|
![]() |
Suscríbete ya a la newsletter de Música Clásica |
Vendo entrada para Tannhauser, lunes 1 |
| ||||||
Bueno, acometo tristemente la segunda fase :-( Ofrezco entrada fabulosa para el Teatro Real de Madrid, visibilidad completa, posición medianamente centrada, estupenda comodidad..., de butaca de paraiso para la función de "Tannhauser" con dirección de Daniel Barenboim del próximo lunes 1 de julio. El precio de la entrada es de 42? Quien esté interesado/a puede contactar conmigo en: maledizione@terra.es Gracias |
| ||||||
¿Qué tal, Alvaro? ¿Podrías concretar la localidad exacta, por favor -fila y nº de butaca?. Gracias. Un saludo, Ignacio. |
| ||||||
Ignacio, ya he vendido mi entrada (mi trabajo me ha costao) pero en cualquier caso muchas gracia por responder. |
| ||||||
¡Mira que te lo dije, talibán! Al final quieres verlo. Si te sirve de consuelo, el Tannhäuser del Real, "ná de ná". No sé que les ha dado la Denoke a mis paisanos que todos besan por donde pisa. Y no es "ni chicha ni limoná", ni Venus ni Elisabeth. Es mona y se mueve bien, pero por mucho que dijera Mascagni que la voz era lo de menos, vestir una talla 40 no basta. No digo yo que sobre, pero siempre que sume a otro tipo de dotes. Y lo de Gambill es patético. No canta la obra, la grita. Y Andreas Schmnidt, ¿qué demonios le pasa al Andreas? Si el primer día estuvo fatal (peor que Reiner Goldberg en la última función de Maestros del año pasado), el segundo día estuvo mucho peoor. Afortunadamente la Elektra ha sido muy buena. Sólo por ver la Clytaemnestra de Anja Silja merece la pena. Pero claro, la Connel, Elektra voluntariosa, es una talla cincuentaytantos y más bien paradita, y ciertos críticos prefieren las modelos afónicas o gallináceas a las "gargantas rotundas". Barenboim estuvo bien en las dos óperas, no así en la Novena oé oé oé. Pero piensa que si en Madrid algunos aclaman a Frühbeck, lo de Barenboim ya es de lanzamiento de ropa interior y gritos histéricos. Y mañana (ya casi hoy) René Pape en el Requiem Alemán. Yo es que soy más papista que el Pape. Un saludo, Alberich |