Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
LEITMOTIVACIONES 

LIEBESTOD (III)

Una vez más, empezaremos recordando los ejemplos musicales que contienen las principales células musicales.

 

Ahora seguiremos analizando desde el momento en que Isolde canta el verso "Wie den Lippen".

La melodía más destacada parece un diálogo entre la cuerda y la madera. Los chelos llevan la mayor parte melódica.

A cada exposición del tema "a" en la cuerda, le responde un nuevo tema ("g") en la madera.

La primera respuesta la da el clarinete; la segunda,  el oboe; y la tercera, la flauta. En el compás donde la flauta responde (junto con los violines primeros), cambia el orden de la instrumentación: las flautas y los violines responden a la trompa y el clarinete. Seguidamente, las maderas ejecutan el tema "a" y los violines primeros responden con el tema "g".

Este es, a grandes rasgos, el desarrollo melódico principal de estos ocho compases. Pero si entramos en detalles, veremos muchas más cosas. Por ejemplo, fijémonos en las trompas.

Como se ve, cada trompa tiene una frase de dos compases, que consta de una quinta ascendente, seguida de un descenso cromático. La forma de la frase recuerda al tema "a", pero es el tema "b" el que aparece encadenado en dicho descenso cromático. En el quinto compás, la tercera trompa ejecuta el tema "a", pero lo continúa nuevamente con un descenso cromático basado en el tema "b".

Echemos un vistazo ahora a los violines segundos y las violas:

En la partitura ilustrada se ve que tanto las violas como los violines segundos hacen un acompañamiento basado en encadenamientos de los temas "b", "d" y "d' ". En el cuarto compás, la viola parece repetir el mismo acompañamiento que hacía la trompa en el ejemplo anterior: una quinta ascendente seguida de un descenso cromático.

Si analizamos ahora el acompañamiento de los fagots, también descubriremos detalles interesantes:

Cuando suena el tema "g", los fagots suelen acompañarlo con el tema "e" seguido de una o varias exposiciones del tema "b", con su descenso cromático. En el sexto compás, sin embargo, el acompañamiento se hace con el tema "d'" (tres notas ascendentes por grados conjuntos).

Note el lector que toda esta amalgama temática se produce en sólo ocho compases. Todavía hay algunas de estas células musicales que hacen su contrapunto en otros instrumentos, como el corno inglés, pero si hubiera que examinar todos los instrumentos, el análisis –que ya es extenso de por sí– se haría inacabable. Continuemos, pues.

Los siguientes tres compases abarcan el verso: "Seht! Fühlt und seht ihr's nicht?"

Los violines primeros marcan estas palabras ejecutando el tema "e" y luego un ascenso cromático que parece constar del tema "d" encadenado consigo mismo.

Al mismo tiempo, chelos y contrabajos tocan un descenso cromático.

En el segundo compás, las maderas hacen un contrapunto basado en el tema "d'".

A partir de este punto, el Liebestod comienza a tomar vuelo. Por eso dejaremos aquí nuestro análisis hasta el mes que viene.

Bibliografía:

- Das Buch der Motive (El libro de los motivos), volumen 2, Schott, Mainz, 1920.
- Richard Wagner, Tristan und Isolde, Dover, Nueva York, 1973