La crisis sanitaria del coronavirus sigue alterando las programaciones de los teatros de ópera de todo el mundo. El pasado enero se anunciaron la suspensión de los dos títulos wagnerianos que iban a representarse esta primavera en Barcelona y Valencia.

Tras la suspensión el pasado año de Lohengrin, que iba a dirigir Katharina Wagner en el Liceu de Barcelona, los aficionados al compositor alemán habían puestos sus ojos en la primavera de 2021. Y es que en mayo el calendario preveía un Tannhäuser coproducido por el teatro catalán, la Opéra National de Paris y la Tokyo Opera Nomori, con dirección musical de David Afkham. La presencia de un coro sobre el escenario y la gran orquesta que requiere la obra ha obligado a la dirección de Liceu a suspender la producción, al no poder asegurar las medidas sanitarias de sus trabajadores.

Pocos días después del anuncio del Liceu, Les Arts de Valencia hacía otro similar. Su producción de Tristan e Isolda a cargo de Àlex Ollé (La Fura dels Baus), que precisamente pudo verse hace unos años en Barcelona, se cancelaba por idénticos motivos. El último Wagner que pudo verse en el mismo lugar fue en abril de 2018. Fue un concierto con fragmentos de Tannhäuser, La Walkyria y de la ahora cancelada Tristán e Isolda.

febrero 2021