Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
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Un sello y un matasellos wagnerianos

Los wagnerianos aficionados a la filatelia, o los filatélicos aficionados a Wagner, están estos días de enhorabuena con la incorporación de dos elementos relacionados, de forma indirecta, con el compositor: un sello y un matasellos.

El primero de ellos, el sello, es en realidad un homenaje a Bugs Bunny, el célebre conejo de animación de la Warner Bros que este verano ha cumplido sus primeros ochenta años. Para celebrarlo, el Servicio Postal de los Estados Unidos ha realizado una emisión de diez sellos diferentes con diversos retratos del personaje.

Entre ellos no podía faltar uno caracterizado como Brunilda, la walkyria wagneriana, tal y como aparecía en el célebre corto “What's Opera, Doc?”, una parodia de Wagner que utiliza música de El holandés errante, Rienzi, Tannhäuser o El Anillo del Nibelungo. Esta caricatura, de unos 7 minutos, suele encabezar la lista de los mejores cortos de animación realizados en el siglo XX desde su lanzamiento en 1957.

¿Y qué mejor que cancelar un sello wagneriano que con un matasellos wagneriano?

Para ello, hay que recordar el viaje que en 1880 Richard Wagner realizó a la ciudad italiana de Ravello. Allí, visitando su Palazzo Rufolo, imaginó cómo había de ser el jardín de Klingsor del segundo acto de Parsifal, que por entonces estaba componiendo.

Para conmemorar el 140 aniversario de aquel viaje, que sitúo a Ravello en los mapas wagnerianos, el servicio postal italiano, la Fondazione Ravello y la Associazione Ravello Nostra han creado un matasellos que presentaron el pasado mes de agosto en el Palazzo.

Estas dos noticias filatélicas permitirán a los aficionados wagnerianos, con mucho tiempo libre, comprar el sello de Bugs Bunny en Estados Unidos y enviar una carta desde Ravello para así cancelarlo con el nuevo matasellos. La carta, no obstante, probablemente nunca llegue a su destino, porque el sello conejil solo puede ser utilizado en su país natal.

septiembre 2020