| 
 Al 
              abordar este estudio discográfico de Los maestros cantores de 
              Nuremberg, he optado por limitar el número de grabaciones a 
              comentar, siguiendo criterios que más abajo se exponen, dado el 
              considerable número de grabaciones disponibles de la obra (cerca 
              de la treintena, aproximadamente), no pocas con algún punto de interés. 
              He preferido escuchar con detenimiento y en su integridad un puñado 
              de grabaciones y extenderme un poco sobre ellas que pasar por encima 
              del mayor número posible.  
            Es 
              curioso detenerse momentáneamente en la distribución cronológica 
              de los registros conocidos, que podríamos resumir de la siguiente 
              forma: algo más de un tercio datan de la década 1950-60; no existen 
              (salvo error) grabaciones, ni en estudio ni procedentes de tomas 
              en vivo, del período 1976-92; pese al progreso habido en las técnicas 
              de grabación y el auge del disco a partir de 1950 aproximadamente, 
              hay tantas grabaciones del período 1936-50 como de 1960-75. 
            CRITERIOS
            Los 
              criterios de selección han sido los siguientes: 
            - Grabaciones 
              completas: Esto ha dejado fuera de la relación dos grabaciones 
              del MET con el Sachs de Friedrich Schorr y el importante registro 
              dirigido por Wilhelm Furtwängler en el Festival de Bayreuth de 1943 
              (en Toshiba-Emi Japón y varios sellos piratas). 
            - Grabaciones 
              con sonido aceptable: Fundamentalmente, esto deja fuera a la 
              grabación dirigida por Arturo Toscanini (¡su único Wagner completo!), 
              registrada en el festival de Salzburgo de 1937 (Melodram LP, Eklipse...), 
              de pésimo sonido. Lástima porque el reparto es muy bueno (Maria 
              Reining, Kerstin Thorborg, Hans-Hermann Nissen, Heink Noort) y la 
              dirección magnífica. 
            - Evitar 
              la repetición de directores: Esto afectaría a Hans Knappertsbusch 
              (4 grabaciones conocidas), André Cluytens (3), Herbert von Karajan 
              (2), Erich Leinsdorf (2), Rudolf Kempe (2), Eugen Jochum (2), Sir 
              Georg Solti (2). 
            - Grabaciones 
              antiguas y modernas: Esto ha eliminado alguna grabación antigua 
              de relativo interés en beneficio de alguna grabación moderna de 
              interés comparable o superior. 
            Por 
              supuesto la selección final se debe al criterio más discutible de 
              todos: 
            - Mi 
              gusto personal: He primado aquellas grabaciones que, bajo mi 
              punto de vista, reúnen mayor interés (artístico) global en detrimento 
              de otras que sólo destacan por algún acierto (o desacierto) muy 
              puntual(es).  
            Espero 
              que alguna omisión que seguramente no pasará por alto a algunos 
              lectores, quede compensada en el artículo 
              sobre intérpretes que ha preparado José Alberto Pérez 
              y por alguna referencia ocasional en éste. De todos modos el trabajo 
              queda abierto, y no descarto futuras adiciones. 
            LAS 
              GRABACIONES 
            El 
              orden en que aparecen las grabaciones es el cronológico, aunque 
              por pura casualidad, las tres grabaciones que comento este mes son 
              las que considero mejores, aquellas a las que vuelvo una y otra 
              vez cuando escucho Maestros. En lo que sigue, los datos de 
              las grabaciones se consignan siguiendo el esquema de la Guía 
              de Wagner de Ángel-Fernando Mayo (1), figurando en primer lugar 
              el nombre del director musical, seguido de los intérpretes principales 
              de la obra en el siguiente orden: Hans Sachs, Veit Pogner, Sixtus 
              Beckmesser, Fritz Kothner, Walther von Stolzing, David, Eva, Magdalene. 
              A continuación coro y orquesta y, entre paréntesis, lugar y año 
              de grabación, y una letra indicando si el registro es en estudio 
              (E) o en vivo (V). Finalmente el sello discográfico. 
               
            Las 
              grabaciones que he seleccionado son: Abendroth (1943), Knappertsbusch 
              (1955), Kempe (1956), Cluytens (1956), Kubelik (1967), Karajan (1970), 
              Sawallisch (1993) y Barenboim (1999). Esta última no tanto por sus 
              méritos como por su actualidad, dado que Daniel Barenboim dirigirá 
              tres funciones de Los maestros cantores de Nuremberg en el 
              Teatro Real de Madrid el próximo mes de Junio. 
             
             
            
               
                 
                  
                     
                        | 
                       
                        
                        
                          
                            | 
                               HERMANN 
                                ABENDROTH 
                                 
                                Paul Schöffler, Friedrich Dalberg, Erich Kunz, 
                                Fritz Krenn, Ludwig Suthaus, Erich Witte, Hilde 
                                Scheppan, Camilla Kallab. Coro y Orquesta del 
                                Festival de Bayreuth. (Bayreuth, 16 de Julio de 
                                1943, V).  
                             | 
                           
                         
                          
                       | 
                     
                    
                      |  
                         PREISER 
                          RECORDS 90174 (4 CDs, 1993, sin libreto) (262’ aprox.) 
                       | 
                     
                   
                 | 
               
             
            En 
              1943 y 1944, Los maestros cantores de Nürnberg fue la única 
              obra programada en el Festival de Bayreuth, y los asistentes eran 
              fundamentalmente militares y trabajadores de la industria bélica, 
              que veían así recompensados los servicios prestados. En 1943 se 
              dieron 16 representacions de Maestros en Bayreuth, repartiéndose 
              Hermann Abendroth y Wilhelm Furtwängler la dirección musical. Furtwängler, 
              espectador de una de las funciones dirigidas por Abendroth, le comentó 
              a su mujer: "yo no podría hacerlo mejor". Afortunadamente 
              se conserva una grabación de cada uno, y hoy podemos comparar los 
              resultados alcanzados por ambos (no lo haremos aquí y ahora) en 
              un ambiente algo más relajado. 
            La 
              orquesta del Festival de Bayreuth exhibe su alto nivel habitual, 
              con unas cálidas cuerdas y metales empastados. Sin embargo el coro 
              acusa las circunstancias de la guerra y no tiene nada que ver con 
              lo que vino después de la mano de Wilhelm Pitz. Se agradece el ambiente 
              propio de una toma en vivo, con los ruidos escénicos. Esto favorece 
              de manera especial a la Escena de la Pradera en la que las 
              conversaciones, gritos, risas, ruidos de pisadas, resultan muy convincentes 
              y representan una inestimable ayuda para meterse en la obra. 
            La 
              dirección de Abendroth, director poco conocido del gran público, 
              es magistral. Ya desde el Preludio, llevado a buen ritmo (9’), todo 
              fluye con naturalidad. La toma de sonido es buena para la época, 
              salvo algún momento puntual (CD3, pista 9, justo antes de la entrada 
              de Eva), y permite apreciar múltiples detalles de gran calidad. 
              Por destacar algunos: los instantes previos al encuentro de Eva 
              y Walther en la Escena Quinta del Segundo Acto (CD2, pista 8), llevados 
              con urgencia; el Preludio del Tercer Acto (CD3, pista 1), en el 
              que se oye un sonoro pisotón de Abendroth en 5’40’’ pidiendo la 
              entrada de violines y violas en el pasaje más sentido del Preludio, 
              de tintes parsifalianos, o el acompañamiento en la segunda 
              estrofa de la canción del premio (CD 4, pista 8). 
            Paul 
              Schöffler es un Sachs ideal, con una voz noble, recogida aquí en 
              gloriosa plenitud (46 años). Si exceptuamos algún apuro episódico 
              en la zona alta (por ejemplo en "im süsser Mai!", en el 
              monólogo "Was duftet doch der Flieder", CD 2, pista 6), 
              Schöffler está aquí insuperable, ofreciendo una de las mejores interpretaciones 
              conocidas del difícil papel del zapatero-poeta. En el monólogo del 
              Segundo Acto (CD 2, pista 6), el fraseo y el aire de ensoñación 
              que transmite son para recordar. Como lo es también el monólogo 
              "Wahn!" del Tercer Acto (CD 3, pista 4), donde Schöffler 
              se muestra muy sentido, y también sobrado de facultades, con un 
              "Johannisnacht!" (5’49’’) y un último "Wahn" 
              pletóricos. Nótese el arranque patriótico en la orquesta 
              cuando, hacia la mitad del monólogo, Sachs canta aquello de "¡Cuan 
              pacífica y fiel a sus costumbres, contenta con sus hechos y sus 
              obras, está en el centro de Alemania mi querida Nürnberg!". 
              En el dúo con Eva de la Escena Tercera del Segundo Acto hay detalles 
              de lo gran actor que fue: basta oír la frase "Ja, ja! Das hast 
              du mir schön erdach" (CD 2, pista 7, 4’45’’). La intervención 
              final, "Verachtet mir die Meister nicht", es para escuchar 
              de pie, como seguramente hizo el público de esta función, porque 
              faltan palabras para describir lo que alcanza aquí Schöffler acompañado 
              por un Abendroth exaltado. Yo me descubro. 
            Erich 
              Kunz es un excelente Beckmesser. Como debe ser, resulta cómico pero, 
              rara avis, también canta, y muy bien por cierto. En su 
              canción del premio (CD 4, pista 6, 2’30’’) recuerda a Hermann 
              Prey. 
            Ludwig 
              Suthaus es claramente inadecuado para el papel de Walther von Stolzing, 
              que requiere un lírico spinto, de línea diríamos casi italiana 
              (¡pero tampoco un Turiddu!). A la voz de Suthaus le sobra anchura 
              (es menos tenor que barítono con agudos), pero resulta pesada y 
              tosca en exceso, además de pasar demasiados apuros, como por ejemplo 
              en "gleich einer Braut" (CD 3, pista 6, 3’39’) o en el 
              quinteto, cuya tesitura es demasiado alta para su voz, y se lo quita 
              de encima como puede. En la canción del premio, Suthaus comienza 
              titubeante, con una emisión insegura y estrangulada. En la tercera 
              estrofa bordea el desastre (o lo sobrepasa, según se mire). En el 
              lado positivo, en su examen ante los Maestros (CD 2, pista 
              3) está efusivo, romántico, heroico, aunque se echa de menos una 
              voz más lírica.  
            Hilde 
              Scheppan es una magnífica Eva, con una  vibración próxima 
              a Elisabeth Grümmer, aunque la voz no es tan bella como la de ésta. 
              Construye un personaje muy convincente, como se aprecia por ejemplo 
              en la frase "Ein Ritter? Mein, sagt! Und ward er gefreit?" 
              (CD 2, pista 6, 6’08’’) de su dúo con Sachs del Segundo Acto. El 
              "O Sachs! Mein Freund! Du teurer Mann!" (CD 3, pista 10, 
              1’39’’) es excelente, con una voz muy bella y detalles vocales de 
              gran calidad, como el regulador en "du liessest mich erblühn!" 
              (2’26’’), la frase "den Preis reicht ich nur dir." 
              (3’04’’) o el difícil trino en su última frase en la obra, "Keiner 
              wie du so hold zu werben weiss!" (CD 4, pista 8, 5’43’’). 
              Quizá pueda ponerse algún reparo a su dicción, no muy clara en algunos 
              momentos. 
            Friedrich 
              Dahlberg, en mejor forma que en registro de Bayreuth 1951 dirigido 
              por Karajan (EMI), es un Pogner bastante aceptable, aunque palidece 
              ante nombres como Gottlob Frick o Josef Greindl, el primero de los 
              cuales dejó, en mi opinión, marcado el papel.  
            Bien 
              el David de Erich Witte quien, aunque a veces se inclina demasiado 
              por la vena cómica, cuando decide cantar lo hace muy bien. El Kothner 
              de Fritz Krenn es en exceso bufo, vocalmente suficiente sin más, 
              como se aprecia en su intervención "Was Euch zum Liede Richt 
              und Schnur / vernehmt nun aus der Tabulatur!" (CD 1, pista 
              12), en la que pasa apuros en los adornos. Por el contrario, mal 
              la Magdalene de Camilla Kallab, con una voz fez, ajada y mucho vibrato. 
               
             
             
            
               
                 
                  
                     
                        | 
                       
                        
                        
                           
                            |  
                               HANS 
                                KNAPPERTSBUSCH. 
                               
                                Ferdinand Frantz, Gottlob Frick, Heinrich Planzl, 
                                Albrecht Peter, Hans Hopf, Paul Kuën, Lisa della 
                                Casa, Hertha Töpper. Coro y Orquesta de la Ópera 
                                Estatal de Baviera. (Prinzregententheater, Munich, 
                                11 de Septiembre de 1955, V) 
                             | 
                           
                         
                          
                       | 
                     
                     
                      |  
                         ORFEO 
                          D’OR C 462 974 L (4 CDs, 1997, sin libreto) (266’ aprox.) 
                       | 
                     
                   
                 | 
               
             
            Entre 
              1868 y 1997, Munich había visto 11 producciones de Los Maestros 
              Cantores. El 10 de Diciembre de 1949, seis años después de la 
              última representación de esta obra en Munich (2), con Hans Hotter 
              como Sachs (hay grabación en el sello MYTO), se estrenó la octava 
              producción muniquesa de Maestros. Esta grabación recoge una 
              representación de 1955 de aquella producción histórica de Heinz 
              Arnold, la primera después de la guerra. La toma sonora es de gran 
              calidad, se oye prácticamente todo con nitidez, y los ruidos escénicos, 
              magníficamente recogidos (por ejemplo, las herramientas de Sachs 
              en la Primera Escena del Segundo Acto), dan un plus de realismo 
              y cercanía a una versión vital y humana. 
            ¡Qué 
              puedo decir de la dirección de Kna! En mi opinión, estos 
              son los Maestros mejor dirigidos, con una variedad de matices 
              inigualable. La entrada en el foso de Kna es recibida con 
              vítores y, como era habitual en él, tras agradecer friamente el 
              recibimiento arranca a toda máquina sobre los aplausos del público, 
              para completar el Preludio en 8’38’’ (¿no quedamos que Knappertsbusch 
              era lento?). A muchos sorprenderá la ligereza, el humor del 
              ‘pesado’ Kna en el final de la Primera Escena del Primer 
              Acto, desde la entrada de David (CD 1, pista 3, 4’30’’) o la elegancia 
              con la que dirige la música arcaizante que acompaña la explicación 
              de Kothner de las reglas de la Tabulatura (CD 1, pista 
              11, 2’38’’). Los degustadores de este gran director apreciarán un 
              sinfín de detalles característicos, inconfundibles: durante el monónogo 
              de Sachs en el Segundo Acto, una intervención del clarinete casi 
              grotesca (CD 2, pista 4, 1’40’’); la manera de acentuar la comicidad 
              de los motivos asociados a Beckmesser en las trompetas con sordina 
              en el breve interludio entre las escenas Segunda y Tercera del Acto 
              Tercero (CD 3, pista 6, 0’24’’); los valses en la Tercera 
              Escena (Sachs-Beckmesser) del Acto Tercero (CD 3, pista 6, desde 
              7’04’’ hasta el final de pista). Otros detalles también característicos 
              son una pelea nocturna algo embarullada (en honor a la verdad habría 
              que decir que rara vez queda bien en disco) y algunos desajustes 
              en las fanfarrias de la Escena de la Pradera, que sin embargo 
              no desentonan en ambiente tan festivo, casi de cervecería bávara. 
            Ferdinand 
              Frantz, bajo-barítono fallecido prematuramente a la edad de 53 años, 
              es para mí uno de los grandes Sachs, vocalmente no tan perfecto 
              como Schöffler, pero uno de los más humanos. Aquí contaba 49 y estaba 
              en gran forma, como también lo estaba en la grabación de estudio 
              de Rudolf Kempe que se comenta más abajo. El Sachs de Frantz está 
              excelentemente cantado y dicho, y llega entero al final. 
              En el monólogo "Was duftet doch der Flieder" del Segundo 
              Acto (CD 2, pista 4), Frantz refleja perfectamente el carácter meditativo 
              y sosegado del maduro Sachs, acompañado por un poético Kna; 
              hay autoridad en "...fasst zu einem Meisterliede Mut!" 
              (CD 3, pista 4, 4’57’’); se hace querer en sus dúos con Eva, el 
              primero de los cuales, en la Segunda Escena del  Acto Segundo (CD 
              2, pista 5) justificaría la adquisición de esta grabación: no cabe 
              más ternura, gracia, picardía.  
            Heinrich 
              Pflanzl es un buen Beckmesser, papel que debutó en 1929. La voz 
              suena un tanta ajada, vieja, lo que no va mal con el personaje. 
              Todas sus intervenciones tienen el punto justo de comicidad, pero 
              sin caer en los excesos que suelen lastrar la mayoría de las interpretaciones 
              de este antipático personaje. Su escena con Sachs en el Tercer Acto 
              (CD 3, pista 6) es inolvidable, ambos arropados por un divertido 
              Kna. 
            El 
              Walther von Stolzing de Hans Hopf es muy tosco e inseguro. En la 
              mayoría de sus intervenciones, es claramente audible la voz del 
              apuntador, lo que a veces puede resultar molesto, especialmente 
              si se escucha con auriculares. En líneas generales las cualidades 
              de su voz que la hacen poco adecuada para el papel son similares 
              a las descritas más arriba al hablar de Ludwig Suthaus. Además, 
              la voz de Hopf no es grata, y presenta cierto engolamiento y tendencia 
              a los golpes de glotis. Sin embargo, quien en 1960 encarnase a un 
              excelente Siegfried en Bayreuth, tiene algunos detalles vocales 
              de calidad, especialmente en el ensayo de la canción del premio 
              (CD 3, pista 5), con una  tornada muy bien cantada y un espléndido 
              regulador en "...hehr mein Gesicht" (5’52’’). Hopf 
              destaca también en el quinteto (CD 4, pista 1), cuya tesitura 
              elevada no le causa ningún problema. 
            Lisa 
              della Casa se aproxima al ideal de Eva. Voz cristalina, de gran 
              belleza y calidez, sonidos aflautados bien apoyados. Resulta algo 
              menos niña que Grümmer y más terrenal que Schwarzkopf. En la Cuarta 
              Escena del Segundo Acto, el dúo con Sachs (CD 2, pista 5), da pefectamente 
              el tipo de niña-mujer enamorada sin un pelo de tonta, un poco liante 
              incluso ("Konnt’s einem Witwer nicht gelingen?", 3’29’’). 
              Irradia alegría en su encuentro nocturno con el caballero von Stolzing, 
              con un "Held des Preises / und mein einz’ger Freund!" 
              (CD 2, pista 7, 0’32’’) luminoso. Está extraordinaria en el "O 
              Sachs! Mein Freund!" (CD 3, pista 9, 2’00’’), dirigido con 
              ternura infinita por Kna, y encabeza un soberbio quinteto 
              (CD 4, pista 1). 
            Gottlob 
              Frick (3) es un Pogner de auténtico lujo, de voz negra nobilísima, 
              aterciopelada, con una dicción y un legato prodigiosos. Su "Das 
              schöne Johannistag" (CD 1, pista 8) es modélico. 
            David 
              está interpretado por el histriónico Paul Kuën, el gran Mime del 
              Nuevo Bayreuth. La voz tiene más entidad de lo habitual en esta 
              parte (4), y su David es un aprendiz con personalidad, bien que 
              a veces exagere el lado cómico. Suficiente el Kothner de Albrecht 
              Peter en su breve cometido, aunque no puede compararse con el gran 
              Gustav Neidlinger (con Kempe, ver más abajo). Bien la Magdalene 
              de Hertha Töpper.  
             
             
            
               
                 
                  
                     
                        | 
                       
                        
                        
                           
                            |  
                               RUDOLF 
                                KEMPE 
                              Ferdinand 
                                Frantz, Gottlob Frick, Benno Kusche, Gustav Neidlinger, 
                                Rudolf Schock, Gerhard Unger, Elisabeth Grümmer, 
                                Marga Höffgen. Coros de la Deutschen Oper, Staatsoper 
                                y Catedral de Santa Eduvigis de Berlín, Orquesta 
                                Filarmónica de Berlín. (Wintergarten, Berlíb, 
                                Abril de 1956, E) 
                               | 
                           
                         
                          
                       | 
                     
                     
                      |  
                         EMI 
                          CMS 7-64154-2 (4 CDs, 1992, sin libreto) (259’ aprox.) 
                       | 
                     
                   
                 | 
               
             
            Los 
              Maestros ‘de toda la vida’. La versión en estudio más cuidada 
              y completa, con una dirección experta aunque no ‘espectacular’ y 
              un reparto prácticamente sin fisuras, globalmente el mejor en disco. 
              EMI, que recientemente ha reeditado el extraordinario Lohengrin 
              de Kempe en su colección Great Recordings of the Century, 
              debería hacer lo propio urgentemente con esta versión imprescindible 
              que, salvo error, en la actualidad no está disponible en España. 
               
            Rudolf 
              Kempe conduce el Preludio con majestuosidad, sin correr, pero con 
              impulso (9’16’’). El sonido monoaural de 1956 es bueno (5), aunque 
              favorece a las voces. La respuesta orquestal es de primer orden, 
              con un sonido bellísimo (¡esos violines!). La única pega quizá sea 
              el sonido algo apagado de las cuerdas graves, sin duda debido a 
              la toma y el procesado. El acompañamiento a la explicación de Kothner 
              de las reglas de la Tabulatura (CD 1, pista 16, 2’17’’) rezuma 
              ligereza y elegancia. Kempe dirige impecablemente el dúo Eva-Sachs 
              del Segundo Acto (CD 2, pista 8). En la pelea nocturna que cierra 
              el Acto Segundo, aquí sí, registrada con gran claridad, se aprecia 
              toda la riqueza del tejido polifónico, con unos conjuntos perfectamente 
              llevados con pulso firme y atento. En el Preludio del Acto Tercero 
              (CD 3, pista 1) es sumamente expresivo, pero no carga las tintas 
              en el sentimentalismo. Otros momentos que me gustaría destacar de 
              la dirección de Kempe son las bellas escalas descendentes en violines 
              en la danza de los Aprendices (CD 4, pista 3) y el breve 
              pasaje que precede al "Silentium!" (CD 4, pista 4) en 
              la escena de la pradera. 
            Ya 
              se ha hablado más arriba del Sachs de Ferdinand Frantz al comentar 
              la grabación de 1955 dirigida por Hans Knappertsbusch. Poco difiere 
              su interpretación aquí, registrada tan sólo siete meses después. 
              Frantz repite su paternal zapatero, de elegante línea vocal, con 
              un fraseo fluido y una dicción clarísima y llena de inflexiones. 
              Tan sólo pasa algún apuro ocasional en la zona aguda, pues Frantz 
              era más bajo que barítono. Sin embargo, esos escollos los resuelve 
              con inteligencia, como en el primer "Johannisnacht!" 
              del monólogo "Wahn!" (CD 3, pista 4), que ataca en falsete 
              (también con Kna), aunque no llega a resultar feo. 
            El 
              inevitable Benno Kusche (aquí con 40 años) encarna al irritable 
              escribano de la corporación de Maestros. Todas sus intervenciones 
              resultan divertidas, especialmente su canción del premio 
              aunque a veces puede resultar excesivamente bufo. Un pilar más de 
              este monumento discográfico. 
            Rudolf 
              Schock es un Walther modélico, con una voz grata, de emisión algo 
              estrangulada, especialmente en el agudo, menos pastosa que las de 
              Suthaus o Hopf (para bien), con metal más que suficiente y un punto 
              de lirismo. Recuerda remotamente en algunos aspectos a Plácido Domingo 
              (quien cuestiones de pronunciación aparte canta una buena canción 
              del premio en la grabación de estudio de Eugen Jochum de 1976, 
              que cuenta con el Sachs de Dietrich Fischer-Dieskau). Uno de los 
              mejores von Stolzing en disco. 
            Elisabeth 
              Grümmer es, para quien esto escribe, la mejor Eva del disco. Poseedora 
              de un instrumento privilegiado, de bellísimo timbre y una calidez 
              incomparable (ese vibrato apenas perceptible), tenía también una 
              gran inteligencia y una técnica prodigiosa. En compañía del noble 
              Frantz, está deliciosa en el dúo con Sachs del Acto Segundo ("Gut’n 
              Abend, Meister", CD 2, pista 8). Obsérvese la amplia paleta 
              de matices de Grümmer en su intervención "Ja! Anderswo soll’s 
              ihm erblühn" (7’52’’), cómo refleja el cambio de humor de Eva, 
              pasando de la pena por la posible marcha de Walther al enfado. Canta 
              con pasión arrebatadora en "O Sachs! Mein Freund!" (CD 
              3, pista 11, 1’55’’), y en uno de los mejores quintetos posibles 
              está sencillamente excelsa.    
            Gottlob 
              Frick repite aquí su insuperado orfebre, cincelando con sabiduría 
              cada frase. Gerhard Unger tiene una voz juvenil que muy apropiada 
              para el aprendiz. Gustav Neidlinger, el gran Alberich del Nuevo 
              Bayreuth encarna con solvencia el breve papel de Kothner. La Magdalene 
              de Marga Höffgen, magnífica Erda en Bayreuth 1960 y, nota curiosa, 
              el modélico Sereno de un jovencísimo Hermann Prey (¡26 años!) completan 
              un reparto intachable. ¡Chapeau! 
               
               
             
              (1)   Ángel-Fernando Mayo: Wagner: discografía 
              recomendada; obra completa comentada. Ediciones Península, Barcelona, 
              1998. 
              (2)   
              La que se dice era la obra favorita de Adolf Hitler, la única que 
              se programó en Bayreuth en 1943 y 1944, no hacía mucha gracia a 
              los vencedores, que durante algún tiempo impidieron que Maestros 
              se representara en Alemania. Circula la anécdota de que, con motivo 
              de la puesta en escena de La Walquiria en Munich en 1947, 
              lo que supuso el retorno de Wagner a la ciudad bávara, un anónimo 
              wagneriano muniqués coronó de laurel el busto de Richard Wagner 
              y le colgó un cartel que rezaba: "¡Enhorabuena por tu desnazificación!". 
              (3)   
              Ver sección Intérpretes 
              del Mes de Marzo. 
              (4)   
              Se cuenta que Hans Knappertsbusch dijo en cierta ocasión, en relación 
              con el reparto de unos Maestros que si Günther Treptow (tenor 
              heroico, Siegmund y Siegfried en el Anillo de 1948/49 Rudolf 
              Moralt, Siegfrid en el Anillo de La Scala 1950 dirigido por 
              Furtwängler) no cantaba el Walther von Stolzing, habría que replantearse 
              el contar con Kuën como David, pues Kuën era también un tenor heroico 
              y podría borrar a un Walther de poco peso. 
              (5)   
              ¿Por qué no haría EMI una toma en estéreo, como hizo con El caballero 
              de la rosa de Karajan? 
             |