| La Ópera de Leipzig ha presentado recientemente su proyecto “Wagner 22”, en la que programará en las próximas temporadas las trece óperas de Richard Wagner, incluyendo sus tres títulos de juventud, muy poco habituales: Las hadas, La Prohibición de amar y Rienzi.
El reto, ya de por sí interesante, alcanzará su cénit en el verano de 2022. Entonces, en poco más tres semanas, entre finales de junio y principios de julio, se representarán todas ellas de forma consecutiva y en orden cronológico, a excepción del Anillo que lo hará de forma consecutiva.
Todos los títulos corresponden a producciones que ya se habrán podido ver en la ciudad natal de Wagner, como las tres citadas óperas de juventud, que se incorporaron al repertorio de la Ópera de Leipzig en 2013, bicentenario del nacimiento del compositor.
Esta misma temporada se verán seis de las obras: El holandés errante y El Anillo de Nibelungo, a cargo de Ulf Schirmer, director musical de la Ópera; y Tannhäuser, con la propuesta escénica del español Calixto Bieito.
Con esta iniciativa, Leipzig se pondrá a un nivel que el Festival de Bayreuth nunca podrá superar, ya que este solo representa, por decisión del propio compositor, diez de sus obras, y nunca todas el mismo año.
El precedente más cercano a “Wagner 22” hay que encontrarlo en el Festival de Pascua de 2002, en Berlín, cuando se representaron en un solo mes dos ciclos completos del Canon, los diez títulos de madurez de Wagner. Todo con el añadido, insuperado y quizá nunca superable, de haber sido a llevado a cabo por un mismo equipo artístico: el fructífero tándem formado por Daniel Barenboim y el director de escena Harry Kupfer.
septiembre 2018 |
Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
