El 1 de enero de 1998 aparecía publicada en la incipiente internet un “portal web” dedicado a Richard Wagner con el críptico título de “ib307913”. Nombre de una época primigenia en la que aún faltaban 9 meses para que naciera Google.

Al poco tiempo, esa página incorporó una lista de correo, una de las pocas formas de comunicación entre internautas antes de la llegada de las redes sociales. La lista llegó pronto a unos 200 wagnerianos que todos los días enviaban unos 10 o 20 correos al webmeister, quien los remaquetaba uno por uno y los reenviaba al resto de miembros todas las noches. Lo más alejado posible de la “mensajería instantánea”.

Varios miembros de esta lista se pusieron de acuerdo para consolidar el proyecto, y es así como el 1 de enero de 2001 nació Wagnermania.com, la primera página web en castellano dedicada en exclusiva a Richard Wagner. Desde entonces, se han publicado cerca de 1500 noticias, sobre todo del ámbito español y Latinoamérica, así como artículos dedicados a la discografía wagneriana, sus principales intérpretes, el análisis musical, críticas a conciertos o la mitología en la obra de Wagner.

En su foro cientos de usuarios han escrito cerca de 30 000 mensajes comentando grabaciones, producciones o cualquier tema relacionado con Wagner. Y en el boletín que cada mes resumía las noticias publicadas han estado suscritas más de 3000 personas.

A lo largo de la historia de Wagnermania se han producido hechos reseñables como la subtitulación en tiempo real de algunas óperas del Festival de Bayreuth; la publicación de la base de datos con todos los intérpretes del Festival desde 1876, información que ni la propia web oficial recoge; la colaboración con entidades como el Liceu de Barcelona; la publicación mensual de una viñeta de humor wagneriano, que al principio parecía un oxímoron; o la Guía del Festival de Bayreuth, para todo aquel que quiera o pueda viajar hasta allí.

Pero todo lo que tiene un inicio tiene un final, y el que escribe estas palabras considera que ha llegado el momento de ello tras 26 años. Curiosamente el mismo tiempo que, sin ánimo de comparar, tardó Wagner en escribir El Anillo del Nibelungo.

Llega el momento de las gracias. En primer lugar, por supuesto, a las personas que comenzaron el proyecto de Wagnermania, imprescindible en su nacimiento y primera década de funcionamiento.

En segundo lugar, a los habituales y ocasionales del foro, quienes dinamizaron la página y supusieron una de sus secciones más interesantes. Más de un forero lleva escribiendo prácticamente desde su creación, incluso desde la lista de correo del pasado siglo. Una pena que la actividad del foro decayera con el paso del tiempo, primero por el auge de los blogs y después de las redes sociales. Y, también, por cierto cansancio de los participantes tras más de dos décadas de actividad.

Y por último, a los menos habituales, que quizá nunca lean estas líneas, pero que gracias a Google recaían en la página de forma puntual para conocer algo más sobre Wagner.

Wagnermania cierra con la esperanza de haber contribuido a difundir la vida y obra de Wagner. Pero el wagneriano castellanohablante no se queda huérfano, ya que hay otros proyectos igual de interesantes en internet consagrados a Wagner, como, por citar solo algunos, Asociación Wagneriana de Madrid, El club Wagner o Discografía wagneriana.

Todo el contenido publicado hasta la fecha en Wagnermania seguirá estando accesible sine die, aprovechando que la mayor parte es igual de válido ahora que cuando se escribió. Pero ya no se actualizará cada mes y el foro se cerrará definitivamente.

Pero siempre que hay un “Leb' wohl!”, surge una oportunidad para un “Willkommen”.

diciembre 2023