El Festival de Bayreuth también está notando la tiranía de los mercados. Tras los rumores que comenzaron a finales del mes de agosto, una vez terminado el certamen, la pasada semana se confirmó lo que era un secreto a voces entre los aficionados. Y es que la agencia de calificación Moody’s rebajó la calificación del Festival de AAA a AA+. Las otras dos grandes agencias de rating, Standard & Poor's y Fitch, no descartan hacerlo en los próximos días.
“La calidad del Festival es cada día más cuestionable, por lo que no podemos otorgarle la máxima calificación”, ha dicho el responsable de Moody’s en Europa.
Si bien es cierto que Bayreuth ha mantenido intacta la triple A desde su reapertura en 1951 tras el final de la guerra, un calificación AA+ equivale a un notable alto, por lo que el Festival seguiría estando entre los mejores valorados del mundo, por detrás del MET de Nueva York, la Scala de Milán o el Staatsoper Unter den Linden de Berlín.
La canciller alemana Angela Merkel, que nunca se pierde una cita en Bayreuth, ha criticado con dureza la decisión de la agencia: “El Festival es un evento único en el mundo donde disfrutar de la mejor música de Wagner”.
Uno de los grandes problemas que ha llevado al Festival a la situación de crisis actual es su elevadísima deuda (en el plazo de entrega de entradas), en comparación con otros teatros. Así, un inversor que quiera acceder al Festspielhaus tendrá que renovar de forma anual el derecho a compra (la denominada “hoja verde”) sobre las entradas, y no recobrará la inversión hasta pasados siete años, en el mejor de los casos. De ahí, el incremento constante de la prima de riesgo en el mercado secundario, formado fundamentalmente por agencias de viajes, que garantizan la entrada en menos de un año pero a un precio muy superior al de taquilla.
Moody’s ha exigido al Festival que haga duros recortes en las listas de espera. Para ello, sugiere actuar en el sector público, reduciendo hasta lo imprescindible el número de entradas que se facilita a funcionarios o asociaciones wagnerianas. Y es que tan solo la mitad de las entradas de las representaciones salen finalmente en taquilla a la venta.
Katharina Wagner ha querido restar importancia a la rebaja de calificación, manteniendo que un AA+ aún supone un alto nivel en la excelencia. La actual directora del Festival augura que antes del bicentenario, en 2013, Bayreuth volverá a la triple A y, con ello, a la elite musical que nunca debería haber abandonado.
diciembre 2011 |