El pasado 2 de junio fallecía el director británico Jeffrey Tate, víctima de un ataque al corazón mientras visitaba la Academia Carrara de Bérgamo, al día siguiente de dirigir un concierto. Tenía 74 años, y toda su vida había estado marcado por sus problemas médicos, al nacer con espina bífida, lo que le obligaba a dirigir sentado.

Tras mostrar en su juventud capacidad para la música, a principio de los años 70 comenzó su carrera como director en el Covent Garden, colaborando con directores de la talla de Georg Solti y Colin Davis. También asistió a James Levine, en Nueva York, y a Herbert von Karajan.

Por aquella época conoce a Pierre Boulez, que le contrata como su asistente para El Anillo del Nibelungo, que tuvo lugar en el Festival de Bayreuth en 1976, conmemorando el centenario del estreno de la obra. A finales de la década haría su debut como director de ópera dirigiendo Carmen en Suecia.

El propio Tate se pondría años después en el puesto de director para dirigir una veintena de producciones de la Tetralogía, la primera de ellas en 1994 en el Théâtre du Châtelet de París, y la última en la Wiener Staatsoper, en 2014. En 1998 fue el responsable de estrenar la primera producción completa de El Anillo en Australia.

julio 2017