El pasado 15 de enero el mundo de la lírica perdió a una de las voces más ilustres de las últimas décadas. La soprano barcelonesa Victoria de los Ángeles fallecía en la clínica Tecknon a los 81 años, aquejada de una bronquitis que le había obligado a ingresar en el hospital dos semanas antes.

Victoria de los Ángeles debutó en el Teatro del Liceu en 1945 cantando en la ópera mozartiana de Las bodas de Fígaro. Tras ganar dos años después el Concurso Internacional de Canto de Ginebra, comenzó su brillante carrera que transcurrió en los teatros más importantes del mundo: París, Roma, Milán, Londres o Nueva York, siendo invitada en numerosos festivales europeos e internacionales.

En 1961 se convirtió en la única cantante española, hasta la fecha, en cantar en el Festival de Bayreuth, al que volvería al año siguiente. Fue en el papel de Elisabeth en la ópera Tannhäuser, bajo la dirección de Wolfgang Sawallisch. La soprano española formo parte de un elenco casi insuperable en aquel año, ya que compartió escenario con Josef Greindl, Wolfgang Windgassen, Dietrich Fischer-Dieskau, Gerhard Stolze o Theo Adam, entre otros.

Su funeral se realizó en la Basílica de Santa María del Mar de Barcelona, y a él asistieron, junto a miles de ciudadanos, altos cargos de la administración así como destacadas figuras de la cultura y la música, como Plácido Domingo o Montserrat Caballé, quien portaba el féretro con los restos mortales de la soprano. En el sepelio pudo escucharse la música de Wagner, en concreto la de Parsifal, así como la de Verdi, Brahms o el conocido El cant dels ocells.

La dirección del Liceu decidió, nada más saberse la triste noticia, dedicar la próxima temporada del Teatro catalán a la soprano fallecida, y celebrará un concierto en su honor el día 9 de octubre.

Febrero 2005