Hace pocas semanas se dio a conocer la noticia de que Wim Wenders, el prestigioso director de cine alemán de títulos como Paris-Texas, o El cielo sobre Berlín, sería el nuevo director de escena de El Anillo del Nibelungo en Bayreuth 2013, coincidiendo con el bicentenario del nacimiento de Richard Wagner.

Aunque entonces se dio como casi segura la contratación de Wenders, en la que sería su primera aproximación al mundo de la ópera, apenas dos meses después el acuerdo se ha dado por roto y Bayreuth se encuentra sin director para la esperada nueva producción de la Tetralogía.

Al parecer, el punto de no acuerdo entre las partes ha estado motivado por el deseo de Wenders de realizar, a la vez que la producción operística, una versión en 3D para el cine. A pesar de que la propuesta encajaba en la estrategia multimedia de Katharina Wagner, que ya ha apostado por el DVD y el cine en su corto mandato, el resultado final no habría sido posible hasta 2015 o 2016, ya pasado el centenario. Habría supuesto, además, un considerable esfuerzo económico, cercano a los cinco millones de dólares, que el ajustado presupuesto anual de la Colina Verde no podía afrontar.

Aunque la ruptura entre las partes fue resuelto con un diplomático comunicado, ha creado cierto malestar que Wim Wenders quisiera utilizar a Bayreuth como un estudio de cine, y continuar así su línea de trabajo cinematográfica iniciada con la película musical “Pina” en 3D, coreografiada por la mítica bailarina ya fallecida Pina Bausch, y que fue presentada con éxito en el pasado Festival de Berlín.

Katharina Wagner vuelve a verse en la misma situación que su padre Wolfgang hace casi una década. En 2001, el último patriarca del clan Wagner anunció que el director de cine Lars von Trier sería el responsable de la nueva producción de El Anillo. Poco después, el artista danés renunciaría al proyecto y tuvo que ser sustituido in extremis por el dramaturgo Tankred Dorst.

En los próximos meses se dará a conocer el responsable escénico del Anillo del Bicentenario, que contará con poco más de dos años para llevar a buen puerto el gran acontecimiento. Por ahora, solo la figura del ruso Kirill Petrenko como director musical parece segura en el proyecto.

mayo 2011