Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
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Evgeny Nikitin no cantó en Bayreuth por llevar tatuada una esvástica

El Festival de Bayreuth en su edición de 2012 comenzó con una polémica que trascendió los ámbitos meramente musicales. Pocos días antes del estreno de la nueva producción de El Holandés Errante, el barítono encargado de dar vida al navegante protagonista, el ruso Evgeny Nikitin, fue obligado a abandonar el Festival al desvelarse, tras un reportaje fotográfico para la cadena ZDF alemana, que lucía en su pecho una cruz gamada tatuada, entre otros muchos dibujos que cubren buena parte de su cuerpo.

Nikitin se había tatuado este símbolo utilizado por los nazis cuando contaba 16 años de edad y militaba como batería en un grupo de heavy metal, completando su estética skin con la cabeza completamente rapada. El barítono ruso, que afirma arrepentirse de sus excesos de juventud, se tatuó posteriormente en el mismo lugar otro dibujo, por lo que la esvástica queda ahora algo oculta.

El rechazo a su pasado no fue suficiente para que, tras la presión de la dirección del Festival, se viera obligado a dejar su puesto en El Holandés Errante, papel que finalmente fue cantado por el coreano Samuel Youn. Nikitin no ha querido polemizar con su marcha y dice haber tomado la decisión para evitar mayores problemas en un Festival que en su época tuvo un vínculo especial con el régimen nazi.

En general, la decisión ha sido bien recibida por las autoridades alemanas, un país en el que está prohibida la más mínima apología sobre el nazismo. El director alemán Christian Thieleman, encargado de dirigir la función inaugural del Festival, se mostró de acuerdo con la decisión, afirmando que “una cruz gamada no se enseña. Ni en Bayreuth ni en Australia”.

En el lado contrario, Nikolaus Bachle, director artístico de la Ópera Estatal de Baviera, donde Nikitin cantó en “Salomé”, criticó la hipocresía del Festival de Bayreuth ante el polémico tatuaje, a quien acusó de tratar de desviar la atención sobre los problemas internos que, con respecto al periodo nazi del Festival, ha arrastrado Bayreuth en el último medio siglo.

agosto 2012