El
13 de enero de 1882, Richard Wagner firma la partitura
concluida de la que sería su última ópera, Parsifal.
El primer esbozo en prosa lo había realizado el compositor
en 1865, que se lo regaló a Luis II de Baviera. El
poema del festival escénico sacro fue terminado en
1877, dedicándose a partir de entonces a la composición.
Parsifal es la única de las obras de Wagner pensada
para la acústica del Festpielhaus de Bayreuth, donde
habría de representarse allí de forma idílica. El
estreno tuvo lugar, por fin, el 26 de julio de 1882,
con la aclamación popular y respeto incondicional
hacia la persona de Richard Wagner, que fallecería
meses después en Venecia.
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