El pasado 20 de noviembre fallecía en la población americana de Naples, Florida, el gran tenor wagneriano James King a la edad de 80 años, a causa de un infarto de miocardio. Aunque ya retirado de la escena, King había estado impartiendo clases de interpretación en la Universidad de Indiana hasta el año 2002. Su última aparición fue en el papel de Siegmund en 2000 en la ciudad en la que fue docente.

La carrera de James King, nacido en Kansas de padre irlandés y madre alemana, comenzó con estudios de violín hasta que decidió dedicarse al mundo del canto, evolucionando de una voz de barítono hasta la de tenor en la que desarrollo toda su carrera. Estudió canto con Martial Singher en Nueva York y con Max Lorenz.

En los años 60 debuta en Florencia en el papel de Mario Cavaradossi en Tosca, rol que interpretó poco después en Milán. En 1966 cantó por primera vez en el Metropolitan de Nueva York, mítico lugar en el que apareció más de un centenar de veces. Allí cantó el papel de Emperador en el estreno neoyorkino de La mujer sin sombra de Strauss.

Precisamente fueron las obras de los dos Richard, Strauss y Wagner, las que más gloria dieron al cantante americano, y las que más interpretó a lo largo de su carrera. En su cartera de papeles se encuentran, entre otros, los roles de Siegmund en La Walkyria, Erik en El Holandés, Walther en Los Maestros, Parsifal y Lohengrin, en lo que respecta a Wagner, o Aegisth de Elektra, Apollo en Daphne, Bacchus y Tenor en Ariadne auf Naxos, Narraboth en Salome, Der Kaiser en Die Frau ohne Schatten, de Richard Strauss.

Junto al repertorio alemán, su buen conocimiento del italiano y el francés le llevó a realizar interpretaciones diversas en óperas como Carmen o Iphigénie en Aulide.

James King cantó en el Festival de Bayreuth un total de quince veces entre 1965 y 1975, interpretando el papel de Siegmund (8 veces), Parsifal (5) y Lohengrin (2), dirigido por directores de la talla de Böhm, Kempe o Boulez.

Diciembre 2005