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El
23 de enero de 1835 Richard Wagner comienza a trabajar
en La Prohibición de amar, que lleva el sobretítulo
de La Novicia de Palermo, al considerar la censura
de la época excesivamente atrevido el nombre original.
El libreto estaba basada en la obra de William Shakespeare
Medida por Medida. A pesar de ser la segunda ópera
del maestro, fue la primera que pudo ver estrenada,
ya que su primer acercamiento al melodrama, Las hadas,
no vio la luz hasta cinco años después de la muerte
del músico, el 29 de junio de 1888. La ópera se estrenó
el 29 de marzo de 1836 con poca fortuna: un tenor,
Freimüller, que se dedicó a la improvisación con una
orquesta que no conseguía mas que taparle y un acción
oscura para el público, consiguieron que la segunda
representación apenas contara con público.
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El
23 de enero de 1855 tiene lugar en Zurich el estreno
de la segunda versión de la obertura Fausto, retocada
ese mismo año. El 13 de diciembre de 1839, Richard
Wagner había terminado en Paris el bosquejo de su
obertura Fausto, pensada como un primer movimiento
de una sinfonía Fausto, obra de gran parecido con
la Sinfonía Fausto de Franz Liszt. Wagner hizo un
apunte del segundo movimiento, que nunca llegó a desarrollar.
Por eso, en 1843 convirtió en obertura ese primer
movimiento.
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El
23 de enero de 1859 se representa por primera vez
en Berlín la ópera Lohengrin, cuyo estreno absoluto
había tenido lugar en Weimar nueve años antes. El
motivo de los retrasos de las óperas de Wagner en
la ciudad alemana se debía a que el intendente general
del Hoftheater de Berlín, Botho von Hülsen tenía fuerte
antipatía hacia el músico por las diferencias políticas
entre ambos. Hülsen no perdonaba a Wagner su participación
en las revueltas de Dresde de finales de los 40.
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El
23 de enero de 1874 Richard Wagner propone a la editorial
Schott de Maguncia la composición de "seis grandes
obras orquestales, enviándoles una cada medio año".
A cambio, el músico alemán pedía un adelanto de 10.000
gulden. Entre los títulos que barajaba Richard para
sus oberturas se encontraban: el viaje por mar de
Lohengrin, Tristán como héroe, canto sepulcral de
Romeo y Julieta. Después, durante largo tiempo, no
se volvió a hablar de las oberturas, hasta que en
febrero de 1875 el músico quiso romper el compromiso
para ceder sus obras a la editorial de Peters, que
le ofrecía tres veces más de dinero.
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El
23 de enero de 1883, poco más de veinte días antes
de su fallecimiento, Cosima Wagner apunta en el diario
que llevaba de su marido que el compositor "aun debía
el Tannhäuser al mundo". Esto hace referencia al deseo
del compositor de volver a revisar la partitura de
su obra, que fue estrenada en 1845, pero que había
sufrido numerosos cambios y versiones diferentes desde
su creación. Ese mismo día Liszt abandona Venecia,
en donde había visitado a su yerno en el palacio Vendramin.
El músico húngaro no volvió a ver con vida al autor
de Parsifal.
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Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023