Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
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“Tristan und Isolde” cumple 150 años

A lo largo de los siglos hay varias fechas señaladas que marcan un antes y un después en la Historia de la Música. Cualquier musicógrafo podría nombrar el estreno en 1607 en Mantua de El Orfeo, de Monteverdi; la recuperación en 1829 de La Pasión según San Mateo de Bach, a cargo de Felix Mendelssohn; o el estreno en 1913, en la capital francesa, de La Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky.

Pero, sin duda, se trataría de una lista incompleta si no citara un acontecimiento que tuvo lugar en el Teatro Nacional de Múnich el 10 de junio de 1865: el estreno Tristán e Isolda, de Richard Wagner. Este mes de junio se conmemora, por tanto, el 150 aniversario del estreno del drama amoroso escrito por Richard Wagner y que marcaría el inicio de la modernidad musical.

Aquel día, el director de orquesta Hans von Bülow, admirador musical de Wagner y primer marido de Cosima Liszt, afrontó la dura tarea de dirigir una obra revolucionaria, que había tardado más de seis años en estudiarla.

Pero más que en la dirección, fue en los intérpretes donde más esfuerzos se hicieron para encontrar unos cantantes a la altura. Y es que, con permiso de sus propias creaciones anteriores, hasta la fecha nunca antes en la Ópera se había exigido de unos cantantes tanto como se le pide a Tristan (de Re2 a La3) e Isolde (La2 a Do5). No sería hasta el matrimonio formado por Ludwig y Malvina Schnorr von Carolsfeld cuando el compositor supo que había encontrado a la pareja protagonista de su ópera.

El pobre Ludwig sufriría en primera persona las exigencias del papel, ya que falleció, a los 29 años, unas semanas después del estreno por el esfuerzo realizado, lo que reportó a Wagner la fama de “mata cantantes”.

A pesar del éxito de la primera producción muniquesa, representada 4 veces, pasarían casi diez años hasta que otro teatro, en concreto el de Weimar en 1874, se atreviera a reponer la obra. Entre otras ciudades, a Berlín llegaría en 1876, a Londres en 1882 y saltaría a tierras americanas en 1886, con el estreno en el MET de Nueva York. A España no llegaría hasta 1899 (Barcelona) y 1911 (Madrid), en ambos casos cantado en italiano, algo habitual en la época en los países alejados de la influencia centroeuropea.

Este 2015 se han previsto una veintena de producciones de Tristán e Isolda, pero ninguna de ellas programada para el 10 de junio. Múnich, eso sí, honrará a la obra con la presencia de Peter Seiffert y Waltraud Meier en su Festival de Ópera de julio. Será en el mismo lugar que hace 150 años, si bien el edificio tuvo que ser reconstruido de nuevo tras quedar en ruinas por los bombardeos que la capital bávara sufrió en las postrimerías de la II Guerra Mundial.

junio 2015