La soprano dramática Hildegard Behrens falleció el pasado 18 de agosto en Tokio de un anuerisma cardiaco a la edad de 72 años. La noticia la dio a conocer Jonathan Friend, director artístico del Metropolitan de Nueva York, donde Behrens debutó en 1976. La cantante vivía en Viena y se encontraba en tierras niponas para ofrecer un concierto en el Festival de Kusatsu. Nacida en Varel (Alemania) en 1937, destacó a lo largo de su carrera en los papeles de las óperas de Wagner, Mocart o Strauss, y solo empezó a estudiar canto cuando contaba con 26 años de edad.

 

Behrens debutó en 1971 como la Condesa en Las Bodas de Fígaro, pero fue Herbert von Karajan quién la encumbró al selecionarla para la nueva producción de Salomé en 1977 en el Festival de Salzburgo. Desde entonces cantó en escenarios como Nueva York, Munich o Viena, haciendo su debut en el Festival de Bayreuth en 1983 como Brünnhilde, bajo la dirección de Georg Solti. En su repertorio también se encontraban los roles wagnerianos de Isolde o Senta, así como los de Salome, Elektra, Marie (Wozzeck), Leonora (Fidelio) o Tosca. En 1986 estrenó en el MET de Nueva York la famosa producción de El Anillo de Otto Schenk. A lo largo de su carrera fue merecedora de diversos galardones, incluyendo tres premios Grammy.

 

La última vez que se le pudo ver en España fue hace diez años en el Teatro Real de Madrid, donde ofreció un recital con la muerte de Isolda, la inmolación de Brünnhilde, la escena final de Salomé y el monólogo de Elektra.