy en día. Después de escuchar a semejante portento, uno se extraña de por qué pusieron a Iaian Paterson como el Wotan del Oro. Cuando Arteaga en la retransmisión ha comentado que es un papel que había incorporado hacía poco a su repertorio y que había hecho más el Holandés, creo haber deducido la cuestión: el reparto inicial preveía tres cantantes, siendo Thomas J. Mayer el Viandante y Lundgren haciendo Valquiria y Holandés. Hace un mes o así se anunció que Lundgren haría el Viandante y Mayer el Holandés. Consultando operabase, Lundgren ha hecho por primera vez el Viandante en primavera y aún no ha cantado el Wotan juvenil. Afrontado el reto con éxito presumiblemente, el Festival querría tenerle como Viandante para hacer un Anillo más homogéneo, trasladando a Mayer al Holandés. Lundgren hará en Estocolmo el año que viene los tres Wotan, con lo cual haber si el año que viene los hace en Bayreuth. Excelente también el Hunding de Zeppenfeld, sin nada que decir, salvo que se adelantó en su intervención tras el relato de Siegmund ("Friedmund..."), algo meramente anecdótico. Catherine Foster hace su Brünnhilde habitual, a la que creo que todos nos vamos acostumbrando a falta de una soprano dramática que no chille el personaje. Desde luego es muy agradecido escucharla. Christopher Ventris hace un Siegmund a la italiana, ardiente, muy melódico, con cierta belleza en los pasajes más líricos, falto de peso pero eficiente. Me recuerda un poco al tipo de Siegmund que hace Peter Seiffert. Heidi Melton decepcionante como Sieglinde. No me creo que una soprano que tiene semejante proyección internacional sólo pueda dar de sí lo que dio ayer. Es una voz también liviana, que empezó muy bien en las dos primeras escenas del primer acto pero que empezó a acusar problemas para emitir los agudos en la tercera y que pasó apuros evidentes en el "Du bist der lenz", finalizando el acto como pudo. Menos acusado en el segundo acto, pero también con algún problema. No es una voz carnosa como la de Kampe, notándose sobre todo en la tercera escena del primer acto, pero hace una Sieglinde sensible y más bien tímida que a mí no me desagrada. Quizás fue la sustitución repentina, quizás los nervios... No creo que Janowski sustituyera a Jennifer Wilson sin tener buenas razones. Sarah Connolly como Fricka algo mejor que en el Oro, pero sin ser voz para este papel. Es una cantante reconocida en Inglaterra que ha hecho de todo, desde el Barroco al siglo XX. En el Convent Garden ha cantado Brangäne y Fricka, pero creo que no le va ni por estilo ni por voz. Dramáticamente funciona bien y frasea con buen gusto, pero la voz se abre en el registro agudo y tiende a un vibrato feo. Las valquirias creo que sonaron más empastadas el año pasado, pero correctas. |
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¡Al fin!, ya que nos hemos acostumbrado a atrocidades innombrables, quenos revelan a diario los medios, ocultando una gran parte, puede uno acostumbrarse a la absolutamente impesentable Señora Foster - otra cosa es ¿para qué? Entendería los que van pagando estas burlas repetidas que son los casts Bayreuthuanos, pero que lo diga la gente que escucha esto gratis, me sobrepasa. Lo mismo va por ese Siegfried y ese Christofer Ventris, aunque ellos no son tan espantosos como Foster. Desolación... |
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Con Brünnhilde no creo que haya mucho donde elegir, por desgracia (quizás salvando Nina Stemme). El otro día estuve escuchando una grabación de un Parsifal del Met con Katarina Dalayman como Kundry, quien hace también Brünnhilde. En su día yo albergaba esperanzas con esta soprano, pero ya evidencia los habituales problemas de estas cantantes, que duran lo que duran (ni el Met es ya glorioso). Otro tanto se puede decir de Stefan Vinke, quien ha empeorado perceptiblemente del año anterior a éste. La voz empieza a acusar desgaste, la zona grave es fea y el registro medio suena mate. De momento los agudos los salva, pero en un año, tanto Siegfried creo que le ha pasado factura. Le echó arrojo al final de la representación y desde luego todavía no es como Lance Ryan, pero va por el mismo camino. El año que viene es la última reposición de la producción de Castorf. No sé yo en qué condiciones estará. Veremos a ver qué hace en el Ocaso. No obstante, Sigfrido ha tenido cosas muy buenas, comenzando por Janowski, que se ha vuelto a superar. Glorioso tercer acto y muy buenos primero y segundo (esos murmullos del bosque, tejidos con finura). Además, los tempi, dentro de la agilidad, han sido convencionales, todos han pasado de los 70 minutos. Me ha sorprendido sobre todo la duración del primero, pues desde el Preludio a la marcha del Viandante han transcurrido 55 minutos, una cifra muy razonable, y ha metido el acelerador en la tercera escena, con el regreso de Siegfried. El resto del reparto a mí me ha parecido muy bueno, sobre todo Lundgren como Viandante (un poco menos brillante que en la Valquiria, puede ser la tesitura, pero sobresaliente). Conrad hace un Mime de libro (a veces sonaba más quejicoso Vinke que él) y Dohmen muy sólido como Alberich, más que en el Oro. Karl-Heinz Lehner competente como Fafner, se le oía cómodo en los graves, no tanto Nadine Weissmann como Erda, donde el registro grave no es muy atractivo pero saca adelante el rol con competencia. Muy metido en rol el pájaro del bosque de Ana Durlowski, que sonaba cual pájaro. |
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Pues con el Ocaso, ponemos fin al Anillo. Janowski desconcertante. Empezó bien en el primer acto, sin llegar al nivel de Sigfrido, en el segundo acto empezó a haber cosas discutibles, como esa celeridad en el "Heil dir Gunther" o pasar atropelladamente por diversos detalles, y en el tercero asentó la dirección en los decibelios. Una orquesta maravillosa, pero interpretando rutinariamente el Ocaso, aunque la Marcha fúnebre ponía los pelos de punta. Sobre los cantantes, en primer lugar, una mención para Albert Pesendorfer, Hagen de última hora sustituyendo a Stephen Milling en esta función. No hay muchos cantantes que puedan hacer un Hagen con dignidad, y él es uno de ellos. Para mí es un cantante desconocido, pero en operabase figura una temporada bastante intensa por teatros alemanes, incluyendo papeles wagnerianos en la Deustche Oper (será Hagen en el Ocaso del año que viene), con lo cual debe ser un cantante con cierta trayectoria. La voz es potente, firme, cómodo en la tesitura, matiza y comenzó muy seguro desde el principio. No es Stephen Milling, pero es un bajo a considerar y que no le vendría mal a Bayreuth (como Daland por ejemplo), sobre todo con voces graves como el año pasado el Fasolt de Wilhelm Schwinghammer o en 2013 y 2014 Attila Jun como Hagen. La voz pierde color en la zona alta, pero tampoco de forma muy acusada. Tampoco es un voz cavernosa, como puede comprobarse en la llamada a los gibichungos, pero desde luego más que interesante. También muy bien Marina Prudenskaya como Waltraute, con una atractiva línea de canto y fraseo. Fue Flosshilde en los primeros años del Anillo de Thielemann y entonces a mí no me decía nada especial. Sobre Stefan Vinke, se confirma lo escuchado en Sigfrido, aunque ha estado algo mejor, sobre todo en el tercer acto, donde ha dado todo de sí, lo cual ha sido bastante digno. A diferencia del año pasado, tiende a la emisión abierta, forzada, la voz comienza a sonar ajada y en algunos momentos tiende al berrido, recordando a la evolución nada halagüeña de Lance Ryan. Todavía sabe aguantar el tipo en los momentos más líricos, como la bebida del filtro o el relato del acto tercero, pero ha pasado por frases y frases sin ningún cuidado. Personalmente creo que no debería repetir el papel el año que viene, aunque probablemente el Festival no quiera buscar otro Sigfrido para un año que queda de producción y el único cantante 100% solvente en este papel a día de hoy probablemente sea Gould, quien canta Tristán. Dicen que Torsten Kerl hace un buen Sigfrido. Ya fue Tannhäuser en Bayreuth, no sé si tendría interés en lanzarse a la piscina en el Festival con el papel. O bien, como ya pasó con Lance Ryan, previsto para 2013 y que ya cantó el papel en 2010, que Andreas Schager lo cante el año que viene. No tiene voz de Sigfrido, pero por lo menos como Erik mantenía la línea de canto, y Vinke en unos cuantos momentos la pierde. Catherine Foster empezó con vibrato y mejoró en la escena con Waltraute y en el acto segundo, aguantando el tipo en la escena de la inmolación como podía ante los decibelios orquestales. Creo que en Bayreuth se está asentando cada vez más la idea de poner la orquesta a "máxima potencia", lo cual no es lo más adecuado teniendo las voces actuales. Salvo el Parsifal del primer día y el Tristán, Janowski sobre todo y en menos medida Axel Kober, han abusado de los decibelios. Muy competente Markus Eiche como Gunther. La voz no es muy grande, pero es dúctil y corre bien por la partitura, lo que se agradece después del insípido Alejandro Marco-Buhrmester de los tres últimos años. Un cantante que ya hizo Gunther el primer año del Anillo de Thielemann, marchó afortunadamente, y volvió en 2013 con Petrenko. Allison Oaks como Gutrune comenzó como atropellada y con asperezas vocales. En el segundo acto mejoró y en el tercero estuvo muy bien. Las Nornas solventes, sobre todo la primera, de buenos graves, y las Ondinas peor empastadas que otros años. El problema es Woglinde, de agudos ahogados y carente de fiato. |
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Se notaba desganado a Janowski, no me extraña con el execrable Castorf. La verdad es que semejante desfachatez de montaje no merece una buena interpretación musical; no entiendo cómo se mantiene esta producción tan absurda y nefasta. De los intérpretes vocales destacaría al sueco John Lundgren; no lo hizo nada mal. Orquesta y Coro siempre bien. |