Gwyneth Jones tenía una cierta tendencia a colocar mal las notas en el registro agudo, algo que con los años se fue acentuando, llegando a sonar gritona. Desde luego era una gran actriz, tanto en el Anillo de Boulez/Chéreau como, sobre todo, en el Tannhäuser de Colin Davis en la puesta en escena de Götz Friedrich, grabado en 1978. También está su grabación de Helena de Strauss, con Antal Dorati, ahora mismo no recuerdo el año exacto, aunque por esas fechas (en estudio), donde se evidencian esos problemas que indico.
No he escuchado ninguna grabación radiofónica del Anillo de 1976, pero fue René Kollo el encargado de dar vida a Sigfrido, un cantante muy superior a Manfred Jung, pese a tener sus carencias, y que probablemente daba a Sigfrido un aire muy juvenil. Es probable que la Jones estuviera más fresca en 1976 que en 1980, cuando se grabó este Anillo.
En mi opinión, si hubiera que quedarse con una Brunilda posterior a la era dorada, sería Hildegard Behrens en el Anillo de Solti en Bayreuth (1983) y, después con Peter Schneider. Circulan por la red estos registros y su Brunilda era importante, vocal y dramáticamente. Después, en los noventa, yo destacaría a Deborah Polaski (¡ojo, los años noventa, no en el siglo XXI!). Me baso en una grabación radiofónica del Anillo de Levine en Bayreuth de 1995 donde la Polaski está vocalmente radiante. El problema es que creo que tanto la Behrens como la Polaski duraron poco. La Beherens en el Anillo de Levine en el Met se la nota menos fresca, y ambas dilataron sus carreras hasta el desgaste vocal más absoluto. Pero en plenitud de facultades fueron unas Brunildas importantes.
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